Tenías razón

Atsushi caminaba por los pasillos de la escuela, estaba emocionado, acababa de terminar sus clases de la mañana, podría tomar un descanso, platicar con los profesores experimentados y...

y...

- ¡¿Robert?! – grito Atsushi al ver a su amigo en la sala de maestros

- Oh, Hola Atsushi – dijo sonriente Robert

- ¿Qué haces aquí? – me pidieron dar tutorías

- Si – se acercó el directo – joven Akutagawa trabajará con el señor Stevenson, espero que los alumnos aprendan muchas cosas nuevas

- Por supuesto señor director – dijo Robert – por cierto, es Nakajima, no Akutagawa

- Es Akutagawa – dijo Atsushi molesto

- Que bromistas son ustedes – dijo el director mientras se marchaba

- Atsushi, no pretendas ser un feliz esposo

- Soy un feliz esposo

- Atsushi

- No hablaré de esto aquí Robert, entiende, amo a Ryunosuke

- Como digas – dijo Robert irritado

Atsushi prácticamente salió del lugar para llamar a Chuuya por teléfono, detrás de los edificios, donde ningún alumno escuchara fue que pudo hablar

- Si, está aquí – decía Atsushi

- Que perro tu amigo – decía Chuuya

- Chuuya – se quejó Atsushi

- Lo siento, no pude evitarlo... ¿le dirás a Akutagawa?

- No sé, el viernes quisieron matarse

- No recuerdo mucho la verdad

- Si estabas tan perdido de borracho, te recuerdo por quien tengo este problema

- Oye, oye no cumples a un borracho

- Chuuya ayúdame

- Dile a Akutagawa

- Se mataran

- Entonces no le digas y que te mate a ti

- ¡Chuuya!

- Vamos Atsushi, te queda un año más de escuela, solo dile a Akutagawa, te conseguirá una buena escuela donde hacer el servicio

- Chuuya no quiero usar a Akutagawa

- ¿entonces para qué es tu esposo?

- Le diré a Dazai-san que te masturbaste con su abrigo

- Ok, ok, te ayudaré

- Gracias Chuuya

Colgaron la llamada y el descanso también termino. Atsushi continuo dando su clase, ahora Robert se quedaba en la parte de atrás o en otra clase para apoyar, fue cuando al finalizar el día Atsushi suspiro y prácticamente salió corriendo

- Atsushi – le llamo Robert

- ¿Qué?

- ¿podemos hablar?

- No

- Atsushi, vamos

Atsushi miro a Robert con algo de desconfianza pero al final suspiro

- Hablemos – respondió Atsushi

- Gracias

- Vamos, empieza

- Estamos en el pasillo

- Los alumnos ya se fueron

- Ok, ok.... Solo – suspiro Robert – lamento mi actitud del viernes, realmente pensé que te habían hecho mucho daño y... me sentí mal por no poder estar contigo, seré mejor persona... entiendo que ahora amas a Akutagawa

- Si, lo amo

- Entiendo, entiendo... - suspiro Robert - ¿podemos volver a ser amigos?

- Está bien, pero... debes disculparte con Ryunosuke

- Está bien, me disculparé con él también – Atsushi sonrió y miro a Robert

- Ryunosuke dijo que sería así

- ¿perdon?

- Ryu, él dijo que no debería alejar mis amistades... - suspiro y sonrió – creo que me he vuelto a enamorar de Ryu...

- Eso duele – dijo Robert

- Me voy a casa Robert, hablamos después – dijo el albino sonriente

- Claro...

Atsushi tomo el autobús, iba emocionado por darse cuenta de lo sucedido, llego hasta su casa y entro al estudio del pelinegro, Akutagawa lo miro sorprendido y algo confundido para no decir que le asusto de hecho

- ¡Ryunosuke! – grito alegre el albino mientras besaba las mejillas de su esposo

- Oye, oye Jinko, tranquilo – le miro el pelinegro - ¿Qué sucedió?

- Tenías razón

- ¿razón de que Jinko?

- En la escuela donde estoy, doy clases con Robert

- ¿Qué? ¿en serio está allí?

- Sip y bueno, pidió disculpas y quiere disculparse contigo – sonrió el albino – realmente tenías razón

- Jinko, solo ten cuidado

Atsushi abrazo al pelinegro, Akutagawa por primera vez sentía que el corazón iba a salir de su pecho y no por una enfermedad

- Ryunosuke... eres el mejor...

- Jinko...

Atsushi comenzaba a besar el cuello del albino, se sentía muy "romántico"

- Hey Jinko...

- Hagámoslo Ryu...

- Vaya, el chico que no quería hacerlo y ahora

- ¡Ryu! – se quejó el albino

Atsushi no dijo otra palabra se le fue encima a su esposo, Akutagawa seguía en su asiento pero no desaprovecharía a su esposo de tan buenas ganas, Atsushi incluso fue quien bajo las cremalleras y... recortándolo, Atsushi hizo todo el trabajo. Akutagawa se sentía relajado y el albino también, hacerlo después del trabajo al parecer traía buenos momentos entre esposos, Atsushi salió del despacho mientras arreglaba su corbata, la servidumbre aún seguía por allí

- Veré la cena

- Claro – dijo Akutagawa sonriente

En cuanto el felino salió, el pelinegro suspiro fuerte, se sentía feliz, de hecho no podía apartar la sonrisa de su cara y eso lo llevo... Mikan

- Mikan, me siento como nuevo – decía Akutagawa desde su teléfono

- Atsushi y tú se llevan bien ahora ¿no?

- Si, de maravilla... - trago saliva y susurro – acaba de llegar del trabajo y lo hicimos en mi despacho, ni siquiera lo provoque yo

- Felicidades, eres un alpha felizmente casado

- Gracias Mikan...

- De que – sonrió Mikan desde su lado – por cierto, saldré de vacaciones, volveré en un mes, cualquier emergencia que de verdad sea una emergencia, ven a la clínica, ellos me avisarán cualquier cosa y volveré

- Claro, estaremos bien, gracias Mikan

- Gracias a ti, prácticamente me pagaste estás vacaciones – dijo colgando

- Estupido...

Akutagawa se levantó aun feliz, saludo a la servidumbre y fue con su amado esposo a la cocina, Atsushi serbia la comida y al ver al pelinegro sonrió ampliamente, no dudo en ir a él y besarlo en los labios

- Esto es agradable – dijo Akutagawa

- Si, lo es – sonrió el albino

- Deberíamos no sé, ir a una cita

- ¿una cita? – sonrió el albino – claro ¿es alguna de tus conferencias?

- No, una cita de casados – dijo el azabache - ¿Dónde te gustaría ir?

Atsushi se quedó completamente sorprendido ante eso, era la primera vez que Akutagawa preguntaba algo así

- Vamos Jinko, solo di un lugar

- La feria

- ¿la feria?

- Si yo... - trago saliva Atsushi – debes usar jeans, playera y tenis, y, y – miro al pelinegro – tomemos muchas fotos de recuerdo

- Está bien, es un trato – sonrió el pelinegro – también usaré algo extra

- ¿Qué?

- Mi anillo de casado

- Ry-Ryu...

- ¿paso por ti a la escuela? Te llevaré ropa para cambiarte

- ¿En serio? ¡Claro, si!

- Entonces mañana llevas tu anillo de casado – dijo orgulloso el pelinegro

- No es como si los maestros no supieran que estoy casado

- ¿Eres el maestro Akutagawa?

- S-si – dijo el albino sonrojado

- Oh, Akutagawa-sensei – dijo el pelinegro haciendo al albino sonrojarse

- ¡Co-come Ry-ryu! – grito el albino completamente avergonzado

Si, era el mejor momento para disfrutar de su matrimonio, terminando de cenar habían subido a su habitación entre besos, ni siquiera se habían separado, ni un centímetro, nada, la noche se llenó de pasión, amor y sus momentos extremadamente calientes

- Ry-Ryu... m-más – gemía el albino

- Jinko si pides más no podre contenerme – decía el albino

- ¡MA-MÁS! – grito ahora el albino

Finalizo su gran noche para quedarse dormidos, a la mañana siguiente, la alarma sonaba, Akutagawa fue el primero en levantarse mientras se quejaba de su espalda

- Jinko... Anoche te excediste – decía el pelinegro quejándose

- Lo siento Ryu – se estiro el albino – te pondré algo de crema

Atsushi pasó sus manos por la espalda del pelinegro de tal forma que una segunda ronda comenzó en ese momento 



Estoy escribiendo el siguiente capitulo, esperenlo 

¡GRACIAS POR LEER!

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