26. ROSAS Y POEMAS

En aquel tiempo tenía 16 años, y para serte sincero, no era un chico seguro de mí mismo. La vecina de mi antigua casa se llamaba Linda, y en verdad que hacía honor a su nombre, no solo era linda, tenía un aura casi élfica, llena de elegancia. Ella era el tipo de chica que hace que los hombres doblen su cuello para darle una segunda mirada cuando pasas por su lado.

Estudiábamos juntos en el mismo colegio católico de la ciudad, ella había sido mi compañera de juegos del vecindario y ahora era mi amor platónico. En la escuela tenía muchos admiradores y ni qué decir de los vecinos de las calles aledañas a nuestra casa. Mientras tanto yo seguía siendo el mismo tímido y ahuevado bestfriend que todas las chicas tienen pero son como "hermanitos".

Mi amor por Linda fue creciendo más y más. Ya estábamos por terminar el colegio, así que me propuse regalarle una rosa todos los días. Fue la idea más romántica que tuve, además vivía al costado de su casa, fácilmente podía colarme a su casa por el segundo piso y saltarme la pared de su jardín para dejarle una rosa en la puerta de su cuarto, ya que ella tenía su habitación con salida particular al jardín, por una escalera de caracol. Sus padres nunca estaban en casa, siempre en el trabajo, trabajo y más trabajo; su hermano mayor estaba en la universidad, así que solo llegaba en las noches para dormir, y su perro guardián me amaba más que a sus dueños, ya que lo había acostumbrado a mi presencia desde la primera vez que lo alimenté con pollo crocante y otras frituras de carne y huesos. Mi plan lo ejecuté por más de 3 meses. La primera rosa se la dejé pegada a la puerta con una carta que decía: "Soy tu admirador secreto". Las siguientes rosas y cartas fueron acompañadas por pequeños extractos de poemas y poesía de los más famosos autores (Fuente: Buscador Google).

Mi plan era perfecto.

Un día, cuando estaba por dejarle la última carta, en donde le confesaba que su compañero de clase y amigo de la infancia era quien la amaba a escondidas; ese mismo día por la tarde cuando regresaba con mi rosa escondida, la encontré fuera de su casa besando salvajemente a un chico que nunca había visto antes. Todo mi mundo se vino abajo.

Fueron enamorados por mucho tiempo y la razón de su romance nació porque este galán la había enamorado regalando rosas y cartas con poesía. Nunca le dije la verdad. Ella estaba muy emocionada e ilusionada con su poeta. Las chicas la envidiaban y él no era un tipo malo. "Algún día se dará cuenta de la verdad", me dije para consolarme.

Frédérick Beigbeder tiene un libro que titula: "El amor dura tres años", y fue casi profético. Tres años pasaron y su galán la engañó con su mejor amiga.

Linda recurrió a su confiable amigo por consejo. ¿Qué más podía hacer?, todo lo que empieza tiene que terminar y a la edad de 19 ¡joder que nadie se casa!

Estábamos en la azotea en medio de su catarsis, entonces Linda me confesó que en un principio pensó que era yo quien le regalaba las rosas y poemas, pero nunca le di pistas o algún lenguaje verbal o no verbal que me delatara, entonces apareció ese chico Joel, era un nuevo vecino que leía poesía. Así que por analogía descubrió a su admirador secreto. Le dije que tenía mucha suerte por encontrar un amor tan romántico, pero todo lo bueno se acaba y con ello la responsabilidad de afrontarlo y superarlo. Ella intentó besarme, la tentación fue grande, pero la detuve a medio camino. Solo pude decirle con el mayor cariño y respeto:

―Lo siento, eres mi mejor amiga pero amo demasiado a Emily.

Lo que aprendí de este episodio de mi vida es que no basta rosas y poemas, tienes que decirlo, tienes que expresar tus sentimientos, después de eso TIENES QUE DEMOSTRAR TU AMOR CON ACTOS, Y NO SOLO CON PALABRAS.

Emily fue mi primera enamorada y ¡duramos tres años! ¡¡JODIDO BEIGBEDER!!

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top