006
Por fin llegó el día sábado, el día de su ¿cita? bah, Taehyung prefería no ponerse a pensar de qué forma llamarle a la invitación de Jungkook a su casa para ver una película. Pero se sentía nervioso. Ansioso. Emocionado.
Se levantó temprano e hizo sus deberes y pendientes como cada fin de semana, estaba tan contento que incluso se ofreció a cocinar para que su madre no se enfade con él porque saldría por la tarde. Jungkook le había dicho que verían la película como a las cinco de la tarde, así que empezó a alistarse para llegar a tiempo a su casa.
No solían hablar tanto por mensajes porque se veían seguido en la escuela, pero le parecía tierno esos monitos que Jungkook le enviaba, se parecían a él y le daba gracia porque se imaginaba al mayor con esa misma expresión en su cara.
Mientras se bañaba y alistaba el reloj marcó las cuatro y cinco, así que tomó su mochila donde guardó una casaca y sus audífonos y caminó hacia la puerta.
Cuando salió de su casa, se encontró con un auto negro con lunas polarizadas. Le pareció raro, ya que hacía tiempo que no venían a su casa. Sintió un escalofrío recorrer su espalda. Sabía quién podía ser la persona sentada en el asiento del piloto, así que se acercó.
La persona bajó la ventana del auto cuando Taehyung estuvo cerca y lo miró con una sonrisa amenazante.
—Cuánto tiempo, Taehyung —el castaño apretó los labios al escuchar su nombre.
—Hola, Bogum. ¿Qué te trae por aquí? Hace tiempo saldamos cuentas con tu padre.
Park Bogum era hijo de uno de los amigos de su padre, precisamente del amigo que lo introdujo a ese mundo de las apuestas y cosas turbias. Taehyung culpaba a ese hombre de todas las desgracias de su padre. Aunque en algún momento Bogum también fue cercano a Tae, este último eligió cortar lazos en cuanto él también empezó a involucrarse en los mismos negocios. Simplemente no soportó la idea de continuar siendo amigo de alguien que iba por el mismo destino que su padre, mucho menos si era hijo de quien destinó a su padre a ese trágico final. Además, Bogum había ido muchas veces a su casa a cobrarles la deuda de forma no tan agradable.
—Vine a saludar, a ver qué tal les está yendo a ti y a Miyeon. Por lo que veo, siguen en la misma miseria de siempre.
Taehyung no podía guardar rencor ni odio en su corazón, era tan bueno que, aunque lo intentaba, nunca podía. Pero muchas veces imaginó cómo sería su mundo sin los Park a su alrededor. Sabía que personas como ellos no merecían compartir espacio y oxígeno con personas como él, pero la vida era tan injusta que las personas más crueles eran quienes mejor vida tenían. Y eso Taehyung envidiaba.
—Bueno, Bogum, espero que te hayas entretenido observando mi casa. Como te dije, ya no tenemos deudas con tu padre, así que, por favor, no vuelvas por aquí. Sabes que tu familia no es bienvenida.
Taehyung nunca titubeaba hablando con Bogum, nunca le temblaba la voz para responderle porque se conocían desde pequeños y en algún momento fueron amigos. Sentía que tenía el derecho a hablarle sin pelos en la lengua. Además, la presencia de Bogum traía recuerdos de su padre, y ese era un tema serio y delicado para él.
—¿Vas a algún lado? Puedo llevarte.
La hora se estaba pasando y no quería llegar tarde a la casa de Jungkook, pero tampoco iba a aceptar la invitación de Bogum. No tenía por qué volver a involucrarse con los Park y no entendía qué quería exactamente Bogum.
—Mira, Bogum, no sé qué quieres exactamente, pero por favor déjanos en paz. No vuelvas por aquí. Tu padre y tú nos hicieron mucho daño, y yo no voy a involucrarme en los negocios que tienen.
Bogum arqueó una ceja y le dio una sonrisa sarcástica.
—Todos dicen lo mismo y al final terminan metiéndose en esto. La vida no es fácil para personas como tú, Taehyung. Te falta más carácter. Veo potencial en ti, sé que no cometerías los mismos errores que tu padre.
Sin darle tiempo a responder, Bogum subió la ventana de su auto y arrancó, dejando a Taehyung agitado y pensando en sus palabras con una mueca de asco. Él jamás se metería en ese negocio. Jamás seguiría los pasos de su padre. Y mucho menos, jamás volvería a juntarse con Bogum.
Miró su teléfono: eran las 4:43 p.m. Se le estaba haciendo tarde y no quería preocupar a Jungkook por no llegar a tiempo, así que se dirigió al paradero lo más rápido que pudo y le envió un mensaje avisándole que estaba en camino.
Ya tenía ganas de ver a Jungkook, necesitaba un abrazo y olvidar lo que había pasado, y sabía que con el pelinegro a su lado durante esa tarde podría olvidar por un momento sus problemas.
¡Hola!
Volví y esta vez escribí varios
capítulos para quienes esperaban
una actualización.
Disculpen si se nota algún cambio
en la personalidad de Taehyung,
ha pasado mucho tiempo desde
la última vez que escribí por lo que
puede haber algunas diferencias
que corregiré a detalle más adelante.
Disfruten la lectura y
gracias por leer ♡
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