Capítulo 1
¡ADVERTENCIA!
Esta historia no es mía, créditos a su respectivo autor.
@Wolf Blossom es la creadora de esta historia, ella me ha dado su permiso para traducirla y publicarla.
También aclaro que la historia está corregida y adaptada por mí, y algunas partes modificadas. La descripción de la historia es de la escritora original y el prólogo de mi completa autoría. El resto de la historia, menos el epílogo, son de @Wolf Blossom, por favor, todos los créditos a ella.
Y Para los que hayan leído ya la versión Inukag de esta historia sabrán que algunas expresiones las dicen en Japonés, pues bien, en esta adaptación no están en Japón sino en Sudáfrica, y las palabras "Sensei" "Onē-Chan" "Kun" "Chan" etc... Serán sustituidas por honoríficos en Zulú que vienen significando lo mismo en Japonés.
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Capítulo 1: ¿Qué Tal Algo De Diversión?
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—Y así es cómo ha afectado Nobunaga a las clases de la Era Moderna en Japón.
—Umfundisiu-Umndeni, ¿Qué hay del príncipe león que huyó de su reino después de la muerte de su padre, el Rey? –Dijo un niño.
—Bueno, Fluffly, el Príncipe Kimba fue llevado a un barranco por su Tío, Taka. Este, mediante engaños, lo guió a una trampa mortal. Cuando las hienas, un grupo de maleantes liderados por Taka, atacó a una manada de Ñus, dieron lugar a una gran estampida. Kimba, que esperaba a su Tío en el barranco, sintió el suelo temblar, cuando llevó su mirada atrás, la manada de Ñus desenfrenados se hizo presente. Cuando Taka fue a avisar a Ahadi (El rey león y Padre de Kimba) sobre la estampida y que Kimba estaba en peligro (Todo esto con falsa preocupación) el Rey fue en su ayuda. Ahadi, con mucha dificultad, logró que Kimba estuviera a salvo. Cuando el Rey iba a salir del barranco, su Hermano, Taka, lo retuvo en la cima de un acantilado, y cuando el Rey le suplicó ayuda, Taka le susurró al odio "Larga vida al Rey" y después lo tiró al vacío, matándolo. No se sabe lo que pasó realmente, pero la historia dice que, cuando Kimba lo vio muerto, Taka se acercó a él para hacerlo sentir culpable por la muerte de su Padre, le dijo que huyera y que nunca regresara.
Kiara Umndeni, una profesora de quinto de primaria, estaba dando su clase, una lección de historia. Con 23 años y soltera, Kiara ama a los niños, pero prefiere a los que son tan maduros como para seguir las reglas y ser responsables. Enseña en la Lion School, y se especializa en Historia y cacería.
—¡Umfundisiu-Umndeni! –Una niña levantó la mano.
—¿Sí, Sabini?
—Una vez leí que Taka mandó a las hienas a matar a Kimba, pero que no lo lograron, así que lo dejaron escapar y no le dijeron nada a Taka. También se dice que, después de informarle a la Reina Uru la muerte de Ahadi y de Kimba, se hizo con el Reino y dictó con crueldad. Pero por otro lado estaba Kimba, el cual, después de escapar de las hienas, pasó días caminando por el desierto hasta que se desmayó. Fue ahí donde Tima y Púa (Quienes se hicieron cargo del niño durante varios años) lo encontraron.
Kiara asintió.
—Sí, Sabini, esos son hechos auténticos. Kimba pasó lo que quedaba de su niñez y su adolescencia con Tima y Púa, quienes le enseñaron una mítica frase "Hakuna Matata". Años más tarde Kimba se encontró con su amiga de la infancia, Laiya, esta le dijo lo mal que estaba el Reino desde que su Tío Taka estaba al poder. Kimba en un principio se negó a ser Rey cuando Laiya se lo propuso, pero finalmente se decidió y enfrentó a Taka. Durante la batalla, Taka confesó ser él el causante de la muerte de Ahadi. Finalmente, el ganador de ese encuentro fue Kimba, quien de inmediato se convirtió en el nuevo Rey León. Sin embargo, todas estas son leyendas, y todo esto pasó, más o menos, en la época de la antigua Grecia. No se sabe con seguridad.
Kiara miró el reloj.
—Bien, de tarea, quiero que leáis los capítulos 5 y 6, y que me resumáis las ideas principales.
Sonó el timbre y se acabó la clase, era hora de irse a casa.
Kiara cogió las llaves de su coche, agarró su bolso, y cerró la puerta después de que salieran todos los niños. Ese día no tenía que corregir porque era día de evaluación. Revisó cada capítulo de su novela, El Rey León, y guardó los papeles que ya había marcado. Ese día tocaba divertirse... Y, además, ¡Era viernes!
Kiara caminó hacia su pequeño Escarabajo Amarillo y entró en él. Encendió el coche y se dirigió hacia el apartamento que compartía con su mejor amiga, Vitani.
Vitani Abadingisiwe, enfermera. Vitani y Kiara tenían un gato cada una, dos en total. Se llamaban Lune y Lukio. Lune era gordo, y Lukio era un gato muy revoltoso.
Vitani había mencionado algo sobre una reunión en donde se juntarían todos sus amigos del Instituto. Kiara se había olvidado completamente de por qué se celebraba.
Su móvil sonó y lo cogió. Era su Hermano pequeño de 17 años, Kion.
—Hey, Kion, ¿Qué pasa? –Le preguntó Kiara a su Hermano.
—¡𝑨𝒀𝑼́𝑫𝑨! –𝑪𝒉𝒊𝒍𝒍𝒐́ 𝑲𝒊𝒐𝒏. 𝑬𝒏 𝒆𝒍 𝒊𝒏𝒔𝒕𝒊𝒕𝒖𝒕𝒐 𝒅𝒆 𝑲𝒊𝒐𝒏 𝒔𝒆 𝒔𝒂𝒍𝒊́𝒂 𝒂𝒏𝒕𝒆𝒔 𝒒𝒖𝒆 𝒆𝒏 𝒆𝒍 𝒄𝒐𝒍𝒆𝒈𝒊𝒐 𝒆𝒏 𝒆𝒍 𝒒𝒖𝒆 𝒕𝒓𝒂𝒃𝒂𝒋𝒂𝒃𝒂 𝑲𝒊𝒂𝒓𝒂, 𝒅𝒆 𝒎𝒐𝒅𝒐 𝒒𝒖𝒆 𝒆𝒔𝒕𝒂𝒃𝒂 𝒆𝒏 𝒄𝒂𝒔𝒂 𝒉𝒂𝒄𝒊𝒆𝒏𝒅𝒐 𝒍𝒂 𝒕𝒂𝒓𝒆𝒂.
—¿Con qué?
—𝑻𝒂𝒓𝒆𝒂. ¡𝑳𝒂 𝒕𝒂𝒓𝒆𝒂 𝒅𝒆 𝒉𝒊𝒔𝒕𝒐𝒓𝒊𝒂, 𝑼𝒔𝒊𝒔𝒊!
—Vale, Kion, ¿Qué es?
—𝑩𝒊𝒆𝒏, 𝒂𝒒𝒖𝒊́ 𝒅𝒊𝒄𝒆 𝒒𝒖𝒆, 𝒆𝒏 𝒆𝒍 𝒂𝒏̃𝒐 540 𝑨.𝑪, 𝑻𝒂𝒌𝒂, 𝒆𝒍 𝑯𝒆𝒓𝒎𝒂𝒏𝒐 𝒅𝒆𝒍 𝑹𝒆𝒚 𝑨𝒉𝒂𝒅𝒊, 𝒔𝒆 𝒂𝒖𝒕𝒐 𝒑𝒓𝒐𝒄𝒍𝒂𝒎𝒐́ 𝑹𝒆𝒚 𝒅𝒆𝒔𝒑𝒖𝒆́𝒔 𝒅𝒆 𝒎𝒂𝒕𝒂𝒓 𝒂 𝒔𝒖 𝑯𝒆𝒓𝒎𝒂𝒏𝒐 𝒚 𝒉𝒂𝒄𝒆𝒓 𝒒𝒖𝒆 𝑲𝒊𝒎𝒃𝒂 𝒉𝒖𝒚𝒆𝒓𝒂 𝒅𝒆𝒍 𝑹𝒆𝒊𝒏𝒐. 𝑨𝒏̃𝒐𝒔 𝒅𝒆𝒔𝒑𝒖𝒆́𝒔, 𝒆𝒍 𝑷𝒓𝒊́𝒏𝒄𝒊𝒑𝒆 𝒓𝒆𝒈𝒓𝒆𝒔𝒂 𝒚 𝒍𝒖𝒄𝒉𝒂 𝒄𝒐𝒏𝒕𝒓𝒂 𝑻𝒂𝒌𝒂 𝒑𝒐𝒓 𝒆𝒍 𝒕𝒓𝒐𝒏𝒐, 𝒍𝒐 𝒗𝒆𝒏𝒄𝒆 𝒚 𝒔𝒆 𝒄𝒐𝒏𝒗𝒊𝒆𝒓𝒕𝒆 𝒆𝒏 𝑹𝒆𝒚. 𝑵𝒆𝒄𝒆𝒔𝒊𝒕𝒐 𝒕𝒓𝒆𝒔 𝒓𝒂𝒛𝒐𝒏𝒆𝒔 𝒑𝒐𝒓 𝒍𝒂𝒔 𝒄𝒖𝒂𝒍𝒆𝒔 𝑲𝒊𝒎𝒃𝒂 𝒅𝒆𝒄𝒊𝒅𝒊𝒐́ 𝒔𝒆𝒓 𝑹𝒆𝒚 𝒚, 𝒐𝒕𝒓𝒂𝒔 𝒕𝒓𝒆𝒔 𝒑𝒐𝒓 𝒍𝒂𝒔 𝒄𝒖𝒂𝒍𝒆𝒔 𝒇𝒖𝒆 𝒃𝒖𝒆𝒏𝒐 𝒒𝒖𝒆 𝒅𝒆𝒔𝒕𝒓𝒐𝒏𝒂𝒓𝒂𝒏 𝒂 𝑻𝒂𝒌𝒂. 𝑵𝒆𝒄𝒆𝒔𝒊𝒕𝒐 𝒉𝒆𝒄𝒉𝒐𝒔 𝒉𝒊𝒔𝒕𝒐́𝒓𝒊𝒄𝒐𝒔, 𝒚 𝒏𝒆𝒄𝒆𝒔𝒊𝒕𝒐 𝒉𝒆𝒄𝒉𝒐𝒔, 𝒏𝒐 𝒐𝒑𝒊𝒏𝒊𝒐𝒏𝒆𝒔.
—Vale, justo estuve hablando de esto en mi clase, ¿En serio eres tan tonto, Kion?
—𝑺𝒊́, 𝒂𝒉𝒐𝒓𝒂 𝒂𝒚𝒖́𝒅𝒂𝒎𝒆... 𝑷𝒐𝒓 𝒇𝒂𝒗𝒐𝒓, ¿𝑼𝒔𝒊𝒔𝒊?
Kiara suspiró.
—De acuerdo, pero así no vas a aprender nada.
—𝑯𝒆𝒚, 𝒎𝒊 𝑯𝒆𝒓𝒎𝒂𝒏𝒂 𝒆𝒔 𝒑𝒓𝒐𝒇𝒆𝒔𝒐𝒓𝒂 𝒅𝒆 𝒉𝒊𝒔𝒕𝒐𝒓𝒊𝒂, ¿𝑸𝒖𝒊𝒆́𝒏 𝒏𝒆𝒄𝒆𝒔𝒊𝒕𝒂 𝒔𝒂𝒃𝒆𝒓 𝒆𝒔𝒕𝒂𝒔 𝒄𝒐𝒔𝒂𝒔?
—Cuando Laiya le dijo que él era el único y verdadero Rey, Kimba sintió miedo del pasado. Fue Rikei (El viejo mono sabio) quién le incitó a ver quién era él realmente.
—𝑽𝒂𝒍𝒆, 𝒆𝒔𝒑𝒆𝒓𝒂, 𝒅𝒆́𝒋𝒂𝒎𝒆 𝒆𝒔𝒄𝒓𝒊𝒃𝒊𝒓 𝒆𝒔𝒐. –𝑴𝒖𝒓𝒎𝒖𝒓𝒐́ 𝑲𝒊𝒐𝒏 𝒎𝒊𝒆𝒏𝒕𝒓𝒂𝒔 𝒍𝒐 𝒆𝒔𝒄𝒓𝒊𝒃𝒊́𝒂. —𝑩𝒊𝒆𝒏, ¿𝑸𝒖𝒆́ 𝒎𝒂́𝒔?
—Rikei le incitó, pero fue la aparición de Ahadi quién le dio la suficiente confianza.
—𝑩𝒊𝒆𝒏, 𝒔𝒖𝒇𝒊𝒄𝒊𝒆𝒏𝒕𝒆 𝒄𝒐𝒏𝒇𝒊𝒂𝒏𝒛𝒂, ¿𝒀 𝒑𝒐𝒓 𝒖́𝒍𝒕𝒊𝒎𝒐?
—Por último, las palabras de aliento de Laiya.
—𝑬𝒔𝒐 𝒆𝒓𝒂 𝒑𝒐𝒓 𝒆𝒔𝒕𝒂𝒓 𝒆𝒏𝒂𝒎𝒐𝒓𝒂𝒅𝒐, ¿𝑵𝒐?
—Síp...
—𝑩𝒊𝒆𝒏, 𝒐 𝒔𝒆𝒂, 𝒒𝒖𝒆 𝒕𝒆𝒏𝒈𝒐 𝒕𝒓𝒆𝒔 𝒓𝒂𝒛𝒐𝒏𝒆𝒔 𝒑𝒐𝒓 𝒍𝒂𝒔 𝒄𝒖𝒂𝒍𝒆𝒔 𝒅𝒆𝒄𝒊𝒅𝒊𝒐́ 𝒔𝒆𝒓 𝑹𝒆𝒚. ¿𝑫𝒆 𝒅𝒐́𝒏𝒅𝒆 𝒔𝒂𝒄𝒂𝒔 𝒆𝒔𝒕𝒂 𝒊𝒏𝒇𝒐𝒓𝒎𝒂𝒄𝒊𝒐́𝒏, 𝑲𝒊𝒌𝒊?
—Mira tu libro de texto, Kion, está todo ahí.
—𝑺𝒊́, 𝒍𝒐 𝒉𝒂𝒓𝒆́ 𝒎𝒂́𝒔 𝒕𝒂𝒓𝒅𝒆. 𝑫𝒊𝒎𝒆 𝒕𝒓𝒆𝒔 𝒄𝒐𝒔𝒂𝒔 𝒑𝒐𝒓 𝒍𝒐 𝒄𝒖𝒂𝒍 𝒇𝒖𝒆 𝒃𝒖𝒆𝒏𝒐 𝒅𝒆𝒔𝒕𝒓𝒐𝒏𝒂𝒓 𝒂 𝑻𝒂𝒌𝒂.
—Desterraron a las hienas, los animales volvieron a los dominios del Clan, y la comida ya no escaseaba. –Dijo Kiara.
—𝑮𝒓𝒂𝒄𝒊𝒂𝒔, 𝑼𝒔𝒊𝒔𝒊.
—No te estás volviendo más inteligente, Kion.
—𝒀𝒂, 𝒑𝒆𝒓𝒐 𝒔𝒊́ 𝒔𝒐𝒚 𝒎𝒂́𝒔 𝒓𝒂́𝒑𝒊𝒅𝒐. 𝑬𝒔𝒕𝒐𝒚 𝒆𝒏 𝒆𝒍 𝒆𝒒𝒖𝒊𝒑𝒐 𝒅𝒆 𝒇𝒖́𝒕𝒃𝒐𝒍, ¿𝑹𝒆𝒄𝒖𝒆𝒓𝒅𝒂𝒔?
—Cierto. ¿Cómo está Mamá?
—𝑩𝒊𝒆𝒏, 𝑼𝒎𝒌𝒉𝒖𝒍𝒖 𝒔𝒊𝒆𝒎𝒑𝒓𝒆 𝒆𝒔𝒕𝒂́ 𝒓𝒆𝒄𝒍𝒂𝒎𝒂𝒏𝒅𝒐 𝒒𝒖𝒆 𝒆𝒓𝒆𝒔 𝒊𝒏𝒅𝒊𝒈𝒏𝒂, 𝒚 𝒒𝒖𝒆 𝒒𝒖𝒊𝒆𝒓𝒆 𝒖𝒏 𝑩𝒊𝒔𝒏𝒊𝒆𝒕𝒐.
—Umkhulu está viejo, no sabe lo que dice.
Kion se rio.
—𝑽𝒂𝒍𝒆, 𝒂𝒅𝒊𝒐́𝒔, 𝑼𝒔𝒊𝒔𝒊.
—Adiós, Kion.
Kiara apagó su móvil y dobló la esquina para llegar al edificio. Vio el coche de Vitani aparcado y supo que estaba en casa preparándose para la fiesta.
Cerró el coche y entró al portal. Pulsó el botón del ascensor, que silbó cuando llegó. Kiara subió al doceavo piso y se dirigió a su puerta. La abrió y olió el dulce aroma del café.
—¡Vitani, ya estoy en casa! –La llamó mientras se sacaba los zapatos y ponía su bolso en la mesa.
—¡Hola, Kiki! Ayúdame a sacar los fideos del horno.
Kiara y Vitani sacaron el pastel de fideos del horno y lo pusieron en la encimera.
—¿Todo esto es para la reunión de esta noche?
—Sípi. –Dijo Vitani mientras cubría el pastel de fideos con plástico transparente.
—¿Quién viene?
—Jasiri, Zuri, Tiifu, Azzad, Bunga, Kopa, Ono, Beshte, Fuli, y unos cuantos más. –Dijo Vitani.
—Aja, déjame adivinar, ¿Kovu también viene? –Gimió Kiara.
Desde que Kiara entró al instituto, siempre estaba el gran y poderoso Kovu Vimbela en todos lados. Era el mejor en todo. Había empezado el colegio con un año de retraso, así que estaba en todas las clases de Kiara. Era un coqueto, un embaucador, un gran presuntuoso... Y también era rico.
Todo lo que Kiara detestaba.
—Bueno, es que Kovu es amigo de Kopa. –Dijo Vitani lentamente.
—De repente me han dado ganas de ir a ver a Kion, a Mamá y a Umkhulu cuando empiece la fiesta.
—¡No, no puedes, U- Kiki Omncane! La fiesta no será divertida sin ti.
—Y yo no me divertiré si Kovu viene. –Soltó Kiara mientras ponía el pastel de fideos en la esquina de la encimera.
—¡Pero sin el león tampoco será divertido!
Kiara suspiró.
—Mientras yo no hable con él y él no hable conmigo, todo estará bien.
—¡Toma ya!
Kiara sacó la tarta de manzana de la nevera y Vitani sacó los camarones fritos y el arroz de las potas.
—¿Y qué vamos hacer?
—Vamos a jugar a "Te desafío" –Respondió Vitani.
—¿A qué?
—Te desafío. En lugar de Verdad o Reto, es Te desafío.
—¿Y cómo son las reglas?
—Si te niegas, te acuestas con la persona que te ha retado, si aceptas, tienes que hacer lo que sea que él te ordene, sino, te acuestas con esa persona. –Vitani se rio.
—¡¿QUÉ?!
—Vamos, Kiara, todos somos adultos maduros, podemos hacer cualquier desafío que nos pongan.
—¡¿Pero acostarse con ellos?! ¡Sabes que Azaad y yo no nos soportamos! –Le gritó Kiara a su mejor amiga.
—Kiara, cálmate.
Kiara respiró hondo cinco veces antes de volverse hacia su amiga.
—¿Y si una chica desafía a otra?
—Eso, mi querida amiga, ya lo he resuelto.
—¿Cómo?
Vitani sacó doce cartas que tenían sus nombres escritos. La carta rosa para las chicas y la azul para los chicos.
—Hacemos rodar una botella y, pongamos que la botella se para en Kopa, él coge una carta rosa y, quién quiera que sea la chica, es desafiada. Esta regla sólo se rompería si en el grupo hubiera alguien homosexual o bisexual, pero ese no es nuestro caso, así qué...
Kiara sonrió.
—Eso es muy inteligente por tu parte, Vitani.
—¿A qué sí?
Vitani empezó a cocinar mientras Kiara arreglaba el salón echando un poco de ambientador, tirando la basura y ordenando la casa.
—¿Y por qué nos reunimos de todos modos? –Preguntó Kiara.
—¿No sabes de que va?
—Me lo dijiste ayer, así que no tengo ni idea de por qué hacemos esto.
—No hemos visto a la mitad de los chicos, como a Ono, Bunga, Beshte, Zuri, Jasiri y Tiifu desde el Instituto.
—Es por eso que tenemos reuniones.
—Pero esto será más divertido. –Vitani sonrió mientras se sacaba los guantes de cocina.
—Voy a odiarte mucho, ¿Verdad? –Preguntó Kiara.
—Sí, sí lo harás. –Sonrió Vitani.
—Sí, me lo imaginaba.
Justo en ese momento tocaron a la puerta. Eran Azaad Ingulule, Fuli Cheetha, Zuri Siklus y Jasiri Impisi.
—¡Hola, chicos! ¡Pasad! –Dijo Vitani mientras Kiara los abrazaba a todos.
—A ustedes dos no las veo desde hace mil años. –Dijo Kiara mirando a Zuri y a Jasiri.
—¡Venga ya! Sólo han pasado cinco años.
—Cinco años es mucho tiempo. –Apuntó Vitani mientras la abrazaban Azaad y Fuli.
Fuli estaba loquita por Azaad, pero él estaba tan centrado en sí mismo que ni cuenta se daba. Kiara se había propuesto juntar a esos dos.
Dos minutos más tarde llegaron Kopa Umjikelezo, Kovu Vimbela, Beshte Imvubu, Ono UHeron y Bunga Honey Badger. Kiara les dio un "Hola" a cuatro de los cinco chicos. Kovu no le dio importancia. Le hizo un asentimiento a cada uno, menos a la Sra. Kiara Sabelotodo.
Tiifu Kudde llegó cinco minutos más tarde y Kiara la saludó. Picaron algo antes de que Vitani fuese a por una botella vacía y a por sus doce cartas.
—Bien, ¿Qué tal algo de diversión?
Continuará...
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