Capítulo 7
Capítulo VII
"La dama quiere un caballero,
Pero lo mujer de carne y hueso,
desea a un hombre feroz,
de garra y diente,
que nos asalte a traición
en pleno día"
Lady Escándalo.
Andrew estaba ansioso sentía un intenso deseo de estar con Danielle en ese mismo momento, de explorar la sensualidad y el placer de esa mujer, que atormentaba sus pensamientos a todas horas del día inclusive cuando estaba dormido. Su dulzura e inocencia y ese espíritu indomable llevaba su deseo a niveles muy elevados y eso era una experiencia totalmente nueva para él.
No estaba acostumbrado a ese tipo de relaciones, no estaba interesado en el cuento romántico que tenía Danielle en su cabeza, estaba muy bien como llevaba su vida hasta ahora. No deseaba casarse al menos no por el momento. Pero la deseaba y el problema radicaba en que no se podía estar con ella sin que eso signifique compromiso, responsabilidad y consecuencia. << Joder, por que las cosas buenas costaba tanto obtenerlas>> pensó malhumorado.
_Mi niña tú me va a disculpar, pero irte sola con ese hombre a quien sabe dónde es una completa locura.
_ Si no voy, sé que Andrew se presentará aquí y eso es peor, mi mamá se puede dar cuenta.
_ Si Lady Julianna se entera de tu aventura, no sé donde te vas a meter, además niña estamos hablando de el Vizconde de Weymouth, no es cualquier caballero, sabes lo que ese nombre representa.
_ Créeme que sé perfectamente quien es, pero Rita quiero ir, quiero estar con él, me muero por estar con él.
_ ¿Y se puede saber que vas hacer con el Marqués que tienes de pretendiente?
_ Pongamos las cosas muy en claro, voy a salir de paseo con Andrew, tampoco es que me voy a casar con él. Y estoy pensando seriamente en mi relación con Colin, no estoy segura que él sea el hombre que quiero para pasar el resto de la vida.
_ Pero si es lo que siempre has deseado, un caballero, rubio, que está loco por ti, además es un Marqués.
_ Sí, pero no siento nada cuando estoy con él, intenté que no hubiese sido así, pero no hay mariposas en el estómago, no hay emoción cuando lo veo, solo siento un cariño de amistad. Y por si eso no es suficiente también está la hermana que es una víbora malvada a la que no le caí nada bien.
_ ¿Y eso por qué?
_ No lo sé, pensé que era por su hermana, pero creo que hay algo más, en todo el paseo no me quitaba la vista de encima, y a mí tampoco me cae bien.
_ Con esa descripción hasta yo la destesto.
_ ¿Qué tal este vestido para el paseo?
_ Muy atrevido.
_ ¿Rita?, este vestido parece de mi abuela, te estaba probando a ver si tu juicio era justo, pero ya veo que no.
_ Niña es que no quiero que ese libertino Vizconde te haga sufrir.
_ Parecieras que no me conocieras, además él podrá ser todo lo sinvergüenza que quieras, pero jamás me ha hecho daño, ni me ha tratado mal, y no se te olvide que se defenderme muy bien. Cuidado y no sea él que caiga rendido a mi pies _ dijo riéndose.
_Niña contigo no se puede.
_ ¿Qué tal este otro vestido?
_ Está muy bonito y bastante atrevido.
_ Está mejorando tu criterio, me lo pondré para mañana... Me preguntó por qué Andrew me habrá pedido que lleve ropa ligera.
_ Para que va hacer niña... Para quitártela más rápido.
_ ¡Rita! eres terrible, después dices que soy yo.
Las dos se rieron.
_ Mañana quiero que vayas para la casa de Angelique y le digas que si preguntan por mí, me cubra la espalda, que estoy en un asunto muy importante, que luego le contaré.
_De acuerdo niña.
Fue muy poco lo que Danielle pudo dormir debido a la ansiedad. Estaba completamente vestida y ya era la hora del encuentro, bajó las escaleras sin hacer ruido, aunque dudaba que su madre estuviera levantada, ya que la hora usual de Lady Julianna despertarse era después de mediodía. Había un coche de alquiler aparcado un poco más adelante de su casa, caminó lentamente, tenía los nervios de punta; era la primera vez que iba a estar completamente solos y quizás se estaba volviendo una descarada, pero lo deseaba. Al llegar al coche inmediatamente la portezuela se abrió y ella se subió y allí estaba él vestido de forma informal, con pantalones marrones, botas negras, altas y una camisa blanca medio desabotonada. Estaba increíblemente guapo con ese aspecto atrevido y salvaje que tenía.
_ Buenos días. _ le dijo ella.
_ Buenos días Lady Danielle _ le cogió la mano y se la besó _ ¿Lista para irnos?
_ Si _ dijo en un susurro _ sentía el estómago revuelto, estaba realmente nerviosa.
Andrew la observó por un momento luego decidió sentarse a su lado.
_ ¿Qué te pasa? _ le preguntó preocupado.
_ Nada, estoy un poco nerviosa.
_ No tienes por que estarlo, no te haré nada que tú no quieras.
_ Estaba decidida hacer esto, pero estando aquí siento que soy una tonta, por seguirte en este juego absurdo, al fin tengo lo que tanto he soñado y todo se puede venirse abajo si me descubren aquí contigo... Lo mejor será que no sigamos con esto.
_ ¿Quieres echar todo para atrás? _dijo acercándose para oler su perfume.
Al sentir su cercanía Danielle comenzó a marearse, pero trató de mantener la calma. Apoyó las palmas de las manos en el torso de Andrew con intención de apartarlo; pero él no hizo caso, en lugar de eso, le giró la cara y comenzó empezó llenarle el rostro de besos en la frente, las mejillas, la barbilla, la mandíbula.
_ Dime... ¿Quieres que te regrese a tu casa? _ añadió recorriendo con su boca el camino que iba de la mandíbula a la oreja de Danielle.
Ella negó con la cabeza, incapaz de proferir palabras, sólo estaba consciente de lo que él le estaba haciendo.
Andrew se rió, seductor, susurrándole al oído:
_ Tú deseas tanto esto como yo.
Danielle cerró los ojos. Iba a besarla y cuando él estaba tan cerca, ella carecía de dominio absoluto para detenerlo... Echó hacia atrás la cabeza recordando cómo era el contacto con sus labios, el calor sensual de su lengua.
Pero no ocurrió nada. Confusa, abrió los ojos y se encontró con su mirada aguamarina clavada en ella.
Danielle entendió lo que estaba haciendo y lo fulminó con la mirada.
_ ¿Querías que te besara? _ le dijo con cara inocente, incapaz de resistirse en hacerla de rabiar. _ Tú me has dicho que debemos parar con esta locura.
_ Yo no quería nada _ dijo levantándose y sentándose enfrente de él. _ Te agradezco que durante este paseo guardes las distancias.
Andrew la miraba sonriendo, mientras ella ponía los ojos en blanco.
_ ¿A dónde vamos? _ preguntó mientras observaba por la ventanilla del coche.
_ A un sitio muy especial para mí.
_ ¿Queda muy lejos?
_ No, ya casi llegamos.
_ ¿De quién son estas tierras?
_ De mi buen amigo Lord Cockburn.
_ ¿Él sabe que estoy aquí?
_ No, suelo venir aquí con mucha frecuencia, he alquilado este coche porque estoy contigo, pero generalmente vengo a caballo, es muy corto el trayecto.
El carruaje se detuvo y Andrew se bajó, ayudó a Danielle a bajarse. El cochero le entregó una canasta y se fue dejándolos en la entrada de un denso bosque, caminaron por un sendero y llegaron a un claro donde el sol estaba por encima de las ramas de los árboles que estaban pegados unos a los otros y bordeaban un río. Aquél era un lugar absolutamente fascinante. Donde solo podía escucharse el sonido del agua fluir y el cantar de las aves.
_ ¿Te gusta? _le preguntó él con interés.
_ Es hermoso _ contestó ella sonriendo.
_ ¿Has traído la ropa ligera que te dije?
_ No, solo este vestido.
_ Me lo imagine, tendrás que bañarte en ropa interior. _ le dijo en tono burlón.
_ Estás demente, no pienso bañarme.
Andrew no le dijo nada más. Le tendió la mano y siguieron caminando hasta llegar a la orilla del arroyo.
_ Es un paraíso y tan cerca de la ciudad... quien lo diría.
_ Si, este lugar me gusta porque está lleno de mucha paz.
_ Me encanta.
Andrew y Danielle se sentaron en una piedra enorme a la orilla del río, ella se había quitado sus botas de cabritilla y metió sus pies descalzos en el agua.
_ Tengo una par de preguntas que hacerte que no me dejan en paz. _Le dijo con tono distraído.
_ A ver que hay en esa cabecita.
_ ¿Cómo sabías dónde quedaba mi cuarto, si solo me has venido a mi casa una sola vez?
_ Tú no eres la única que envías espías a mi casa cuando quieres saber algo, yo también tengo mi servicio de inteligencia.
_ Yo no tengo ningún espía.
_ ¿Ah entonces esa afición que tiene últimamente tu doncella de visitar mi casa es algo fortuito? _ Preguntó Andrew con maliciosa diversión.
_ ¿Rita visita tu casa?_ preguntó ella inocentemente. _ No lo sabía.
_ Eres muy mala mintiendo ¿Lo sabes verdad?
_ Si _ dijo ella riéndose.
_ ¿Cuál es la otra duda que te asalta?
_ ¿Exactamente qué relación tienes con la mujer que apareciste la otra noche en la recepción de la cantante italiana?
_ Es una relación muy estrecha.
_ ¿Y entonces qué haces aquí conmigo? ¿Por qué te metes en mi cuarto y me seduces cuando la tienes a ella? _ Le preguntó indignada.
_ Porque sería contranatural si hiciera algo parecido con ella, ya que Lady Theresa es mi hermana. _Respondió irónico.
_ ¿La hermosa mujer que te acompañó a la velada es tu hermana?
_ Si _ él respondió con una amplia sonrisa.
Danielle quería gritar de felicidad, Andrew le había quitado un peso enorme de encima.
_ No sabía que tenías una hermana.
_ Es porque ella se casó muy joven, luego se fue a otro condado y nuestra relación era muy distante.
_ ¿Y ha venido a visitarte?
_ No, ha dejado a su marido y esta viviendo conmigo.
_ Entiendo.
_ Tu rostro ha cambiado considerablemente gatita... ¿Estabas celosa? ¿pensaste que tenía algo con ella?
_ Por favor que egocéntrico eres ¿Tú crees que me importa con que mujeres andas?
_ Si te interesan, así como también a mí me interesa, tu casita de muñecas que quieres construir con Suffolk.
_ ¿Realmente te importa eso?
_ Claro que me importa, últimamente todo lo que tiene que ver contigo me importa y mucho.
_ ¿Un capricho?
_ No lo sé... ¿Quizás tú puedes ayudarme a descubrir lo que es?
_ Y si no quiero.
_ Respetaría tu decisión, pero sé que tú estas tan confundida como yo, así que te propongo descubrirlo juntos.
Ella se quedó pensando en su proposición.
_ ¿ Que me dices?
_ No sé, tengo que pensarlo.
_ ¿Usando las técnicas de seducción conmigo?
_ Tal vez.
Él sonrió. Fue una sonrisa lenta, burlona, irresistible. Andrew Acortó la distancia que había entre ellos, inclinó la cabeza y la besó. La besó lentamente, mucho más lentamente de lo que hubiera querido, pero disfrutaba de igual manera los movimientos pausados de su propia lengua en la boca de Danielle.
_ Con tus deliciosos besos no vas a doblegarme _ le dijo ella en tono juguetón _al final del paseo te daré mi respuesta.
_ Estás aprendiendo muy rápido brujita
_ Tengo de maestro, al mejor.
Antes de soltarla le dio un beso en la punta de la nariz.
_ Me gustaría conocer a tu hermana _ le dijo Danielle para pensar en otra cosa que no fuera comerse a besos a Andrew.
Él se le quedó mirando.
_ ¿Y eso por qué? _ preguntó extrañado.
_ Porque me has dicho que ha abandonado a su esposo, no se que pasó entre ellos pero me imagino que no la debe estar pasando muy bien y una amiga no le vendría mal.
_ Me gusta la idea, Theresa esta pasando por un momento muy duro, perdió el bebe que esperaba.
_ ¡Oh Dios mío! _ Exclamó preocupada.
_ Yo he intentado darle ánimo, pero creo una mujer sería una mejor ayuda.
_ No se diga más, mañana la visitaré.
_ Estaré encantado de tenerte en mi casa.
_ Solo iré por tu hermana, tú te mantendrás a kilómetros de mí.
_ Lo que tú digas _ le dio un beso en el cuello y se levantó para comenzar a quitarse la ropa.
_ ¿Qué haces?
_ Voy a bañarme.
_ Eres un descarado... ¿No pensaras desnudarte enfrente de mí?
_ Claro que si, y espero que tu también lo hagas.
_ Ni lo sueñe _ella se levantó de la piedra y fue hasta un lugar seguro.
Andrew no la siguió sino que continuó quitándose la ropa hasta quedar en calzoncillo.
<< Simplemente perfecto>> pensaba Danielle, mientras aprovechaba ese mágico momento para deleitarse mirando la piel olivada de Andrew y los marcados músculos de su torso. Él entro al río, y ella llegó a la conclusión que Andrew era el hombre más masculino y viril que había visto en su vida.
Después de un rato él salió del agua y fue hasta donde ella se encontraba. La envolvió en sus brazos y le dio un profundo y devastador beso, ella se sumergió en las profundas sensaciones. Era un beso suave, despiadado, irresistible, pecaminoso, pero dulce, que se le clavó en su vientre y despertó un deseo físico que le dolía en ansias de satisfacer. Sentía la humedad filtrarse entre sus piernas, caliente y vergonzosa.
_ Ven a bañarte conmigo. _ Le susurró.
_ No quiero me da vergüenza.
_ No tienes porque avergonzarte y menos conmigo, tú eres preciosa y me gusta todo de ti... ¿Vamos?
Ella negó con la cabeza.
_ Ya que no logró convencerte, no me dejas otra alternativa.
Andrew la tomó por la rodilla y se la echó al hombro.
_ ¿Qué haces? _dijo gritando _suéltame ahora mismo.
_ No te vas a ir de aquí sin que nos bañemos juntos. _ le dio una palmada en el trasero.
Él se subió sobre una roca y lanzó a Danielle al agua.
_ Eres un desgraciado _ le gritó después de haber tragado una bocanada de agua.
Andrew soltó una carcajada.
_ Te dije que trajeras ropa ligera _ le dijo en tono inocente.
_ Tú no entiendes cuando uno te dice que no... Mi madre se va a dar cuenta que le mentí y todo por tu culpa...
_ Pareces un pollito remojado _ dijo para seguir molestándola.
_ Eres de lo peor _ volvió a gritar furiosa. _Prepárate Andrew porque mi venganza va hacer letal, el día que menos lo esperes, voy a cobrarme cada una de las travesuras que me has hecho.
_ Tienes que perdonarme, es que siento una extraña fascinación de verte enojada. _ Le lanzó un beso _Ven sal del agua, quítate el vestido para ponerlo al sol y se seque.
Ella salió del río a regañadientes. Andrew la ayudó a quitarse el vestido y quedó en ropa interior.
Él dejó que se le pasara el enojo y volvió al arroyo.
Ella se quedó viéndolo un rato refunfuñando y dando golpe con su pie en la tierra.
_ Ven mujer, el agua está deliciosa.
Al verse semidesnuda y que no tenía ya excusa para no bañarse decidió disfrutar el momento, él la estaba esperando, la tomó por la cintura y la sumergió en el agua, por largo tiempo, jugaron y se besaron como locos; fue un momento que quedó grabado en la mente y en él corazón de ambos.
Rato después los dos salieron del agua, ya el vestido de Danielle estaba casi seco, se vistieron en silencio y luego se sentaron en lo que fue un picnic improvisado. Andrew había traído en la canasta una manta, queso, peras jugosas, manzanas y vino blanco. Comieron, bebieron y sus tragos y sus bocados fueron mezclados con besos y caricias.
_ ¿No te cansas de besarme? _ Le preguntó ella mientras le acariciaba el cabello.
_ Tienes una boca deliciosa de la que quiero deleitarme a cada segundo.
_ Pues tus besos tienen un efecto devastador en mí.
_ Creo que alguien alguna vez me dijo, que ni los recordaba. _le dijo irónico.
_ Te mentí.
_ Ya lo sé, mi pastorcita mentirosa.
_ Me encantaría quedarme más tiempo aquí en este mágico lugar, pero ya es hora de regresar. Espero que todo haya salido bien y mi mamá no sospeche nada, sino el sermón será por un mes.
_ Eso si que es una tortura.
_ Es horrible.
_ Tu madre es de armas tomar.
_ ¿De dónde crees que salí?
_ Ella tendrá lo suyo, pero para mí tu eres única por eso es que me gustas tanto.
El coche los estaba esperando, una vez adentro ella colocó la cabeza en su pecho, mientras él le acariciaba el cabello, media hora después estaban enfrente de la casa de Danielle.
_ Gracias fue un día increíble. _Le susurró ella.
_ Es un placer para mí, que lo hayas disfrutado tanto como yo.
Ella se iba a bajar pero él la tomo por la cintura y le dijo al oído:
_ Se te olvida algo que me prometiste gatita.
Danielle se giró hacia él y le lamió el labio inferior. Fue tan solo un roce, delicado y lento, con la punta de la lengua, pero provocó un espasmo que recorrió el cuerpo de Andrew, que lo dejó queriendo más.
_ Acepto _le dijo ella con voz seductora. Y salió del carruaje, con una maliciosa sonrisa. << Yo también se jugar Andrew>>. Pensó divertida.
Al entrar a la casa su doncella la estaba esperando.
_ ¿Qué pasó Rita porque tienes esa cara?
_ Niña tu madre lleva rato encerrada en el estudio con el Marqués
_ ¿Qué? ¿Colin está aquí?
_ ¡Dios mío!... ¿Saben que estuve con Andrew?
_ No lo creo niña, están hablando tranquilamente y hasta he escuchado risas.
_ ¡Ahí estas cariño! _ exclamó alegre Julianna, que salía en ese momento del estudio _ Te estamos esperando _ La miró unos segundo _ ¿Y a ti que te ha pasado que vienes en esas fachas?
_ Ya sabes cómo es Angelique, quiere todo tan perfecto que no le importa desarmarme por completo, además en su taller hace mucho calor, por lo tanto abusé de su confianza y me di un baño.
_ Pues parece que te pasó un tren por encima, cuando vea a esa francesa me va a escuchar.
_ ¿Dijiste que me estabas esperando? _Preguntó Danielle.
_ Si nena, Colin quiere hablar contigo, pero mejor ve a cambiarte con ese aspecto que tienes, el pobre puede asustarse y salir corriendo.
_ Esta bien, voy a cambiarme y enseguida bajo _ agarró la mano de Rita _Ven acompáñame.
Julianna entró de nuevo al estudio, mientras Danielle y su doncella se fueron a su habitación.
_ ¿Cómo te fue con el libertino?
_ Fue hermoso Rita, la pasé como nunca, me llevó a un lugar precioso que es su refugio, nos bañamos juntos y nos dimos muchos, pero muchos besos.
_ ¿Todavía eres virgen?
_ A veces te pasas, claro que soy virgen, ¿crees que unos cuantos besos de Andrew me van hacer perder la cabeza tan fácilmente?
_ Si, de hecho creo que ya la perdiste.
_ Pues te equivocas y mi virtud está intacta _le dijo sacándole la lengua _ abróchame rápido el vestido.
Una vez que estuvo lista, bajó al estudio, Colin la estaba esperando, siempre con su tierna sonrisa y tan caballeroso.
_Hola Milord _ lo saludó haciendo una reverencia.
_ Hola Danielle. _ Él beso su mano y la llevó hasta el sofá y se sentaron.
_ ¿Pasa algo? _ le preguntó preocupada por tanto formalismos.
_ Nada malo _ Colin le sonrió _ Quería decirte que desde la primera vez que te vi, quedé prendado de ti, desde el principio supe que tú eras especial y hoy estoy completamente enamorado de ti.
<< No por favor, no me digas lo que estoy pensando, ahora no>> pensó Danielle angustiada.
_He hablado con tu madre y le he pedido que me conceda tu mano, porque no quiero esperar más tiempo, cuando sé perfectamente que tú eres la mujer de mi vida y quiero que te cases conmigo, anhelo seas mi esposa y la madre de mis hijos.
_ ¡Oh Dios mío! _susurró Danielle. << Estoy metida en un gran problema>>...
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