capítulo 6
Hoy Rapunzel tiene planeado llevarme a conocer el apartamento que encontró... Después de todo lo que pasó ayer en la biblioteca simplemente volvimos a casa donde Rapunzel se dedicó a consolarme ante los recuerdos tan dolorosos de aquella época, ya por la noche decidí decirlo a la gente que es de mi familia, no sobre mi llanto y el pasado, sino sobre el hecho de mudarme. Me siento nostálgico y por primera vez en esta nueva vida estoy utilizando la pulcera que traje de mi vieja vida, la pulcera de cuero de Hiccup, es que quiero... Quiero sentirlo cerca de mí, con un profundo respiro salgo de mi habitación hasta la sala donde Rapunzel y "mis padres" ya me esperan con un ambiente... Muy incómodo, ella me dedica una sonrisa inquieta mientras levanta las cejas esperando mi llegada a su lado, ellos se mantiene juntos frente a ella con un semblante triste e intranquilo, con un suspiro paso mi mano entre mis cabellos y avanzó hasta sentarme al lado de Punzie.
—Lo siento —suelto sin más —Pero creo que ya es el momento de que viva por mi cuenta, claro que vendré a visitarlos de vez en cuando así que no se preocupen por ello.
— ¡Vendré junto a Jack a verlos! —me abraza con entusiasmo —Nosotros podremos cuidarnos solos —con más tranquilidad sonríe soltando me para verlos —Recuerden que me fui a América por mi cuenta.
—Si —menciona no muy convencido —Lo sabemos, pero... No estamos seguros de si Jack podrá con la presión del mundo sólo.
— ¡Si mi pequeño! —mi padre la detiene sosteniendo su mano y ella dudosa solo se mantiene de pie —Solo... Quédate más tiempo con nosotros! ¡El mundo es frío y malo! —se aferra a las manos de su esposo —No queremos que te pase nada malo.
— ¡Mamá! —digo algo avergonzado —Estare bien, ya estoy grande para poder cuidar de mí mismo.
— ¡Pero Jack! —aprieta los labios inquieta.
— ¡Señora es enserio! —la sujeta por el hombro juguetona —Podremos cuidarnos solos, todo estará bien.
Ella asiente pero no tarda mucho en comenzar a llorar, con un suspiro me levanto para abrazarla, después de todo me han cuidado en esta vida... Con los brazos de éste hombre sobre ambos los dejo llorar lo suficiente hasta que parecen calmarse. Separándome siento la mano de Rapunzel en mi hombro.
— ¿Todo bien? —los mira a ellos —Hoy solo iremos a ver el lugar.
—Pero aún así, tengan cuidado, y si llegan a ver algo raro no duden en llamarnos.
—Revisen que el vecindario sea bueno ¡Y las tuberías! Siempre hay problemas con ellas, así que revisen cada toma muy bien... Y el costo, el costo es muy importante.
Riendo divertida me toma por los hombros —Ya lo sabemos señora, tranquilícese todo irá bien ¡Me robó a Jack! ¡Nos vemos más tarde!
Apenas logramos salir de mi sofocante hogar nos sonreímos cómplices y golpeando el hombro del otro comenzamos a avanzar, durante todo el camino al apartamento su celular no paro de vibrar, pero ella solo siguió ignorando lo mientras se burlaba de mis padres y su sobreprotección. Apenas llegamos al piso una mujer carismática comenzó a darnos un recorrido por el lugar, nos mostró el apartamento que Rapunzel ya había mirado y me explico los puntos básicos del alquiler, es un espacio normal, tome la sugerencia de mi madre y pedí ver las tuberías las cuales estaban en muy buenas condiciones, el lugar está limpio y tiene una increíble entrada de luz, el baño tenía espacio suficiente, aunque... La cocina era chica, con tres habitaciones individuales y una entrada espaciosa.
—Genial ¿Cierto?
—La verdad si.
—Es barata, espaciosa, tiene un cuarto extran y la ducha es grande —Dice muy orgullosa —ademas no hay moho por ningún lado, entonces ¿Qué dices Jack? ¿Quieres que busquemos más?
—No, la verdad me agradó —sonrio animado —debemos quedarnos con este lugar Rapunzel.
Sosteniendo mis manos sonríe — ¡Genial entonces! —se gira con prisa —Señorita, trato hecho, nos quedaremos con este lugar ¿Cuando necesita el primer pago?
Divertido la dejo actuar como una adulta en el recibidor mientras yo avanzando hacia uno de los cuartos que tenía una vista increíble hacia un parque de cerca, al llegar al marco de la ventana puedo observar a unos niños jugar muy divertidos mientras saludan animados a un chico castaño que llega hacia ellos, inclinando mi cabeza puedo verlo mejor y una sonrisa no puede evitar salir de mi, cada vez que lo veo esta sensación de que quiero correr y abrazarlo me llena, mis piernas se ponen impacientes... Solo quisiera ir tras él, pero ahora mismo eso es algo... Imposible.
—Ey Jack, la señorita dice que apenas haga el primer pago de alquiler podemos comenzar a mudarnos.
— ¿Cuánto será? —Cuestiono sin aparta la mirada de la ventana.
— ¡No te preocupes! —se recarga a mi lado —La ventaja de tener una familia rica es que puedo iniciar ésto sola, y luego podemos iniciar la renta normal, mitad tú, mitad yo.
— ¿Estás segura? —la miro dudoso.
— ¡Muy segura! —me abraza animada —Asi que comencemos a arreglar tus cosas este fin de semana —se aleja sonriente —Y luego iremos de compras por algunos muebles —curiosa se acerca a la ventana —Oye... Ese chico... Que te mira desde abajo ¿No es?...
— ¿Me mira? —la observo sin creerlo.
—Lo es ¿Cierto? —rie divertida agitando mi hombro —Vas bien Jack.
Inquieto dirijo mi mirada hacia bajo, pero él enseguida se sorprende y se aleja con prisa, soltando un suspiro la observo con tristeza.
—Creo que no tan bien...
— ¿Ya han terminado de observar todo? —cuestiona sonriente.
La mano de Rapunzel descansa en mi espalda mientras me dirige una mirada comprensiva, ella responde a la muchacha y ambos salimos mientras su celular comienza a vibrar sin parar, ya hemos salido, pero ni siquiera estoy intentando encontrarlo con la mirada.
— ¿No piensas contestar? —cuestiono por lo bajo.
Riendo incómoda baja la mirada —No...
—Que respuesta... ¿Porqué?
—Um... —rascando su mejilla incómoda evita mi mirada —No es mi mejor momento —su sonrisa duda y entonces se apunta tratando de sonreír —Cuando está cara sea verdadera pienso contestarle... —baja la mirada sonriendo —Seguro no le falta mucho para comunicarse contigo...
— ¿Es... Mérida?
—Si —suspira —No ha dejado de mandar mensajes.
—Bueno... —tragando saliva guardo mis manos en mi sudadera —Esta bien, pero al menos déjalo en silencio... Es algo molesto escucharlo vibrar.
Divertida ríe —Siempre olvidó poner lo así —me abraza por el hombro —Lo siento Jack, ahora vamos.
Sin más me tomo de la mano llevándome con prisa hacia la biblioteca. Al llegar apenas ella me soltaba en la entrada cuando los niños vinieron por mi llevándome entre empujones y jalones hasta el lugar de siempre, al llegar puedo ver a las señoras y muchas de la vez pasada sentadas en la mesa, mi falsa sonrisa se dirige a ellas mientras el señor Russel me saluda desde el mostrador, con un suspiro por lo bajo tomo asiento en el suelo, asintiendo los miro intrigados.
— ¡Bien! —uno mis manos para sonreír hacia ellos —Nos quedamos en que Jack iba a rescatar a Hiccup, entonces... Esa noche, cuando él volvio.
— ¡Espera blanquito! —extendiende su mano hacia mi.
Con la mirada gacha y sujetándose de sus rodillas se queda en la entrada recuperando el aliento, con un suspiro se levanta y arreglando su rubio cabello detrás de su oreja avanza hasta nuestro grupo tomando asiento, curioso levanto mi ceja en espera de sus palabras mientras Punzie se encoge de hombros tan perdida en lo que ocurre como yo.
— ¡Uff! —limpia el sudor de su frente con su antebrazo —Diablos... —y exhalando los mira avergonzada —Perdon, vine a última hora —una sonrisa se pinta en su rostro al verme — ¡He! ¡El chico de la lluvia!
Parpadeando confundido bajo la mirada recordando aquel día en el café, aquel día que me atrapó la lluvia... La recuerdo... Cuando salí de esa cafetería...
— ¡La rubia del paraguas! —la apuntó con ánimos.
Riendo divertida se recarga de la mesa — ¡Si, no pensé que me recordarás! ¡Oye! —sonrie con más calma hablando más bajo —Vengo por la historia... ¿En qué van?
Ella toma su celular y ajustando unas cosas extiende la mano sobre la mesa con el teléfono encendido, dirijo la mirada a Rapunzel y los niños que parecen igual de perdidos que yo.
—Cuando Jack prometió rescatar a Hiccup... Él... —bajo la mirada algo incómodo —él volvió esa noche después de haber pensado sin descanso en cómo hacer para sacar a su amado de ese horrible lugar... Y pensó en algo —sonrío con más tranquilidad.
Entrando en la historia
(Arpas de entrada)
Apenas amaneció me dirigí con prisa en busca de mi padre, durante la noche tuve una excelente idea. Al llegar puedo verlos en la mesa donde apetitosas comidas son servidas, con una sonrisa los miro y ellos me sonríen con calma, mi padre levanta la mano llamándome a su lado y yo avanzo con seguridad hasta estar a su lado y sentir su mano descansar en mi brazo con alegría.
—Te ves más animado que de costumbre Jack.
—Si —sonrío por lo bajo —Anoche se me ocurrió algo genial, pero quiero saber si tú lo apruebas.
—Mmm —menciona interesado volviendo a su comida —Es la primera vez que me pides algo ¿Que es?
Dudoso trato de mantenerme tranquilo —Estaba pensando... Madre y tú tienen sus sirvientes y esclavos, me preguntaba si quizá yo... Podría escoger a los míos.
— ¿Tú qué dices? —cuestiona a mi madre.
—Por mí está bien —sonrie con tranquilidad —Despues de todo solo son esclavos.
—Bien, tu madre lo aprueba y yo igual —me mira —Pero tengo una condición.
— ¿Si!? —sonrio de sobre manera — ¿Cuál es la condición padre?
—Deseo que lleves a un experto contigo, solo te dará consejos, la decisión es tuya.
— ¡Seguro padre! —Digo muy feliz.
—Asunto terminado, ahora vamos a comer.
Mi padre se enamoró a primera vista de mi madre, pero desgraciadamente mi madre murió al tenerme, aún así tuve suerte y él no me odio por ello, él me dijo que ella deseaba mucho verme y tenerme entre sus brazos... Que fuéramos una familia feliz, mi padre trato de llevarlo acabó consiguiendo me a una madrastra perfecta, aunque se... Que en el fondo ella me odia de gran manera, si yo hablo la atención de mi padre viene inmediatamente a mi dejándola de lado, y eso no le agrada para nada... Aún así ella sigue aquí. Apenas terminamos nuestra comida mi padre me guía por el hombro hasta la entrada del palacio donde un hombre nos reverencia.
—Él será tu consejero —Sonrie con calma —te ayudará a elegir, si te llegas a sentir mal... —se inclina preocupado mirándome —Vuelve enseguida.
—No se preocupe mucho padre —sostengo su mano —Atendere a su pedido, gracias por permitirme ésto —doy una leve reverencia.
—Pensé que te tardabas Jack, escoge la cantidad que te parezca hijo mío.
—Gracias padre.
— ¿Nos vamos príncipe Jack? —abre la puerta de la carroza.
—Por favor —avanzo a él.
Una vez dentro de la carroza veo a mi padre despedirme con una sonrisa y la mano en alto. El hombre comenzó a hablarme sobre los centros de esclavos reales y la cantidad de chicas lindas que yo podría encontrar ahí.
—Suena realmente fascinante —sonrio cordial —pero... ¿Podría elegirlo de otro lugar?
—Claro, lo que usted guste ¿Cómo que busca?
—Un hombre ágil, rápido, que sepa moverse en todo tipo de lugares, inteligente... Cómo de mi edad, necesito a alguien de mi edad, un amigo más que nada.
— ¿Amigo? —cuestiona con sorpresa — ¿Tiene pensado un lugar?
—Si —sonrio hacia él —el centro de gladiadores, donde matan a los dragones, necesito que tenga fuerza y no solo bruta, si no que también mental como para soportar ese lugar.
— ¿El... El emperador lo ha permitido?
—Él dijo que podía escoger a quien yo quisiera, simplemente necesito tu punto de vista...
—Bien... —Dice algo incómodo —No tengo alguna idea de si haya alguna persona de su edad en ese lugar, pero busquemos a alguien conforme a su descripción.
—Muchas gracias.
No puedo evitarlo y mientras él observa temeroso por la ventana yo solo puedo sonreír a mis anchas... Lo sacaré de allí.
Saliendo de la historia.
(Arpas de salida)
—Se veía al carruaje seguir las órdenes de aquel hombre para salir del pueblo rumbo a aquel lugar... ¡Bien! —dejo caer mis palmas sobre mis piernas — ¡Hasta aquí lo dejaremos por hoy! ¿Alguna pregunta?
— ¡Nada! —grita con una sonrisa — ¡Estuvo magnífico! ¡Jack salvará a Hiccup!
—Acompañare a los niños hasta la parada del bus —sonrie poniéndose de pie —Te espero fuera Jack.
—Bien —me pongo de pie sonriendo — ¡Adiós Sofi, chicos!
Al regresar la mirada puedo ver a las mujeres de siempre sonriendo entre sí mientras toman sus cosas para marcharse, pero mi mirada la obtiene esa chica rubia que apenas termina de teclear en su celular sube su mirada sonriente.
—Entonces tú eres Jack —se pone de pie guardando su móvil.
—Ese es mi nombre, si —le dedicó una sonrisa.
— ¿Y el otro chico? —levanta la ceja aún sonriente.
— ¡Ha! Es un chico que comenzó a oír la historia, le pedí prestado su nombre.
—Mmm... ¿No es raro contar una historia con tu nombre? Me imagino que esas personas tenían su propio nombre.
Riendo doy un asentimiento —Si, pero son muy medievales y preferí llamarlos así... Por cierto ¿Cómo te enteraste de esta historia?
—Una chica me lo contó —sonrie tendiendo su mano a mi —Es interesante, creo que vendré seguido para escucharla.
Riendo estrecho su mano —Si, está bien.
—Entonces, nos vemos Jack.
Dirigiendo un asentimiento hacia ella la veo salir con una sonrisa, apenas sale su vista viaja a su celular mientras el señor Russel me propina un vaso de agua mientras me plática del éxito que es mi historia con sus clientas y me avisa de la hora advirtiéndo así que llegaría tarde a mi trabajo, tomando mi mochila salgo hacia Rapunzel quien sonriente me abraza apenas me ve.
—Todo estará bien Jack.
— ¿Lo estará?
La persona a la que más amo en la vida no se presentó como siempre lo hacia, aún cuando ya habíamos avanzado un poco... Al llegar a casa pase directo a mi cuarto, mis padres preocupados decidieron entrar así que tuve que decirles que todo estaba bien y que solo... Me había enamorado, no me preguntaron más y solo me dieron un tiempo solo mientras salían a cuestionar a Rapunzel. Espero verte mañana Hiccup.
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