1
Namjoon.
—¡No! —grité.
Mi respiración estaba hecha un desastre, mis manos temblaban y podía sentir como el sudor bajaba por mi frente, nuevamente había tenido una pesadilla y no era cualquier pesadilla, era esa maldita la cual se repetía una y otra vez, sin dejarme descansar, volviéndome cada día más loco ¿Acaso las personas no deberían soñar cosas diferentes? Realmente algo estaba mal conmigo ¿Pero qué? No entendía lo que estaba pasando.
Traté de olvidarme de lo que había sucedido, aunque era algo imposible y aún podía sentir la sensación de que no estaba solo, pero debía hacer todo lo posible para tratar de evadir aquel sentimiento de temor, pues si alguien más se enteraba, aparte de mis amigos, iban a creer que esta loco. Después de unos minutos reflexionando, decidí alistarme para ir a estudiar, pero en ese momento sonó mi celular.
—¡Namjoon! —gritó aquella voz insoportable.
—¡Cállate Tae! No tienes que gritarme. —suspiré mientras acariciaba mi oído después del grito.
—¡¿Qué demonios estás haciendo?! ¿Por qué no llegaste a la primera clase? —gritó nuevamente el chico, se oía alterado y realmente no entendía la razón.
—¿De qué estás hablando? Apenas son las... Mierda. —susurré al mirar la hora y darme cuenta que ya era tardísimo.
—¿Lo vez? Ahora date prisa o perderás también la segunda hora. —regañó.
—Voy para allá. —colgué.
Di un brinco y salí de mi cama, corrí hacia el baño y me di una ducha rápida, pues no podía darme el lujo de quedarme por mucho tiempo como tenía acostumbrado. Después de unos minutos, cuando estaba vistiéndome, sentí un escalofrío recorrer mi columna vertebral, seguido de un silbido, un silbido en forma de melodía, como si cantara una canción en forma de un soplo, era algo realmente aterrador, pero por alguna razón, sentía que aquella melodía la conocía.
—¿Quién está ahí? —pregunté con mi voz temerosa, mientras miraba para todas partes, pero no había nadie más, aparte de mí—. Creo que me estoy volviendo loco.
Después de aquel suceso, seguí con lo mío, realmente era tarde y no quería perderme una clase más. Tomé el peine y empecé a peinar mi cabello con rapidez, tratando de olvidar todo nuevamente, pero todo se fue al carajo cuando vi aún chico sentado en una esquina del baño a través del espejo, tenía su cabeza agachada, su ropa estaba sucia y mojada, incluso se veía vieja y rota, rápidamente di media vuelta, pero nuevamente no había nadie.
Suspiré y tomé mis cosas, quería salir lo más rápido de allí, ahora estaba seguro que mi casa no era la mejor opción para quedarme, al menos no mientras entendiera lo que estaba pasando aquí. Una vez que tomé todo lo necesario, me dispuse a irme de allí, pero al abrir la puerta, escuché un susurró proveniente del interior, haciendo que tomo mi cuerpo entrara en modo alerta.
—Naaamm. —susurró aquella cosa extraña, volviendo el momento algo aterrador.
—Pareces un zombie. —dijo Jimin de forma burlona.
—¡Cállate! Solo tuve una mala noche. —exclamé mientras bebía un poco de jugo.
—¿Otra vez estás teniendo pesadillas? —cuestionó Yoongi, haciendo que el rostro de Namjoon cambiara—. Era eso.
—Sí Yoongi, otra tengo pesadillas, la misma para ser exactos. —suspiré con frustración.
—Deberias hablar con un psicólogo, no es normal. —propuso Hoseok.
—No estoy loco J-hope. —musité.
—No aún, pero si sigues así, no tardarás mucho. —comentó Jungkook.
—Tenemos que hacer algo o si no, J-hope y Jungkook tendrán la razón. —dijo Taehyung.
Al final dejamos a un lado la charla y nos dirigieron a nuestro respectivo salón, pues no podíamos darnos el lujo de perder clases, nos había costado mucho entrar a la universidad, así que no podíamos bajar su rendimiento. Después de aquella charla, me sentía un poco mejor y decidí no prestarle atención a ese estúpido sueño, después de todo Jungkook tenia razón, si seguía pensando en eso, me iba a volver loco y nos le daría el lujo de verme así.
Una vez que llegamos al salón, cada uno se sentó en su puesto, por suerte, habíamos llegado a tiempo y el profesor nos dejó entrar, aunque realmente no quería ir, odiaba la clase de química, era bastante aburrida y no entendía nada, además, la química no me ayudaría con mi futura carrera ¿Qué sentido tenía verla? Era una verdadera perdida de tiempo.
—Yoongi. —susurré
—¿Qué quieres? —cuestionó semi dormido
—Ire un momento al baño. —le dije.
—¿Y qué? ¿Quieres que te ayude a bajar los pantalones? —murmuró para luego volver a dormir.
Sabía que en la universidad no era necesario pedir permiso para ir al baño, pero quería que mis amigos lo supieran por si pasaba algo extraño y el único que estaba cerca, era Yoongi, para mi mala suerte, pues estaba seguro de que si me moría, Yoongi estaría en algún lado del cementerio durmiendo sin preocupación alguna, a veces quisiera tener esa personalidad desinteresada.
Después de decirle a Yoongi, salí casi que corriendo del salón, quería urgentemente al baño, al parecer las clases aburridas hacían que mi vejiga entrara en funcionamiento. Una vez que estuve allí, hice mis necesidades rápidamente, luego lave mis manos y empecé a secarlas, en ese momento empezaron a parpadear las luces y para mi mala suerte, estaba solo en aquel inmenso baño, traté de tranquilizarme y empecé a caminar hacia la puerta con rapidez, pero esta se cerró de golpe, impidiéndome salir.
—Mierda. —susurré mientras forcejeaba la puerta— la maldita no se abre.
—¿A dónde crees que vaas? —susurró aquella voz cerca de mi oído.
Di media vuelta inmediatamente, esperando no ver nada como las otras veces, pero está vez no fue así, ahí estaba él, el chico de mis pesadillas ¿Cómo era eso posible? Ahora no solamente lo veía en mis sueños, si no que también lo podía ver en la vida real. En medio de todo, traté de salir corriendo hacia el otro lado del baño, pero me tropecé al intentarlo, seguí gateando en el suelo, mientras miraba fijamente a esa cosa.
Al ver que me alejaba esa cosa comenzó a caminar hacia mí, bueno no, realmente no caminaba, era como una araña, se lanzó al suelo y empezó a acercarse a mí como una araña, sus piernas pasaban por encima de sus manos y estás se retorcían como si sus huesos estuvieran rotos. tenía miedo, mucho miedo, mientras más gateaba yo, más se acercaba él, una vez que llegue a la pared, esa cosa estaba a sólo unos cuantos pasos de mí.
De sus ojos empezaron a salir lágrimas de sangre, las cuales bajaban por sus mejillas, mientras que sus ojos se volvían completamente negros, los cuales me miraban fijamente, luego alzó su mano, tratando de tocarme, rápidamente cerré mis ojos y pegué un grito, en ese preciso momento se abrió la puerta y aquella cosa desapareció.
—¡Namjoon! —exclamó J-hope, el cual se arrodilló frente a mí, dándome pequeños y suaves golpes en el rostro para que reaccionara— ¿Qué ocurrió? Yoongi nos dijo que habías ido al baño, pero había pasado mucho tiempo y no volvías.
—Está muy pálido, J-hope, deberíamos llevarlo al hospital. —propuso Jimin.
—No. —una voz casi audible salio de mi boca— estoy b-bien.
—¿Estás seguro? Te ves muy mal. —dudó Jungkook.
—Sí Jungkook, estoy seguro.
Me levanté con ayuda de mis amigos, los cuales también me ayudaron a salir del lugar, pues realmente me sentía débil y cansado, como si esa cosa me hubiera quitado mi energía, haciendo que me fuera imposible caminar por si solo.
—Namjoon, ésta noche la pasarás en mi casa. —aseguró Jimin mientras sobaba mi espalda.
—No es necesario, tenía pensado pasar la noche en un hotel. —informé.
—No estás en condiciones de estar solo, así que estarás conmigo. —volvió a asegurar.
—Está bien Jimin.
Noche uno.
Jimin.
Una vez que las clases terminaron, me llevé a Namjoon conmigo, realmente estaba asustado y lo que fuera que hubiera pasado en el baño, lo había dejado aún más temeroso, por lo que no podía dejar que se fuera a casa solo, los amigos están para ayudarse y en este caso, Namjoon necesitaba nuestra ayuda, pues no podíamos dejar que se derrumbara hasta que supiéramos la razón de su comportamiento.
Después de unas horas, al fin habíamos llegado a mi casa, no era la gran cosa, pero estaba seguro que Namjoon se sentiría a gusto. Comimos un poco de Ramen, charlamos un rato y vimos un poco de televisión, luego le presté una de mis pijamas y nos dirigimos a mi habitación, por suerte dormía en una cama de dos plantas, por lo que nos facilitaría todo.
—Muy bien, aquí dormirás tú —señalé la cama de arriba— y aquí dormiré yo. —señalé la cama de abajo.
—Me parece perfecto, muchas gracias Jimin, realmente no quería estar solo. —agradeció.
—Tranquilo Namjoon, ya verás que todo mejorará. —animé, logrando una frágil sonrisa de su parte. Ambos nos subimos a nuestras respectivas camas, luego apagué la energía y en unos cuantos minutos, me dormí profundamente.
Me desperté de golpe al escuchar unos llantos en la planta de abajo, miré mi reloj y eran exactamente las 2:59 de la madrugada, con resignación, me levanté de la cama y miré hacia arriba, notando que Namjoon seguía profundamente dormido, así que decidí bajar yo solo, pues él no había dormido muy bien últimamente, así que no quería dañar lo que probablemente pudiera ser un buen sueño.
Salí de la habitación y empecé a caminar lentamente, cada vez los llantos se hacían mas presentes, estaba todo oscuro y silencioso, a excepción de los llantos, la poca luz que entraba por la ventana, debido a la luna, no era suficiente para dejar vez más allá de una penumbra misteriosa.
—¿H-hay alguien ahí? —pregunté mientras caminaba hacia la cocina, pues de ahí provenía el llanto.
—Fue mi culpa. —susurró.
Me tensé al escuchar esa voz, no la conocía, pero de cierto modo se me hacía familiar, se escuchaba rota y enojada, como si algo muy malo le hubiera pasado. Suspiré y empecé a caminar hacia la voz, tratando de tener todo el valor posible, en ese momento alguien se paró frente a mí; era un chico alto, su piel era pálida, enfermiza, podía notar algunas venas verdes en su rostro o al menos era lo que podía ver con la poca luz de las ventas, también tenía sus ojos completamente negros y empezaba a derramar sangre por sus ojos.
—¡Fue mi culpa! —gritó fuertemente haciendo que me viera en lo obligación de tapar mis oídos.
Caminé rápidamente hacia el suiche, encendido la energía de inmediato, volví a mirar y aquella cosa ya no estaba allí. Me costaba respirar, mis manos sudaban mientras mis piernas temblaban, mis ojos observan todo con atención, dándome cuenta que la nevera estaba abierta, me cerqué lentamente y esta se cerró de golpe, haciendo que me sobresaltara.
—Oh, lo siento Jimin ¿Te asusté? —preguntó Namjoon con normalidad.
—¿N-Namjoon? —dudé mientras habría mis ojos completamente—, pero estás... Dormido.
—¿De qué estás hablando Jimin? Hace rato bajé a tomar leche. —aseguró para luego terminar de tomar su leche y dirigirse a la habitación con un vaso nuevamente lleno, pues según él, lo necesitaría el resto de la noche.
No entendía nada, recuerdo muy bien haberlo visto totalmente dormido hace algunos minutos, no era posible que hubiera llegado mucho antes que yo y si era así, ¿Por qué no escucho lo que yo escuché? ¿Por qué se veía tan tranquilo? Era imposible que estuviera tan sereno después de lo que le había pasado en las últimas noches, nada tenía sentido.
Resolví mi cabello con frustración, apague la energía de la cocina y luego me dirigí a mi habitación, Namjoon ya estaba acostado y profundamente dormido, pero noté algo muy extraño, la leche la cual Namjoon había traído para el resto de la noche, no estaba, ni siquiera estaba el vaso, lo busqué por todas partes, pero no lo encontré, era como si nunca hubiera estado allí.
No sabía cuando me había quedado dormido, pero al despertar, ya estaba de día. Me levanté de la cama y me dirigí al comedor para desayunar, Namjoon ya había hecho algo así que solo me senté en silencio comiendo lo que había preparado.
—Jimin ¿Te pasa algo? —preguntó mientras comía.
—Anoche... —me quedé en silencio por un momento y luego volví a hablar— escuché algo.
—¿Enserio? —preguntó sorprendido, yo asentí—. Yo dormí toda la noche, no escuche nada, fue buena idea venir a dormir contigo.
—¿De qué estás hablando? —arquee una ceja—. Anoche bajaste a tomar leche
—¿Qué? —se rio—. Yo no bajé, no me gusta la leche.
—Claro que sí, yo te vi. —aseguté
—No Jimin, quizás lo soñaste, yo que sé.
—No lo soñé. —me dirigí a la nevera y saqué la leche, la cual estaba sin destapar— ¿Pero cómo?
—Ves, te lo dije, probablemente solo fue un sueño, debes creer eso.
¡Armys!
GRACIAS A LAS PERSONITAS QUE LEEN Y VOTAN EN ESTA HISTORIA.
¿QUE CREEN QUE PASARA DESPUÉS?
¿FUE UN ESPEJISMO LO QUE JIMIN VIO?
OJALÁ LES HAYA GUSTADO ESTE CAPÍTULO.
YA CASI SE ACERCA EL CUMPLE DE NAMJOON UWU
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