Deseo ese Tesoro
"No cometas obra alguna con la furia de la pasión, equivale a hacerse a la mar en plena borrasca"
Thomas Fuller
Área cercana a las costas del Brighton Beach, Londres, Inglaterra
La luz del alba anunciaba la llegada de un nuevo día y no era un día cualquiera; precisamente a cualquier hora el Fairy Tail entraría a territorio marítimo de Londres y eso significaba que el momento de hacer la emboscada estaba muy cerca.
Sting: ¡¿Puedes visualizar al Fairy Tail?!
Rogue: ¡Negativo!
Sting: Bueno es cuestión de tiempo, manda la señal a los demás barcos, la hora se acerca. ¡Este es el día en que el Fairy Tail se hundirá!
Rogue: ¡Como diga, capitán!
Castillo Fernández, Londres
Bickslow: Mi Lady, tenemos todo preparado para transportar a la sanadora hasta aquí sin realizar mayor escándalo, Lord Fullbuster esta preparado en el puerto de Brighton para recibirla y dar la compensación a la gente del Fairy Tail.
Erza: Excelente, gracias al cielo llego el día en que la sanadora podrá reestablecer a Jeral.
Freed: Sin ofender majestad pero luego de esto deberán compadeser ante el parlamento...
Erza: ¡No me importa perder la corona, lo que no quiero es perder a Jeral!
Bickalow: Majestad, eso no pasará, el rey se recuperará pronto, la esperanza viene en ese barco.
Erza: Eso espero...
La peliroja acaricio su abultado vientre pero por algún motivo su corazón estaba muy agitado; quizas estaba nerviosa o era un presentimiento.
Puerto Brighton, Londres
Gray: ¡Lyon! ¿qué visualizas?
Lyon: Unos barcos pesqueros y unos navíos que se dirigen a alta mar, probablemente comerciantes.
Gray: Espero Natsu este pronto aquí, la salud de Jeral esta empeorando y el parlamento empieza a cuestionar su ausencia.
Lyon: ¡Hace un buen viento capitán, recuerde ese es un buen algurio!
Gray: Tienes razón pero entonces ¿porqué siento mi corazón tan afligido?
En otro punto de la ciudad de Londres, una peliverde contemplaba los primeros rayos del sol por la ventana de un hostal.
Larcade: Despertaste muy temprano...
Brandish: El día llego y la posición de la constelanción de Virgo ya esta cerca de mercurio.
Larcade: Ellos están cerca, puedo sentir la presencia de la servidora de Acnologia.
Brandish: ¡Ese maldito semi-demonio! Ufff solo de pensar en la manera estúpida en que nos engañó me hace querer destrozarlo con mis propias manos.
Larcade: Sabes que no puedea hacer eso aún pero si todo marcha bien, pronto la descendiente de tu amiga Lucía podrá romper la maldición.
Brandish: ¡Que asi sea!
En el Fairy Tail...
Como cada día, los hombres del Fairy Tail estaban trabajando desde temprano en las labores cotidianas de mantenimiento del navío. La brisa del mar parecía favorecer a los veleros para movilizar el barco más rápido a su destino, así que es cuestión de tiempo para llegar a Londres.
Los rayos del sol comenzaban a anunciar la llegada de un nuevo día y la luz penetro la ventana en la habitación del capitán. La primera en recibir esos destellos del amanecer fue Lucy, que se encontraba dando la espalda al capitán Dragneel.
La noche había pasado rápido, tanto así que sintió que solo fue un instante el que descanso. Quizas los nervios la estaban traicionando pero el hecho de que él le pidiera dormir a su lado le había parecido tierno.
¿Y recitar Shakespeare? Eso simplemente la hizo sentir más nerviosa. La manera en que se lo había dicho, con esa mirada jade sobre ella y su cuerpo caliente cerca de ella; simplemente, la estaban haciendo dudar de su papel como "sanadora"
De pronto, ella se dio cuenta en la posición que estaba. A pesar de darle la espalda, él estaba aferrado a ella; su cálido aliento sobre su blanco cuello, le estaban haciendo sentir unas cosquillas en todo su cuerpo.
Estas cosquillas se sentían muy diferentes a como cuando jugaba con Michelle y Levy. Estas cosquillas se sentían como corrientes que le atravesaban desde la coronilla a los pies. ¿Qué tiene él que la hace sentir tan extraña?
Despacio ella se giro para tenerlo de frente, haciendo que en el movimiento, él hiciera un puchero como un niño que no quiere que le quiten su juguete favorito.
Lucy: *Se ve muy tierno dormido...*
Pensó la rubia, que al contemplarlo tan de cerca sintió un calor instalarse en su vientre. Los látidos de su corazón se habían acelerado y podía sentir como la sangre le llegaba hasta su rostro, sonronjándola.
Lucy: *Lindo...*
El pelirosa la atrajó más hacia él, afianzándola a sus brazos como para que no huyera. Ciertamente, él estaba dormido, muy dormido. Por un momento, la rubia colocó su oído sobre el pecho del pelirosa, escuchando como una suave melodía, los látidos del corazón de aquel hombre que había sido capaz de matar por ella.
Eso la sobresalto, rápidamente volvió a mirar su rostro pensando, ¿cómo alguien tan sanguinario puede verse como un ángel al dormir? Y un pensamiento invadio su mente.
Lucy: *Shakespeare tiene razón, "el amor no mira con los ojos, sino con el alma"*
Sus ojos chocolates se había posado sobre los labios de aquel hombre que la tenía dudando de todo. Se miraban tan apetecibles como un fruto, quizas como una fresa, a ella le gustaban las fresas y esos labios la estaban provocando a moderlos.
Lucy: *¿Serán igual de dulces que las fresas?*
Poco a poco se acercó al rostro del capitán, que aún estaba dormido o soñando o ¿quién sabe?
Lucy: *No creo que le haga daño a alguien si los pruebo una vez. Solo una vez... Solo un capricho, una vez en mi vida*
Y con toda inexperiencia del mundo, planto un pequeño beso en los cálidos labios del pelirosa. Se separo con una sensación de vacío, ella quería más. Aunque no entendiera de sobre el amor, sabía que él le estaba despertando esa curiosidad y el calor en su vientre se avivo más.
Lucy: *Otro*
Le dio otro pequeño beso pero esta vez no se separo mucho de él, por que algo la había poseído y quería mandar todo por la borda. Ya no importaba su responsabilidad, ni su maldición; ella simplemente quería seguir besándo esos dulces labios.
De seguro, Natsu esta soñando, debe estar soñando la mejor cosa en su vida. Sentía unos pequeños labios sobre los suyos; eran dulces, suaves y cálidos. No quería despertar, no quería enfrentarse a la realidad de que solo fuera un sueño pero la ilusión de que su pequeña rubia estubiera besándolo lo estaban haciendo feliz.
Ya era hasta mucho que le permitiera dormir junto a ella pero besarlo es imposible. Primero, el pelirosa creía que ella le tenía miedo y segundo, él no merecía tampoco algo tan celestial.
Convencido de que era un sueño, atrapo los labios de la rubia sujetando entre sus manos el rostro de Lucy. Como deseaba que fuera real, como deseaba que ella no tuviera esa maldición, como deseaba que estubiera con él para siempre.
La rubia al sentir que fue correspondida, rodeo con su brazo el cuello del pelirosa, acariciando su cabellera y fundiendose más en el beso. Natsu aún en su "sueño" comenzó a acariciar el cabello de Lucy.
Ella empezó a sentir que el calor en su vientre aumentaba y que algo duro estaba entre su cuerpo y el de él. Lo sintio tan bien que dejo que un pequeño gémido escapara, haciendo que Natsu reaccionara a lo estaban haciendo, cortando el beso.
Natsu: ¿No estoy soñando?
Lucy: Lo siento... Es que...
El pelirosa se sentó, dejando ver a Lucy una posición demasiada tentadora para él. Su vestido esta caído de un hombro, su cabello rubio estaba alborotado, sus mejillas rojas y sus labios parecían pedir más besos.
Lucy: Yo... Tú...
Natsu: Será mejor que me vaya...
Los ojos de tristeza de la rubia le partió el corazón pero era irse o era hacerla suya en ese momento.
Lucy: Lo siento por besarte pero es que por un momento simplemente me dio curiosidad, por que siento un calor en mí, sentí una corriente deliciosa cuando estabas abrazandome de espalda y respirabaa sobre mi cuello y...
Ella no pudo terminar. Lo único que Natsu no tenía en ese momento era decoro. La necesitaba, su cuerpo se lo estaba pidiendo, su corazón se lo estaba pidiendo, cada fibra de su ser le pedían demostrarle a ella que la deseaba.
Lucy correspondio el beso con mucha necesidad tambien. Definitivamente algo la había poseído, quizas era deseo o quizas algo más. De lo único que era conciente en ese momento, era de la cálida mano del pelirosa acariciando su pierna y ella no se quedo atrás, para sentir más metio su pequeña mano en la abertura de la camisa de Natsu, ante el tacto, él gimió roncamente.
Natsu: Mi querida, mi pequeña, mi dulce Lucy... No te imaginas cuanto te deseo...
Continuó asaltando la boca de la rubia y ella procedía a deshacerse de la camisa de él, cuando logro su primera tarea se quedo inmóvil un momento, contemplándolo.
Lucy: ¡Me gusta!
Natsu: ¿El tatuaje?
Ella con una mirada inocente y lujuriosa, asintió con la cabeza afirmando que le había encantado el dragón tatuado en el pecho del pelirosa.
Lucy: Natsu... Yo...
Natsu: Por favor, pídeme detenerme, no quiero hacer que tu gente sufra o te pase algo...
Lucy: Es que aunque quiera no puedo controlarme...
Ella tomó la mano del capitán y la posicionó en su vientre.
Lucy: ... Siento algo aquí que no me deja controlarme...
Esa era la gota de la poca cordura que le quedaba al capitán, tener su mano tan cerca de su centro le revolvía la cabeza. Un poco más abajo y él pudiera sentir ese calor y húmedad de su amada.
Lucy: ... Y tambien sentí esto en el medio de nosotros.
Dicho esto ella posicionó su mano sobre el miembro endurecido de él pero tan pronto lo toco ella lo soltó.
Él aún tenía la mano sobre el vientre de la rubia y no dudo en bajarla para acariciar, sobre el vestido, su centro.
Natsu: "Tan imposible es avivar la lumbre con nieve, como apagar el fuego del amor con palabras"*
Le dijo Natsu al oído mientrás la tocaba. Ella soltaba gémidos y su rostro reflejaba una mezcla entre placer y vergüenza, ante tal gesto y para evitar que los tripulantes los escucharán, la besó. Y estaban entre besos y caricias cuando de pronto el vigía anuncio barcos enemigos.
Jackal: ¡Enemigo a la vista!
Ambos se quedarón quietos de repente y luego se escucho el disparo de un cañon.
Natsu: ¡Mierda!
Saltó de la cama, intentaba ponerse la camisa y el calzado. Lucy hacía lo mismo, de nuevo otro cañon pero se escuchaba que caían al agua.
Natsu: ¡Quedate aquí!
Pero ella hizo caso omiso, siguiéndolo hasta la cubierta donde estaban todos los tripulantes corriendo a sus posiciones de ataque.
Gajeel: ¡Jackal, ¿cuántos enemigos visualizas?!
Jackal: ¡5 barcos, vienen de frente con cañones expuestos!
Natsu: ¡Carguen armas y preparen el ataque frontal!
La rubia miraba confusa la situación y sintió que alguien le tomaba la mano.
Levy: ¡Lucy tenemos que refugiarnos!
Lucy: ¿Pero?
De pronto miró a Natsu hablar estrategicamente con Gajeel pero había algo en su rostro preocupación.
Gajeel: Natsu nunca nos hemos enfrentado a 5 barcos.
Natsu: Tenemos que hacerlo, no permitiré que le pase algo a Lucy.
Gajeel: Natsu, no tenemos suficiente munición para enfrentar 5 navíos.
Se escucho otro cañon pero este estaba siendo disparado desde el Fairy Tail. Mientrás en el Sabertooth, el rubio observaba la conmoción en el Fairy Tail a través de su teléscopio.
Rogue: Los navíos empezaran a tomar posiciones...
Sting: Detén el ataque...
Rogue: ¿¡Qué!?
Sting: Con que tenía un tesoro oculto Dragneel... Mira a esa linda chica rubia que tienen allá.
Rogue: Pero Sting la orden es asesinar a todos en el Fairy Tail.
Sting: Aqui el capitán soy yo y yo quiero a esa chica.
Desde la distancia observaban a Natsu indicandoles a ambas chicas que se refugiarán en la cabina.
Sting: Se ve que es importante para el capitán Dragneel y si soy capaz de arrebatarle su tesoro y hundir el barco, seré recordado como el mejor de los mercenarios de todos los tiempos.
Rogue: ¿Pero Sting?
Sting: ¡Cesen el fuego, haremos emboscada en el Fairy Tail y el hombre que me traiga a la mujer del capitán Dragneel recibirá 500,000 libras esterlinas.
Los hombres ambiciosos por la recompensa cesarón el fuego, comenzando a rodear al Fairy Tail.
Gajeel: Harán emboscada...
Natsu: ¡Cuando esten cerca atacaremos con todo lo que tenemos, preparén sus armas por que no permitiremos que el honor de nuestra nave caiga!
Todos los tripulantes animados, se posicionarón para recibir lo peor. En tanto, Loki llevaba a Lucy de regreso a la habitación donde hace solo minutos estaba con Natsu.
Loki: Lo siento mis Ladies pero por favor permanezcan aquí.
Levy: Loki se sincero, ¿no pueden contra ellos?
Loki: No ha habido barco que nos hunda y esta no será tampoco la ocasión.
Sin decir más el pelinaranja se retiro y cuando Levy miro a Lucy, ella simplemente se quedo espantada.
Levy: ¿¡Qué haces!?
Lucy: ¡Salvar al Fairy Tail!
En el suelo la rubia ya había dibujado con su sangre el diagrama de convocación.
Levy: ¡Lucy, no!
Lucy: ¡No puedes atravesar el diagrama y lo sabes!
Levy: ¡Noooo!
La peliazul estaba más impactada al ver el patrón del diagrama.
Levy: ¿Lo convocaras a él? ¡Lucy detente, por amor a Dios, detente!
Lucy: No tengo opción... Convocaré al demonio de la destrucción, no me importa el precio.
❤❤❤❤❤❤❤❤❤❤❤
*La frase que Natsu le dice a Lucy en el oído pertenece a la obra "Los Dos Caballeros de Verona" de William Shakespeare.
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