Lección 5. ¿Te amaré?
Atsushi se había convertido en la madre del mes, no dejaba solo a sus cachorros y tanto los dos alphas como Chuuya no entendían como lograba mantener a los 4 quietos pues ninguno de ellos lo había logrado, incluso Atsushi llevaba a los pequeños consigo cuando veían cosas de la boda de Chuuya, definitivamente tenía más que asombrados a los mayores
Chuuya y Atsushi degustaban pasteles de diferentes sabores mientras los bebes dormían en la carriola
- Atsushi ¿en serio no quieres planear tu boda?
- Lo estoy haciendo contigo, pero es más importante la tuya
- ¿Por qué?
- Yo ya estoy casado Chuuya, además mis cachorros son más importantes
- ¿no deberías enseñarles a tus cachorros que es importante casarse antes de tener pareja? Digo, era lo que tu decías y
- Ok, planeemos mi boda Chuuya
Chuuya comenzó a reír parece que su plan había funcionado, Atsushi comenzó a ayudar más, claro que no se desatendió de sus cachorros o la universidad, esto tenía preocupado a Akutagawa pues no pasaban mucho tiempo juntos, normalmente el albino estaba cansado por las noches y por las mañanas eran los cachorros quienes despertaban primero
- Jinko – le llamo mientras vestía a Inei
- Dime
- Voy saldremos
- ¿eh? ¿A dónde? – miro a los cachorros – acabo de bañarlos, sabes que no me gusta que salgan después de recién bañarse
- No, saldremos tu y yo, como pareja
- Pero Ryu, los cachorros...
- Tu sabes que Mikan me enseño – dijo suspirando – sé que no soy el mejor pero sé que debemos tener nuestro tiempo, le pedí a Dazai-san y a Chuuya que los miren mientras salimos, ¿Qué dices? ¿Aceptas una cena y una velada fuera de casa conmigo?
- Ryu, no se... - trago saliva para después mirar los ojos de su esposo, Atsushi había entendido otra lección de vida – vamos juntos Ryu – dijo el albino sonriente
Atsushi no había tenido familia, criarse en un orfanato fue su destino, ahora con cachorros conocía de una familia más halla de libros, sabía mucho del tema más ahora apenas experimentaba la teoría, fue cuando recordó un libro para padres de familia, uno que había leído hace varios años
"Tus hijos son importantes pero es todavía más importante tu esposo, un día tus hijos se irán y el único que quedará será él"
Con aquella frase de nueva cuenta en su cabeza fue al baño a darse una ducha y arreglarse para salir, Akutagawa quien terminaba de abrochar los puños de su camisa miro al albino quien se acomodaba una corbata, no lo evito, ni mucho menos lo negó, se acercó al albino simplemente para rozar su nariz con su cuello, oler de nueva cuenta el olor peculiar de su pequeño y albino esposo pero sobre todo mirar aquella marca en su cuello símbolo no solo de pertenecerse uno al otro, si no de aceptación, amor y compromiso entre ellos... Akutagawa Ryunosuke conocía lo que era respirar libremente
- Por favor Chuuya, llámame cualquier cosa – decía el albino
- No pasa nada, están dormidos y así se van hasta la mañana – dijo sonriente Dazai
- Cuidaremos de ellos, gracias por la confianza – dijo Chuuya
Ryunosuke y Atsushi habían salido de la mansión, Dazai miraba la televisión y Chuuya había dejado el radio encendido para bajar de igual manera a ver la película
- Chuuya bienvenido
- Estoy agotado
- ¿Qué? ¿Por qué?
- Tu no estas planeando dos bodas
- No, pero manejo unas 20 empresas
- Por qué quieres
- Igual tu
- Bastardo
- ¿crees que tarden mucho? Me gustaría que descansaras
- Ellos deben estar más cansados además cuidan de 4 bebes
- Chuuya ¿tú quieres cachorros? – pregunto Dazai
- ¿eh? Bueno... - el pelinaranja se había sonrojado ante la pregunta más miro al castaño – sí, sería lindo
- ¿quieres practicar? – pregunto el castaño poniéndose encima
- ¡Quítate bastardo! ¡N-No empieces!
Dazai había comenzado a meter sus manos por la camisa del más bajo cuando escucharon balbuceos en el radio de los bebes, Chuuya había salido corriendo pues normalmente los bebes dormían toda la noche, era Kuro quien lloraba, Chuuya le arrullo hasta tenerlo tranquilo y sonrió
- Sí, no me molestaría ser padre si tú eres la madre – dijo Dazai mirando aquello desde la puerta
- Bastardo – dijo molesto pero despacio – ven a ayudarme
- Claro, claro Chuuya
Habian dejado a Kuro con su hermano Tora de nueva cuenta, Chuuya y Dazai habian salido de la habitación, apenas Chuuya cerraba la puerta cuando Dazai le acorralo con los brazos
- Bastardo ¿qué haces?
- Lo siento Chuuya, no sé si es tu modo maternal o que pero ya no aguanto más
Dicho esto el castaño aprovecho a su amante dejando un corto beso pero muy apasionado en él, Chuuya quería continuar pero no, debía ser responsable
- Estúpido, debemos cuidar a los bebes
- No hay nadie, hagámoslo aquí
- Es el pasillo idiota
- Si pasa algo estaremos cerca – dijo metiendo la mano en el pantalón de Chuuya
- ¡N-no estúpido! ¡bastardo! - decía Chuuya pero rápidamente dejo de gritar
Chuuya recordaba a los pequeños por lo que dejo de gritar para tapar su boca, Dazai aprovecho el momento para pasar su mano al trasero de su amante y provocarle
- entonces... ¿lo hacemos?
- Rápido – dijo Chuuya mirando al castaño
- Sus deseos son ordenes – respondió Dazai
Dazai había puesto a Chuuya de espaldas contra la puerta de la habitación de los cachorros, había bajado su pantalón y rápidamente había metido el primer dedo simplemente para hacerle sentir mejor y hacer de su hazaña la más rápida de todas, Chuuya por su parte había tomado parte de su camisa para tapar sus quejidos, si algún cachorro escuchaba algo no tendría perdón de Atsushi
Una vez preparado, Dazai había entrado, no era momento de romances o de esperan, era algo rápido y por las grandes ganas que tenían ambos, había aplastado a Chuuya contra la pared para lograr entrar completo, el pelinaranja no lograba sostenerse de piernas por lo que el castaño se vio en la necesidad de sostenerlo, aquella posición, aquella noche, no sabían que era, si era el olor de los cachorros o los pañales, si eran el momento o no pero Dazai y Chuuya no lo dudaban
Dazai movió el cabello de Chuuya y este se arqueo ligeramente para darle la libertad
- ¿estás seguro? – pregunto Dazai en un momento de sentidos comunes
- Va-vamos a casarnos, solo hazlo – dijo o más bien ordeno Chuuya
- Taparé tu boca
- Ha-hazte cargo de los cachorros – dijo Chuuya
Dazai paso la mano por la boca del pelinaranja, su siguiente paso fue lamer ligeramente el cuello del contrario para segundos después incrustar sus dientes, inmediatamente Chuuya grito, grito que fue apagado por la mano de Dazai, sus lágrimas corrían al instante al igual que la sangre por su cuello, Dazai estaba formando el lazo, formando aquella marca que jamás desvanecería, estaba marcando de una vez y por fin a Nakahara Chuuya, el pequeño e indomable omega
Chuuya había quedado aturdido después de aquello, no era de esperarse, Dazai sonrio al ver su marca en el cuello del omega y le cargo, los cachorros no habian protestado por lo que se dio a la tarea de limpiar al pelinaranja y recostarlo en la sala, Dazai tomo nuevamente el control para seguir viendo la película mientras abrazaba a Chuuya, no planeaba soltarlo ni por nada del mundo
Por su lado, Ryunosuke y Atsushi disfrutaban de una hermosa vista, el pelinegro había rentado un yate, donde la cena estaba servida, un camarero les sirvió y acomodo para después retirarse del lugar, el mar y la luz de la luna se envolvían perfectamente en los ojos del albino
Una deliciosa cena, la melodiosa música que les dejaban las olas al chocar y el mismo mar en la oscuridad, Atsushi respiraba el aire fresco y marítimo, aunque Akutagawa de vez en cuanto tocia, no era algo que se pudiera detener, valía la pena por ver tan realojado a su esposo
- Ryu, esto es lindo – dijo el albino
- Me alegra que te guste – sonrió el azabache - ¿quieres ir al camarote?
- Sí, claro – sonrió el albino
Ambos habían bajado, Atsushi contemplaba el lugar, había un mini bar y una amplia cama pero lo más bello del lugar era que había ventanas en todo el rededor
- Esto es increíble Ryu...
- Lo mejor para ti Jinko – dijo sonriente el azabache
- No tienes que hacer tanto por ti
- Jinko estuviste mal por dos meses
- Fue por que los cuatrillizos me quitaron energía
- Aun así, fue porque tuviste a nuestros hijos, mis hijos, mi semilla
- Por favor para de decir eso – dijo el albino sonrojándose
- Solo quiero cuidar de ti Jinko
- Entiendo – dijo el albino sonriente
Atsushi se dedicó a ver por las ventanas, estaba fascinado viendo la vida marina pero el pelinegro tenía algo más en mente, abrazo por la espalda al albino quien rápidamente se acurruco en los brazos del pelinegro y sonrió
- Ha pasado un tiempo desde que estuvimos juntos...
- Si... ma-más o menos desde el cuarto mes del embarazo ¿no?
- Así es... - suspiro Akutagawa
- Ryu... Ahora tengo una cicatriz – miro al pelinegro - ¿aun así te gustará?
- Ahora me gustará mucho más que antes – dijo el pelinegro besando al albino
Atsushi había correspondido al beso y dejado caer en la cama, conocían sus cuerpos, aunque ahora se veían nerviosos pues llevaban meses sin tenerse el uno al otro, el amor les era la guía en aquel momento, no tardo en despojar al albino de la ropa y mucho menos en besarlo
Ryunosuke comenzó a besarlo desde su frente, bajo a su nariz, en sus labios se quedó un gran rato para sonreírle después, bajo por su cuello y llego a las clavículas, las cuales mordió solo para escuchar al albino gemir más, siguió bajando, paso por su pecho, beso su estómago y allí llego, el vientre, el cual recorría una ligera pero notoria cicatriz por los cuatrillizos, Atsushi se avergonzó y Akutagawa la beso delicadamente, incluso dejo allí su cabeza un momento haciendo al albino volverse loco
- Eres tan suave – pronuncio el azabache
- Ryu... de-deja esos comentarios
- De verdad... me encanta – volvió a decir el pelinegro – por favor sigue siendo así de suavecito
- Que tonterías dices... - dijo el albino – se-seguiré siendo suavecito – dijo delicadamente
Ambos rieron por aquello, no era una burla si no de lo cariñoso que sonaba aquellas palabras, Akutagawa volvió a besar a Atsushi, esta vez introduciendo un dedo en él, el albino parecía un poco más sensible ¿Cómo no? No había sido tocado en un buen tiempo
No tardó mucho en lograr introducir el segundo mientras aquel beso se profundizaba más, Atsushi abrazaba el cuello del pelinegro con fuerza, no quería dejarle ir por ningún motivo mientras Akutagawa disfrutaba de aquella prisión de brazos
Entre unos nuevos gemidos y el vaivén de ambos, Atsushi gimoteaba por tener el miembro de su esposo dentro, el cual no le negó la entrada, el sudor corría por sus cuerpos al igual que las uñas de Atsushi por la espalda del pelinegro por tal presión, no negaron sus cuerpos ni sus besos, al contrario querían más el uno del otro, querían todo, al terminar, ambos pudieron descansar, aunque un sediento minino hizo al pelinegro levantarse y a su vista llenarla de un placer inimaginable
Atsushi era reflejado por la luz de la luna y el reflejo del agua, una escena verdaderamente esquicito para el azabache, se acercó para besarlo ligeramente y sonrió mientras ambos se quedaron sentados, mirándose, disfrutando de eso, solo mirarse...
- Han pasado muchas cosas este último año
- Lo sé, son tantas que sería imposible contarlas
- Terminando mi carrera... creo que me dedicaré a los cachorros Ryu
- Puedes hacer lo que quieras, no te negaré nada – dijo sonriente el pelinegro – pero también me gustaría que siguieras con tus planes
- Seguiré con ellos, pero por favor no quieras entrometerte
- No haré nada – sonrió el azabache – más que amarte
- Torpe – dijo sonriente el albino y suspiro – desde tu propuesta dude si pudiera amarte, alguien que obliga y manipula ¿Cómo podría amar alguien así? Pero he entendido... que todo lo que tu realmente querías era que alguien te amará como tú lo hacías
- Sigo aprendiendo Jinko, sé que son el menos indicado pero tus palabras me motivan a mejorar
- Por lo menos no eres un mafioso – dijo entre bromas Atsushi haciendo reír al pelinegro
- Entonces, ¿me amaras?
- ¿Te amaré? – sonrió el albino – sí, hoy y siempre Ryunosuke, te amaré
Akutagawa y Atsushi juntaron sus frentes mientras sonreían, cerraron sus ojos y suspiraron, simplemente eso les bastaba para seguir juntos, para estar juntos siempre, aprender y conocer del amor... simplemente por el hecho de "siempre amarse"
¡Hola a todos!
Si, es el final de este Fanfic, gracias a todos lo que la apoyaron y comentaron, gracias por seguirla y quizá amarla, no sé, solo espero les halla gustado
¡GRACIAS POR TODO!
¡GRACIAS POR LEER!
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