5-Bianca

5-BIANCA

Siento el reconfortante calor del edredón. Me doy la vuelta y hundo la cara en la agradable almohada. «Que bien huele» pienso, «huele a...». La imagen de una sonrisa con unos bonitos hoyuelos me viene a la mente. Miro al otro lado de la cama pero está vacío. Algo atontada todavía por el sueño retiro el edredón. Estoy vestida con la ropa de ayer, eso quiere decir que al final no ha pasado nada entre Lucas y yo.

Voy hasta el salón donde me encuentro a Lucas durmiendo con una manta. «Al final va a ser un engreído gilipollas caballeroso» pienso con una sonrisa soñolienta.

He dormido como no he dormido en toda la semana. Se me escapa un bostezo mientras paso la vista por la estancia iluminada por la luz que entra a través de las cortinas. Lucas tiene una casa bonita, y ordenada. Mi casa parece una leonera en comparación. Medito un rato si debo hacer o no lo que me acaba de pasar por la mente. Pero tengo curiosidad después de ver la reacción de Lucas cuando vi sus películas. Intentó disimularlo con esa pose de chulo, pero sé que no le hizo gracia y eso... ha hecho que tenga más curiosidad por saber de él. Me muerdo el labio inferior con indecisión hasta que compruebo que Lucas duerme para acercarme de forma sigilosa a su estantería.

Aparte de una increíble colección de películas en DVD también tiene muchos libros. Casi todas son novelas policiacas. Reviso los títulos aunque la gran mayoría no los conozco, no es el género que más me llame la atención, así que paso a los CDs de música. Tiene muchos, sobre todo de rock español. Me quedo maravillada viendo la estantería. «Este chico se ha quedado en otra generación» pienso al ver la torre de CDs. ¿Quién sigue teniendo ahora CDs, DVDs o libros de papel teniendo la posibilidad de guardar todo en un disco duro? Pero eso sólo hace que me entre más curiosidad por conocer a ese chico guapo aficionado a las películas de acción y a la música rock. Miro hacia atrás y observo el rostro dormido de Lucas, se me escapa una sonrisa involuntaria antes de continuar con la música. Mi mano se detiene al ver el título de Santana. Sin poder evitarlo lo saco para ver las canciones. Al hacerlo uno de los CDs se mueve dando un pequeño golpe a otro. El ruido me deja inmóvil. Cuando tengo valor miro hacia atrás para comprobar que Lucas sigue dormido. Un suspiro de alivio me sale cuando confirmo que es así.

Sigo buscando en la carátula hasta que doy con la canción. Me vuelvo a morder el labio al sentir unas ganas enormes de escucharla. Busco a mi alrededor algún reproductor mientras en mi cabeza ya está sonando la canción y mi cuerpo se mueve al son de esa melodía que sólo oigo yo. Mis ojos se posan en el escritorio que hay junto a la ventana. «Seguro que allí encuentro algo con qué poder escucharla» pienso dirigiéndome a él mientras muevo las caderas. Cuando llego al escritorio abro con sigilo los cajones totalmente abstraída en escuchar esa canción que me pide el cuerpo. En el primero me encuentro un blog de notas, varios bolis, unas tarjetas de trabajo y... ¡unos cascos de música! La cara se me ilumina al verlos y los cojo para llevármelos junto al reproductor de DVD que he visto al lado de la televisión. Pero algo en el fondo del cajón me llama la atención. Lo abro un poco más y un grito se me queda helado en la garganta al ver claramente qué es. El corazón se me acelera cuando mis dedos rozan el frío metal de la pistola para comprobar que es de verdad. Cojo una de las tarjetas y leo:

Lucas González Detective Privado.

¡¿Detective privado?! ¡No fastidies! Me tapo la boca con las manos para evitar que se escuche mi risa. Levanto la vista hacia Lucas que sigue igual. Dudo entre si eso le hace más sexy o le convierte en un tío raro. Todavía con una sonrisa divertida en la cara cojo el blog de notas. En cuanto leo las notas la sangre se me hiela y la sonrisa me desaparece. La hoja está llena de información sobre mí: mi nombre, mi DNI, mi número de teléfono, mis horarios de trabajo... Incluso viene la dirección de mis padres. Paso de forma automática la hoja y son los datos de un tal Carlos Domínguez. El nombre me recuerda algo de ayer y empiezo a sentir que todo está enlazado. Pero me faltan datos, tengo que saber qué está pasando. Y sólo lo voy a saber si hago una cosa.

Con sigilo voy hasta donde están mis cosas y las cojo con cuidado. Antes de dirigirme a la puerta me vuelvo para mirar a Lucas una última vez. Siento una punzada de dolor en el pecho al sentirme traicionada. Era demasiado bonito para ser real. 

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En multimedia dejo la canción de Santana (Corazón Espinado) que escucha en su cabeza Bianca XD 

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