Capitulo 8

Un mes después...

Colocándome un overol, me acerqué a mirarme en el espejo como me veía con el puesto y noté que nuestro hijo había vuelto a crecer dentro de mí.

Me sentí un poco angustiada por aquello y pensé en Joey y me miré otra vez y sonreí por aquella dicha de estar embarazada de él.

Había llegado la tarde y yo sentí un poco de cansancio y me fui a descansar al dormitorio, esperando por su anhelante llegada, ya que antes de recostarme, lo había llamado por teléfono para decirle que le tenía una dulce sorpresa, de la que él al oírla, sonrió de inmediato.

Miré fijamente el cielo por un momento, luego miré la calle por donde él vendría de regreso y suspiré por su recuerdo.

Me alejé de su ventana, me acosté en la cama y cerré los ojos.

Abrió con cuidado la puerta y me vio durmiendo sobre la cama y cerró la puerta sin meter ruido.

Observándome con detenimiento, vio que su hijo había vuelto a crecer dentro de mí y sonrió con destellos.

Se sentó junto a mí y siguió mirándome mientras yo dormía y me abrazó por la espalda. Me miró apasionado y comenzó a hacerle cariño a nuestro bebe. Besó mi mejilla y sonrió.

Sentí su caricia en mi barriga, abrí los ojos y lo miré somnolienta y le sonreí con dicha.

Nos saludamos besándonos y luego yo me volteé para recostar mi espalda y Joey me observó tierno. Me miró otro instante y besó mi hombro y volvió acariciar mi barriga.

Sonreí mimada por su caricia y Joey me sedujo con sus intensos ojos celestes.

_ Te creció la barriga mi amor

_ Si mi amor. Nuestro hijo ha vuelto a crecer. Esta era la sorpresa que tenía para ti ¿Te gusta? – sonrió –

_ Me gusta mucho. Te ves muy linda y dulce pequeña. que halagador me hace saber que soy parte de tu tierna transformación

_ Oh mi Joey

_ Te amo

_ Qué bueno saber que si te gusto así como estoy

Él me abrazó y besó otra vez mi cabeza.

_ Me gustas y me vuelves loco pequeña. Te ves muy hermosa así esperando a nuestro hijo

Lo miré perdidamente y me acomodé en sus brazos y sentí que él me protegería de todo y le susurré que lo amaba demasiado.

Nos miramos y él acarició mi mejilla y me besó.

Mirando caer las hojas desde el ventanal, cerré mi diario y fui hacia el jardín trasero...

Lo vi sentado en el asiento colgante escribiendo, quizás, una canción. Lucía muy concentrado y yo me dediqué a observarlo en silencio sin que él se diera cuenta.

Lo miré perdidamente mientras él escribía y acaricié a nuestro hijo. Suspiré una tras otra vez cuando de pronto Joey me miró.

Le sonreí y él me llamó a su lado con su dedo y yo feliz me le acerqué. Nos sonreímos, acaricié su rostro y él tierno tomó mi mano y me sentó junto a su lado.

_ ¿Qué escribes amor?

_ Una canción pequeña

_ ¿Y es de amor? – sonrió –

_ Si. Cuando la terminé te la mostraré

_ Ya ansió leerla

Apoyada en su hombro, leí su dulce canción y Joey me miró perdidamente enamorado. Yo me llené de suspiros al leer cada tierna estrofa de su nueva canción.

_ ¿Y qué te pareció pequeña?

_ Es muy bonita, al igual que todas las demás. Me gustó mucho – tomó mi mano –

_ Gracias por creer siempre en mí amor. Eso lo valoro mucho

_ Escribes y compones maravilloso Joey. Tienes un don y es muy especial

_ Te amo

_ Y yo a ti

Nos abrazamos y ambos sonriendo, Joey tomó mi cabeza con cariño y me besó.

Días después...

Anhelaba que me viera con mi nuevo vestido de maternidad y entré rápidamente a la casa, puesto que había ido al centro comercial para ponerme linda para él.

Entré al dormitorio y lo vi a él tendido sobre la cama, no de muy buenos ánimos y me entró la preocupación. Él me miró y sonrió débil y con ternura.

_ ¿Mi amor que te ocurre? - tomé su mano, la que estaba muy helada -

_...Creo que estoy enfermo amor...

_ ¿Pero qué es lo que tienes mi amor?

_ Me siento muy cansado, sin ganas de hacer nada y me duele todo el cuerpo

Cerró cansado sus ojos y yo lo miré con un poco de temor al verlo tirado débil sobre la cama y no solté su mano. Joey me miró y se dio cuenta de mi miedo y acarició mi mejilla.

_ No temas mi amor, debe ser un pequeño resfriado sin importancia

_ Jamás te había visto tan débil y enfermo mi amor

_ Calma mi niña. No me siento tan mal...

Comenzó de pronto a estornudar agitado y yo más me preocupé.

_ ¿Te sientes muy mal, mi amor? – acaricié su rostro -

_ Creo que sí pequeña. Me duele mucho la cabeza...

_ Iré a prepararte algo para esa gripe que tienes

Me miró en silencio y luego sonrió.

_ Que dulce vestido traes puesto ¿Esa era la sorpresa que me tenías? ¿Ese lindo vestido que te hace lucir aún más hermosa de lo que estás?

_... Si mi amor... Lo compré para ti...

Acarició mi mejilla y me miró perdidamente enamorado, lo que a mí me volvió loca.

_ Te ves preciosa pequeña

Le sonreí y pretendiendo besarlo, él otra vez comenzó a estornudar...

_...Mi amor, no quiero contagiarte...

_ No me interesa. No quiero alejarme de ti sólo porque estés enfermo...

Rehusada, me acosté sobre él y besé sus labios. Joey sin poder resistirlo, me rodeó en sus brazos y correspondió a mi beso.

Quejándose, yo le señalé que iría a la cocina a prepararle una limonada y a traerle algunas pastillas.

_ Espera. No quiero que te vayas mi amor...

_ Tranquilo, no tardaré. Te lo prometo

Tomó mi mano y me miró intenso

_ Quiero tocarte...

Me susurró y yo le sonreí.

_ Cuando vuelva, podrás hacerlo...

Acarició mi rostro y yo besé sus labios...

Me miró cansado y yo me levanté lentamente de la cama y él me miró agotado.

Buscando unos antibióticos para los dolores, me moví lentamente y sentí que la espalda se me iba a partir en dos, pero no fue obstáculo para cuidar a mi esposo.

Le preparé la limonada y doliéndome la espalda me sostuve de la mesa...

Caminó lentamente hasta la cocina y me vio apoyada de la mesa y me tomó en sus brazos.

Me sorprendí al sentir su acogedor abrazo rodear a mi espalda y sonreí derretida y a la vez preocupada por su estado.

_ Mi amor pero ¿Qué haces de pie?

_ Veo que no estás muy bien

_ Yo estoy bien, tú ahora me preocupas. Ve a la cama por favor. En seguida te llevaré una limonada para que te la tomes

_ Vamos los dos a acostarnos. Te quiero conmigo en la cama

Me susurró y yo le sonreí, le acaricié su rostro y me di cuenta que tenía fiebre y lo apoyé en mi hombro...

Joey decaído, traté de llevarlo hasta el dormitorio y caminé lentamente cargándolo, lo que me resultaba difícil por su alta estatura y solté un gemido al dolerme la espalda.

_ Cariño, espera. No es necesario que me lleves así, te puedes hacer daño

Me miró, acarició mi rostro y yo le sonreí.

Lo recosté sobre la cama y traté de bajarle la fiebre.

Le coloqué un pañuelo húmedo en su frente y Joey mirándome, tomó mi mano y me sonrió. Yo nerviosa por la fiebre, que lo agobiaba, él me miró.

_ No te preocupes pequeña, para mañana estaré mejor

_ ¿Y si la fiebre continua mi amor?

_ Eso no va a pasar amor. No temas

Me sonrió débil y tomó fuerte mi mano percibiendo mi miedo y preocupación.

Si, tenía susto de que algo le pasara. Jamás lo había visto enfermo y eso me angustiaba.

Le saqué el pañuelo de la frente y le acaricié su rostro, mientras él descansaba un rato y cerró sus ojos.

_ No me gusta verte así mi amor. Me da miedo que te ocurra algo malo

_ Nada malo va a ocurrirme si tú estás a mi lado pequeña – sostuvo con cariño mi mano -

_ Tienes que recuperarte mi amor, por nuestro hijo

_ Si amor mío, voy a recuperarme de esta gripe y lo voy hacer por ti y nuestro bebe

Me acerqué a su lado, recosté la cabeza en su pecho y Joey acarició mi cabello, para luego cerrar sus ojos y yo solo pensé en que se mejorará pronto.

A la mañana siguiente...

Me fui a dormir a otra habitación, para que Joey durmiera bien. Me había quedado gran parte de la noche a su lado cuidándolo y velando por su sueño, hasta que el cansancio me derrotó. Besé sus labios y lo dejé descansar.

No me vio a su lado y sintiéndose mejor, se levantó de la cama y fue a darse una ducha.

Entró discreto a la habitación y me vio ahí durmiendo y se me acercó...

Sigiloso, se acostó junto a mí y Joey acarició mi hombro descubierto y me observó por unos momentos. Se apegó a mi espalda y acarició mi rostro por unos momentos.

_ Gracias a tus cuidados y dulce compañía, me he recuperado de la fuerte gripe. Me siento muy feliz y halagado al saber el inmenso amor y cariño que sientes por mí. Eso me hace valorarte aún más Stephanie. Te amo

Me susurró y yo aún dormida, pude escucharlo y sonreí y él me miró perdidamente frente a mi avanzado embarazo de siete meses.

_ Deseo tocarte pequeña

Me susurró Joey y mirándome apasionado, colocó su mano en mi barriga y me la acarició susurrándome que me amaba.

Abrí los ojos y volteé a mirarlo. Le sonreí y me puse tan feliz al verlo que ya estaba mejor y él me sonrió.

_ Mi amor, ya estás mejor

_ Si mi amor. Me siento mucho mejor y todo gracias a ti

Volví a sonreírle y lo abrasé fuerte. Joey acarició mi espalda y se sintió inmensamente feliz

Apegué la cabeza en su hombro, el corazón se me salió del pecho y sentí que me había enamorado aún más de él.

Joey me miró tierno, me sonrió y tomó mi mano. Yo acaricié su rostro y nos besamos apasionados.

Así abrazados, Joey nos acomodó sobre la cama y nos sonreímos.

_ ¿Amor mío?

_ Si pequeña

_ ¿Recuerdas cuando nos conocimos? – sonrió -

_ Si, lo recuerdo. Todos los días

_ Sentí algo tan especial cuando te vi ese día en la casa de música arreglando esas guitarras

_ Te encontré muy linda y dulce aquel día, cuando nos conocimos por primera vez. Fue una situación tan especial

_ Desde entonces, yo te he amado profundamente – acarició mi mejilla –

_ Yo también pequeña. Me has hecho muy feliz. Te amo mucho...

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