Cross estaba dando brinquitos hacía la habitación de su hijo a despertarlo, como Yuki ahora vivía en el edificio de la clase nocturna, ya no la podía despertar.

Llegó a su destino y con toda la pasión del mundo abrió la puerta de un golpe.

—¡¡¡MI ZERITO ES HORA DE LEVANTARSE!!!

Sonreía de oreja a oreja con los ojos cerrados pero al no oír algún gruñidos de parte de su hijo abrió los ojos y noto la cama vacía, de hecho seguía acomodada. Corrió por toda la habitación buscando debajo de la cama, en el closet, en el baño, debajo de las almohadas hasta en las gavetas de la cómoda.

—¿Zero? ¿Mi zerito? ZEROOOOOOOOOO

Salió de la habitación gritando y de forma chibi corriendo por toda la casa hasta que salió rodando por las escaleras y cayendo a los pies de su pareja.

—kaien.....¿Qué rayos estas haciendo?

—ze ..zer..

—¿Ze? ¿Qué rayos te pasa?

El director se levantó y se abrazo a su amado cazador tomando aire para después gritar.

—¡¡¡ZERO NO ESTA!!! SE LO ROBARON!!! MI ZERITO!!!

Lloraba como Magdalena pero Yagari tomó el rostro contrario y junto los labios en un apasionado beso hasta lograr calmar al más bajo.

—calmate.... Ahora si, explícame eso de que robaron a Zero.

—hic....bueno, es que...Lo fui a buscar a su habitación y no está...

—Kaien lo más seguro es que salió temprano.

—PERO SU CAMA ESTABA HECHA, DE HECHO NI SIQUIERA SE SIENTE QUE HAYA LLEGADO A DORMIR.

eso sí extraño al de ojos azules, abrazo a su amado ya que este se había pegado como Koala a el y subió hacia la habitación de Zero.

Yagari busco alguna pista de que pasaría con Zero pero escucharon la puerta principal abrirse y cerrarse así que los dos bajaron rápido pero se desilusionaron al ver que era Yuki.

—Hola hijita mía ¿Cómo estás?

—excelente director!!

—dime papá!!!

—oye enana por que estas tan feliz?

Pregunto Yagari ya que era muy raro ver así a Yuki.

—bueno es por que mis her....ahhhh jajajaja por nada.

Ambos cazadores alzaron las cejas al ver que Yuki no termino de decir lo que le preguntaron y ahora estaba nerviosa.

—chiquilla que escondes...

La vampira ya no sabía a donde meterse, estaba al borde de meter la pata al haber dicho eso, aunque no lo termino pero sabiendo como eran los dos que tenía al frente, sacarían a deducción.

—m...Me tengo que ir... adiós!!!

Salto rápido evitando que Yagari la agarrara y después hizo algunas volteretas evitando a su padre. Corrió como alma que lleva al diablo para que esos dos no la agarraran.

Yagari al ser un cazador de los mejores, logró altar encima de la vampira logrando detenerla, se pusieron de pie, el teniendo agarrada a yuki de su brazo

—¿Kaien?

Pregunto al ver que su amado rubio se había detenido unos pasos atrás y movía un poco su nariz viendo hacia todos lados.

—"maldición, esos malditos sensores del director"

Pensaba Yuki al ver a si padre así, sabían muy bien que había captado el suave aroma de su hermano Zero.

—s...siento el olor de Zero.

Paro derrepente quedando viendo hacia otra dirección, una gota bajo por la cabeza de yuki al darse cuenta que esa precisamente era la dirección hacia los dormitorios de la luna.

—¡¡¡ZERITO!!!

Salió corriendo con una sonrisa Llerena de felicidad. Yuki aprovechó la distracción de Yagari y corrió hacia la habitación de sus hermanos, estos estaban peligrando.

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Kaname ya había despierto y ahora veía con una sonrisa a su querido esposo que seguía durmiendo, encima de su pecho.

Alzó una mano y acaricio suavemente los cabellos platas pero se detuvo al sentir como unos colmillos se incrustaban con algo de rudeza en su cuello.

—al parecer despertaste con hambre.

Zero tomaba de la sangre de Kaname pero al escuchar el tomó burlon del otro le pegó con el puño en las costillas, aunque sabía que no le hacía daño

Se separó del cuello, lo lamio y para sorpresa del vampiro mayor, Zero se acostó encima suyo abrazandolo y volviendo a dormir ahí.

Sonrió feliz y lleno de amor mientras lo abrazaba y cerraba los ojos para descansar pero abrió los ojos rápido al sentir la presencia de tres personas, una era de yuki, el otro del director y la última de un Yagari con aura negra.

—creo que ya se dieron cuenta que estas aquí.

—lo se... Ahora tendrás que sufrir las consecuencias de tus actos.

Zero le sonrió ladeado para después ponerse de pie estirandose sin importarle que estuviera desnudo, de hecho estaba provocando a Kaname.

Se fue subiendo poco a poco el boxer dándole la espalda al castaño, siguió con los pantalones y por último con la camisa de botones pero unas manos detuvieron las suyas.

—yo lo hago por ti.

Le susurró en el oído el ojiamatista mientras ponía los botones uno a uno y al mismo tiempo besaba el cuello.

Zero por su parte ladeo su cabeza para que su ahora esposo pudiera besarle mejor el cuello.

Los dos seguían en su mundo hasta que la puerta fue abierta de un portazo, se quedaron quietos sin separarse, mala idea.

—¿Kaname kun estás mordiendo a Zero?

Desde la ubicación del director se veía como si el rey de los vampiros estuviera mordiendo al cazador y eso estaba haciendo que malentendieran lo que veían.

Sonó un disparo procediendo a que los dos se separaran para evitar que a alguno le diera el balazo que les acababa de enviar Yagari.

Cross corrió hacia su hijo y lo abrazo como si fuera un oso, el menor no lo separó ya que estaba sonriendo como siempre lo hace mientras veía a su esposo saltar por la ventana y su maestro detrás de el con su arma en manos.

—zerito estas bien? Kaname kun te hizo algo?

Preguntaba mientras lo revisaba de arriba abajo pero se quedó quieto y azul al notar las marcas rojas en el cuerpo del peliplata.

—E...esos son...c...chupetones?

Decidió preguntar nervioso pero después escucho un chillido afuera de la habitación, volteó y vio a una Yuki sonriente y con un hilillo por su nariz cayendo.

—kyaaaa ahora si voy a tener sobrinos!!!

Con eso Cross no pudo más y cayó desmayado como peso muerto mientras sus hijos lo veían con una gotita bajando por sus cabezas.