Esto no es posible
Atsushi había terminado sus exámenes, su cara estaba pálida, se sentía mal, su nariz roja y sus ojos cansados le inpedian mirar bien
- Atsushi, te llevaré a casa
- Es-estoy bien Chuuya
- No lo estas Atsushi, odio admitirlo pero le llamaré a Akutagawa
- Chu-Chuuya
- ¿se lo has ocultado?
- S-si
- Maldición Atsushi, tiene dinero, no tienes que ocultar si estás enfermo, tienen a su medico ¿no? Solo ve
- I-iré, pero no le digas o le diré a Dazai-san que te encanta su olor
- Continua y eres tigre muerto
- Chuuya tu eres el que debería aceptar que te gusta
- Jamas
Atsushi sonrió, sabía que su amigo no iba a admitirlo pero verlos juntos era todo un romance, pensaba en eso mientras llegaba al consultorio de Mikan, al llegar su turno solo paso
- Buenas tardes Mikan-san
- Hola Atsushi, dime ¿Qué te trae por aquí? ¿otra vez preguntas sobre destinados?
- N-no – trago saliva – ¿de verdad no le cuentas nada a Akutagawa, verdad?
- Mis labios están sellados
- Me he sentido mal desde que Akutagawa se fue a América pero ahora que termine mis exámenes me doy cuenta que no era estrés, de verdad que estoy mal
- Bueno, déjame revisarte
En efecto, Atsushi confeso llevar maquillaje para ocultar sus verdaderas ojeras y palidas, Mikan reviso al albino, después de un diagnostico, el medico solo suspiro
- Atsushi ¿Cuánto tiempo tienes de casado?
- Tres meses y tres semanas
- ¿ya tanto tiempo?
- Si
- No han tenido relaciones desde que te marco ¿no?
- N-no – respondió avergonzado el albino
- Tu celo está atrasado
- Si, como Akutagawa estaría en América estaba aliviado porque si no, no sabría donde ocultarme de él
- Así que tienes un mes de retraso en tu celo
- Si
- Atsushi
- ¿si?
- Tu – hizo una pausa para suspirar
- ¿yo? ¿tengo algo malo?
- Bueno tu...
No, era imposible... Lo que había dicho Mikan era completamente imposible, ¿Por qué le ocurría en esos momentos? Justo en vacaciones cuando iba a estar todo el tiempo con Akutagawa ¿Por qué?
Atsushi llego a su hogar decaído, no pensaba en otra cosa, llego directo a recostarse en su cama, casi como si la adorara
La noche llego y Atsushi ni notó cuando se quedó dormido, el albino seguía durmiendo, fue cuando el pelinegro llego y lo miro
- Que agotado se ve – dijo el pelinegro suspirando
Llamo a Mikan, agendaría una cita, sería lo correcto al ver a su esposo en tal estado, no podía creer que alguien estuviera así por estrés
- Mikan, necesito una cita – dijo el pelinegro en cuanto contestaron el teléfono
- Claro, hola Akutagawa-san, si yo estoy bien ¿Qué tal tú?
- Que gracioso
- Podrías saludar – suspiro Mikan - ¿para cuándo?
- Mañana mismo, Jinko no se ve bien
- Atsushi-san vino a verme está tarde, debes hablar con él
- ¿tan mal está?
- No, pero lo estará
- ¿Cómo que lo estará?
- Habla con él, le di una receta con unos medicamentos sería bueno que es los des
- Claro, gracias
- Cuídalo y se amable
- Claro – dijo el pelinegro ahora preocupado
Akutagawa miro al albino que dormía profundamente, acaricio sus cabellos ligeramente, no lo admitía pero le encantaba jugar con su cabello, suspiro y poso sus ojos a la mochila del albino
Busco entre las cosas de Atsushi, no era como si invadiera su privacidad, simplemente quería saber de la receta y darle los medicamentos, fue cuando la encontró y comenzó a leer
Paciente: Akutagawa (Nakajima) Atsushi
Edad: 18 años
Especie: Tigre
Grupo: Omega
Estado: Casado-Marcado
Cónyuge: Akutagawa Ryunosuke
Peso y Altura: 1.70 mts, 55 kg
Tipo de Sangre: AB
Descripción:
· El sujeto presenta síntomas de cansancio, fatiga y estrés
· El sujeto presenta síntomas de celo afectado
- ¿celo afectado? – se pregunto el mismo Akutagawa y continuo leyendo
· El celo ha sido atrasado por un mes, un análisis de sangre demostró que el afectado necesita reposo, jugos y relajantes por su estado de
- ¿Qué? – Akutagawa volteo a ver a Atsushi – pero... Eso es imposible... ¿no?
Akutagawa había pasado la noche en vela, salio por los medicamentos y había puesto más cómodo al albino, Atsushi se había dormido con su ropa, prefirió cambiarlo y ponerle pijama, se quedo sentado esperando la hora en que el albino despertará y pudieran hablar sobre lo que decía Mikan en su recetario
Atsushi despertó alrededor de la media mañana, se estiro sin descaro en aquella amplia cama ¿Cuánto había dormido? Había llegado a casa a las 17:30 y eran las 10:34 de la mañana siguiente... si que había dormido "¿Cuándo fue la ultima vez que dormí tanto?" se pregunto el albino, se sentó en su amplia cama y miro al pelinegro, tan serio como siempre frente a él
- ¿A-Akutagawa? Buenos días
- Buenos días Jinko – respondió frió el pelinegro
Atsushi se sintió intimidado pero segundos después se alerto al ver que el pelinegro llevaba sus papeles, esto lo sonrojo completamente y lo altero, obviamente estaba nervioso
- A-Akutagawa esos papeles
- Lo sé, lo leí
- N-no tenías que buscar entre mis cosas
- Mikan dijo que necesitabas los medicamentos
- D-de to-todos modos
- Jinko, ¿desde que hora te dormiste?
- Qu-que importa
- Llegue a casa a las 19:00 y tu estabas completamente dormido
- Qu-que tien-tiene de ma-malo termine mis ex-exámenes
- ¡Jinko son 17 horas de sueño!
- ¡Y tu revisaste mis cosas!
- Estaba preocupado ¿Por qué no me dijiste que irías con Mikan?
- N-no pe-pensé que fuera algo a-así, creí que solo e-era un resfriado
- ¡Jinko!
- ¡Agh! ¡Lo siento! ¡Esto es vergonzoso Akutagawa!
El pelinegro suspiro, se acerco al albino y le extendió un par de pastillas
- Toma tu medicamento
- S-si...
- Jinko ¿quieres que te compre el último en la lista?
- S-si...
- Ya veo... - suspiro el pelinegro – le pediré a Dazai-san que lo traiga
- ¿eh? ¿Por qué?
- Pasaré unos días en la oficina, estoy cansado
- Pe-pero A-Akutagawa
- ¿Qué?
Atsushi se quedó callado, ¿Por qué lo retenía? ¿No era lo que quería? Pero... nada... nada salió. Akutagawa solo suspiro y se marchó cerrando la puerta
- No me dejes... - susurro el albino al verse solitario
¡Hola! El siguiente capitulo estará hasta la siguiente semana... ~
Los amo, no me maten
¡GRACIAS POR LEER!
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