Capítulo 2

Corrimos hasta el metro para irnos hasta el hotel, donde una de mis amigas, de nuestro pequeño fan club, esperaba por mí junto con las cinco botellas de vinos, que todas les habíamos comprado para ellos.

El hotel intercontinental, ahí volverían a hospedarse. Como olvidarlo, si ya habíamos estado en aquel hotel, para su última visita, hacía tres años.

Casi corrimos por las calles con mi mamá. Pudimos ver el hotel a lo lejos y yo sin dejar de sonreír, más aceleramos por las calles.

Llegamos y yo no vi a mi amiga por ningún lado. Decidí llamarla por celular...

Ella me dijo que ya había entrado al hotel y con mi mama nos miramos nerviosas.

Decidimos entonces también entrar, y a punto de acercarnos a la puerta giratoria, nos encontramos de frente con Mic y Staffan.

Les sonreí a ambos con mi perdura sonrisa y sin evitarlo, abrasé fuerte a Mike, casi como si fuéramos grandes amigos, de toda la vida. Mike me abrazó y me dio unas pequeñas palmadas en la espalda.

_ Hy Mic,How are you?

_ Hy girl. Fine and you?

_ I'm very happy – le respondí y él me sonrió.

Luego me acerqué a Staffan y también le di un fuerte abrazo, de "grandes amigos".

_ Hy Staffan

_ Hy girl. How long time

_ Yes. See you later – solo le dije feliz y nerviosa, ya que aún no manejaba del todo el idioma inglés y Stafann me sonrió.

Ambos fueron muy tiernos, ya que al momento que yo los abrasé, los dos se inclinaron para también abrazarme.

Luego de que los dos se fueron, nos encontramos a mis dos amigas en la puerta. Una de ellas me miró.

_ Oh ¿Qué onda tú y tus abrazos? Ni que fueran grandes amigos – dijo en tono de burla y yo me puse a reír.

_ Bueno, me nació hacerlo en el momento, es todo

_ Si claro...

<< Es cierto ¿De dónde salió todo eso que hice?>>

<< ¿Cómo rayos hice de abrazar a Mike y a Staffan? >>

Mi otra amiga, Nené, nos sonrió y nos hizo pasar al loving. Ella junto con otra de nuestras amigas, se hospedarían en el hotel aquellas dos noches solo por ellos. Algo que a mí me fascinaba mucho.

Viví había llegado para recepcionarse y mientras nosotras la esperábamos, descansábamos en los cómodos sofás del loving. Junto a nosotras había un ascensor, el que venía y se subía cualquier huésped de aquel hotel.

Ya las cinco más que acomodadas en el loving, conversábamos a meneé de ellos, mientras que yo solo anhelaba con volver a verlo. Solo eso deseaba y me llenaba de más ilusiones a cada instante con que eso pasaría.

Las dos con mi mamá les platicábamos de lo que había sido la llegada de él en el aeropuerto, y de la primicia que había llegado solo, no con la banda, como siempre había sido.

Mi colon estaba otra vez que colapsaba y ya sin poder seguirme conteniendo, le pedí a mi mama que fuéramos al baño.

_ Chicas, ¿Dónde está aquí el baño?

_ Tienen que bajar por esas escaleras. Al fondo

_ Genial. Venimos en seguida

_ Vayan tranquilas, nosotras aquí las esperaremos...

Comenzamos a bajar por las escaleras y el aliento se me fue, junto con el de mi mamá al ver a Joey de espaldas, el que iba caminando muy relajado y con las manos metidas en sus jeans.

_ Mamá...

_ Vamos, no importa. Vamos despacio. Nosotras vamos al baño

_ No puedo, no puedo mamá...

_ Caminemos tranquila, no llamemos su atención – más nerviosa me puse.

_ Ok...

Comenzamos a bajar como robot por aquella escalera y al llegar abajo, advertimos que Joey ya no estaba, lo que me alivió un poco.

_ No está – dijo mi mamá

_ Mejor, menos mal...

Me acerqué a otra escalera que estaba ahí, pensando que tal vez él había bajado por ella y vi que Joey no estaba.

<< Que raro >>

Me di vuelta y vi más allá a un tipo el que estaba sentado y nos acercamos a preguntarle a donde estaban los baños. En ese instante tuve un presentimiento.

El tipo nos indicó que había dos baños, uno que estaba junto a él y otro que estaba más al fondo. Las dos le agradecimos, y por inercia, caminamos hacia el que estaba más al fondo y ambas caminando, de pronto vimos a Joey, quien estaba justo arriba y sin lentes. Nos miró con una diminuta sonrisa.

El corazón se me aceleró y solo reaccioné a saludarlo con la mano y corrí hasta el primer baño, donde estaba el sujeto.

No cabía del asombro y mi mamá riéndose, mi sonrisa y nervios estaban tomados de la mano.

No podía sacarme su mirada, sin lentes, a nosotras cuando estaba ahí arriba, y las dos que nos urgía por encontrarlo a él y al baño...

Al regresar al loving, nos lo encontramos junto a aquel ascensor, rodeado por las fans tóxicas del otro grupo y a mis tres amigas.

Él siempre carismático y sonriente, se tomó un par de fotos. Las dos junto a mi amiga, Joey nos miró y apretó el botón del ascensor. Charo se le acercó para tomarse una foto.

Yo lo miré y abrí mi bolso para sacar el celular, Joey volvió a mirarnos, la puerta del ascensor se abrió y él entró...

No quise molestarlo, sentía que seríamos muy hostigosas, si volvíamos a acercarnos, de modo que queríamos darle su espacio.

Mis amigas tenían un poco de hambre a excepción mía, porque aún tenía el estómago todo apretado. Solo pensaba en él, no quería decirlo, puesto que no quería que se burlaran de mí y con su dulce recuerdo y pensamiento, fuimos todas a comer algo, ya que Viví y Nené nos habían invitado.

Las piernas y manos me temblaban, sabía que él estaba ahí en el hotel y eso me hacía colocarme más nerviosa y ansiosa. No sabía lo que estaba comiendo, mientras que mis amigas se reían y platicaban de ellos.

De pronto mi sonrisa se desplomó un instante al ver a aquella engreída y alucinada mujer, Claudia Tempest, quien estaba junto a las otras tóxicas, comiendo en la mesa de al frente.

Nosotras la miramos y yo fruncí el ceño.

Mi mamá exclamó.

_ Ya está otra vez esa mujer tan pesada y creída

_ Es cierto. Llegó cuando ustedes estaban en el baño – dijo Viví y yo la miré detenidamente y solté una carcajada.

_ Pero ¿qué es lo que se hizo en el cabello? Lo tiene exageradamente largo, además de excesivamente platinado

_ Oh, sí es cierto, pero ella se jura que se cree linda y perfecta para Joey – Dijo Charo en tono de burla y yo rodeé los ojos.

_ Nunca podremos librarnos de esa mujer – dije molesta.

_ No la tomes en cuenta, cariño. Al menos no nos ocasiona ningún problema, no como esas otras mujeres

_ Lo sé, pero es que me desagrada su presencia, de tan solo pensar que se le insinúa a Joey y prácticamente lo acosa cada vez que tiene la oportunidad, me enerva. Ella cree que es la única para él y no es así – mis amigas sonrieron.

_ Ya, eso es obvio, pero tampoco es para que te pongas así de celosa – todas rieron y yo me sentí un poco avergonzar.

_ No si no es eso... - mis amigas más rieron.

_ Pero una cosa, chicas, al parecer a Joey no le agrada mucho, cada vez, que esa mujer se le acerca y le saluda de abrazo y un beso en su mejilla. Lo he visto muchas veces que se pone tenso y es como si quisiera decir "Oh no, esta mujer otra vez" – todas nos pusimos a reír.

_ Si es cierto – dije y luego pensé en voz alta:

_ Oh, espero que a nosotras no nos pase eso mamá – todas volvieron a reírse y mi mamá me sonrió.

_ No te preocupes. Eso no nos pasará, porque el trato que Joey tiene con nosotras es muy distinto. Nosotras no lo andamos acosando, ni hostigando todo el día, y él eso lo sabe – pensé en aquello y sonreí.

_ Si, es verdad, mamá...

De pronto tuve curiosidad en preguntarles a mis amigas como lo habían hecho para hospedarse en el mismo hotel que ellos, ya que la información del hotel donde ellos se quedarían, la supimos recién hacía dos días atrás.

Nene y Viví me sonrieron.

_ Bueno, para serte sincera, nosotras lo tiramos a la suerte. Cuando nos enteramos de que ellos vendrían, deducimos con Viví que posiblemente este sería el hotel donde se hospedarían, ya que la productora, que los trajo, siempre trae a los artistas aquí, así que no fue difícil el acertar – les sonreí.

_ Entiendo... ¿Y cuánto les salió las dos noches? Si es que se puede saber – ambas volvieron a sonreírme y Viví agregó.

_ Si estás interesada en los precios y en cómo puedes hacerlo para una próxima vez, que ellos vengan, puedes acercarte a la recepción que está por allá. Ahí te darán toda la información que estimes conveniente – le sonreí y me levanté de la mesa.

_ Ok. Iré a preguntar. Gracias Viví...

Llegué a la recepción y un poco nerviosa por lo que preguntaría, me acerqué al mesón. La recepcionista me miró.

_ Hola, buenas tardes, me gustaría saber cómo debo hacerlo para hospedarme aquí...

La recepcionista comenzó a orientarme y yo muy interesada en todo lo que me decía, él me vio en la recepción.

<< Es ella >>

Con disimulo, se me acercó...

De pronto, escuché su suave voz...

_ Hy...

La impresión volvió a abordarme y él me sonrió.

_ Joey, hy... - sabía que yo no manejaba mucho el uso del inglés y se puso algo nervioso.

_... Tal vez te suene un poco atrevido, pero ¿Te gustaría acompañarme a comprar un par de cosas a ese centro comercial que queda un poco más allá del hotel? – el corazón se me disparó. Le entendí a la perfección lo que me había dicho en inglés y miré de reojo hacia la mesa donde estaba Claudia. Ellos al parecer no se habían dado cuenta de la presencia de Joey, lo que me alivió en el alma.

_... ¿Te refieres al edificio del Costanera Center, el mall? – volvió a sonreírme, puesto que me había entendido.

_ Si, exacto. Me gustaría mucho que pudieras acompañarme – lo encontré tan guapo y lindo, que el corazón se me estremeció...

No lo pensé dos veces y le sonreí.

_ Si. Feliz te acompaño a donde tú quieras – sus ojos brillaron y más me sonrió.

_ Jejeje, genial. Ven conmigo – me puse toda nerviosa y pensé en mi mamá.

_...

_ ¿Pasa algo?

_... Pueden vernos

_ Tranquila, vamos a subir rápido por esas escaleras y nos meteremos al ascensor ¿De acuerdo?

_... De acuerdo...

Sin evitarlo tomó mi mano y me llevó rápidamente hasta las escaleras, que estaban muy cerca de la recepción.

Presionó el botón y los dos nerviosos, yo me llené de pánico por dentro, si llegaban a vernos juntos, y Joey tan impaciente como yo, de pronto el ascensor se abrió y entramos rápidamente.

Sentí que el corazón se me iba a salir otra vez del pecho; tenía la respiración entre cortada y acelerada. Volteé a mirarlo y Joey junto a mí, él también me miró y me sonrió. Ahí más me llené de dicha y de anhelos por dentro.

Sentía su dulce presencia, muy cerca de mí y el corazón y aliento se me alborotaban al unisonó. Me sentía la mujer más feliz del mundo y Joey vibrante, me miraba con disimulo.

Aquellos minutos dentro de ese ascensor fueron los más eternos de toda mi vida. Por un lado, no quería despertar; no quería salir de aquel ascensor con él, pero, por otro lado, anhelaba vivir y averiguar qué pasaría al momento en que las puertas se abrieran.

Las puertas se abrieron y los dos salimos. Habíamos llegado al subterráneo del hotel, donde había una puerta secreta, la que muchos artistas ocupaban para transitar. Joey me miró, me sonrió y me llevó a ella para que, juntos saliéramos sin que nadie nos viera y nos interrumpiera.

Al cabo de salir del hotel, di un suspiro y me reí con alivio y alegría. Joey me sonrió y también soltó una carcajada.

_ ¡Guau! Por un momento creí que no saldríamos nunca del hotel

_ Jejeje, pero ya estamos afuera y muy lejos de todos – le sonreí.

_ Jamás había visto esa salida. No la conocía – él volvió a sonreír.

_ Es una puerta secreta, la que muchos ocupamos para cuando queremos salir y no encontrarnos con los fans, sin menospreciarlos claro. Pero es que, si salíamos por la puerta principal, se nos hubiera hecho imposible el salir por ellos – volví a sonreírle.

_ Joey, lo entiendo

_ ¿En serio?

_ Si. Sé que eres alguien famoso y que muchos te seguimos y admiramos por lo que haces y que tienes tus tiempos y cosas por hacer, y nadie se debe entrometer en eso. Yo lo entiendo – me miró enternecido.

_ Me alegra que tú si lo comprendas – le sonreí con anhelos y cariño.

_ Por cierto ¿Cuál es tu nombre?

_ Me llamo Andrea – me sonrió con destellos y yo me perdí en su tierna y a la vez sexy sonrisa.

El corazón me latió fuerte todo el tiempo; caminamos los dos tranquilamente por aquella larga calle, antes del Costanera Center, la que estaba llena de hoteles por ambos lados. Sonreíamos sin parar y sin evitarlo, nos mirábamos a cada momento.

Estábamos muy cómodos y contentos. A cada instante en que volteaba a mirarlo, me parecía increíble, demasiado guapo y tierno. Era un hombre que sin duda no se comparaba a ninguno de los pocos que yo había frecuentado.

Me parecía un sueño el que él me haya pedido que lo acompañara al Costanera Center, para comprarse unas cosas.

<< Es increíble >>

<< Aún siento que estoy soñando, el que este caminando junto a él y que vayamos a ir juntos hasta allá, me parece un sueño >>

<< Aun no me lo puedo creer >>

<< Joey, es increíble. El mejor de todos para mí... >>

Joey volvió a mirarme y sonrió con ternura.

_ Quería agradecerte por acompañarme a comprar. Me alegra mucho que vengas conmigo – le sonreí perdidamente y con la respiración agitada, no sabía cómo responderle en inglés. Joey lo advirtió.

_... Lo siento... La verdad, a mí también me alegra mucho el poder acompañarte... No sé si lo dije bien – él sonrió e hizo detenernos.

_ Si, entendí todo lo que me dijiste. Para no saber inglés, lo hablas muy bien, aunque te falta un poco la práctica

_... Es cierto – lo miré con deslumbro y rubor en mis mejillas, las que él apreció con cariño.

_ Si me lo permites, me gustaría ayudarte para que aprendas a hablar correctamente el idioma inglés – lo miré sorprendida. Había entendido todo lo que me había dicho y quedé sin habla.

_... – Joey me sonrió.

_ Jejeje, creo que te tomé por sorpresa ¿O me equivoco? – le sonreí con nervios.

_... Un poco, es decir ¿Tú me quieres enseñar a hablar inglés?

_ Sí, siempre cuando tú estés de acuerdo. Me refiero a que entiendes cuando alguien te está hablando en inglés, pero lo que te falta es que lo hables fluidamente, sin que te pongas nerviosa, o no sepas que decirle a la otra persona

_... Es verdad... - volví a mirarlo y Joey fijo en mí, me miró con ternura y yo me derretí por dentro. Es que ya no podía ser tanta la felicidad que me estaba ocurriendo.

De pronto, me surgió una duda...

_ Pero...

_ ¿Pero?

_ ¿Cómo?... ¿En qué tiempo piensas enseñarme?... Quiero decir, tú dentro de dos días más te irás... - me miró atento y luego esbozó una sonrisa.

_ De eso no te preocupes. Tú solo déjame a mí...

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