Estaba viendo el vídeo de la boda, sin duda fue el momento más feliz de mi vida. Al ver las imágenes solo podía sonreír y suspirar por haber cumplido mi más grande deseo.

Inmediatamente me acosté en la cama y empecé a recordar...

―¿Te casarías conmigo Lucy? ―Me mostró el anillo en plena cena, se había arrodillado y las personas que estaban observando aplaudían emocionadas.

―Siiiiii, claro que sí, gracias por hacerme tan feliz... TE AMO, TE AMO, TE AMO.

Recordar ese grato momento hacía que mi mi corazón se acelere con fuerza, entonces retrocedí el vídeo y lo puse otra vez, quería ver cada rostro presente, cada expresión, cada minúsculo detalle.

―Si hay alguien que se oponga a este matrimonio que hable ahora o calle para siempre ―dijo el Sacerdote.

―¡CÓMO PUEDES CASARTE CON ELLA DESGRACIADO!, ME HAS ENGAÑADO POR TANTO TIEMPO, NI SIQUIERA ME PASAS PARA LA LECHE DE TU HIJO. ÉL NECESITA COMER. ¡ERES UNA M*****!, ¡HIJO DE P***! ¡NO TIENES PERDÓN DE DIOS!

El vídeo mostraba un escándalo descomunal, la novia no quiso casarse, se fue llorando en el momento más importante de su vida, ya que una señora con un niño en brazos había irrumpido la boda, golpeaba a diestra y siniestra, no importa quién se pusiera delante de ella, sería golpeado ferozmente.

-¡Jajajajajaaaaa ay que risa! ¡Que risa! ¡Eso te lo mereces por zorra!, ¡no debiste quitarme a mi prometido!  

(Lucy le había pagado mil quinientos dólares a una indigente con su hijo, la llevó a un Salón de belleza y la dejó irreconocible. Su misión era hacerle un escándalo épico en el día de la boda. Recibió 500 dólares antes y los mil después de hacerlo, incluso mandó a alguien para que le grabara el acontecimiento).