"entonces... ¿Planeas hacer un acuerdo de paz?, Con el comunista ese". Miro incrédulo el Italiano al alemán que solo asentía decidido.

"Claro, nos ganaremos su confianza y luego... Terminamos con el trabajo". Sonrió con maldad en los ojos.

Italia juraría que podía ver salir una colita y unos cuernitos de diablito del menor.

"Es el plan más estúpido que te e escuchado decir, pero supongo que ayudará a ganar un poco de tiempo". Apoyo la idea del menor revolviendo su cabello cariñosamente hasta que se aparto cuando un manotazo golpeó su mano.

"No hagas eso Idiota". Gruño para seguir haciendo sus documentos.

"Auque lo niegues los dos sabemos perfectamente que nos ves como tus hermanos mayores~". Esquivo un cuchillo que iba dirigido hacia el y este se plantó en la pared apenas tocó el cemento, tremenda fuerza la del enano.

"Vete a la mierda pizzero de cuarta". Bufo molesto mirándolo feo.

"Yo también te quiero pequeña piraña". Soltó una risa cuando consiguió irritar al menor "por sierto... ¿Has visto a Imperio?".

"La gata en celo se encuentra en el jardín trasero corre a verlo si no quieres que los cazadores del área lo disparen por ser una nueva especie gatuna descubierta". Dijo sin interés.

"Jaja, que graciosito me saliste Reich". Se alejo del menor para salir de la habitación pero se detuvo para volver a ver al alemán... Ese alemán que se había ganado un lugar en su corazón al igual que Imperio, el niño de 4 años que ahora gobernaba un imperio a sus 12 años ."Mocoso".

"¿Uh?". Levantó la cabeza para mirarlo.

"No te sobre cargues necesitas tomar aire fresco en ciertas ocasiones, si quieres nos puedes acompañar a mi y a Imperio en nuestra salida de Picnic el día de hoy". Rio cuando el menor solo rodó los ojos de mala gana.

"Ujum, como digas fancista". Tal vez no valla pero aún así no podía cortarle a plena invitación, el italiano solo asintió en silencio para dejar solo al alemán "Idiota".

El menor solto un suspiro de frustración al volver a quedarme solo de nuevo, solo el y el silencio que siempre le susurraba en el oído sus perversos planes para dejar de estar sola aprisionada por lo que era...

Silencio

Un silencio que calla y otorga a los que lo saben utilizar para su beneficio... Cómo su persona y sus antecesores...

Tal vez ya era tiempo que visitará la tumba de su madre después de años sin hacerlo, solo talvez... Una vez más.

El Italiano bajo las escaleras sumido en sus pensamientos que no vio cuando una cabellera albina se le cruzó en el camino tomándolo de la cadera sobresaltandolo en el acto.

"Sucede algo pizzita". Pregunto curioso el Japonés al fancista que demoro mucho en volver a la realidad.

"Eh no, no, solo estoy preocupado por nuestra piraña Imperio... Desde que su madre estiró la pata, su estado emocional a empeorado". Apoyo su cabeza en el pecho del más alto buscando consuelo en el. "Se que ya no es un bebé pero me preocupa".

"Te equivocas nene, el sigue siendo nuestro pequeño literal aún sigue comiendo galletas con chismas de chocolate con leche por las noches para dormir tal vez ahora tenga sobre sus hombros el peso de una nación pero sigue siendo un niño, nuestro niño". Acaricio su cabello para luego quitarlos dejando ver esos ojos color esmeralda que tanto amaba y deseaba para si mismo.

"Te va a extrangular si te escucha". Soltó una risita juguetona cuando el mayor lo levanto desde los muslos enredando sus piernas detrás de su espalda.

"Por eso házme el favor de guardar silencio por mi ¿sí?". Lo cargo hasta la sala de estar donde acostó al menor en el sofa "por qué nos podrían escuchar". Susurró cerca de su oreja entremeciendo al italiano por su respiración caliente.

"No crees que nos podrían ver, además tenemos un Picnic recuerdas, n-no...Idiota te dije que no". Pateó en el estómago al albino que solo reía divertido para no maldecirlo. "¡¿Que mierda te pasa?!".

"¡Lo que pasa es que tengo NECESIDADES que satisfacer como todo ser vivo los perros cogen, los humanos cogen y los gatos también YA DEJAME COGERTE!". esquivo una bala para mirar las escaleras, ¡ahí estába su alemán favorito llegando en un mal momento!.

"No hagan sus cochinadas en mi sofá malditos puercos con hormonas alborotadas de adolescentes necesitados". Recriminó Reich a la pareja que solo se ruborizaron por la vergüenza, naaa solo Italia estaba avergonzado Imperio podría coger en cualquier lado y ni siquiera se avergonzaría de ello.

Lo cachondo lo tenía en la sangre...

"¡Reich vuelve a tu habitación, no ves que estoy en algo muy importante con Italia cuando seas mayor lo entenderás más!". Ordenó molesto por la falta de atención sexual en su relación de 5 años.

"No te vallas Reich". Rogó el fancista asustado.

"¡Hagan lo que quieran simplemente no lo hagan en mi... PUTO sofá!". Se largo hacia su oficina sin antes recibir un "ah, okey Reich" de parte del japonés y un "traidor" de parte del italiano.

Cuando el alemán se marchó la pareja se miro para luego "¿y si?~". Fue callado de golpe el japonés cuando el contrario lo miro mal.

"No, jodete no pienso hacerlo afuera imbécil". Empujo al mayor que solo se quejo "así que mejor arréglate para nuestra salida".

"Lo que digas". Refunfuño Imperio viendo irse al fancista.

"Tal vez... En otro momento te deje tocarme pero no ahora ni aquí amore mío". Le miro coquetamente empezando a correr.

"Después dices que yo soy el que empieza maldito pizzero". Grito molesto, se giró para dormir una siesta dónde estaba a punto de hacer cosas indebidas con su prometido para encontrarse una bulto tapado con una manta. "¿Oye Reich pedistes algo?". Recibió un grito negativo de la segunda planta.

Confuso se acercó al bulto que empezó a removerse levemente "¿Reich acaso te raptaste otro cachorro?". Cuando destapó la cosa, unas orejitas blancas se elevaron.

"¡Otōchan!". Grito la pequeña que miraba confundida la mirada petrificada del mayor que ahora se encontraba tirado en el suelo.

Fin :D

Palabras:1020

11/05/23