Libros que leeré
Akutagawa había entrado al centro donde logro divisar una librería considerablemente amplia, entró y se acercó al mostrador, no había nadie pero aun así decidió hablar
- ¿buenas tardes? – llamo buscando una contestación
- Bu-buenas tardes, deme un minuto – se escuchó en el suelo
Akutagawa se quedó asombrado, después de golpear su cabeza con el mostrador al querer levantarse pudo ver bien al chico, era nuevamente el albino, Atsushi
- ¡Ah! – dijo el albino sorprendido – es usted, el amigo de Dazai-san, Akutagawa-san – le sonrió ampliamente – bienvenido ¿en qué puedo ayudarle?
- ¿También trabajas aquí? – pregunto el pelinegro
- Si – dijo el albino sonriente, el pelinegro solo suspiro
- Estoy buscando unos libros ¿puedes ayudarme?
- Claro, ¿Cuáles busca?
- Taipei de Tao Lin, cinco lenguas del amor de Gary Chapman, El arte del amar de Erich Fromm y la pasión de Mademoiselle, creo que es anónimo – dijo el pelinegro
- Vaya, son historias románticas, eróticas y decisivas – dijo el albino – se dónde están – dijo sonriéndole – sígame por favor
El albino caminaba por delante ante la gran colección, cada gabinete llevaba una letra más no era por el alfabeto los libros, si no por género, habían entrado a L de Lovers
- Aquí están algunas historias de Gary Chapman y Erich Fromm – decía el albino y se agacho a la mitad de las estanterías - si no mal recuerdo están por aquí...
- Sabes mucho de libros – dijo el pelinegro mirándolo
- Bueno, he trabajado aquí por 8 años, me gustan tanto que decidí estudiar literatura – decía el albino tomando un par de libros – aquí están los de cinco lenguas del amor y el arte del amar, seguiré buscando puede tomar asiento mientras
- Está bien, te seguiré – dijo el pelinegro
El albino llego ahora a la E, la cual estaba dividida en E y EROS, aquello llamo la atención del pelinegro, Atsushi buscaba aquellos libros mientras el pelinegro no podía dejar de verlo
- Entonces, estudias Literatura – dijo como iniciando una conversación
- Sip, con área a docencia, para enseñarla – dijo sonriendo – los libros realmente son hermosos – dijo el albino sonriente
Akutagawa lo vio tan fijo, se veía realmente hermoso, único, quería poseerlo, como cuando era pequeño y quiso un gato, simplemente fue por él y lo llamo Rashoumon, nadie le dijo un no, nadie se lo impidió, así se sentía con el albino, solo quería tomarlo y llevárselo a casa
- Aquí están los que faltaban – dijo sonriente – los llevaré a registrar, ¿quiere una membresía?
- ¿membresía? – pregunto el pelinegro ¿para que la querría? podía pagarlos con el dinero en su cartera usando solo un billete
- Le permitirá sacar los libros por un costo reducido, los devuelve y se lleva otros – decía sonriente el albino
- "volver" – pensó el pelinegro – si, me gustaría una – dijo el pelinegro al albino
- Está bien, lo registraré
Ambos chicos regresaron al mostrador, Atsushi llenaba algunas cosas de la información del pelinegro, este solo le miraba trabajar, parecía un chico honesto y delicado, su piel brillaba con la luz y sus ojos... vaya sus ojos eran una belleza
- Listo – dijo el albino extendiendo una tarjeta – cada que venga solo debe dármela, buscaré los libros que desees – dijo sonriente - ¿algo más en que pueda servirle?
- Si, hay algo – dijo el pelinegro mirando al albino - ¿Por qué no aceptaste el dinero de Dazai aquella vez? Tu pareja se veía molesta por eso – El albino se sonrojo y lo miro
- A-Akutagawa-san no debería preguntar cosas así en mi trabajo – dijo el albino avergonzado
- Lo siento, solo me quede con la duda
- Dazai-san me conoce desde pequeño, llegamos a jugar juntos mientras sus padres miraban el estado del orfanato, solo iban una vez al mes pero era divertido, ellos me dieron un techo y comida por 14 años, no veo la necesidad de tomar el dinero de Dazai-san – suspiro – y... - miro al pelinegro - ¿puedo confiar en usted? – pregunto, esto hizo al pelinegro sonrojar levemente ¿confiar? Jamás le habían preguntado algo así
- Claro – respondió serio y frio como siempre
- Chuuya no es mi pareja, vivimos juntos desde que entré a la universidad, a decir verdad lo conozco desde hace años, cuando comencé a trabajar aquí Chuuya lo frecuentaba, en cuanto supo que tenía que salir del orfanato me dejo quedarme con él
- Ahora entiendo más cosas – dijo el pelinegro
- Bueno, es solo que Dazai-san es muy insistente – miro al pelinegro a los ojos – por favor no le diga que trabajo aquí o lo de Chuuya
- Está bien – dijo el pelinegro – gracias por los libros
- Gracias a usted por adquirir la membresía – dijo el albino sonriente haciendo una reverencia
- Oye, no me hables siempre de usted, está bien que me llames informalmente
- Ah, no, no prefiero ser respetuoso – dijo el albino sonriente
- Está bien, nos vemos en otra ocasión – dijo el pelinegro retirándose, pero algo le dejo en shock en cuanto lo escucho
- Que tenga un lindo día Akutagawa-san – dijo el albino antes de que este saliera
Akutagawa sentía que el corazón saldría por su pecho, siguió caminando, no entendía que sucedía solo sabía que tenía que ver con el albino. Llego a su casa donde se encerró en su habitación, comenzó a leer los libros, uno tras de otro, sin descanso, se concentró en la lectura, tomo notas, y respiro profundo, cada escena romántica veía la sonrisa del albino y cada escena erótica veía la cara afligida del albino, cada desamor y cada amor, en todas partes veía al albino
Dos semanas habían pasado, se encontraba en una reunión de negocios con Dazai, ambos chicos al terminar suspiraron
- ¿deberíamos ir a comer? – pregunto el castaño
- En realidad si tengo hambre – dijo el pelinegro
- Últimamente tienes mejor semblante ¿sigues viendo al médico?
- Si, lo sigo viendo
- ¿Qué tratamiento llevas?
- Uno un poco extraño
- Bueno, vamos a comer
Ambos chicos viajaron al centro, a esas horas solo podrían encontrar algunos restaurantes abiertos, no eran quisquillosos, sobre todo Dazai quien disfrutaba de la vida mientras no se le reconocía al igual que Akutagawa, caminaban por aquel centro cuando desde lejos los vieron, Atsushi y Chuuya cenaban una pizza, estaban sentados en el centro sonriendo y riendo con aquella pizza enorme con ellos
- ¡Atsushi-kun! – grito Dazai corriendo hacia el albino
- ¿Da-Dazai-san? – pregunto - ¿Qué hace aquí?
- Que hacemos, dirás – dijo dejando ver a su acompañante
- Akutagawa-san, buenas noches – dijo el albino sonriente
- ¿podemos comer con ustedes? – pregunto el castaño
- ¿Por qué aceptaría desconocidos con mi placida noche de pizza? – dijo sarcástico Chuuya
- Vamos Chuuya, tenemos hambre
- Chuuya, no seas descortés – dijo el albino
- Ok bastardos, siéntense a comer, pediré otra – dijo el pelinaranja mientras se paraba
- Chuuya-san pregunta si ya está – dijo Atsushi
- Si, lo haré, lo haré – respondió Chuuya
- Vaya Atsushi-kun, la vida de universitario y con pareja te sienta – dijo el castaño
- Su-supongo – dijo el albino nervioso
- Pero sabes me parece raro de ti Atsushi-kun
- ¿Eh? – pregunto el albino mirando al castaño
- Eres un lindo omega, siempre fuiste fuerte pero no dejaste nunca de fantasear – decía el castaño – recuerdo cuando te sentabas en la ventana a esperar a que un Alfa te amará y cuidará – miro a Chuuya en la barra de la pizzeria – y el es otro omega
- Da-Dazai-san que diga eso es – decía avergonzado el albino
- Es la verdad – dijo Dazai sonriente - ¿en serio crees que podrías engañarme? Incluso –miro al albino – aun llevas uniforme ¿trabajas aquí en el centro?
- Ah n-no di-digo – el albino se había puesto nervioso, si había algo que Akutagawa admiraba de Dazai era esa manera de conseguir lo que quería
- ¿Qué pasa? – dijo Chuuya llegando
- M-me descubrió – dijo Atsushi bajando la cabeza
- En verdad eres un maldito bastardo – dijo Chuuya
- Oye ¿Cómo es que siendo un omega eres tan grosero?
- Omega, beta o Alfa, somos humanos no clasificados – dijo Chuuya y acaricio la cabeza de Atsushi – aunque nosotros seguimos sufriendo de eso por alfas como ustedes
- Chu-Chuuya – le llamo Atsushi
- Atsushi, tu pizza ya está servida, ve por ella
- Pe-pero Chuuya
- Ve Atsushi – el albino se puso nervioso, solo se levantó y fue hacia la pizzería
- ¿Qué pasa contigo? – pregunto Dazai, Chuuya golpeo la mesa
- ¿Qué pasa conmigo? ¿Qué pasa contigo? Atsushi sufrió mucho por tu culpa y solo quieres recompensarlo con dinero ¿acaso crees que es una puta o algo así? Atsushi es un chico digno y trabajador, ha trabajado desde los 10 años y bien lo sabes, deja de molestarlo
- Creo que me estoy perdiendo de algo – decía Akutagawa sin entender el tema
- ¿Qué no sabes nada de tu amigo? El orfanato donde Atsushi estuvo solo lo torturo, por ser una especie rara y más en un omega, investigaciones y experimentos llevaron a Atsushi a una vida monótona llena de miedos
- Chuuya esos casos no fueron en nuestra jurisprudencia y
- Sea o no, Atsushi vivía en ese orfanato y sufrió lo que sufrió – dijo Chuuya molesto – ya déjalo en paz
Dazai tomo una rebanada de pizza y la comió, no dejo de mirar a Chuuya y después sonrió
- Eres el primer omega, no, la primera persona que me desafía de tal manera – decía el castaño – Chuuya tu serás mío
Aquella frase hizo al pelinegro sorprenderse, Chuuya sonrió de lado burlón y solo soltó una gran risa
- No me interesan Alfas sin escrúpulos – dijo Chuuya sonriente
- Eso ya lo veremos Chuuya~ - dijo para cantar su nombre al final
- ¿Quieres saber que voy a hacer? Voy a meterse una lata mal cortada de la basura por el
- ¡Chuuya! – grito atsushi – deja de ser tan vulgar
- No soy vulgar, digo lo que es, deberías aprender un poco
- No me interesa hablar así – dijo Atsushi sentándose – toma una
- ¿Por qué nunca me dejas comer más?
- Es mi favorita Chuuya, agradece que te doy una
- Es deliciosa, no se puede evitar – dijo el ojiazul tomando una rebanada de aquella pizza
- ¿Qué pizza es Atsushi-kun?
- Es una pizza de Atun – dijo el albino – de verdad me encanta pero – trago saliva – si gustan pueden probarla
- ¡¿Qué?! – grito Chuuya – Atsushi deja de ser amable, ellos pueden comprar cientos todos los días
- Está bien – sonrió Atsushi a ambos alfas – por favor tomen una rebanada
- Está bien Atsushi-kun – dijo Dazai tomando dos rebanadas, la otra se la dio a Akutagawa
- Dazai-san yo...
- Tómala Akutagawa, no vez que Atsushi-kun la ofrece amablemente
- Ah – miro al albino – gracias
- Que fastidio – decía Chuuya comiendo de su pizza normal
La cena continuo, Atsushi disfruto de lo que quedaba de su pizza de Atun, el castaño ofreció llevarlos a casa pero ambos se negaron, al final, Dazai termino metiendo a ambos a la fuerza a su auto, Akutagawa realmente se preguntaba cómo es que era más exitoso que él, simplemente tenía su lado juguetón pero su lado serio era completamente de miedo
Hola a todos, esté capitulo lo termine antes, así que lo subo a estás horas, no se cuando volveré a subir, quizás el miércoles, quizás antes, pero gracias por estar al pendiente.
PD1. la pizza de Atun es rica pero bastante costosa
PD2. Recuerden que Akutagawa no conoce del amor más no significa que no pueda sentirlo o entenderlo
¡Gracias por leer!
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