XXIV

—¿Por dónde empezamos?

—¿Qué tal si empiezas por contarme como fue que termine esposado a una cama?—Dice con sarcasmo.

Oliver ríe por eso, pero regresa a su postura inicial, saliendo de su serenidad cuando ve a Ray con el ceño fruncido y fulminandolo con la mirada del eterno odio y con una pizca de temor.

No, no, no, no.


Sonrie por nueva cuenta, detesta ver esos ojos ya que fueron específicamente la mirada que su madre le dedicó antes de morir, confesando en sus últimos momentos que hubiese deseado el haberlo abortado y que nunca hubiese nacido, que era solo un completo error que acabo con su vida, después de todo, en aquel entonces solo ella tenía recién 18 años cuando se enteró que estaba embarazada, para después 3 años más tarde ser abandonada por James e irse a casar con su actual esposa.

—¿Y bien?

—Cuando me fui estuve fuera del país, James no quería saber nada de mi así que Elizabeth fue la que me ayudó con todo esto. Hace dos años decidí regresar, y al primero que iría a buscar sería a ti, pero...—Su sonrisa se borró, y su mirada oscureció, sonando ya más con enojo que con nostalgia.—Cuando llegué al departamento en dónde estabas viviendo con Norman... Los ví... Recién iban llegando pero había algo distinto... Te veías muy...

—Enamorado.—Acompleto con la mirada baja, el mismo estaba consciente de sus sentimientos, sabía que le gustaba Norman.

—Así es...—Hizo una pausa de al menos 15 segundos, como si estuviera pensando en cómo decirle "eso" a Ray.—Estaba celoso.—Confeso recargandose en la puerta.—Así que trate por todos los medios para que nadie más se te acercará.

¿Qué?

—¿Qué tratas de decir?— Tiene una idea en mente, pero su lado racional y el poco afecto que le tenía le decía que estaba equivocado, así que necesitaba una respuesta propia de Oliver.

—Digo que solo hice desparecer a unas personas que te miraban como su próximo conejo a cazar, siempre estaban al azecho cuando se trataba de ti.

—¿De quienes hablas?...—Su voz tiembla, tratando de negarse internamente de sus propios pensamientos.

—Es obvio. Me refiero a Nat y Sonia.—Suelta una risa.

Ray solo se quiere liberar y golpear hasta el cansancio a Oliver. Así que él había sido el culpable de la muerte ambos chicos, solo por los celos enfermos y lo posesivo que era había acabado con dos personas que tenían un brillante futuro por delante.

Nat y Sonia eran unos de sus pocos amigo que tenía a inicios de secundaría, ya que Norman y Emma estudiaban en otro escuela usualmente siempre se la pasaba con el pelirrojo y la azabache. Nat tenia un talento extraordinario cuando se trataba del piano y Sonia era la mejor en el campo de la natación, ambos con un futuro prometedor que los llevaría a salir de su propio país y ciudad natal. Cuando ocurrió la típica graduación, después de eso siguieron teniendo contacto, pero hace ya año y medio les llegó la noticia de que estos dos habían fallecido en una accidente, un accidente que por cierto, según las investigaciones que se realizaron, fueron frenos cortados.

—Ray, de ninguna manera iba a dejar que ellos estuvieran tanto tiempo contigo, eran una amenza.

—¡¿Amenaza?! ¡Nat y Sonia era como mi familia! Y tú los mataste por algo totalmente estúpido.

—Estoy arrepentido pero no podía arriesgarme.

—No se nota tú arrepentimiento.

—Eran piedras en el camino, tenía que deshacerme de ellos ya que no iba a dejar que estuvieras con Norman, puede ser mi hermano pero de ninguna manera dejaría que se quedará contigo. Todo marchaba a la perfección hasta que los ví aquel día saliendo del hospital y siendo cariñosos, entendí que había sido demasiado lento y que te había perdido.

Es un chiste ¿Cierto?

—Pero te lo dije una vez antes de irme "pero eso no significa que me rendiré"

Estás loco


—Y recurrí con la unica persona que ni en mis más remotos sueños me gustaría volver a ver. Me enteré que Norman estaba faltando por completo a las citas de compromiso con Bárbara Will, que en realidad Norman era homosexual y... Que estaba esperando un hijo tuyo.

Entonces él...

—Yo no podía ir enfrente de James físicamente, ya que sería más que obvio que no me escucharía y me sacaría de la casa con posiblemente un agujero por bala en la cabeza. Y aquí es cuando entra tu amigo, Don.


¿El que tiene que ver con toda la artimaña de estupideces que has hecho?—Se digna a hablar. Era obvio que tenía miedo de las próximas palabras de Oliver, entendía todo de pies a cabeza pero no sabía en qué estaba metido Don en todo esto.

—Crei que lo habías notado.—Rie por eso.

Ray se está cansando de escuchar las risas y sonrisas hipócritas de Oliver, pero necesita saber así que mejor guarda silencio.

—Era más claro que el agua que ese chico gustaba de ti, pero en lugar de deshacerme de él lo utilicé, jugando con el para que colaborará conmigo y fuera mi forma física con James, el mismo fue quien le dijo a James de tu relación con Norman, fue quien abrió la boca de eso, pero James necesitaba pruebas. Por mi lado me estaba preocupando que fueras a citas medicas muy seguido, pero vaya, Don hizo un excelente trabajo infiltrandose al consultorio de tu doctor. Así fue como descubri que estabas embarazado y que esas eran las pruebas más que suficientes para decirle que estabas saliendo con Norman, claro y unas cuantas foto ayudaron más.

Ray no tenía nada más que argumentar, ahora sabía cómo fue todo el revuelo, siguiendo sin creerse que Don fuera de esa manera, de igual forma sabía de los sentimientos que Don tenía hacía él, y por un lado entiende los motivos de ayudar a Oliver, en un ataque de celos e irá se puede hacer cualquier tonterías y más cuando de trata de la persona que amas y quieres, pero eso no explicaba como había perdido a su bebé y ni del porqué estaba esposado a una cama.

—El bebé... ¿Tu fuiste?.—No quería llorar, ahora lo único que demostraba su rostro era enfado y asco.

—Mm... No. Fui la cabeza del plan pero no lo hice yo. Don aprovecho la pequeña distracción de Norman antes de que les dieran sus bebidas, virtiendo una dosis fuerte de Misoprostol, por consiguiente fue demasiada y fuiste al hospital.

—Entonces si fuiste tú.

—Ironicamente, Sí.

—Pudrete.

—Oh, Ray. Después de saber que estabas bien del hospital decidí traerte, no quería estar más tiempo lejos de ti— abandono la puerta, yendo con el azabache y tomar con brusquedad las mejillas de este, Ray se quería apartar pero simplemente Oliver tenía mucho más fuerza.— De todas formas ese bebé solo era una completa fachada de males. Además Norman nunca te fue a ver, es obvio que ese bebé no le interesaba. Si quieres tener hijos otra vez yo te los dare— Le besa las mejillas, Ray quiere devolver lo que sea que tenga en el estómago al sentir ese tacto.—Acepta, perdonaré tu traición.


—¿Traición? Pff...— Se estaba riendo en bajo, se le sonaba tan estúpido.—¡Ese no es mi problema! ¡Me acabas de arrebatar a mi hijo! ¡Hijo de Norman y mío!— con su mano libre aleja a Oliver, se siente demasiado sofocado, lo único que quiere hacer es matar al imbécil que tiene enfrente, pero las esposas no le ayudan, así que solo gruñe a lo bajo.—Y no me vengas con la estupidez de que Norman no me ama y esas cosas, nunca se las creeré de la boca de nadie más sino salen de él mismo y me lo dice en la cara. ¿Tener hijos contigo? Que estupidez, te confesaré algo, de la única persona que tendré hijos será de Norman y de nadie más. ¡Aceptalo! ¡Tu hermano fue el que está y el que siempre estará!

Guarda silencio al recibir una bofetada en el rostro, haciéndolo caer en la cama con la mejilla marcada en rojo. Escupe, mirando a Oliver sin quitar la determinación en sus ojos, nunca iba a acceder a estar con Oliver, eso nunca.

—¡Eres un completo idiota! ¡Acabas de arruinar nuestro futuro!

Lo ve salir de la habitación, dando un puertazo y escuchar pasos pesados alejarse. Aún era de día y tenía sueño, así que solo se dejó caer en la cama, dejando que el cansancio invadieran su cuerpo hasta quedarse dormido.

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