Devin Dalmatian

Era un día lluvioso para todos los dálmatas, en especial para los padres de Devin, quienes no podían soportar su pérdida, pero él no estaba muerto. Para nada, estaba entre los escombros de la Torre De vil, pero aún así le daban por muerto a pesar de que les dijo I always come back al parecer no le entienden, pero que se le puede hacer, son sordo.

—No puedo creer que mi primer cachorro esté muerto, Dylan ¿que vamos a hacer? —dijo Dolly lamentando la muerte de Devin.

—No lo sé Dolly —respondió Dylan llorando dándole consuelo.

—Mamá, Papá, yo no quería que Devin muriera por mi culpa —dijo Junior llorando por su hermano.

Pero nadie tenía la culpa de que Devin hiciera caer la torre De vil, creo que sería la mejor opción para que Leslie le dijera en paz, pero al final resultó ser un error. Por el simple hecho de que ella, Devin y los 500 Slaves podemos sobrevivir a lo que les estaba pasando; en los restos de la torre De vil, Devin estaba saliendo de los escombros que le habían caído encima diciendo It 's me, Devin no podía entrar a la base de datos de mi remanente, que estaba en su centro de energía. Esto quería decir que no solo el desestabilizador podía resetear mi base de datos, sino que también una fuerte exploción haría todo esto, al salir por completo de los escombros Devin fue a un callejón donde se quede para ver si podía encontrar comida, su parte Slave no estaba funcionando por lo que decidió husmear en la basura.

—Veamos que hay en este contenedor —dijo Devin viendo el contenedor de un restaurante.

Devin no podía recordar nada de lo que había vivido, solo podía recordar su nombre, era lo único que podía recordar. Siguió husmeando entre la basura, lo único que sacó de ahí fue una barra de chocolate a medio comer.

—Oh humanos porque no suelen tirar comida bien —dijo Devin quejándose por la barra de chocolate que me encontré.

No quería comer esa barra de chocolate, sabía que el chocolate era como veneno para los perros, no quería comerla, pero su hambre pudo más que él, entonces comenzó a comer la barra de chocolate, creyó que moriría, solo espero a que hiciera efecto. Sin embargo, al dejar de comer la barra de chocolate vio a alguien que le llamó mucho la atención, la Poodle que lo enamoró desde el primer día que se conocieron, era Paula su amor de la infancia y adolescencia. Estaba interesado en ella por lo que fue hacia ella como si ya la conociera, obvio que si se conocían, solo que, no la recordaba.

—Buenos días, señorita Poodle —saludó Devin a Paula.

—¡Devin! —grito Paula feliz de verlo.

—¿Me conoce? —le preguntó confundido ya que no sabía de quién se trataba.

—Claro que si, tú eres mi novio-amigo, eres el dálmata dorado que no le importa cuantas veces salve a su familia, siempre humilla a Leslie De vil —respondió Paula con una sonrisa.

Devin estaba completamente perdido en el espacio, no comprendía lo que Paula me decía, incluso por mi mente pasaba lo siguiente. «¿Quién es Leslie?¿Por qué dice que soy dorado si soy blanco? ¡¿Tengo una familia?!» estaba confundido ya que todo le era tan extraño. Sin saberlo, su pelaje se torno de color blanco, es como cuando reseteas tu Smartphone, este regresa a su estado de fabrica: Pues asi mismo ellos su pelaje vuelve a hace como antes de que sufriera algun daño permanete.

—Disculpa, ¿me puedes decir tu nombre? —preguntó Devin a Paula porque no la recordaba.

—Mi nombre es Paula Marisol Husky Poodle, pero me puedes llamar Paula —respondió Paula.

—Bueno Paula es un gusto conocerte, sin embargo, no puedo recordar nada de lo que ha pasado en mi vida —respondió Devin.

—Eso lo vi cuando te me acercaste a mi, pero ven sígueme te voy a llevar a mi casa —dijo Paula para tomarlo de la pata y llevarme con ella.

Paula llevó a Devin a su casa, cosa que sería un grave error, pues los padres de Paula conocían a Devin, y ahora que no tenía sus recuerdos bien, podían manipularlo al dálmata a su antojo. Sabiendo que Devin no iba a negarles nada.

—Bien, entonces, a cambio de techo y comida. ¿Debo ayudarles a hacer los deberes y la comida?

—Exacto —dijo Portia.

—Le decimos si quieres tener comida y un lugar donde dormir —dijo Hansel.

—No sé preocupen, yo me encargaré de todo esto.

Devin sabía qué tenía que hacer todo lo que ellos le decían ya que se podía quedar sin comer por su desobediencia, pero era alguien estaba en desacuerdo por todo esto.

—Haber, Devin está conmigo porque no puedo llegar a su casa y decirles ¡Hey, Devin está viva! —dijo Paula molesta con su familia por abusar de Devin.

Devin no sabía por qué le gustaba estar al orden de alguien, sin embargo, cuando no estaba Paula en su casa, Portia y Hansel explotaban a Devin todo ese tiempo, pero no podía dejar que Paula lo vieran en aquella situación, cuando ella llegaba Devin estaba viendo televisión.

—Devin, ¿qué estás bien? —preguntó Paula.

—Estoy viendo una serie de perros que trabajan con rescatistas, no les entiendo, es algo aburrido —respondió Devin confundido.

—¿Estás viendo Paw Patrol? —preguntó.

—Si, creo que así se llaman, de hecho, hay universos donde yo soy parte de ellos. —respondió Devin.

—¿Eh? ¡Devin! ¡lograste recordar uno de tus viajes entre dimensiones!

—Sí, me gusta viajar entre dimensiones.

Paula tenía la teoría de que estaba recuperando sus recuerdos cuando veía algo que le era familiar, aunque no era lo único que le haría recordar su pasado. Paula sabía que tenía que llevar a Devin con su familia, pues, sabía que tenía que llevarlo al 101 de la calle Dalmata. Sin que nadie lo supiera Paula sacó a Devin de su casa sin que su familia lograra saber que Devin ya no era su esclavo personal, sin duda alguna, Devin sabía que debía volver para hacerles de comer, cosa que Paula a no quería que pasará, por el camino, los dos estuvieron muy callados.

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