32- LUCAS

Estoy en la comisaría tomándome el cuarto café sin poder hacer nada. ¡¡Nada!! El cabrón de Gutierrez no me ha dejado participar en el rescate porque no soy policía. ¡¡Joder!!

Me paso la mano por el pelo intentando contener los nervios cuando veo llegar a Luis con el resto del equipo. Me incorporo de un brinco y me acerco a él. Están riendo y bromeando, eso hace que me anime. Parece que el rescate ha salido bien.

—¿Dónde está Bianca? —pregunto ansioso por verla. Luis aparta la vista y eso me hace recorrer la vista por el resto de los compañeros que también desvían sus miradas. Ahí es cuando me doy cuenta de otra cosa—. ¿Y Andrés? —Las alarmas suenan en mi cabeza—. ¿Qué ha pasado?

Luis por fin alza la vista y después de unos segundos me comenta:

—Dispararon a la chica. Andrés se fue con ella al hospital para saber cual es el diagnóstico.

Las palabras de Luis caen en mí como si fuesen una losa. Bianca no puede estar herida. A ella no le puede pasar nada. Siento cómo mis piernas pierden fuerza. Miro desorientado a los lados, hasta que al final me siento en los bancos que hay en la entrada de comisaría. Nada de aquello debería de haber pasado. Ella no se merecía nada de esto. Llevo mis manos a la cabeza desesperado. Me tiembla el cuerpo. La figura de Luis aparece frente a mí.

—Si te sirve de ayuda, la chica estaba bien a pesar del disparo. Se desmayó después. —Le observo sin decir nada hasta que por fin reacciono y me levanto de golpe.

—¿En que hospital está? —pregunto cogiendo mi chaqueta y mi casco que están en uno de los bancos.

—En el Gregorio Marañón.

—Gracias —digo saliendo a toda prisa de la comisaría.