Cap 4

Suspiré mientras miraba mi computadora por el trabajo que había dejado para salir a comer.

Yo seguía en short y en sostén.

Bakugo seguía con el torso descubierto.

Se acercó a mi y me besó el cuello.

-¿Qué haces?- Pregunta.

-Un trabajo que es para... - Miré la hora -Hoy... - Respondí.

Él apoyó una mano en la mesa y la otra en mi silla y comenzó a leer mi trabajo.

-Es fácil, mira.. - Puso mas hacia él la computadora y tecleó muy rápido y agregó cosas para luego devolvérmela -Listo-

Lo revisé.

No dejaba de mirar la pantalla atónita hasta que Bakugo se me acerca al oído.

-Me merezco un premio ¿No crees, pequeña extra?-

Mi piel se erizó y volteé a verlo, agarré su rostro entre mis manos y lo besé sonoramente.

-¡Gracias!- Dije.

Me devolví a la computadora y guardé el trabajo.

-Ese no era el tipo de premio que esperaba pero me encantó- Dice.

-Te aguantas, flamitas- Le Dije -Pero enserio, gracias, hace mil años que estaba estancada en esto-

-Ya lo sé, soy tu héroe- Dice sonriendo arrogante.

-¡Aún no estoy listo! ¡No me dejes!-

-Bakugo... Eres Mi Héroe Número 1-

-¡Te amo!-

Él me miraba extrañado ya que me lo quedé mirando un momento mientras recordaba ese momento...

Le sonreí y le di un dilce beso.

-Mi Héroe Número 1- Susurré.

Él pareció recordar ese momento porque me abrazó con fuerza.

Yo igual lo abracé.

-No vuelvas a dejarme... - Dice.

-Ya no... no lo volveré a hacer, pomeranian-

-Bakugo... - Lo separé un poco para levantarme mientras seguíamos abrazados.

Mis ojos se cristalizaron un poco y apoyé mi mejilla en su pecho.

-También Te Amo- Mi voz salió más llorosa de lo que esperaba.

Él me apretó más contra su cuerpo y apoyó su frente en mi hombro.

-Esperé por escuchar esas palabras durante tanto tiempo... -

-No alcancé a hacerlo en ese momento... pero yo quería.. -

-Lo sé.. no tienes que explicarlo... Te Amo y nunca dejé de hacerlo-

Sonreí.

-Yo tampoco.. -

Nos separamos y yo me pasé la muñeca por los ojos mientras seguía con la otra mano en su pecho.

-Si no quieres que te haga mía será mejor que te pongas algo encima- Menciona.

Le di un pequeño golpe en el pecho mientras buscaba con la mirada su camisa.

Me acerqué a ella y la agarré para luego ponérmela.

-En unas horas debo ir a la prepa así que será para otro momento- Dije tirándome en mi cama.

-Lástima, quería mantenerte despierta- Se acuesta a mi lado y y acaricia mi costado mientras me susurra en el oído -Mientras te hago gemir-

-¡Baka!- Dije escondiendo mi rostro en la almohada -Eres un caliente, el que te llame flamitas te queda a la perfección- Dije.

Escuché su risa.

-Te encanta la idea y lo sabes- Dice.

-¡Ya!- Respondí y apagué la luz de mi lámpara -¡A dormir señor calenturiento!-

Se ríe de nuevo y se acuesta apegándome a él.

Sonreí y mordí mi labio inferior al sentir su comodidad y calidez.

Extrañaba dormir así de bien con él.

***

***

-Llego tarde, llego tarde, llego tarde ¡Llego tarde! ¡Adiós Pomeranian! ¡No me lastimes la casa!- Dije en la puerta con una manzana en la boca.

-Extra, olvidas tu celular- Dice lanzándomelo y yo lo atrapo.

-¡Gracias, adiós!- Dije con la manzana en la boca y cerrando la puerta.

Salí corriendo del depa y fui a la prepa casi atropellando a la gente.

-¡Lo siento!- Le dije a un señor cuando lo choqué sin querer.

Seguí mi camino y llegué a mi clase.

-Señorita ____, tarde, como siempre- Dice el profesor rodando los ojos.

-Lo siento, me quedé dormida- Respondí mientras pasaba.

Me mira con la ceja arqueada.

-Claro... siéntese-

Asentí sin más.

Sentí unas cuantas miradas sobre mi.

Extraño.

-Bueno como les estaba diciendo... -

Fruncí el ceño al seguir sintiendo esas miradas, los vi y ellos sonreían mientras me miraban.

Yo me acaricié los brazos por la incomodidad.

¿Por qué me ven así?

Me tocan el hombro y yo incliné mi asiento.

-Parece que alguien se divirtió anoche- Dice una compañera.

Abrí los ojos de par en par y me miré los brazos.

¡Fuck! Con la prisa olvidé cubrirme las marcas.

Como si fuera Francesco Virgolini me quité el abrigo de la cintura y me lo puse cerrando el cierre hasta arriba del todo cubriendo mi cuello.

Se escucharon algunas risas que hicieron que el profesor se diera vuelta y me mirase.

-¿Le pasa algo, señorita ____?-

-E..Em.. no, no, para nada. Solo... em... el aire acondicionado está potente hoy- Dije y sobé mis brazos.

-No está encendido-

Las risas se hacen más fuertes.

Matenme.

No. Primero mato a Bakugo y luego a mi.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top