Capítulo 5

01 de diciembre...

Impacientes, volvimos al hotel. Ahí nos encontramos con otra amiga, que había viajado de otra ciudad solo para poder ver a la banda, y compartir un grato momento con todas nosotras.

En seguida preguntamos por Norum, si había encontrado su celular y nuestras amigas negaron con la cabeza...

De pronto fruncí el ceño ya que advertimos que habían llegado más invasores al hotel, de esos que no son fan, que solo quieren figurar en la foto con un famoso y ya.

Se sentaron al lado de nosotras y Javi y yo nos miramos de reojo y decidimos cambiarnos de lugar. Fuimos al loving, junto al ascensor, como el día de ayer. Ahí teníamos más posibilidades de ver salir a la banda justo de aquel ascensor.

Todas un poco impacientes, no habíamos conseguido verlos desde el día de ayer, lo que nos preocupaba y hacía colocarnos más deseosas por verlos.

Yo estaba histérica, solo quería ver a Joey y mi mamá lo sabía. Trataba de hablarme de otra cosa, pero yo no le tomaba atención, estaba muy nerviosa y ansiosa.

Sentada junto a Natalia, la hija de nuestra amiga, las que ambas habían viajado de otra ciudad, conversábamos de anécdotas. Todas platicábamos y nos reíamos a meneé, cuando de pronto el encargado de la productora, el que tenía un ridículo y pésimo sonsonete entre argentino y cubano; serio y odioso, se nos acercó.

_ Lo vamos a hacer bien sencillo ¿Quieren que los saqué por este piso? Si es así, tendrán que hacer una fila para tomarse fotos con ellos, porque si se comportan mal los despacharé por el subterráneo. Ustedes escogen – todas lo miramos en seco y de repente una mujer, la que recién hacía un momento, la habíamos visto fuera del hotel se metió en nuestra conversación.

_ Yo seré la primera de la fila, ya que llegué muy temprano aquí al hotel para verlos – la miramos con desagrado.

_ Eso no es cierto

_ Claro que sí. Llegué primero que ustedes aquí...

Agregó con fastidió frente al encargado y se fue al grupo que estaba al frente, lo que a mí me irritó por completo.

_ Esa mujer llegó a la misma hora que nosotras – dijo mi otra amiga.

_ ¿Entonces como procedemos? – mi amiga Nené levantó la voz.

_ No entiendo el motivo de porque nos dice eso, si nosotras hemos permanecido correctamente aquí todo el tiempo. No hemos hecho ningún disturbio

_ Yo solo les digo que, si se van a comportar mal, le diré a la banda que salga por el subterráneo y ya. Es su decisión

_ ¡Pero si no estamos haciendo nada!

_ Es cierto ¿Por qué no le dice al grupo, que está allá, que mejor se comporte? Porque a diferencia de ellos, nosotras si nos hemos sabido ubicar

_ ¿Entonces es su última palabra? – todas más nos tensamos y yo sin pensarlo, me puse de pie.

_ Nos comportaremos. Haremos una fila, tal como usted nos pide, nos tomaremos una foto y listo – el encargado me miró.

_ Listo, eso quería oír...

Dijo complacido y se fue. Mis amigas y yo dimos un suspiro y yo volví a sentarme junto a Natalia.

_ Esto es tan injusto. Ya estoy cansada de este mal trato, si nosotras no hemos hecho nada malo

_ Esas mujeres tóxicas deben haberle dicho algo a ese encargado de segundas. Que tipo más desagradable

_ Si. Es de lo peor – di un suspiro con pesadez.

_ Espero que Joey y los demás salgan pronto...

Con lo que nos había dicho el desagradable de la productora, supimos que nuestros Europe saldrían por aquel ascensor en cualquier momento.

Tensas, seguimos charlando y Natalia me señaló que alguien venía bajando de aquel ascensor. Ahí nos pusimos todas más que nerviosas y ansiosas.

Natalia y yo miramos los números del ascensor. Este se abrió y salió muy rápido Mick con su equipaje. Todos los demás, a excepción de nosotras, fueron tras de él.

_ Es mejor que toda esa tropa de tontos lo siga, así cuando salgan los demás, nosotras tendremos más acceso a ellos – dije y mis amigas me sonrieron.

Fijas en los números del ascensor, Natalia y yo queríamos saber en qué piso estaban precisamente ellos y más que urgidas, el número marcó el piso donde estábamos y la puerta se abrió. Las dos nos levantamos más que rápidos; esperábamos que fueran uno de ellos y ansiosas, salió un coreano. La desilusión nos abordó y a la vez fue chistoso.

Desencantadas, mi mamá se puso a reír y el coreano nos miró a todas con cara de no entender nada.

Natalia me hizo mención que ellos estaban en el piso 8, ya que Mick se había subido en ese piso y con certeza aseguré que estaba en lo cierto. Vimos que otra persona se había subido al ascensor y otra vez impacientes, miramos fijos los números, volvimos a levantarnos con presentimiento que ahora si saldría uno de ellos ahí; se abrió la puerta y salió otro tipo, el que también nos miró con extrañeza.

_ No otra vez – exclamé bromeando y nos pusimos a reír. otra vez eso fue chistoso.

De pronto el ascensor volvió a abrirse y de ahí salió Joey, el que caminó más que rápido con su pequeño equipaje y yo fui tras de él. Mis amigas me siguieron junto con una ola enorme de fans.

_ Joey... Joey...

Lo llamé con insistencia, pero él no se volteó...

Parado fuera del hotel, todos los fans estaban casi sobre él. Yo lo vi y el detestable productor estaba junto a Joey y ordenó que todos hiciéramos la fila.

Joey suspiró, comenzó a firmar unos vinilos y discos, pero el sol lo fastidió, e hizo una maniobra chistosa, para colocarse a la sombra. Ahí todos lo seguimos e hicimos la fila. Yo me coloqué detrás de unos tipos y llamé a mi mamá. Ella se colocó junto a mí y nerviosas, esperamos a nuestro turno.

Algunos no respetaban la fila, lo que a muchos nos hizo enfadar. Vi a Claudia la que estaba a un costado, esperando por Joey. No pretendía para nada en hacer la fila, lo que me desagradó.

Era nuestro turno; me coloqué junto a él, mientras se tomaba una foto con otra mujer. Yo lo llamé y Joey me miró. Me sonrió, se apegó junto a mí y mi madre nos tomó la foto. Fue el turno de ella, mi mamá lo tomó del brazo y le saludó con un beso en la mejilla. Joey le sonrió y le digo algo que ambas no alcanzamos a entender y yo a punto de fotografiarlos, con los nervios el celular se me cambió a video y terminé grabándolos. Él seguía sonriéndome y mi mamá sin dejar de abrazarlo, yo la llamé con nervios.

Joey tenía que seguir con los demás y en eso, Claudia se acercó a él. Lo saludó y le dio un beso en la mejilla, para luego tomarse un sinfín de fotos con él.

La fila se disolvió, ya que muchos se estaban tomando más de una foto con él y los demás ya se habían subido a la van, que los llevaría al recinto, donde realizarían su tan esperado recital.

A punto de irse, le dije a mi mamá que me tomará otra, última foto y me acerqué a él. Joey volvió a sonreírme y posamos juntos para una última foto.

_ Muchas gracias, Joey. De verdad eres tan, tan lindo. Eres muy lindo – le dije tomando su brazo y él me sonrió con ternura, ya que si había entendido lo que yo le había dicho.

_ Thank you...

Sin más, se subió a la fan y todos los demás se acercaron a la van para despedirse y algunos para ver si conseguían otro autógrafo y foto.

Yo corrí de regreso al loving del hotel por nuestras cosas, ya que las había olvidado por la emoción de verlo a él.

Un guardia me hizo detenerme al verme correr, pero yo lo ignoré y aún emocionada con nuestro pequeño y fugaz reencuentro, mi mamá y Nené se me acercaron.

Las tres sentadas ahí otra vez en el loving, una de las tantas encargadas del hotel se nos acercó.

_ Hola, buenas tardes ¿Tiene credencial de hospedaje aquí?

_ No, vengo a visitar a mi amiga – Nené la miró en seco.

_ Señorita ¿Puede mostrarme la credencial de hospedaje por favor? – Nené más que enfurecida le mostró la credencial y estalló.

_ Sabe una cosa. Ya estoy harta del mal trato que me han dado como huésped en este hotel. Estoy pagando mi instancia aquí y he recibido un muy mal trato de parte de todos ustedes. Ella es mi amiga y solo vino a visitarme ¿Hay algo malo con eso?

_ Discúlpeme, pero los encargados las vieron corriendo afuera por la banda

_ Fuimos a ver qué pasaba, como todo el resto que está ahí afuera. Soy su cliente y estoy pagando, por lo que exijo respeto. Vine a trabajar aquí y no necesito que ustedes vengan en cada momento, si es posible, a llamarnos la atención. Ya es suficiente – la mujer la miró sin poder contradecirle nada más.

_ Le ofrezco mis mil disculpas señora. No volverá a molestar. Con permiso...

Nené más que molesta, mi mamá y yo la miramos y ella nos invitó a que fuéramos a almorzar algo rico.

Todas reunidas, mis otras amigas prefirieron ir a almorzar a otro lado, por el pésimo trato de los del hotel, mientras que mi mamá y yo quisimos quedarnos con Nené. Ella nos sonrió.

_ Se los agradezco mucho, en verdad. Si quieren, después de que almorcemos, las invito a descansar un rato en la habitación donde nos estamos quedando Viví y yo

_ ¿Se puede? Es decir ¿No habrá problemas en que nosotras subamos contigo a tu habitación? – Nené me sonrió.

_ Tranquila, con todo lo que le dije a esa odiosa mujer, ya nadie más nos dirá nada

_ Entonces, con todo gusto aceptamos tu invitación – le dije más que entusiasta y Nené y mi madre se pusieron a reír.

Nené justo tenía una entrevista de trabajo. Estaba harta de donde estaba actualmente trabajando y mientras nosotras comíamos, ella subió a la habitación a dar aquella entrevista.

Al rato, ella volvió y las tres contentas nos pusimos a comer un muy buen almuerzo. Las tres platicando a meneé, yo no dejaba de pensar en él, en que dentro de unas pocas horas más, lo veríamos cantar en el escenario. Eso me hacía colocarme más ansiosa y feliz.

Un poco exhaustas, Nené nos llevó a la que era su habitación...

Feliz, entré al ascensor y más pensé en Joey con fervor. Me sorprendí de estar en aquel ascensor y mi mamá y Nené me sonrieron.

Viví no estaba, ya que tenía otros asuntos y luego del recital regresaría al hotel...

Salimos del ascensor y más me sorprendí y me llené de alegría ya que era la primera vez que estaba en un lugar como ese. Estábamos en el piso 6 y mi mamá igual de sorprendida que yo, caminamos junto a Nené a su habitación. Aquel largo pasillo tenía una muy bonita y fina decoración.

Entramos a la habitación y yo quedé sin habla. Todo era de lujo, las camas, el baño y tuve que hacer algo que en verdad necesitaba hacer.

_ ¿Puedo? – Nené me sonrió.

_ Por supuesto

Yo le sonreí y sin más me subí a la cama y comencé a saltar. Mi mamá estalló de risa.

Me sentí tan libre y no dejé de reírme.

Nené cansada, se acostó en su cama.

_ Chicas, acuéstense y descansen. Pueden dormir si lo desean – le sonreímos.

_ Ok

_ Les parece si dormimos por media hora. Luego nos arreglamos un poco y llamamos a un taxi para que pase por nosotras a las seis con treinta. Así llegaremos a una buena hora al recinto

_ Si, es buena idea

Nos acostamos en la cama de Viví y las tres nos quedamos dormidas...

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top