Capitulo 20
Las semanas siguientes fueron una completa mierda, nada novedoso, me encontraba destrozado... Total y completamente destrozado y todos lo notaban, después de aquella noche conejo siguió y siguió preguntando cada que podía si me encontraba bien, por su parte mi jefe me pidió que tomara un descanso... Patapez también me a cuestionado sobre mi estado, pero no he tendido ganas de hablar de esto con nadie, ni siquiera Rapunzel está enterada... La escucho tocar la puerta y asomarse levemente.
— ¿Puedo pasar?
—Claro... —Digo sin ganas.
Dudosa ella entra y yo me levanto mientras algo incómoda toma asiento a mi lado, mirándola observo una mueca en su rostro, parece no saber que decir o cómo decirlo... Ella mira en todas direcciones tratando de buscar las palabras y yo solo me levanto entre una exhalación tomando mi sudadera.
—Se acabo todo con Hiccup... —observo la tela entre mis manos con tristeza —Al parecer me recuerda —sonriendo levemente me giro hacia ella —Pero quiere que haga una vida diferente... Sin él —me encojo de hombros.
— ¿Que? —se levanta frunciendo el ceño — ¿¡Pero de que demonios habla ese enano!? ¡Llevamos toda nuestra maldita vida buscándolos y ellos simplemente se van con otros como si nosotros no importaramos! ... —mira la sorpresa de mi rostro —Una mierda...
Sus mejillas se tiñen de rojo y apenada baja la mirada comprendiendo su alteración, ella suspira y soltando un gruñido se deja caer sobre mi cama... Entre una leve risa tomo mi toalla de baño.
—Pues ya está decidido.
Cerrando la puerta detrás mío avanzó en la ducha... ¿Y ahora que haré con mi vida? Suena triste, pero mi nueva vida lo tuvo de pilar a él nuevamente... Mi punto de partida fue el encontrarlo y luego hacerlo recordar... Pero ahora que sé que le importa muy poco mi presencia aquí ¿Que voy a hacer? No creo que funcione el caminar por la calle hasta toparme con algún chico guapo... O algo así. Sintiendo el agua fría recorrer mi cuerpo... Deslizarse por mi mano, acerco mi cabeza enjuagando mi cabello... Mirando el agua sobre mis pies recuerdo aquella noche lluviosa... El agua caía de tal manera que apenas y se podía ver lo que había frente a tu nariz, ni siquiera podía escuchar nuestros propios pasos... Recuerdo su mirada aliviada mientras apuntaba aquella cueva... Tomando su mano ambos corremos bajo la recia lluvia y ya adentro nuestras respiraciones cansadas se vuelven risas. Al abrir los ojos dejo de lado los recuerdos mientras mis lágrimas se unen y se van sin más por la coladera, no me imagino queriendo a nadie más, solo lo quiero a él... La puerta suena, debe ser Rapunzel, me preguntó que quiere, pensé que ahora mismo estaría con los ánimos al mínimo... Cerrando la llave limpio mis lágrimas con la toalla y enseguida cubro mi cintura avanzando a la puerta para abrir... Pero es Aster quien sonríe al mirarme salir.
—Vaya ojos hinchados —acaricia con su pulgar bajo mi ojos —Vamos —me toma por los hombros llevándome a mi cuarto —Ve a cambiarte, me acompañaras a mi entrenamiento como la buena novia que eres.
Dándome un cambio de ropa solo ríe por lo bajo despeinando mi cabello, él aprieta mi mejilla y de un empujón lo apartó de mi lado entre una leve risa, con algo de sorpresa ríe divertido acercándose a la puerta.
—Vaya... Parece que andas en tus dias princesa —rie animado —Anda blanquito, debes apresurarte o llegaré tarde a mi entrenamiento.
—Puedes ir solo Aster —suspiro mirando mi ropa sobre la cama.
—Bien —se enconje de hombros —Estare esperándote en tu sofá para jugar videojuegos entonces.
Cómo dice avanza hasta el sofá y recostandose en el mientras enciende el televisor y como si fuera su casa sube los pies en la mesa de centro llevando sus brazos tras su nuca, él me dedica una sonrisa y exhalando un suspiro solo puedo cerrar la puerta de mi habitación y dirigirme a la ducha de nuevo para tomar un verdadero baño. En fin, todo se ha acabo con él ¿De que sirve seguir pensando en él? Cuando me de cuenta él ya estará casado con Astrid... O tal vez ya hasta haya formado una pareja. Al salir seco mi cuerpo mientras me dirijo a mi habitación y me visto lo más rápido posible, al salir con el cabello aún un tanto mojado escucho reír a Aster y lo veo frente al televisor muy quitado de la pena, irritado avanzó hasta él golpeando su nuca para enseguida ir a la entrada por mis tenis.
— ¿Y eso porque fue? —cuestiona desde el respaldo del sofá.
—No tenía ganas de salir y tú vienes y me obligas —Digo un tanto enfadado ajustando las cintas de mis zapatos.
— ¡Oh disculpe mi buen señor! —se pone de pie avanzando con pasos anchos — ¿Donde esta la pistola? ¿En su cabeza tal vez?
—Idiota —me levanto divertido —Realmente no ibas a ir a tu entrenamiento ¿Si no iba yo? —golpeo su hombro.
Él rie divertido y de pronto me coloca un gorro azul sobre la cabeza para enseguida abrazarme por el hombro, apenas salimos cuando veo a Rapunzel salir a la sala con tristeza, tal vez fui duro, pero es la verdad... Decidieron por sí mismos no luchar por nosotros ¿Porque deberiamos seguir sufriendo por ellos? Intentarlo a pesar de que ellos son tan claro, por supuesto que no.
Aster ha estado en silencio todo el camino y aunque me parece raro no le he dicho nada... Al llegar él se dirigió a los vestidores y salió listo para calentar uniéndose a sus compañeros, ahora se estira frente a mi... Aster práctica de todo, Básquet, Americano, hasta práctica Natación, es un verdadero As de los deportes, con prisa se dirige a mi.
— ¡Vuelvo enseguida blanquito! —levantando los brazos avanza en reversa — ¡Espero escuchar tus porras!
— ¡Ni que fuera un verdadero juego! —grito levemente.
— ¡Sonríe preciosa! —lanza un beso.
— ¡Cállate Aster! —grito divertido.
Él se aleja con esa sonrisa gigantesca de siempre, dirijo mi mirada a la banca y no hay nadie... Entonces me doy cuenta que simplemente ocurre, sin pensarlo, sin querer recordarlo, aún así él aparece en mi mente sonriendo como el mejor... Molesto desvío la mirada hacia la pista donde Aster salta algunos obstáculos, pero al percatarse de mi mirada se toma el momento para lanzarme un beso mientras ríe... Trato de cubrir mi boca, pero no puedo evitar querer estallar en risa en este preciso momento.
Pasa el rato y él continua ejercitándose, entre brincos, pases y demás cosas no perdía la oportunidad de voltear hacia mí y hacerme reír, y entonces suena el silbato del entrenador y luego de felicitarlos él viene lleno de sudor hasta estar frente a mi, le doy una botella de agua y enseguida toma asiento a mi lado mientras bebe con rapidez para limpiar el exceso de sudor con su camisa.
—Y... ¿Que quieres hacer luego de que me dé una ducha? —cuestiona sonriente.
—Yo que se —finjo disgusto —Tu me has hecho salir, decide tú... —observo la cancha descansando mi mejilla en mi mano.
Él rie y enseguida me abraza por el hombro atrayendo me a su cuerpo sudoroso, algo incómodo por lo pegajoso de su piel lo apartó con prisa limpiando el sudor de mi cuerpo.
— ¡Es asqueroso Aster, estás todo sudado!
Él rie tratando de cubrir su boca —Lo siento princesa, no lo volveré a hacer —levantandose me toma de la mano —Vamos a la sombra, iré a tomar una ducha y luego podemos... No lo sé ¡Ir a beber toda la noche quizá! —expone ante el cielo dejándome bajo la sombra de un árbol.
— ¿Toda? —rio levemente — ¿Enserio?
—Muy enserio —me sujeta por la barbilla.
Su mirada decidida se posa directa sobre mí y yo sonrío empujándolo lejos, él ríe mientras se aleja a la ducha... Observando a mi lado puedo ver una banca a la cual me aproximó tomando asiento, la sombra es fresca, con un suspiro descanso mi cabeza mirando sobre mi los rayos del sol adentrándose entre las hojas verdes movidas por el viento, es simplemente hermoso, pero... Aún me es difícil, no puedo... Él sigue presente en mi mente aún sin quererlo, no puedo... ¿Cómo evitar querer darle vueltas al asunto? ¿Porque lo hizo? ¿Porque fue y paso tiempo conmigo como si nada hubiera vuelto? Mi furia nuevamente se hace de mi y es que con solo recordar su cara no puedo evitar sentirme... Decepcionado, molesto... Y triste... Lo am... Amaba tanto, ahora no puedo decir que no fue nada, él fue mi único y primer amor... Ahora se ha vuelto mi primera decepción.
El rato paso y Aster salió con su mochila al hombro jalandome a su lado mientras su sonrisa no desaparecía, sorpresivamente esa sonrisa me hacia calmar mi furia y decepción. Sin más llegamos a una Taberna que abre desde la tarde, él elige una mesa cerca de la esquina y me acorrala mientras me mira con esa sonrisa insistente.
— ¿Que? —cuestiono ignorandolo mientras miro el menú de botanas y bebidas.
—Nada —levanta la mano dirigiendo l mirada a la barra — ¡Dos tarros aquí por favor!
La señora sonríe desde detrás de la barra asintiendo, todos parecen increíblemente de buenas este día...
— ¿Y qué es? —se inclina hacia mi.
— ¿Él que? —lo alejo con mi brazo.
Él rueda la mirada mientras mantiene la ceja arriba —El sonriente y siempre activo Jack se encuentra odiando al mundo por todos los medios posibles... —con más seriedad me observa — ¿Qué ocurre?
—No te lo diré.
—Bien —se encoje de hombros —Entonces solo bebe.
Con una sonrisa recibe los tarros de cerveza y me da el mío, dudoso trago saliva... Nada importa sin él... Exhalando profundo me empino el trago tratando de contener las lágrimas que quieren huir de mi, él sonríe con calma bebiendo poco a poco mientras yo continuo bebiendo sin parar, ni siquiera hablamos de nada y poco a poco la gente comienza a llegar haciendo ruidoso el lugar, pero él... Aster solo está a mi lado pidiendo un tarro más de cerveza para mí... Ni siquiera le estoy prestando tanta atención como a mí bebida... Lo siento.
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