24. LA NIETA



Pasamos un día increíble, visitamos varias playas en el norte del país. Cuando llegamos a Máncora, un vendedor se nos acercó diciendo:

―Por qué no le compra este magnífico sombrero a su querida nieta. 

―¿Lo quieres nieta querida? 

―Siiiiiiiii..., muchas gracias abu. ―Entonces se acercó y me dio un beso espectacular en los labios.

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"A veces la diferencia de edad es tan basta que lleva a malos entendidos"


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