Capítulo 02

—Tranquila, mantén la calma y no vayas a decir ninguno de tus chistes "Toc-toc"—asiente y suspira.

—Sarah...—me llama mi amiga Mack.

—Dime Mackena

—¿Qué pasa si me tiro un gas oloroso y sonoro? —La miro incrédula y una muy estruendosa carcajada sale de mi boca. Segundos después ella se une a mis risas. Y si mi sexto sentido no falla, siento las miradas curiosas de quienes caminan por la plaza.

—Me hiciste la tarde Mack ¿Cómo se te ocurre preguntar eso, acaso comiste frijoles?—Niega riendo, este será un buen recuerdo.

—Oh mira, mira—Dice mi amiga nerviosa—Allá viene Luca.—Nombra al chico pelirrojo.

—Es cierto allí viene. Bueno amiga me despido y te deseo suerte, ya sabes mis consejos, y por sobretodo sé tu misma.—Le doy un beso en la mejilla, le guiño un ojo y me levanto de la banca para ir al Centro Comercial.

Voy caminando y cuando ya estoy a una distancia prudente me volteo y veo a ambos sonriéndose. Que tierno.

Espero que él llegue a valorar a Mack, ya que ella está muy emocionada y pues yo no soy un ser tan cruel para quitarle esa ilusión, que yo no crea en un "sentimiento" no significa que tenga que hacer a Mack creer lo mismo. En fin así es la vida...

***

A pesar de que las personas creen que soy plástica y falsa... Bien tal vez un poquito falsa, pero para nada plástica, solamente debo mantener una buena imagen pero , no soy muy amante de salones de belleza, tiendas u otra de esas cosas que una chica ama. Pero pues aquí me ven comprando ropa en Sexy Desing. Una ropa realmente linda, cómoda y provocativa. Eso es lo que me toca por ser así, no es que no me guste llamar la atención, si soy sincera la amo. Pues es lindo ser vista, aunque eso sólo fuera por el físico.

Termino de escoger la ropa y me voy al probador, no sin antes que una de las chicas que trabaja aquí cuente mis piezas y en total son diez. Creo que no me saldrá tan barato.

Empiezo probándome una blusa negra escotada y con botones, muy linda a decir verdad y se me ve ¡Divina!

¡Llevamos una!

Continúo con otras blusas similares y sólo una de esas no me la llevaré por el color rosa chillón, no es del todo mi favorito.

Me pruebo un vestido rojo entallado al cuerpo, pero no alcanzo el cierre y eso me empieza a frustrar deberé pedir ayudar.

Sosteniendo la parte delantera abro la puerta de vestidor y asomo mi cabeza a ver si observo a alguien cerca y... ¡Bingo! Una chica pelinegra viene para acá, le pediré ayuda.

— ¡Hey tú! ¿Podrías ayudarme a subir el cierre?—Le digo sonando amable. De principio no la reconozco del todo, pero se me hace familiar.

—¿Sarah?—pregunta y yo frunzo el ceño—¿Sarah Parker?—vuelve a preguntar, asiento medio confundida.

—¡Oh! ¡Cómo has cambiado!—Ahora si estoy más confundida—Soy Julissa—hago una mueca—Julissa Guzman, la hermana de Gema—Oh, esa Julissa.

—Si Juls ahora ya me acuerdo de ti, ha pasado ya tiempo—asiente sonriente.

—Date la vuelta y te ayudo.—Me sube el cierre y ya suspiro tranquila.

—Gracias Juls.¿Cómo has estado y qué te trae por acá?—pregunto amable , no es mi persona favorita, pero es la hermana de una de mis amigas de la infancia.

—Mamá, Gema, mi padrastro y yo, hemos vuelto. La verdad no nos gustó mucho Canadá, realmente esta es nuestra ciudad.—Dice sonando muy contenta.—Mi hermana estará  feliz de saber que te vi aquí.

—Si, eso si. ¡Hey! ¿Porqué no me das su número y así contacto con ella?—Le pido amigable.

Me da su número y el de Gema. Y yo el mío a ella. Nos despedimos y yo sigo probándome prendas hasta que salgo satisfecha con cinco blusas, un vestido y dos hermosos pantalones.

Mientras camino, sigo sintiendo esa sensación incómoda, cómo si alguien me observara. Me detengo unos segundo y busco algo o alguien, pero no veo nada fuera de lo habitual. Debe ser mi imaginación. En fin, continuo mi camino y pienso en la familia Guzman.

Una linda señora muy amable con dos hijas, una Julissa de 19 años y la otra mí querida amiga Gema de 17 años, mi edad. Y pues ambas con un padrastro muy simpático.

Gema es una chica fantástica a lo que recuerdo de ella. Cuando teníamos 13 años, a su padrastro, lo transfirieron en el trabajo, a Canadá y toda la familia se tuvo que ir. Ella era una de mis grandes amigas y a pesar de todo, la quería y su partida me afectó un poco. Nos prometimos, esas promesas de niñas, ser siempre amigas.

Es una chica pelinegra al igual que su hermana, pero esta con ojos azules muy hermosos. Era algo tímida pero muy linda persona cuando entraba en confianza. Nos conocimos en primaria, ambas nos visitábamos a menudo, pero dejamos de comunicarnos cuando se fue con su familia.

Espero que siga igual de linda y no haya cambiado.

***

Llego a casa un poco cansada de caminar y más con dos grandes bolsas cargadas de ropa, hago una fantástica maniobra para abrir la puerta sin que se me caiga alguna de estas.

—¡Nina! Ya llegue. ¿Estás en casa?—Entro preguntando a mi tía.

—Si mi niña, estoy en la cocina.—Dejo las bolsas a un lado de la puerta y me dirijo rápidamente a donde ella se encuentra.

La estrecho en mis brazos y ella hace lo mismo, dándome un beso en la sien. Amo a esta mujer que, prácticamente es mi madre.

—¿Cómo te fue Sarita? —Pregunta.... —Llegaste muy tarde —...Al mismo tiempo que me reprocha. Ruedo los ojos.

—Bien Nina, si es por qué fui a casa de Mack y después al centro comercial a comprar algo de ropa.

—Oh que bien. Ve sube las cosas, lávate las manos y te vienes a cenar.—Asiento y sonriente me dirijo a mi habitación.

Una pequeña, pero linda habitación de la que soy dueña, entro dejando las bolsas encima de la cama. Y me dirijo al baño y me pongo una pequeña pijama cómoda y fresca. Me miro al espejo y suspiro.

—¿Es realmente esto lo que quisiste Sarah?—Le pregunto a esa chica rubia que se ve reflejada.

No.




*Capítulo 2¿Qué os ha parecido?* (Se despide , ChicaMisteriosa_10)

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top