Capítulo 6

Capítulo 6: Día 1: Picnic.
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Tanuka aplaudía mientras Kovu lo lanzaba al aire y lo cogía. Por alguna razón, eso hizo que Kiara sonriera...
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Al día siguiente, el estado actual era: Día 1 de la temporada de Caza de Papás...

Kiara fue la primera en levantarse en la casa. Se duchó y bajó las escaleras para preparar el desayuno. Eran las 7 de la mañana y Kion ya debería estar levantado para ir a las clases del sábado, Umkhulu debería levantarse en media hora y Nala en 15 minutos. Tanuka se solía levantar a las 10 todos los días, y a veces más temprano...

Y hoy era uno de esos días...

—¡MAMI! –Gritó Tanuka. Kiara tiró su tenedor y corrió escaleras arriba para encontrarse con su Hijo enredado entre las sábanas y en el suelo.

—¡Oh, cariño! –Dijo Kiara mientras lo desenredaba y lo levantaba del suelo. Le dio una palmadita en la espalda mientras lo llevaba al baño para ducharlo. Después de bañarlo, Kiara bajó las escaleras y se encontró con que Kion ya había hecho el desayuno, Umkhulu estaba sentado en el sofá y Nala estaba comiendo.

—Clases un sábado... ¡Qué asco! –Murmuró Kion mientras besaba a Tanuka en la frente.

—Tanu, quédate con Nana, Mamá va a llevar al Tío Kion al instituto.

Tanuka asintió mientras se abrazaba a la pierna de Nala. Kiara salió de casa con su Hermano detrás de ella.

—Adiós, Mami. –Se despidió Tanuka mientras Kiara y Kion se iban.
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Kiara cerró automáticamente la puerta de su coche y frunció el ceño. *¿De quién es ese coche?* Pensó mientras miraba a un caro Lexus negro. Suspiró cuando entró en casa y se encontró a Kovu sentado en el sofá con Tanuka en su regazo. Umkhulu estaba en la cocina y Nala se había ido al trabajo.

—¡MAMI! –Chilló Tanuka mientras se bajaba de la pierna de Kovu y se lanzaba hacia su Madre.

—Hola, cariño. Vimbela. –Kiara asintió hacia Kovu, que se puso en pie.

—Por favor, Kiara. Vamos a pasar mucho tiempo juntos.

—Cállate. –Dijo Kiara mientras llevaba a Tanuka la cocina.

—¿Nana o Umkhulu te dieron de comer, cariño? –Preguntó Kiara mientras lo sentaba en la silla.

—¡Nop!

Kiara cogió un bol y sacó los cereales. Calentó la leche, la vertió y le puso los cereales. Metió una cuchara infantil en el bol y se lo tendió a Tanuka, que empezó a comer.

—Ma'i. –Dijo Tanuka.

—Tanu, ¿Qué te he dicho sobre hablar con la boca llena? –Dijo Kiara a modo de advertencia. Tanuka tragó y sonrió de oreja a oreja.

—¡Perdón!

*Descarado* Observó Kovu.

—Mami, él dijo que hoy íbamos a ir de pic-a-nic. –Dijo Tanuka chillando.

—¿Picnic? –Dijo Kiara volviéndose hacia Kovu, él asintió.

—En tu juego de "Caza de Papás", tengo 7 días, por lo tanto el Día 1 nos vamos de picnic.

—Mami, vamos a ir de pic-a-nic, ¿Verdad? –Dijo Tanuka.

Kiara suspiró.

—Sí, cariño, vamos a ir.

—¡YUPI! –Gritó. Con la emoción, golpeó el bol de cereales y lo tiró al suelo, la leche y los cereales se esparcieron por todas partes.

—Oh, no. –Gimió Kiara mientras levantaba a Tanuka. Su pantalón estaba lleno de leche y también goteaba algo del líquido de su pelo.

—¡UMKHULU! –Gritó Kiara.

—¿Qué pasa? –Preguntó.

—Baña a Tanuka, por favor.

Umkhulu gruñó mientras llevaba a Tanuka escaleras arriba. Kiara cogió la fregona y se puso limpiar el estropicio.

—Es difícil criar un niño tú sola. –Dijo Kovu.

—¿Me lo dices o me lo cuentas? –Le soltó Kiara.

Kiara terminó de limpiar el suelo y Tanuka apareció bajando las escaleras y sollozando.

—Lo siento, Mami.

Kiara cogió a Tanuka en brazos y le dio un beso en la mejilla.

—¡Está bien, cariño! ¡Estás emocionado! Bien, ¿A dónde quieres ir de picnic?

—¡AL PARQUE!

—Al parque, ¿Eh? Vale, vete a jugar con él, Mami va a preparar algo de comida.

Tanuka salió de los brazos de Kiara y corrió hacia Kovu. Le agarró la pernera del pantalón y alzó la vista hacia él.

—¡Hey, señor! –Dijo.

—¿Qué pasa?

—¿Cómo le llamo?

Kiara miró a los ojos a Kovu, este desvió la mirada hacia Tanuka.

—Llámame Papá, león.

Los ojos de Tanuka brillaron. Su cuerpo temblaba mientras se le acumulaban las lágrimas en los ojos.

—¿Pa-Papá? –Dijo, su voz temblaba.

Kiara abrió mucho los ojos. Iba a ir hacia Tanuka, pero Kovu lo cogió en brazos.

—¡Sí, león, Papá!

—Tengo... Tengo un Papá, ¿Igual que Patch? –Preguntó.

¿Patch? –Vocalizó Kovu.

Amigo. –Le respondió Kiara, vocalizando también mientras se iba a preparar algo de comida para el picnic. Principalmente sándwiches.

—Sí, tienes un Papá igual que Patch. –Dijo Kovu mientras lanzaba a Tanuka al aire.

Kiara suspiró. *¿Por qué dejé que Kovu dijese eso? Pude haberle dicho perfectamente a Tanuka que es un amigo, no su Padre...*

Pero en su interior, Kiara sabía que estaba mal privar a un niño de su Padre. Algo dentro de ella le permitió que se lo dijera, le permitió aceptarlo...

Algo en ella seguía... Seguía...

*¡NO!* Gritó su mente. *¡LO ODIO! ¡LO ODIO! ¡LO ODIO!* Pensó mientras tostaba el pan.

—¡WIII! –Oyó a Tanuka gritar desde el salón.

—Pero entonces...

*¡No, no más peros!* Bramó su mente. Kiara suspiró, dejando su lucha mental para otro momento...

Después de una hora y media preparando comida, Kiara se dirigió al salón y vio a su Hijo con su Padre viendo la tele. Tocó la cabeza de Tanuka y este miró hacia arriba.

—¿Sí, Mami?

—Ve a...

Kiara le dirigió una mirada a Kovu antes de volver a mirar a Tanuka.

—Ve al coche de Papá, ¡Nos vamos!

Tanuka chilló mientras Kovu le sonreía a Kiara. Kiara le puso el cinturón a Tanuka y ella se sentó en el asiento delantero con la cesta de picnic en su regazo. Se puso el cinturón mientras Kovu daba marcha atrás.

—Bien Tanuka, ¿Qué te gusta hacer? –Preguntó Kovu.

—Pelear con el Tío Kion. –Dijo Tanuka descaradamente.

—Igualito al Padre. –Murmuró Kiara mientras miraba por la ventana.

—Papá, ¿Dónde estuviste durante... –Tanuka levantó 3 dedos. —... Este tiempo?

—Estuve trabajando, pero ahora que estoy de vuelta, vamos a ser una familia. –Kovu le sonrió a su Hijo.

*Familia* Kiara resopló mentalmente. Aunque tenía que admitir que Kovu y Tanuka se llevaban bastante bien...

*¡NO-Me-Casaré-Con-Él!* Recalcó en su cerebro.

*Pero si Tanuka y él... Tengo que... Soy la Madre de Tanuka, por su felicidad, estoy dispuesta a sacrificar todo* Kiara miró a Tanuka, que estaba hablando y a Kovu, que le escuchaba. *Incluso mi propia felicidad...*

Media hora después llegaron a un parque y Kiara sacó a Tanuka del asiento trasero. Saltó del coche y miró a su alrededor. El parque era bastante grande, e incluso parecía divertido.

—Emangalisayo... –Dijo Tanuka maravillado. En ese momento, su Padre lo levantó del suelo y lo puso sobre sus hombros.

—Escoge un sitio. –Dijo Kovu. Por alguna razón, aquello era muy... Estimulante. El sólo hecho de pasar tiempo con su Hijo le calentaba el corazón, y también lo relajaba... Joder, incluso estaba feliz de que Kiara estuviera allí...

*Feliz* Pensó. *Algo que no he sido en mucho tiempo*

—¡AHÍ! –Gritó Tanuka cuando vio un banco al lado de un columpio.

—Vaya. –Bufó Kiara mientras sostenía una de las manos de Tanuka. Su otra mano estaba sobre la cabeza de Kovu.

—¡Mami! ¿Qué trajiste? –Le preguntó Tanuka a su Madre.

—Sandía, mango, sándwiches, sándwiches de mantequilla de cacahuete, y... Y... –Kiara puso una mirada dramática mientras miraba a su Hijo. —¿Y...?

—¿Y qué? –Chilló Tanuka.

—Y... Palitos de zanahoria...

—¡NOOOO! –Chilló Tanuka actuando con dramatismo.

—¿Qué tienen de malo los palitos de zanahoria? –Preguntó Kovu.

—Oh, y también traje bistec. –Dijo Kiara.

—¡BISTEC! –Gritó Tanuka dando palmadas.

—Sí, eso lo ha heredado de su Padre. –Dijo Kiara mientras ponía el mantel en la mesa de picnic y apoyaba la cesta en el suelo.

—No seas mala, Kiara. –Kovu sonrió mientras volvía a poner a Tanuka en sus hombros y corría hacia los columpios.

—¡YUPI! –Gritó Tanuka mientras agarraba la melena castaña de Kovu. —¡Más rápido! ¡MÁS RÁPIDO! ¡PAPÁ VE MÁS RÁPIDO! –Dijo Tanuka a la vez que Kovu corría hacia la mesa.

—¡Cuidado! –Dijo Kiara cuando derramaron el zumo de naranja.

—¡Lo siento, Mami! –Dijeron Kovu y Tanuka a la vez que se iban hacia los columpios. Kovu puso a Tanuka en un columpio y empezó a empujarlo. Ni el demonio podría quitar la sonrisa que apareció en sus labios. Tanuka parecía tan feliz, no es que no fuera feliz con Kopa y Kion, es que este era un tipo diferente de felicidad...

*Una felicidad Padre e Hijo* Pensó Kiara mientras sacaba tres platos, tres vasos de papel y tres servilletas.

—¡La comida está lista, chicos! –Los llamó Kiara.

—¡Vale! –Dijo Tanuka mientras Kovu paraba el columpio. Ambos corrieron hacia la mesa y se sentaron.

—¿Quién puede comer su sándwich más rápido? –Le preguntó Kovu a su Hijo.

—¡Yo! –Dijo Tanuka.

—¡No, yo! –Dijo Kovu.

Kiara sonrió.

—Sólo hay una manera de comprobarlo. En sus marcas. –Tanuka y Kovu cogieron sus sándwiches de mantequilla de cacahuete. —Listos. –Abrieron sus bocas. —¡Ya!

Empezaron a engullir sus sándwiches. Kiara les llenó sus vasos de zumo y los dejó justo a tiempo. Cogieron el zumo, se lo bebieron todo y lo dejaron en la mesa exactamente al mismo tiempo.

—¡Empate! –Dijo Kiara aplaudiendo.

—Eres bueno.

—Tú también, Papá. –Dijo Tanuka mientras Kiara les daba los tenedores.

—Y dime, ¿Tienes alguna noticia, Tanu? –Le preguntó Kiara a su Hijo.

—Mami, dentro de dos días es el día de los Padres. –Dijo Tanuka. Kiara miró a Kovu, que la miraba a los ojos.

—¿Y quieres que vayamos? –Preguntó Kovu.

Tanuka asintió.

—¡Síp!

—¿Tu profesora tiene más quejas por peleas, Tanuka? –Preguntó Kiara.

—¡Nop!

—Entonces, ¿No te peleaste con Xolani? –Kiara arqueó una ceja.

—N-Nop. –Dijo Tanuka.

—Tanu. –Le dijo Kiara en tono de advertencia.

—Vale, vale, ¡Sólo me he peleado con él dos veces este trimestre! –Dijo Tanuka.

—¿Por qué?

—Me robó mi galleta y le hizo la zancadilla a Patch.

—Para eso tienes a la profesora, Tanuka. –Dijo Kiara mientras le daba de comer.

—¿Xolani? –Preguntó Kovu.

—¡Un niño malo, Papá! ¡Su Padre trabaja para un gran... –Tanuka abrió sus brazos tanto como pudo. —... Gran edificio!

—¿De verdad? –Kovu arqueó una ceja.

—Es el Hijo de Mzingo. –Dijo Kiara mientras miraba al Padre de su Hijo.

—Mzi... Él es mi contable. –Dijo Kovu.

—¿Qué es un campable? –Preguntó Tanuka mientras le escurría zumo de sandía por la mejilla.

Kovu rio mientras le limpiaba el zumo de la mejilla.

—Un Hombre que hace cálculos por mí.

—¿No sabes matemáticas? –Preguntó Tanuka con un jadeo. —¡Yo sí! ¡Sé que 1 + 1 son 2, y que 2 + 2 son 4!

Kovu abrió los ojos un poco haciéndose el sorprendido.

—¡Eres muy listo! Yo le pago dinero a ese Hombre para que haga cálculos por mí.

—¡Yo puedo hacerlo por ti, Papi!

Kiara contuvo la risa. ¡Su Hijo era todo un personaje!

—Entonces, ¿Xolani es el Hijo de Mzingo? –Le preguntó Kovu a Kiara. Kiara asintió.

—¡Se cree que es el mejor porque su Padre sabe de matemáticas! –Gruñó Tanuka.

—Entonces, tú eres mejor que Xolani. –Dijo Kovu.

—¡Xolani! –Jadeó Kiara. —¡Eso no se le dice a un niño de su edad!

—¡Pero es verdad! ¡El Padre de Tanuka es el jefe de Mzingo!

Tanuka puso los ojos como platos.

—¿Tú eres el jefe del Papá de Xolani?

Kovu asintió mientras miraba a Kiara, que suspiró.

—Cariño, por favor, no empieces a darle órdenes a Xolani. –Dijo mientras le tendía una piruleta.

—¿Por qué no? –Preguntó Tanuka.

—Porque es malo, cariño, no querrás que te expulsen, ¿Verdad? – Kiara frunció el ceño. Tanuka jadeó mientras agarraba la piruleta.

—No.

—Entonces no le des órdenes a Xolani, y, por favor, no le digas a nadie que Papá es el jefe del Padre de Xolani.

—¿Por qué? –Preguntó Tanuka.

—Será una sorpresa para el Día de los Padres. –Dijo Kiara mientras le lanzaba una mirada a Kovu, este frunció el ceño.

—¿We wewdad? –Preguntó Tanuka.

Kiara asintió.

—Sí, ahora, acábate tus trozos de sandía, cariño.

Tanuka asintió mientras empezaba a engullirlos. Miró fijamente a sus Padres, que comían en silencio.

—Mami, ¿A dónde vamos a ir mañana?

Kiara se tocó la mejilla.

—Cómo Papá planeó lo de hoy, ahora me toca a mí, así qué... ¿Vamos a la piscina mañana? –Preguntó Kiara.

—Tanuka, ¿Cuándo es tu cumpleaños? –Le preguntó Kovu a su Hijo.

—¿No lo sabes, Papá? –Preguntó Tanuka.

—¡Claro que sí! –Dijo Kovu, pareciendo sorprendido. —¡Sólo quiero saber si lo sabes!

—Oh, ¡Lo sé! Mi cumpleaños es el 25 de diciembre, ¡En Navidad! –Dijo Tanuka dando palmadas.

—Entonces, ¿Tienes regalos extra? –Kovu alzó una ceja.

—Tanuka, no vale. –Le dijo Kiara en tono de advertencia. Tanuka suspiró.

—Vale, vale.

Kovu se rio.

—Y bien, león, ¿Cuándo es tu cumpleaños?

—El 7 de diciembre. –Dijo Tanuka.

—¡Así que sigues teniendo regalos extra! –Gimió Kovu. —¡No es justo!

—Ahora tengo que cuidar a dos niños. –Kiara negó con la cabeza.

—¿Cuándo es tu cumpleaños, Papi? –Preguntó Tanuka.

—El 3 de Enero. –Dijo Kovu mientras comía un trozo de mango.

—Y el de Mami es el 3 de Octubre.

—Sí, Mami nació en el mes de Halloween. –Dijo Kiara tenebrosamente.

—La Hija del Demonio. –Sonrió Kovu.

—¡Cállate, desterrado! –Kiara le lanzó un vaso. Kovu lo cogió y lo estrujó en su mano.

—¿Desterrado?

Kiara le lanzó una frambuesa antes de recoger todas sus cosas otra vez.

—Mami es mala. –Comentó Kovu.

—¡Oye!

—¡No, Mami es buena! –Dijo Tanuka mientras abrazaba a su Madre.

—¡Oh, cariño! –Kiara lo cogió y lo puso en su cadera. Después siguió recogiendo.

—¿Y ahora qué, Papá?

—¿Qué quieres hacer?

—Quiero... Quiero...

Kiara gimió.

—Oh, Tanu, por favor.

—¡Quiero ir al parque de atracciones!

—¿Al parque de atracciones? Me temo que ya es muy tarde, niño. –Dijo Kovu mirando el reloj. Sólo era mediodía, pero tenía otros planes para el resto del día.

—¿Entonces cuándo?

—¿Qué tal después del Día de los Padres? –Le preguntó Kiara a su Hijo.

—¡Vale! Pero, ¿Y ahora qué?

Kovu sonrió.

—Es una sorpresa...

—¿Adónde vamos? –Preguntó Kiara mientras metía a su Hijo en el coche.

—A mi casa.

—¿Qué? ¿Nuka, Zira y Scar quieren ver a Tanuka? –Preguntó Kiara.

—Así es.

Kiara gimió.

—Dios, ¿Por qué sé que voy a odiar esto?

—Mami, ¿Cuándo te vas? –Le preguntó Tanuka a su Madre.

—Mañana, cariño, ¡Pero estaré contigo todos los días de la semana gracias a nuestro juego de Caza de Papás!

—¿Pero no hemos encontrado a mi Papá?

—Sí, ¡Pero si es un Papá malo, entonces lo tiraremos al lago!

—¿DE VERDAD? –Aplaudió Tanuka.

—¡Hey! –Bramó Kovu. Kiara y Tanuka rieron mientras conducía hacia la mansión Vimbela. Tanuka observó con admiración cómo se abrían las puertas. Kiara se acordaba de esto de hacía 4 años y no le sorprendió.

—¿Cómo está la habitación? –Le preguntó Kiara a Kovu.

—Nunca la he tocado. –Respondió Kovu mientras aparcaba su coche y sacaba a su Hijo del mismo. Caminaron hacia la entrada principal y el mayordomo, Zazú, abrió la puerta.

—Maestro Kovu. –Los ojos de Zazú se abrieron cómo platos al ver a Kiara. —¿Señorita Kiara?

—Hola, Zazú. –Dijo Kiara mientras entraban los tres.

—¿Quién es el Hombre pájaro, Mami? –Preguntó Tanuka mientras se sentaba en los hombros de Kovu.

Kiara resopló.

—Hombre pájaro... Yo solía llamarlo así.

Kovu se rio.

—Ese es el amigo de tu Tío.

—¿Tío? ¿Tengo otro tío? –Preguntó Tanuka.

—Sí. –Kiara se rio. —El Tío Rocky.

—¿Rocky? –Preguntó Tanuka confundido.

—Se llama Nuka, pero a Mamá le gusta llamarle Rocky. –Explicó Kovu.

—Rocky...

—Y tienes una Tía que se llama Dotty. –Dijo Kovu.

—Y un Primo, Methuu, tiene dos años más que tú. –Dijo Kiara recordando que Methuu sólo tenía 2 años cuando se quedó embarazada de Tanuka.

—Kovu, ¿Eres tú? –Oyeron una fuerte voz.

—Y tienes a la Abuela Iza Zira y al Abuelo Scar. –Dijo Kiara en voz baja mientras Zira entraba en el salón.

—Kov... ¿Kiara? –Zira respiró cuando vio a la chica que había adorado desde siempre delante de ella.

—Hola. –Kiara hizo una reverencia.

—¡Oh, cariño! –Gritó Zira mientras abrazaba a Kiara. Kiara le devolvió el abrazo y vio entrar a Scar.

—Señor. –Saludó Kiara sonriendo.

—Descanse, Unmdeni. –Dijo Scar sonriendo. Kiara lo abrazó también mientras él le frotaba la espalda.

—¡MAMI! ¡QUIERO ABRAZOS! –Dijo Tanuka desde encima de la cabeza de Kovu.

—Los tendrás, león. –Le dijo Kovu a su Hijo. —Mamá, Papá, este es Tanuka, Tanuka, ellos son tus Abuelos.

Zira puso los ojos como platos al ver a su segundo Nieto. Miró a Kiara, que asintió.

—¿De lo de hace cuatro años? –Preguntó Zira. Kiara asintió mientras Zira caminaba hacia Tanuka. Kovu lo bajó para que Zira pudiera abrazarlo.

—Tienes el pelo más corto que Nana. –Dijo Tanuka. —¿Puedo llamarte Abuelita?

Zira asintió con los ojos inundados en lágrimas. Tanuka miró a Scar y frunció el ceño.

—Eres... Grande.

Kiara se rio.

—Yo dije lo mismo hace 4 años.

Scar se rio mientras cogía en brazos a su segundo Nieto.

—Puedes llamarme abuelito.

—¿Abelito? –Dijo Tanuka.

Se rieron y Scar sonrió.

—Abelito también vale.

—¿Dónde están Nuka, Dotty y Methuu? –Preguntó Kiara.

—Salieron. –Dijo Zira mientras volvía a abrazar a Kiara. —¿Aceptaste casarte con Kovu?

—Oh, ¿O sea que esto estaba planeado? –Preguntó Kiara arqueando una ceja.

Kovu se rascó la nuca riendo.

—Bueno, estamos pasando una semana juntos antes de que me responda. –Dijo Kovu.

—Más que eso, Tanuka está enamorado de él. –Murmuró Kiara.

Zira se rio.

—Ya veo, entonces, ¿Qué quiere el monstruito?

—Oh, no.. –Gimió Kiara mientras ponía los ojos en blanco.

—¡BISTEC!

Continuará...
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