III- "No estoy aquí"
Después de varias horas en el avión, que para Ayano eran prácticamente eternas, al fin había llegado de madrugada a aquel aeropuerto, en donde hacia unos meses atrás había visto por ultima vez a su Senpai. Tan solo recordar eso le causó cierta nostalgia, pero no para mal, pues su regreso significaba que se reencontraría con su amado Taro. No podía estar mas feliz por ello.
Sin embargo, ese agradable pensamiento no cambiaba el hecho de que se sentía sumamente cansada por el largo vuelo.
-Ufff... Demasiado agotador para mi gusto.- decía Ayano acomodándose un poco el cabello que tenía en su cara y estorbaban su vista. Ella sabía que de seguro estaba muy despeinada, pero ¿Qué importaba?.
Luego de varios minutos y ahora con su maleta en mano, decidió esperar sentada en uno de los asientos, cerca de la salida.
En ese instante sonó su celular (el cual había encendido inmediatamente luego de bajar del avión). Era un mensaje.
//Hola linda, lamento molestarte de nuevo. Sé que me dijiste que estarías algo ocupada con todo el papeleo por terminar y eso..., pero quería preguntarte si ya sabes a qué hora llegarás mañana para pasar por tí al aeropuerto. Por favor avísame cuando puedas leer esto. Te extraño mucho y ya quiero verte. Te amo Yan-chan.//
Ayano sonrió sonrojada. Es increíble la habilidad de Taro para hacer ruborizar a la muchacha.
Ayano iba a responder inmediatamente con un millón de palabras tiernas para su novio, pero olvido el motivo del mensaje, mas allá de todo lo que decía. "A qué hora llegarás mañana".
Pensó sobre eso. ¿Qué contestarle?
-Qué tonto mas considerado es ese Yamada.- escuchó decir a una voz familiar sentada a un costado de ella.
Mientras miraba indecisa la pantalla de su celular, no se había dado cuenta de que Info-chan se encontraba a su lado. Ayano le miró seria por su comentario.
-A pasado tiempo Aishi.- dijo la pelirroja.
-No tanto- respondió Ayano solo para llevarle la contra.- ¿Y bien? ¿Ya nos podemos ir? Ya que por lo visto tengo trabajo por hacer.
Ambas jóvenes salieron del lugar y subieron a un auto que las esperaba, conducido por una persona que, según Info-chan, era de su confianza, así que no había ningún problema.
Mientras iban en camino Info-chan le informaba a Ayano sobre como había arreglado ciertos asuntos para encubrirla, aunque Ayano solo se dedicaba a ver a través de la ventana del asiento trasero.
- Modifiqué algunos archivos para que nadie se de por enterado de que llegaste hoy. La base de datos en el instituto indica que te incorporarás pasado mañana, debido a que llegarás mañana por la noche, a la vez que los del internado de Estados Unidos mostrarán que te enviaron de vuelta en el día de hoy...
En verdad Ayano no estaba prestando atención al asunto. Posiblemente porque confía en Info-chan y no necesita tantas explicaciones de como solucionó su llegada "anticipada". O también, y mas probablemente, porque aun pensaba en Taro.
-¿Me estas escuchando Aishi?- preguntó Info-chan un poco fastidiada al pensar de que todo el palabrerío fue en vano. Ayano solo movió la cabeza asintiendo.- Bien. Ahora te dejaré en tu casa. Como aun es muy temprano tus vecinos no se darán por enterados de ti.
-Aha... entendido.- contestó bostezando un poco.
-¿Ya tienes una idea de como te desharás de Odayaka?- preguntó seria la pelirroja. Ayano ladeó su cabeza.
"Matándola, claramente. Después de todo, no permitiré que ella se quede con lo que es mio. Senpai..."
-Pues... se me ocurre una infinidad de formas de asesinarla- aclaró pensativa - aunque teniendo en cuenta que nadie debe saber que estaré en el instituto... no tengo muchas opciones para elegir ¿Verdad?. Pues entonces haremos esto: escribirás una carta a nombre de Taro para Odayaka, diciendo que él la esperará en la azotea luego de clases para...- a Ayano le daba mucha rabia pensar en una situación así- No lo se, inventa algo cursi y creíble a la vez ¿De acuerdo?
-Si sabes que estos favores te costarán Aishi. Sin embargo... eso se oye... Aceptable. Recuerda eliminar cualquier evidencia y asegúrate de que nadie te vea o te reconozca.
Dicho eso, ya no había más tema de conversación entre las jóvenes. Ayano volvió su vista hacia afuera, ahora pensando bien cada paso que iba a dar.
----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Luego de una larga mañana de lunes, todos los estudiantes estaban fuera de sus salones aprovechando el receso luego de la primera clase. Taro se encontraba hablando junto con Amai, Kokona y Riku en la cafetería. Desde hace tiempo se había acostumbrado ya a no estar únicamente en la fuente con su libro, sino que de vez en cuando le agradaba estar con sus amigos, pero claro, sin dejar de lado su rutina "solitaria" de lectura.
-¡Que alegría que Yan-chan esté aquí mañana!- gritaba Kokona muy contenta.
-Si, aunque Taro dijo que llegará... ¿Mañana en la noche?- preguntó dudoso Riku mirando a Taro, a lo que este asintió.- Así que supongo que la veremos el miércoles en la escuela.
-Es verdad... estará muy agotada para ir a visitarla a su casa...- decía Amai un poco decepcionada, ya que le interesaba conocer a Ayano.
-¡Por supuesto!- interrumpió Kokona- Además solo tendrá tiempo para su "novio" ¿No es así Taro?- preguntó haciendo hincapié específicamente en él, a lo que Taro solo rió- Ya sabes Amai, cosas de parejas. Abrazos, besos, caricias, sex...
-Yaaa se entendió la idea, Kokona.- la interrumpió Riku abrazándola por sobre los hombros y riendo un poco nervioso, aunque no era el único, ya que Taro estaba rojo de la incomodidad. Amai solo rió simpática.- ¿Nos vamos? Ya casi empezarán las clases.
Todos asintieron y se dirigieron nuevamente hacia el aula. Riku se adelantó un poco para hablar en privado con Kokona sin que Taro ni Amai escucharan.
-¿Es necesario que seas tan obvia?- le susurró Riku a Kokona un poco molesto. Ella solo se cruzó de brazos.
-Amai debe tener en claro que Taro es de Ayano. Solo eso.
-Bueno, pero no hace falta que seas tan "cariñosa"- dijo irónico, ya que era muy evidente para cualquiera que Kokona no la soportaba del todo. La única que no se había dado cuenta de eso era la propia Amai.
-Ella sabe que solo bromeo jaja- mintió al ver a Amai junto a ella mientras ingresaban a clases. Riku solo negó con la cabeza.
(...)
En cuanto terminaron las clases, Ayano esperó cerca del instituto a que se retiraran la mayoría de los estudiantes. Estaba vestida muy casual, inclusive demasiado para su gusto, pero de lo contrario cualquiera la reconocería. No llevó sus típicas medias negras ni su cabello atado en una coleta, que de lejos delatarían quién es. Solo vistió unos jeans y una camiseta blanca con un abrigo ligero que le combinaba bastante bien a decir verdad, pero nada afín a su estilo. Ocultó su cabello con una peluca de un color rubio oscuro que cubría parte de su rostro, y además llevaba consigo un pequeño bolso con cosas que luego le resultarían "útiles". Se sentía terriblemente incómoda y ridícula, pero por fortuna nadie la reconoció, aunque si había llamado la atención de varios muchachos que se le quedaron viendo de reojo, pero Ayano no les dio importancia, aun así no la reconocieron.
"Aun no he visto salir a Senpai"- pensaba un poco extrañada, debido a que Taro siempre era puntual con su horario de salida.
Ayano se escondió detrás de los cerezos de la entrada del instituto para esperar a que se saliera Taro. Luego de diez minutos se cansó y decidió ingresar rodeando el edificio. Estaba un poco preocupada por Taro, pero debía ir al club de cocina para asegurarse de que Amai aun seguía allí. Cuando llegó a la puerta que daba un acceso más directo al club, entró con cautela para no llamar la atención.
Pudo escuchar la voz de una joven que supuso que era Amai, pero se sorprendió de escuchar también a Taro hablando con ella algo que desde su distancia no llegaba a comprender. Suspiró y se acercó aun más para oír su conversación.
-Taro yo... lamento haber... Se que... estuvo mal.- escuchaba decir a la joven con claro arrepentimiento.
"¿Qué demonios es lo que lamenta?"
-Ya no te preocupes por eso.- Oyó decir a su novio. Ayano sentía su corazón latir muy fuerte por solo escuchar su voz, pero también por el tono tan serio y cortante en que dijo eso. ¿Qué había pasado?. Cada vez era mas preocupante la situación para ella.- Además no hiciste nada malo sinceramente...
-¡Pero casi ...!- Ayano contuvo la respiración, mientras sentía su cuerpo estremecerse un poco. No escuchaba a ninguno de los dos decir nada.- Tuve la intención de besarte, porque me gustas mucho, pero entiendo que estuvo mal...
"Desgraciada... Maldita..."
Ayano casi desvanecía, sentía su sangre arder, y había pasado su límite de cordura. Sus ojos se habían vuelto vacios de un momento a otro y no mostraba ninguna expresión en su rostro. Solo deseaba asesinar de una vez por todas.
No quiso escuchar más de su conversación. Salió por la misma puerta en donde había entrado. Apenas podía coordinar sus pasos para caminar normalmente. La situación en verdad la había descolocado.
Esperó un buen rato debajo del famoso cerezo detrás del colegio. Todo en su interior se había vuelto oscuro, y su vista era fija y concentrada, como si en cualquier momento apareciese un blanco al cual ejecutar.
Su celular comenzó a vibrar. Había recibido un mensaje.
//Odayaka se dirige a la azotea. Date prisa.//
Desde hace un rato era la primera vez que se le dibujaba una sonrisa en su rostro; mejor dicho, una mueca llena de maldad.
Camino con esa sonrisa perturbadora y desquiciada, subiendo con lentitud cada escalón de la escuela, hasta que ya no había escaleras.
Miró de izquierda a derecha, y pudo ver a una joven llegar del otro lado de la azoteá y posicionó mirando hacia el cerezo en donde antes ella se encontraba.
Camino hacía ella. Mientras se acercaba, recibió otro mensaje.
//Se lo que piensas hacer. Recuerda que yo controlo las cámaras de seguridad, así que haz un trabajo limpio como acordamos ¿Está claro?//
Ayano suspiró maldiciendo por lo bajo. Sacó de su bolso unos guantes negros hechos de cuerina y se los colocó. Era obvio que no podía dejar huellas.
Se encontraba ya a unos metros de Amai, y la muchacha no se había percatado de que había alguien a sus espaldas. Solo miraba el cerezo con tristeza.
Oyó unos pasos rápidos. Inmediatamente volteó y ni siquiera pudo ver un rostro ya que sentía como su cuello era estrangulado con fuerza al punto de casi cortar su respiración. Su vista se volvió nublosa, y sus fuerzas desvanecían. Era incapaz de luchar. Luego sintió ser empujada bruscamente hasta caer e impactar contra el suelo, para después ya no sentir nada más.
Me gustaría saber su opinión sobre la historia(?.
Se me ocurrió que para hacer algo interesante (y también como garantía de que voy a seguir actualizando 😂) poner al final de cada capítulo algun mini spoiler (como frases o algo asi, no demasiado obvio) que haga referencia al capítulo siguiente. (¿Se entendió?😂)
Por ejemplo, del próximo capitulo este es el "spoiler"...:
"Del tiempo y de las distancias mas largas surgen los encuentros más pasionales"
Y eso xD. Gracias por leer :D.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top