Te encontré
Mi nombre es Samanta pero odio ese nombre, me gusta que me llamen Sam. Es más corto y fácil de acordar, voy al colegio y no tengo muchas amigas, mis compañeros son desagradables, hablan mucho y no escuchan.
La única amiga que tengo se llama Charlotte, es un poco antisocial, no le gusta ir a casa cuando mamá está; dice que las madres solo impiden los sueños de los hijos, yo no creo eso. Mi madre es muy buena persona, Siempre me apoya, ya le he platicado de Charlotte varias veces e insiste en conocerla pero yo no puedo obligar a mí mejor amiga a algo que no le gusta.
Es fin de semana, ya no hay tareas, mamá y papá salieron de viaje un par de días así que mi amiga y yo estamos en mi habitación, a Charlotte no le gusta la luz por eso siempre la mantengo apagada; escuchamos música rock un poco baja para que nadie más la pueda escuchar, ella siempre se encuentra en un rincón con la cabeza hundida entre sus piernas y aún con la música que tengo puesta a ella le gusta andar con los audífonos puestos, yo sé que ella siempre me escucha aunque nunca opine en nuestra plática se que me entiende y que está para mi, al principio me daba un poco de miedo su forma de vestir, pero; usar unas mallas negras y rotas bajo un vestido ancho y negro es hermoso y aún más con ese cabello totalmente negro que posee, en algunas ocasiones intento vestirme como ella y siempre me niega con la cabeza. No la entiendo, de quiere que haga lo que ella hace pero ¿No puedo vestirme de esa forma? En parte pues mamá no me dejaría vestirme así y lo agradezco.
-Sabes Charlotte, quisiera que me respondieras alguna vez - comenté mientras encogía mis piernas para posicionarme igual que ella. No me respondió, ella nunca lo hacía - ¿Algún día conocerás a mamá? - volví a insistir para ver si conseguía algo y nada.
- ¿Sabes? Ya se acerca octubre la época de disfraces, dulces y altares, me emociona saber que será la primera vez que la paso contigo aunque ya no pase por dulces como de niña, me gustaría poner un altar contigo pero aún no sé de quién. - respondí pensativa, note como Charlotte se puso de pie y me miró estirándome la mano, la tomé y me puse de pie; caminamos fuera de la habitación y salimos de casa directo a la que al parecer sería de ella, entramos y mi amiga me enseñó una fotografía de sus padres con eso entendí lo que me trataba de decir.
-Eso es Charlotte, pondremos la foto de tus padres - dije sonriendo - Pero ¿ Donde lo construiremos sin que mi madre lo sepa? - pregunté pensativa tratando de encontrar una idea. Mi amiga me dio un empujoncito indicándome mirar hacia el rincón de la casa -Perfecto aquí lo haremos - grité emocionada mientras ella se queda mirándome tranquilamente.
Ya estábamos en Halloween y la escuela había organizado una fiesta de disfraces donde podíamos llevar a un acompañante, era obvio que yo llevaría a mi amiga. Nuestros disfraces nos encantaron, el mío era de un conejo y el de Charlotte era de una calavera, entramos al salón del colegio en donde estaban todos los alumnos.
- Samanta qué alegría, si llegaste - hablo una tipa que en realidad me desagrada, era muy creída. Cuando conocí a Charlotte las cosas cambiaron, cada cuando otros alumnos me molestaban mi mente procesaba cada muerte y en mi interior lo disfrutaba, algún día los haré realidad.
- ¿Llegaste sola? ?O de verdad tienes acompañante? - pregunto mientras se burlaba de mi junto con la bola de taradas.
-Como crees Angie, está ni amigas ha de tener, me imagino que es con la que habla en los descansos. Aún no acaba su infancia que tiene que hablar sola, que triste - se burló está haciendo que me enfurezca cada vez más, Charlotte sintió mi deseo de hacerles daño y me tomo de la mano indicándome a seguir.
Caminé junto a ella no sin antes lanzarles una mirada a esa bola de idiotas, más imaginando como me gustaría que murieran . La fiesta se ponía cada vez mejor, mi amiga cómo siempre se encontraba en un rincón muy pensativa, me acerqué a ella y le sonreí. No sé qué le pasaba pero debía animarla.
-¿Y si nos tomamos fotos? - pregunté y ella por fin asintió, era la primera vez que decía si. La noche por fin había acabado y por fin estaba en casa, saludé a mamá y subí a mí habitación estaba muerta así que no me preocupe en guardar las fotografías como Charlotte me había advertido.
A la mañana siguiente me acordé y las busque por todos lados ¿Dónde las pude haber dejado? Recuerdo llegar y dejarlas sobre mi mesa de noche. Bajé y le pregunté a mi mamá si sabía algo de ellas, me sorprendió ver a más de cinco personas en mi sala mirándome de una manera extraña.
-Hija - hablo mi madre - Los señores son especialistas y ellos te van a ayudar pequeña - aclaro mirándome con ternura.
Odiaba que la gente me mirará así pero era extraño, dos hombres se levantaron y me tomaron por los brazos.
- Mamá ¿Qué sucede? - pregunté asustada y enojada con lo que madre estaba haciendo.
-Lo siento Cariño pero necesitamos ayuda y más tú, mira esto - dijo mostrándome las fotografías. Lo que mis ojos veían no podría ser verdad, ese día yo estaba con Charlotte ¿Cómo diablos se abría esparcido?
Los hombres cada vez más se acercaban pero yo giraba y pataleaba para poder impedir que me llevarán con ellos.
-No madre, por favor no dejes que me lleven ¿Qué sucede? ¿Donde esta Charlotte? ¿Qué le han hecho a mis fotografías? Mamá es una trampa te lo juro, suéltenme - gritaba en vano, los hombres me ataron de pies y manos para poder subirme a la camioneta.
________________
Han pasado dos semanas desde que me tienen encerrada en esta maldita habitación, mi amiga no ha venido ningún solo día a visitarme, creo que no dejan que yo tenga visitas. En este cuarto me aburro demasiado, no tengo nada con que entretenerme más que unas paredes, techo y piso lleno de colchones.
Vi como la puerta se abría lentamente, de seguro era el guardia en turno a traerme mi almuerzo, que suerte moría de hambre, cerré los ojos de felicidad pensando en mis amigos del bosque. Abrí los ojos para ya regresar a la habitación y poder disfrutar de mi comida cuando la miré.
- Charlotte, ayúdame - grité en un intento por soltarme los brazos y correr hasta donde estaba. Simplemente ella solo me indicó silencio con la mano y se fue acercando a mí cautelosamente. Cuando por fin estaba cerca me abrazó y me ayudó a soltarme, después burlando la seguridad salimos de ese lugar. Mis pies ya no podían más sin miedo a equivocarme ya habíamos corrido más de una hora, Charlotte paro de golpe y yo tuve que hacer lo mismo para no chocar, sostuve las manos en mis rodillas y me puse a inhalar todo el aire que mis pulmones me permitían.
-Dios Charlotte pensé que no irias a buscarme, pero esto es demasiado estamos lejos de casa y ya está por anochecer, además también hoy es dos de noviembre y tengo miedo - seguí hablando sin parar, la chica me miró indicándome callar, bajé la mirada puesto que era primera vez que mi amiga me trataba así.
- ¿Me quieres? - escuché hablar, alce mi vista y por primera vez Charlotte había emitido una palabra, por fin podía escuchar su voz aunque la verdad me diera un poco de miedo, parece que no puede respirar, como si no tuviera cuerdas vocales, lengua o algo por el estilo. Me siguió mirando detenidamente así que asentí y le sonreí.
Me tomo de la mano y caminamos hasta una carretera abandonada ya que no se podía ver ningún automóvil cruzar, tenía miedo pero ella se notaba tranquila así que sin soltar su mano la seguí. Como una media hora después llegamos a lo que al parecer era el destino, nos adentramos al pequeño cuarto y me quedé en shock.
Había un hombre totalmente desnudo descuartizado o al menos lo que quedaba de su cuerpo, los gusanos ya habían comenzado a hacer su trabajo y el olor era insoportable. Quería preguntar, estaba confundida así que la comencé a buscar por todos lados sin éxito alguno, aterrada me puse en marcha y revise todos los lugares para encontrar a mí amiga. Abrí la puerta de una habitación y ahogué un grito.
¡Dios mío! ¡No puede ser!
Charlotte se encontraba desnuda tirada en la cama en modo de descomposición como aquel hombre de la entrada, no podía ser cierto hace unos instantes ella estaba a mi lado ¿A qué hora habrá sucedido todo esto? Me estoy volviendo loca, tengo que regresar a casa y no se como. Me acerqué hasta en medio de la habitación y pude mirar entre sus manos algo brilloso, lo tomé; era un dije que decía "te encontré" y a un lado del cuerpo había una nota:
"Gracias Sam, ahora podría vivir en paz"
Arrojé la nota ¿Como podía saber mi nombre, si estaba muerta? Dios, enserio me volvía loca, di unos pasos en reversa y observé cómo algo me observaba desde la puerta, sin importar quién diablos era corrí, corrí como pude para salir de ahí, esa cosa iba de tras mío hasta que por fin me alcanzó.
- Déjame ¿ Quién eres? - pregunté llorando sin abrir los ojos.
- Charlotte - escuché decir, abrí los ojos impresionada y no pude aguantar más, caí. Muy lejano sentí como algo caliente cruzaba por mi rostro...
------------------
"En otras noticias, nos acaban de informar que encontraron tres cuerpos en una cabaña por el kilómetro 60, al parecer dos de los cuerpos están en modo de descomposición el otro está gravemente herido, una jovencita que al parecer sigue viva , pero muy grave anos informan que aún no hay noticias de los familiares.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top