Estábamos en plena clase de Lengua Castellana 1, era el primer semestre en la universidad, la chica más bella de la clase la apodamos "la conejito", porque a sus 17 años tenía el rostro y el cuerpo más perfecto que habíamos visto en nuestras cortas vidas, era tan adorable que era comparable a un conejo. Nadie se atrevía a ligar con ella, estábamos en Perú año 2002, los militares tenían mala fama y su padre era General de las Fuerzas Armadas. Así que esa presa tenía un francotirador vigilándola, o al menos eso pensábamos.

Tocaron la puerta y el profesor salió a ver, se podía escuchar a mucha gente hablar desde el exterior, el profesor reía y cerró la puerta.

¿Qué rayos estaba pasando? ―mascullé.

―Al terminar la clase alguien se llevará una sorpresa ―exclamó el profesor.

En ese momento por la pared derecha del salón había un ventanal inmenso por donde se podía ver el jardín y los pavos reales. En ese lugar estaba parado un chico solitario con un arreglo floral mirando hacia nosotros con cara de tristeza.

Las chicas se alborotaron, era imposible no ser parte del escándalo, muchas risas y palmas sonaban; entonces un coro empezó a aclamar:

―¡Dee-jelo entrar! ¡Dee-jelo entrar! ¡Dee-jelo entrar! ¡Dee-jelo entrar!

El profesor no pudo resistir la presión y entre risas dijo: "que entre, que entre".

El chico entró con el arreglo Floral y una bolsa con peluches o algo por el estilo, en ese momento nuestra conejito se paró emocionada hasta la médula para abrazarlo. Había más de 100 personas en esa clase, así que imaginarás el escándalo.

―Beso, beso, beso, beso, beso... beso ―la multitud enloquecía al unísono.

El profesor interrumpe el momento y nos hizo callar, entonces dijo con su acento español: "Ya que estamos en mi clase de Lengua Castellana, al menos tenéis que paraos en el centro y dar unas palabras. ¿Qué dicen chicos?"

Mismos espartanos: ¡Wooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo!, ¡pum! ¡pum! ¡pum! ¡pum! ¡pum! (sonaban las mesas).

El chico se paró al centro y declamó:

"Amor mío, hoy es tu cumpleaños y quería darte el mejor regalo, la mejor sorpresa, perdóname si te he avergonzado delante de todos tus compañeros, pero quería que todos supieran que te amo y que por ti haría cualquier locura, cualquier cosa que por hacerte feliz. Te amo profundamente".

Los espartanos: ¡Wooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo! Beso, beso, beso, beso, beso... beso ―en sincronía total.

La conejito se abalanzó a sus brazos y le dio el beso más salvaje que podríamos ver.

Los espartanos: ¡Wooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo!, ¡pum! ¡pum! ¡pum! ¡pum! ¡pum! (sonaban las mesas) ―Muchos corazones se rompieron ese día. 

Sin duda fue el gesto más genial que vivos en vivo y en directo. Esa misma noche la conejito estaba procreando un par de gemelos. Dejó la universidad ese mismo semestre. Creo que su padre no se lo tomó muy bien, pero el chico sobrevivió y se tituló ese mismo año. Se casaron con todas las de la ley. Ahora ambos viven en Uruguay y son muy felices con sus tres hijos.