Ambos somos Trunks, pero no somos la misma persona. Parte 2

Desde que Trunks puede recordar, su vida no fue la más sencilla. De ninguna forma se sintió seguro al rededor de nada. Solo había dos personas en el mundo que le daban seguridad. Su madre, dios ame a la bendita mujer con todo lo que ella soporto por él y su padre, y su maestro, su único amigo, el único otro compañero de su raza ahora básicamente extinta, Son Gohan. 

Trunks amo al hombre con cada fibra de su joven vida. Las cosas entre ellos fueron tan compaginadas que Trunks, no conociendo nada más, no tardo mucho a sucumbir al enamoramiento por el único otro demi-saiya existente.

Su mundo fue desolado, todo por algo que paso cuando él recién nació.  La muerte de Son Goku, el padre de Gohan, fue detonante para el futuro que 13 años después él vivía.  Androides creados por la computadora de un hombre hambriento de poder, el Doctor Gero, fueron programados para conquistar el mundo a costa de cualquiera que se les pusiera enfrente. 

Los guerreros Z, los grandes guerreros de la tierra, murieron en su primer intento por detener a los androides. Su padre murió en esa batalla a solo 6 meses de su nacimiento.

Conforme los años pasaron y él se hizo un adolescente estaba claro que las preguntas surgieron. Muy pocas de sus incógnitas fueron respondidas a esa edad, una sólo aumentaba conforme entendía la magnitud de las cosas a su alrededor.
¿Porqué aún no soy lo suficientemente fuerte?
Era la duda que atormentaba su joven mente, llegar a las ciudades y ver las devastaciones frescas era demasiado para él.

Busco ayuda en Gohan. El único guerrero disponible. Le suplico que lo entrenara, más fuerte que antes, más áspero, más duro. Tenía que hacerlo. Tenía que ser de ayuda.

Gohan en si mismo era al mismo tiempo que su amor y amigo, un gran misterio para él. La forma en que Gohan actuó, aveces inflexible, amable, dulce o hiriente.

Cada una de sus facetas había sido mostrada a Trunks en diferentes momentos y lugares. Era inflexible y algo hiriente al momento de entrenar por ejemplo, más ahora que él le había pedido que fuera duro.

Los golpes eran duros, los vuelos extenuantes y cosas como caer a un remolino no era cuestión de voy a ayudarte a salir  si no cosa de te metiste ahí, sólo puedes salir.

Cuando lograba avances, fueran muchos o pocos Gohan siempre fue lo mismo, era cálido y amable, su cuidado era el único que había recibido a demás del de su madre, pero era diferente, su madre le daba un sentimiento cálido claro, pero con Gohan Trunks sentía que podría derretirse en un charco de un momento a otro y él sabía que a Gohan no le importaría por el simple hecho de que Gohan sabía.

Claro que Gohan sabía sus sentimientos, el hombre lo había conocido toda la vida y conocía perfectamente que el pequeño temblor en sus rodillas al salir del agua, las mejillas ligeramente más rosadas y la sonrisa ligeramente satisfecha no eran solo resultado de los entrenamientos.

Gohan había sido amable y comprensivo con los sentimientos de su pequeño discípulo, entendía perfectamente al chico. Él mismo había tenido un enamoramiento con su mentor el señor Piccolo, cuando fue más joven. Ahora que Trunks estaba en su lugar y él en el de su antiguo mentor, Dende lo cuide en el otro mundo, podía comprender algunas cosas que en su momento no pudo comprender.

Llego a existir una gran empatia entre ambos, aunque ciertamente no siempre llegaban a hacer clic en momentos cono la lucha los cuales eran especialmente frustrantes para Trunks. Esto se debía a que no tenía tanta compatibilidad en el campo de batalla, lo cuál a Trunks le llego a parecer incluso ridículo porque vamos ¡Ambos habían entrenado juntos toda la vida de Trunks!. En este punto deberían poder sincronizarse tan bien como ambos androides.

Trunks estuvo muy frustrado tanto por este hecho como no poder ascender a súper saiyajin. Consideraba que si su nivel de poder se aumentaba para estar un poco más a la par con Gohan ambos finalmente podrían sincronizar sus movimientos tal y como lo hacían los androides. Quizás no serían tan perfectamente compaginados como los gemelos, pero podrían tener una lucha mucho más efectiva y quizás finalmente una oportunidad.

Trunks sabía a ciencia cierta que Gohan le correspondía, quizás era por que eran los últimos de la misma raza, quizás había sido la convivencia. De cualquier forma ambos lo sabían. También sabían que existía la posibilidad de no volver a casa nunca, por eso Trunks trataba de aumentar su poder tanto como le fuera posible, quería ser de ayuda, no un estorbo.

Viendo el atardecer una explosión sacudió la capital del noreste, ambos como los espectadores más poderosos.

Trunks recuerda haber rogado una oportunidad de probarse en batalla una vez más, aun después del desastre de la perdida del brazo de Gohan Trunks había trabajado duro para que no volviera a repetirse, sabia que la defensa de Gohan sería limitada por la falta de un miembro y Trunks iba a tratar de compensarlo.

Gohan le concedió su permiso y lo distrajo. Solo para hacer que Trunks cayera en la inconsciencia. Gohan estaba al tanto de que Trunks sería mucho más poderoso que él. Que si la esperanza les llegaba a sonreír Trunks sería quien iba a destruir a los androides, pero no ahora. No podría defenderlo de la misma forma solo con un brazo si las cosas salían mal, no podía arriesgarlo.

Gohan se encendió con tanto poder como logro reunir y voló hacia la batalla.

 

Solo para no regresar.

No podía ser.

No podía ser.

Oh, pero fue.

Gohan estaba muerto. Frío en el suelo.

Los androides finalmente se lo habían arrebatado.

El shock, el dolor, la humillación, la furia, la impotencia, todo el desgarre dentro de sí fue más de lo que podía soportar y su cuerpo lo expulso. En forma de un Súper saiyajin.

Que injusta era la vida. Desde pequeño jamas se le dio una verdadera oportunidad. La historia parecía haber decidido que la vida de Trunks iba a ser miserable mientras hubiera una oportunidad para que lo fuera.

Tres años pasaron con Trunks entrenando de forma brutal, tres años habían sido la brecha de poder entre él y Gohan, a los 16 al fin había alcanzado el nivel de poder que su amado había tenido antes de aquel día. El día en que Trunks había fallado, mismo en que Gohan le dio el valor para seguir peleando.

Con la ultima gran paliza recibida por ambos androides sabia que su madre, enserio Dende bendiga a la mujer por soportar a este hijo mitad saiyajin, iba a ir al pasado. Iba a arreglarlo todo.

"Yo solo quiero ayudar a todos".

— Te vas a ir.

Trunks salio de su ensoñación y observo a Gohan. Al Gohan que vivía en este nuevo mundo que él había creado. Que había ganado a Cell con sus simples 11 años de edad y un poder simplemente aterrador.

— Si. El peligro aquí a terminado. Es momento de volver a mi tiempo y arreglar las cosas.

Gohan miro a Trunks algunos segundos, se movió y envolvió los brazos alrededor del hombre que estaba a su lado. 

Trunks sintió las callosas manos de Gohan en su nuevamente corto cabello. Tratando de darle comodidad. Consuelo.

Que injusta y hermosa era la vida al mismo tiempo. La historia en este punto se había repetido, Trunks se había enamorado de nuevo, de este Gohan, no de su maestro, y aunque siempre estaría enamorado de su Gohan, del hombre que básicamente lo crió,  no había tenido que ver en el enamoramiento de este Gohan. Tan diferentes como ambas mismas personas pudieron ser que parecía ridículo, apenas podía concebir que en en un punto antes de que él llegara a este tiempo, ambos hombres habían sido hasta ese punto aun, la misma persona.

Gohan correspondió sus sentimientos desde que ambos notaron su existencia, pero aun cuando Trunks murió en los juegos de Cell, Gohan lo había tomado como el punto natural de que podía regresarle con un simple deseo a las esferas. Esto era diferente. Trunks realmente se iba y ambos estaban consientes de que a menos que no hubiera mundo al cual volver, Trunks debía volver a su tiempo.

—No me iré como tal Gohan. Yo ya nací, estoy aquí y al mismo tiempo crecerás conmigo- Trunks trato de explicar. 

—Sabes que no es así- Gohan protesto. Y tenia la razon, Trunks lo sabía. 

Tan cierto como ahora, que Gohan de este tiempo y Mirai Gohan como Gohan de este momento le había nombrado, no eran la misma persona, Trunks y  su homologo recién nacido tampoco serian lo mismo. Una persona era la suma de todas las lecciones y experiencias que acumulaban a través de su vida.  Trunks había vivido en la infamia, la guerra, la desolación y el sufrimiento extremo, la muerte era el pan de todos los días e incluso había tenido que vivir la muerte del amor de su vida. 

Ahora, el pequeño Trunks no tendría que pasar por nada de eso en su vida, crecería con un padre que aunque no en palabras le quería a su singular forma, unos amigos que matarían por el niño, Gohan aquí siempre estaría vivo y gracias a Dende el niño jamas tendría que experimentar un genocidio o la responsabilidad del mundo sobre sus hombros.

Miro a Gohan un momento mientras el chico se dejo acunar en su pecho, Trunks encontró unas similitudes con su Gohan aquí y allá en este chicos. Ambos aun no hacían cli'c del todo a la hora de la convivencia juntos igual que como lo había sido de vuelta en su tiempo por ejemplo. 

Amaba a este niño, tal y como había amado al hombre que en su tiempo se había convertido, pero a pesar de ello. Jamás sintió que fuera totalmente el alma correcta. Se parecía ciertamente, pero ninguno, ni el niño ni el adulto, había podido complementar completamente su alma. Tan triste como suena de todas formas amo a ambos con cada fibra de su ser.

—Se que ambos serán Trunks. Aun si ambos crecen y terminan siendo muy parecidos. No serán ni por asomo la misma persona.

Gohan puso en palabras lo que ambos sabían y al final estuvieron bien con ello. Ambos pasaron la noche juntos y aunque Trunks no esta orgulloso de sus acciones en el chico de solo 11 años, no se arrepentía del resultado de las cosas. 

No sabia como llegaria a sentirse si la historia se repetía por tercera vez. Ahora siendo la oportunidad del pequeño Trunks para finalmente quedarse con Gohan, pero siendo el caso, sabia que estaría en buenas manos. Gohan era ante todo, un buen muchacho.

Al día siguiente se despidió de todos y volvió a su tiempo. Era momento de saldar finalmente cuentas con los androides.

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No podía ser.

No de nuevo.

Oh, pero mierda, lo fue.

Luego de años de paz, de haber vencido a los androides, de trabajar por un nuevo mundo de paz, donde la gente ya no tenia que vivir con miedo pasaba esto.

La desgracia había vuelto nuevamente a su mundo, con la cara del mas grande héroe que antes había habitado la tierra.

Black destruyo todo por lo que Trunks había estado trabajando los últimos 12 años.

Black le había quitado todo en cuestión de solo un año.

A Mai, la chica por la que hasta ahora había dado todo.

Dioses maldigan a Black, le habían quitado a su madre. Había perdido. 

Trunks había fallado.

Con las ultimas de sus fuerzas logro estar en la maquina del tiempo. Finalmente podría conseguir ayuda. Eran su única esperanza.

El tenia amigos en el pasado. 

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Trunks estuvo semi-consiente en todo el alboroto que se creo a partir de su llegada al pasado.

Escucho la voz de su madre y su desesperación, llamándolo. 

Sintió un Ki con un parecido al suyo tan impresionante, que de no ser por el movimiento ligeramente diferente de las vibraciones podría ser exactamente igual. Su cuerpo se tenso, solo pensando en que debía luchar.

Escucho a su padre, a su madre otra vez y entonces había alivio. Hizo una mueca en el sonido de todos sus huesos tronando y volviendo a acomodarse en donde debían, heridas internas cerraban con chirridos pequeños y sangre ya no goteaba en su sistema.

Trunks despertó desorientado. Entonces frente a él estaba Black, el maldito bastardo o lo había seguido de alguna manera o Trunks no había en efecto conseguido volver al pasado. Su cuerpo no le importo, tomo acción y ataco al bastardo con lo mejor que pudo.

El golpe en la cabeza que le dio su madre lo trajo de vuelta  a la realidad. Volteo a mirarla mientras cayo de rodillas. Finalmente.

Tomo su mano y lloro, de nuevo se sintió como un niño perdido. Había perdido a su madre hace apenas unas horas maldición. Tenía derecho  al menos a eso.

Se explico lo mejor que pudo mientras su madre explicaba a su contra parte que de hecho ambos eran Trunks, solo que de diferentes tiempos.

 El chico, so yo de ahora, aunque confundido acepto el asunto y le llamo Mirai alegando que tenía que explicárselo a alguien que aun no había llegado y que seria más sencillo para él. que su chibi no necesitaba confundirse con los nombres de ambos, que ya tenia demasiado con los gritos de su madre por hacerle estudiar de todos modos.

Trunks sonrío pensando que se refería a Gohan por la expresión suave y la voz cariñosa que se formo por un momento en los rasgos del chico mientras hablaba de esta persona. Quizás realmente había cosas que no importa como, simplemente debían suceder. 

Mirai Trunks ignoro la pequeña voz en su cabeza que le decía que estaba equivocado.

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