capítulo 3
Hoy la felicidad inicio muy enérgico mi día, después de hacer las tareas de la casa he paseado de aquí para allá esperando a que el reloj marcará la hora para ir a la biblioteca a mirar sus lindas pecas otra vez. Tomando asiento en una banca de un parque cercano a la biblioteca solo puedo sonreír al cielo recordando el primer beso que nos dimos, la sonrisa de mi rostro.... No puedo recordar hace cuanto fue tan sincera y tan grande.
— ¿Jack? —se detiene dudosa.
Con sorpresa bajo mi mirada del cielo notando ese cabello rubio inconfundible, no puedo evitar mi leve risa y levantarme para abrazarla.
— ¿Cuando volviste?
Ella ríe —no tiene mucho que acabo de llegar —se aleja sonriente — ¿Qué tal todo Jack?
— ¡Perfecto Rapunzel! —la tomo por ambos brazos muy animado —Lo encontré —sonriendo llevo mis manos a mi cabello lleno de felicidad — ¡Por fin lo encontré! Soy más que feliz de haber podido ver su cara, y aunque aún no me recuerda se que pronto lo hará.
Divertida coloca ambas manos al frente —Espera, espera —coloca su mano en su cintura —Siempre te emocionas demasiado —suspirando recobra su sonrisa tranquila —Es genial que por fin lo hayas encontrado ¿Cómo lo volviste a ver?
—En la biblioteca —sujeto mi nuca inquieto —Te conté en una de las cartas que cada día voy a la biblioteca y les cuento aquella historia a los niños... —mi mirada baja sonriente —Pues él logro escucharla y ahora quiere oírla hasta el final —sujetando sus manos me acerco — ¡Hay una posibilidad Rapunzel! ¡Puede que él me recuerde conforme la historia avance!
—Eso es genial Jack —aleja mis manos divertida —Enserio espero que él pueda recordarte —aprieta la correa de su mochila disminuyendo su sonrisa —Despues de todo, se merecen un final feliz.
Dudoso intento calmarme —Si... Solo deseo poder tenerlo cerca de nuevo, abrazarlo —su rostro baja al suelo algo dolido —Y nunca soltarlo... Si tan solo... Él me recordará rápidamente.
Su sonrisa dolida se mantiene en el suelo mientras la mia desaparece al verla así, tan... Triste
— ¿Qué tal está Merida?
—ho... —menciona incómoda acomodando su fleco detrás de su oreja —Eso... Ella está bien, se ha quedado —sus ojos se cristalizan —junto a la persona que conoció.
— ¿Estás bien con ello? —cuestiono un poco preocupado.
—Bien... —se cuestiona a si misma para enseguida sonreír —Si, estoy bien, es... Genial que ella pueda ser feliz de nuevo.
Apretando los labios sonrío un poco, Merida y Rapunzel pasan por lo mismo que Hiccup y yo, aunque... La vida de ellas fue un poco más reciente, fue cuando esta gran cuidad estaba en sus inicios, ellas... Se conocieron desde pequeñas y eran felices haciendo travesuras juntas, para cuando fueron adolescentes eran las más unidas, fueron más que amigas y más que... Hermanas... En secreto ellas se amaban y fue entonces que la madre de Merida comenzó el caos. Con un suspiro ella limpia sus lágrimas y solo me acerco abrazándola rápidamente...
—Aun me tienes a mi.
—Si... —menciona con la voz rota abrazándose aún más a mí —Y aún puedo hablar con ella —se esconde en mi hombro llorando —eso es lo único que me importa —trata de reir, pero su llanto gana —Verla feliz.
Acariciando su cabello trato de calmarla, pero ella solo sigue llorando — ¿Y que tal todo por allá?
—Es más —limpia sus lágrimas —problematico que aquí.
Rapunzel y yo nos conocimos en mi calle cuando éramos pequeños, por un tiempo su "Familia" se mudo al lado de donde vivo y nuestra amistad fue inmediata por su decisión, ella era y sigue siendo muy hiperactiva, suele correr de aquí para allá por cualquier cosa y eso nos hizo entendernos muy bien. Un día ella decidió que quería hacer una pijamada conmigo, pasamos la noche jugando y a la hora de dormir decidí contarle, en ese momento "mi sueño" mis recuerdos que apenas volvían a mí, su respuesta " ¿¡También tú tuviste una segunda oportunidad!? ¡Esto es genial! Ahora ya no van a pensar que estoy loca". Con calma ella se separa de mi lado limpiando sus lágrimas para reir.
— ¿Te verás con él hoy?
—Si —doy un asentimiento muy animado —En unas horas más podré verlo en la biblioteca.
— ¿Y te molestaría que yo fuera a verlo contigo? —tomando su maleta se abalanza sobre mi hombro.
—Claro que no —la abrazo por el hombro —Acabas de volver, quiero que me cuentes todo lo que pasó... O al menos como te la pasaste allá.
— ¡Bien! —Dice sonriente abrazándose a mi brazo —Vayamos por un helado ¡Ya tengo ganas de comer uno grande contigo como cuando éramos niños!
Riendo le quito su maleta —Bien, bien.
Apenas llegamos a la heladería ella comienza a contarme de su trabajo en una librería, me comenta que su jefe era un buen hombre, un señor de cincuenta años que cuidaba la tienda con su nieta y diversas cosas más. Una vez la hora llega entramos a la tienda mirando como los niños ya se encuentran esperándome mientras leen algún libro.
— ¡Hola! —menciona la pequeña Camila.
— ¡Hermano mayor! —se levanta con prisa Sofi.
—Hola Sofi —la recibo en brazo para seguir mi camino.
—Oye Jack —Dice galán recargandose de mi pierna — ¿Quien es tu amiga? Ella es muy linda.
Enternecida se acerca acariciando su cabello —Muchas gracias chiquitín, soy Rapunzel, amiga suya —me empuja el hombro levemente.
—So... Soy Christopher —Dice muy avergonzado.
—Bien —bajando a Sofi tomo asiento frente a ellos — ¿Quieren que comencemos con la historia de hoy?
— ¡Por favor hermano mayor!
Divertido observo como Rapunzel toma a la pequeña Sofi en brazos sentándose detrás de ella y soltando su pelo para peinarlo a su gusto.
—Y... —busco alrededor con la mirada — ¿Alguien ha visto a Hiccup?
—Si —menciona con tranquilidad una pequeña —Estaba dando vueltas por la biblioteca.
—Ey —sale de entre los estantes —Ya llegaste Jack —tomando asiento sonríe — ¿Comenzamos?
—Claro...
Esa sonrisa, tú sonrisa, recuerdo que esa sonrisa fue lo último que ví de él, mi nariz hormigueo entre el regreso de su recuerdo, aquella imagen desgarradora con la que desperté en este nuevo mundo, tragando saliva retengo mis lágrimas y solo sonrío a lo bajo.
—Bueno... Nos quedamos en el primer encuentro de Jack e Hiccup, lo recuerdas ¿No Rapunzel?
—Si, a la perfección ¡Adoro está historia!
Ella continua el peinado de Sofi y yo solo rio a lo bajo mirando como todos prestan total atención hacia mí, aunque... Los ojos de él vacilan un poco sobre Rapunzel.
—Jack, después de haber perdido a Hiccup de vista fue empujado lejos por los caballeros que lo mandaban lejos, al regresar a su hogar entro por el mismo lugar por el cual escapó y se dirigió a su habitación con prisa tomando un papel en el cual comenzó a dibujar aquel tatuaje que había visto en la nuca de aquel chico...
— ¿Y que le pasó a Hiccup?
—Bueno, él fue llevado a la arena especial para dragones, el lugar de los gladiadores estaba en ese mismo lugar, eran unas celdas sucias, el lugar era obscuro, húmedo, y apestaba a sudor y sangre... Los dragones por otra parte se encerraban en jaulas de hierro al rededor de la arena y algunos otros encerrados en una parte trasera, si algún dragón moría un pasadizo secreto se abría y un nuevo dragón entraba en la jaula vacía.
—Vaya... —mencionaba asombrado —entonces ¿Cuando Hiccup peleará con un dragón?
Riendo asiento —Pronto.
Entrando en la historia.
(Arpas de entrada)
Las salidas frecuentes hacia aquel lugar comenzaron a hacerse una rutina, debía encontrar una forma de poder entrar para verlo y mostrar mi cara no era una opción, pero durante la noche la cantidad de guardias tanto en la reino como en el coliseo aumentaba, en cada entrada y salida había por lo menos tres guardias.
Suspirando tomo una roca del suelo y la lanzó hacia un callejón desviando de esa forma la atención de los guardias que dejaban su puesto para investigar aquel sonido, saliendo con rapidez puedo mirar más claramente el campo casi libre con algunos árboles cerca. Las afueras del lugar están solitarias, los guardias se concentran adentro por cualquier motín de los prisioneros o escape de dragones asi que solo debo evitar pasar cerca de las puertas mientras busco en los alrededores una forma de entrar o... Al menos de verlo. Con un suspiro me detengo a mitad de mi primer vuelta observando en el suelo como una cría de dragón rasca el suelo, sonriente me acerco inclinándome sobre mi rodilla para verlo mejor, pero él o ella se pone en guardia sin dudar, es verde, sus alas tiene un tono café y sus cuernos son alargados y serpenteantes.
—Hola pequeño —acerco mi mano con lentitud —Tranquilo... No te haré daño, puedes estar tranquilo...
Sus comillos se ocultaron y con curiosidad me observa inclinando su cabeza, pero apenas me acerco un poco más no duda en morder mi dedo y huir rápidamente, dolido sujeto mi mano y lo observo a una distancia no tan lejana rascando el suelo con sus pequeñas patas.
— ¿Estás buscando a alguien? —me pongo de pie mirando la herida —Yo también... Dijeron que él sería comida de tu especie así que... —subo la mirada hacia el pequeño —Lo quiero salvar —avanzo un poco curioso — ¿Tú amo lo conocerá? —sonriente subo mi mirada al horizonte —Él tiene el cabello largo hasta sus hombros y sus ojos son grandes con un color verde hermoso...
Dejando mis fantasías de lado siento al pequeño dragón empujar mi pierna con su pequeño cuerpo, él tiene... Una pulcera de cuero en su hocico.
— ¿He? —me agachó tomando la prenda — ¿De quién es? Tal vez... ¿De tu dueño?
Apenas dije eso el pequeño mordió mi ropa y comenzó a jalar guiandome, asintiendo lo sigo mientras el comienza a jugar en su avanzar, es pequeño... Y tierno... Y ha encontrado una entrada, una puerta de madera debajo de la tierra, con prisa abro la compuerta notando una escalera, agachando me para tratar de ver lo siento subir en mi hombro, el pequeño cabecea hacia abajo pidiéndome entrar. Al bajar y ajustar mi mirada al obscuro lugar puedo notar alrededor nuestro solo cuatro paredes.
—Parece... —suspiro tocando la pared dura y firme —Que hemos entrado en una trampa amiguito.
Sacando humo por sus fosas nasales el pequeño brinca al suelo y comienza a empujar una pared con su pequeño cuerpo, suspirando me pongo de cuclillas a su lado mirándolo.
—Oye amiguito, ha Sido un gran descubrimiento... Pero lamento decir que no hay más.
El pequeño siguió gruñendo entre el poner de su fuerza, pero al notar que no funcionaba dió un pequeño brinco y giro hasta ponerse detrás mío tratando de empujar mi cuerpo.
—Bien, bien —me pongo en pie suspirando —Comprendo lo que quieres, lo voy ha hacer, pero solo para mostrarte que ésto no se moverá por más que intentemos —poniendo mis manos en la pared inspiró tomando fuerza —Yo también quiero encontrar a... Alguien...
Con sorpresa siento la pared moverse un poco, solo un poco me basta para poner toda mi fuerza en abrirla, poco a poco la pared cruje mientras se abre dejándonos entrar a un pasillo poco iluminado con algunas artonchas y faroles.
Saliendo de la historia.
(Arpas de salida)
—Jack... —menciono por lo bajo —avanzo por el pasillo hasta poder mirarlo en una celda... Apenas unos rayos de luna iluminaban sus cabellos castaños ya muy sucios, sus manos —tratando de tranquilizarme observo sus muñecas por lo bajo —Estaban unidas al suelo por cadenas, su piel morena se encontraba magullada por golpes y cortes... De sus ojos caían lágrimas mientras sollozaba a lo bajo... —recuperandome subo la mirada sonriendo un poco —entonces el pequeño dragón hizo un ruido extraño y salto del hombro de Jack hacia las manos del castaño que sorprendido pero feliz lo sostuvo en brazos, entonces Jack cayó de rodillas frente a ellos mirando entre lágrimas la cortada en la mejilla del joven frente a él.
— ¡Que tristeza!
Mi mirada se centra en la realidad frente a mi, Rapunzel llora a mares mientras Sofi le limpia las lágrimas con su pañuelo, y entonces puedo ver a Hiccup frente a mi, sus ojos vidriosos, sus manos temblorosas sosteniendo aquel libro... Esa mirada perdida, sin dejar resbalar la primer lágrima él se levanta limpiando su mejilla y se dirige a los estantes. Tragando saliva inspiró profundo.
—Hasta aquí les puedo contar por hoy, saben que tengo que ir a trabajar —me levanto pareciendo calmado.
—Muy bien hermano mayor —sonrie poniéndose de pie —Gracias por contarnos la historia ¡Mañana vendremos a la misma hora!
La pequeña se despide sonriente y ambos le regresamos el saludo sin problemas, pero Rapunzel enseguida se cruza de brazos a mi lado apuntandome con la mirada hacia afuera donde Sofi le hace burla a su hermano por casi llorar.
— ¿Y bien? —regresa la mirada adentro — ¿A dónde fue él?
—No lo sé —sujeto mis brazos inquieto —Pero lo notaste ¿No?
—Sip —sonrie calmada —Creo que lo está recordando.
—Espero que sea así...
El señor Russell se acerca para saludar a Rapunzel y enseguida comienzan a platicar... Alejándome me acerco a los libreros mirando los títulos cuando siento una mano tocando mi hombro.
—Jack —menciona con tristeza.
— ¿Estas bien? —sostengo sus brazos —Tus ojos se...
—Si... —limpia un poco su cara —Lo se, pero no es importante... Um... Tu historia ¿Quien... Quien te la contó?
—Es un secreto —acaricio su brazo —Lo tienes que descubrir tu solo.
— ¿Descubrir? Pero... Yo no conozco a tus amistades.
Divertido sonrío ante su despiste —No te preocupes mucho...
Con sorpresa aparta su mirada de la mis mientras se aferra a su brazo inquieto —Esa historia... Por alguna razón me sentí sumamente enojado con las personas que llevaron injustamente a... Hiccup... —me mira avergonzado —Se... Se siente raro decir mi propio nombre.
Riendo le doy la razón — ¿Y como crees que me siento yo al repetir tantas veces el mío? Pero... —mi sonrisa disminuye un poco —Jack tampoco estaba tan bien con verlo de esa forma.
— ¿Y como... —sus ojos dudan sobre los míos —se sentía Jack al respecto?
—Él... —algo inquieto aprieto los labios recordando —Se sentía... Enojado, impotente, quería estar a su lado, abrazarlo y curar sus heridas... Quería que dejara de llorar, que el color tan vivo de sus ojos volviera.
Al mirarlo me encuentro con su sonrisa baja y sus manos dudosas que juegan entre sí.
—Lo dices... La forma en que lo dices es...
—Lo se —sujeto mi nuca —De verdad lo siento, ese dolor... —toco mi pecho —en mi pecho, como si lo estuviera viendo frente a mí en esas condiciones.
Rapunzel me hace señas desde lejos y yo sonrío hacia ella notando frente a mi la sonrisa de Hiccup formándose, él me mira directo.
—Bueno... Espero escuchar lo demás mañana, tengo algunos planes así que me adelantó —se coloca su mochila — ¡Ah! Por cierto, no saludé adecuadamente a tu amiga ¿Puedes darle mis disculpas?
—Si, no te preocupes, ella lo comprenderá ¡Ve con cuidado!
Apenas sale lo veo tomar su celular, con una última sonrisa se despide de mí para enseguida desaparecer del lugar, mi sonrisa se desvanece de poco y con un suspiro limpio mis lágrimas sintiendo como Rapunzel se arroja sobre mí.
—Que mal, no funcionó —suspira alejándose —Pero no te preocupes te aseguro que caerá, pero primero... —me sonríe de sobre manera.
— ¿Um? ¿Que? —cuestiono confundido.
—No tengo un lugar al cual llegar...
Ella sonríe avergonzada y con un suspiro rodeo su hombro para comenzar a avanzar hacia mi trabajo prometiendo le que luego de ello llegaríamos a mi casa.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top