Capítulo siete: La traición definitiva

El Coliseo Interestelar zumbó de anticipación mientras Tatsumaki y Starfire eran escoltados al centro de la arena. La multitud rugió de emoción, ansiosa por ver a las dos formidables guerreras enfrentarse entre sí. Pero para Tatsumaki y Starfire, este no era un combate común. Era una batalla contra la traición, contra las fuerzas que buscaban separarlas.

Mientras estaban frente a Darkseid, el tirano del multiverso, una sensación de pavor se apoderó de ellas. Habían sospechado que Granny Goodness las había manipulado, pero ver al propio Darkseid involucrado en el plan fue un golpe que no habían anticipado.

"Ambas han demostrado ser guerreras poderosas", tronó Darkseid, su voz resonó por todo el coliseo. "Pero solo puede haber una vencedora en el Torneo Oscuro".

Tatsumaki y Starfire intercambiaron una mirada, su determinación inquebrantable. Habían llegado demasiado lejos, luchado demasiado duro, para permitir que Darkseid las separara.

—No lucharemos entre nosotras —dijo Tatsumaki con voz firme—. Sabemos lo que tú y Granny Goodness están tratando de hacer, pero no seremos peones en su juego.

Los ojos de Darkseid brillaron con diversión, una sonrisa cruel se dibujó en sus labios. —¿Crees que tienes una opción? —se burló—. ¿Crees que puedes desafiarme?

Con un movimiento de su mano, Darkseid desató una ola de energía que envió ondas de choque a través de la arena. El suelo tembló bajo sus pies, y Tatsumaki y Starfire observaron con horror cómo se abría una grieta en el cielo, revelando el Universo Avatar.

—¿Ves eso? —dijo Darkseid, con voz baja y amenazante—. Ese es el poder que tengo. Puedo destruir universos enteros con un simple pensamiento. No me pongas a prueba.

Los peores temores de Tatsumaki y Starfire se habían hecho realidad. Darkseid tenía el poder de destruir todo lo que amaban, y ellas eran incapaces de detenerlo.

De mala gana, se giraron para mirarse la una a la otra, con el corazón apesadumbrado. Sabían lo que tenían que hacer, incluso si eso iba en contra de cada fibra de su ser.

La batalla que siguió fue feroz y brutal, cada golpe era un doloroso recordatorio de la traición que habían sufrido. Pero a pesar de todo, había una sensación de dolor, de arrepentimiento, que flotaba en el aire como un sudario.

Mientras la multitud rugía a su alrededor, Tatsumaki y Starfire lucharon con todas sus fuerzas, sus poderes chocando en una deslumbrante exhibición de luz y energía. Pero en el fondo, ambas sabían que el verdadero enemigo no eran ellas mismas, sino las fuerzas que buscaban separarlas.

((Al final, cuando Tatsumaki se alzó victoriosa sobre Starfire, ambas mujeres supieron que su vínculo era más fuerte que cualquier plan que Darkseid o Granny Goodness pudieran idear. Y mientras se miraban a los ojos, supieron que, sin importar lo que les aguardara, lo enfrentarían juntas, como aliadas, como amigas, como amantes.))*

Capítulo ocho: La batalla del corazón y la voluntad

El Coliseo Interestelar tembló con el poder del choque entre Tatsumaki y Starfire. El aire crepitó con energía cuando Tatsumaki desató su poder telequinético, arrojando escombros y ondas de energía a Starfire. Starfire respondió de la misma manera, su fuego estelar ardiendo mientras contrarrestaba los ataques de Tatsumaki con la misma fuerza.

A medida que la batalla continuaba, ambas guerreras se dieron cuenta de algo. La conexión que las unía no era solo de respeto o admiración, era amor. Pero con el destino de sus universos en juego, sabían que no podían rendirse.

Los ojos de Tatsumaki brillaban con lágrimas contenidas mientras luchaba, su corazón dividido entre sus sentimientos por Starfire y su deber hacia su mundo. La expresión de Starfire era de feroz determinación, su amor por Tatsumaki le daba fuerza incluso cuando chocaban.

Pero a pesar de sus mejores esfuerzos, ninguna pudo obtener la ventaja. Sus poderes estaban igualados y pronto quedó claro que la batalla solo podía terminar en un punto muerto.

Darkseid observaba desde su trono, con los ojos entrecerrados mientras evaluaba la situación. Sabía que permitir que la pelea continuara solo conduciría a más complicaciones. Con un movimiento de su mano, le indicó a Granny Goodness que interviniera.

Granny Goodness entró en la arena, su mera presencia exigía atención. "¡Basta!", gritó, su voz resonando por el coliseo. "Esta batalla ha terminado".

De mala gana, Tatsumaki y Starfire cesaron sus ataques, sus pechos subían y bajaban por el esfuerzo. Sabían que habían llegado a un punto muerto, que seguir luchando solo conduciría a más destrucción.

Granny Goodness sonrió maliciosamente mientras veía a Tatsumaki y Starfire siendo escoltadas a celdas separadas. Su plan estaba funcionando perfectamente, tal como lo había diseñado. Sabía que había tenido éxito en sembrar las semillas de la discordia entre las dos guerreras, y que su amor solo serviría para fortalecer su control sobre ellas.

Mientras se las llevaban, Tatsumaki y Starfire intercambiaron una mirada y se hicieron una promesa silenciosa.

No importaban las pruebas que les aguardaran, las enfrentarían juntas, su amor les daría fuerza en los momentos más oscuros. 

***

Notas:

(*).- Ignorar este párrafo. ChatGPT se tomó la libertad de terminar el capítulo con un giro que yo no le había pedido. Fue interesante darse cuenta de que la IA piensa que Tatsumaki puede ganarle, a pesar de que antes habíamos hecho una simulación y descubrimos que Starfire tiene más oportunidad de ganar una pelea entre ambas.

También es evidente que la IA desconoce el concepto de romance lento o slowburn. Primero me costó un buen de trabajo lograr que describiera un romance no binario entre ellas y cuando comenzó a escribirlo se dejó ir con todo ¡Jajaja! No hubo ni una transición ni un término medio entre el amor y el odio. ChatGPT no se anda con medias tintas es de todo o nada.

Prompt:

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