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Suspiré cansada de seguir con mi trabajo.

Dejé la compu y me alejé estirándome.

Decidí salir a comer, ya que no quería cocinar.

Me quedé con la camisa de Bakugo puesta y solo me puse una calza.

Agarré mis cosas y salí.

Fui a un restaurante de hamburguesas.

Comencé a jugar con la comida cuando mi mente divaga y piensa en Bakugo sonriendo.

Sonreí con nostalgia.

Pagué la comida y me fui.

Suspiré mientras caminaba.

Sentí una mano en mi boca que me estiró hasta un callejón y cuando me liberé vi a un vagabundo.

Este se me acerca pero yo lo pateé en la cabeza y luego le di un buen golpe.

-Agarraste a la chica equivocada imbécil- Le dije y salí del callejón mientras me quejaba de todo.

Me abracé a mi misma.

-¡____!-

Seguí caminando ya que seguramente es otra imaginación mía.

Sentí unas manos cálidas sobre mi que las reconocí a la perfección.

No quería girarme y ver que solo soy yo y mi imaginación.

Pero sentí mis ojos aguarse y agaché la cabeza junto a unos sollozos que escapaban de mis labios.

Luego lo sentí estrecharme contra él y abrazarme con fuerza.

-Te encontré Extra... -

Me aferré a él como si mi vida dependiera de ello.

-¿Cómo... ?- Murmuré mientras lloraba.

-Los científicos de la Isla-I se comprometieron en ayudar luego de que desaparecieras... - Dijo.

Yo lo abracé con más fuerza mientras escondía mi rostro en su pecho y lloraba de alegría.

-Te extrañé tanto- Dije.

-Y yo a ti... no sabes cuánto... - Se separa un poco y me levanta la mirada y luego se acerca a mi para besarme.

Yo enrollé mis brazos en su cuello correspondiéndole.

Extrañaba sus labios...

Nos separamos por la falta de aire y nos quedamos con las frente pegadas y él apoyó su mano en mi mejilla.

-Oye.. ¿Por qué saliste de ese callejón?- Pregunta y yo me separé un poco mientras me rascaba la nuca.

-Bueno pues... si te lo digo te enojarás... - Me mira con el ceño fruncido. Bufé -Un hombre me metió allí-

-¡¿Qué?! ¡Va a ver ese bastardo!- Lo sostuve de la mano mientras el se dirigía al callejón pero le di la vuelta y comencé a estirarlo.

-Ya, ya.. recuerda que ahora me sé defender, no me pasó nada- Él seguía queriendo ir a partirle la cara a ese hombre pero conseguí hacer que desvíe su camino y lo guié hasta mi apartamento.

-Tsk- Dijo al dejar de forcejear.

Me reí.

Me puso un brazo sobre los hombros y me acercó a él.

Yo suspiré feliz y apoyé mi cabeza en su hombro.

Extrañaba tanto esta sensación...

-Aquí es- Dije abriendo la puerta, subimos hasta mi piso y lo dejé pasar.

-¿Aquí vivías antes de ir a nuestra realidad?- Asentí.

-Si, está cerca de la preparatoria y tenía todo lo que necesitaba así que no podía pedir otra cosa- Dije.

Lo estiré de la mano hasta que entramos en mi habitación.

Él miró por todos lados y yo le extendí el celular que hizo Momo.

-Ten, ya tiene mi número guardado, así que por si sucede algo- Dije.

Él lo agarró y lo miró un momento, pero luego me agarró del brazo estirándome y volviendo a abrazarme.

Yo apoyé mis manos sobre su pecho y cerré mis ojos mientras disfrutaba de su calidez.

-Enserio te eh extrañado, extra- Dice en mi oído haciéndome estremecer.

-Yo igual, Pomeranian-

Sentí que me acarició los brazos y luego el cuello.

-Creo que ya estuviste mucho tiempo con la piel limpia ¿No crees?- Pregunta.

Levanté la mirada confundida.

Me agarró por la cintura empujándome un poco hasta que caímos sobre mi cama y comenzó a besarme el cuello.

-¡Katsuki! ¡¿Es enserio?!- Dije intentando empujarlo pero me agarra mis muñecas y me mira.

-Muy enserio- Dijo.

Bufé y él se ríe de mi.

Con su otra mano me agarra las mejillas.

-Tranquila, te gustará como aquella vez- Dijo.

-¡Bakugo!- Me comencé a sonrojar y conseguí librar mis manos y cubrir mi rostro haciéndome bolita bajo él mientras se sostiene por sus brazos.

Lo escuché reírse róncamente.

¡Que sexy!

Sin que se lo espere le di vuelta quedando sobre él.

-Mejor dime cómo viniste aquí y como harás para volver-