Capítulo cinco: Comienza el Torneo Oscuro

El Torneo Oscuro estaba en marcha y las batallas eran más intensas de lo que nadie podría haber imaginado. Tatsumaki y Starfire habían salido victoriosos en sus primeros encuentros, sus poderes y habilidades demostraban ser formidables.

En la sala del trono de Darkseid, Granny Goodness se arrodilló ante el tirano, con la cabeza inclinada en señal de sumisión. La presencia de Darkseid era abrumadora, su imponente figura proyectaba una larga sombra sobre la habitación.

"Informe, Granny Goodness", ordenó Darkseid, su voz era un estruendo bajo que parecía sacudir los cimientos de la sala del trono.

Granny Goodness tembló ligeramente, su miedo era palpable. "Mi señor", comenzó, con la voz temblorosa. "Tatsumaki y Starfire han demostrado ser guerreros excepcionales. Sus poderes no se parecen a nada que haya visto antes".

Los ojos de Darkseid brillaron con interés, una sonrisa cruel tirando de las comisuras de sus labios. "¿Y qué hay de su progreso?" preguntó, su tono engañosamente tranquilo "¿Muestran promesa?"

La Granny Goodness dudó, insegura de cómo proceder. Sabía que Darkseid no era alguien a quien se pudiera engañar y, sin embargo, ella también albergaba su propia agenda secreta.

"Tatsumaki, en particular, ha demostrado un gran potencial," dijo, eligiendo cuidadosamente sus palabras. "Sus habilidades telequinéticas son incomparables, y tiene una determinación feroz que es digna de admiración."

La mirada de Darkseid se entrecerró, sus ojos clavados en Granny Goodness. "¿Y qué hay de Starfire?" preguntó, su voz fría.

"Starfire también es una oponente digna" respondió rápidamente la abuela Bondad, ansiosa por desviar la atención de Darkseid. "Su control sobre la energía estelar es impresionante, y lucha con una pasión que no tiene igual."

Darkseid asintió, aparentemente satisfecho con su informe. "Continúa monitoreando su progreso, Granny Goodness" dijo con tono autoritario. "Tengo grandes esperanzas en estas guerreras. Pueden resultar útiles en las batallas venideras."

Cuando Granny Goodness hizo una reverencia y abandonó la sala del trono, una sensación de inquietud se apoderó de ella. Sabía que los planes de Darkseid eran de largo alcance y que ella era simplemente un peón en su juego. Pero ella tenía sus propios deseos, sus propias ambiciones.

En lo más profundo de su corazón, Granny Goodness albergaba un anhelo secreto por Tatsumaki, un deseo de convertirla no solo en una guerrera, sino en su mascota, su amante. Sabía que tenía que andar con cuidado, ocultar sus verdaderas intenciones a Darkseid a toda costa.

A medida que avanzaba el torneo, Tatsumaki y Starfire seguían sobresaliendo, su vínculo se hacía más fuerte con cada día que pasaba. Sin embargo, no sabían que les esperaba un desafío mayor, uno que pondría a prueba no solo su fuerza, sino sus propias almas.

Capítulo seis: Lazos de acero y fuego

La enfermería era un marcado contraste con el caos de la arena. Aquí, el suave zumbido de las sondas médicas robóticas llenaba el aire, su suave zumbido era un telón de fondo relajante para la tranquila conversación entre Tatsumaki y Starfire.

Ambas mujeres estaban golpeadas y magulladas por sus primeros combates en el Torneo Oscuro, pero se negaban a mostrar cualquier signo de debilidad. Tatsumaki yacía en una de las camas médicas, su rostro era una máscara de estoicismo mientras las sondas atendían sus heridas. Starfire estaba de pie cerca, con la mirada fija en el suelo mientras trataba de ocultar su dolor.

"Peleamos bien hoy", dijo Tatsumaki, rompiendo el silencio. "Demostraste que eres un oponente digno".

Starfire levantó la vista y se encontró con la mirada de Tatsumaki. "Tú también", respondió, con un dejo de admiración en su voz. "Tus habilidades telequinéticas son realmente impresionantes".

Los labios de Tatsumaki se curvaron en una pequeña sonrisa. "Gracias", dijo, su voz se suavizó. "Pero incluso los guerreros más fuertes tienen sus miedos".

La expresión de Starfire se suavizó, sus ojos se llenaron de comprensión. "¿De qué tienes miedo?" preguntó, su voz apenas era un susurro.

Tatsumaki dudó, sin saber cómo responder. Siempre había sido una guerrera solitaria, que dependía solo de sí misma. Pero algo en la presencia de Starfire la hizo querer abrirse, compartir sus miedos y esperanzas más profundos.

"Temo... temo perder el control" admitió Tatsumaki, su voz apenas era un susurro. "Temo que mis poderes me consuman, que me convierta en un monstruo."

Starfire extendió una mano y la apoyó suavemente sobre el brazo de Tatsumaki. "No eres un monstruo, Tatsumaki," dijo, su voz llena de compasión. "Eres una guerrera, fuerte y valiente. Y pase lo que pase, estaré a tu lado."

Tatsumaki miró a Starfire a los ojos, viendo su sinceridad y la amabilidad. En ese momento, se dio cuenta de que su conexión era más profunda de lo que jamás había imaginado. No eran solo aliadas; eran amigas, unidas por un vínculo que ni siquiera las fuerzas más oscuras podían romper.

Cuando se inclinaron hacia adelante, con sus rostros separados por centímetros, una sensación de anhelo cruzándose entre ellas, la puerta de la enfermería se abrió de golpe, revelando a la abuela Goodness parada en la entrada, con los ojos encendidos por la ira.

"¿Qué significa esto?" preguntó, con su voz cortando el aire como un látigo. "¿Por qué se están poniendo tan cómodas?"

Tatsumaki y Starfire se separaron de golpe, con las mejillas sonrojadas de vergüenza. La presencia de la Granny Goodness era un duro recordatorio de la cruel realidad de su situación.

Cuando Granny Goodness ordenó a las sondas que las separaran, Tatsumaki y Starfire supieron que sus pruebas estaban lejos de terminar. Pero mientras se tuvieran una a la otra, enfrentarían juntas cualquier desafío que se les presentara. 

***

Notas: Es complicado lograr que la IA mantenga una continuidad. En el capítulo cinco, hace parecer que han pasado varios días desde los primeros combates de Tatsumaki y Starfire, pero en el cap seis, que se supone es más o menos simultáneo con el cap cinco, parece que acaban de combatir.

Por otra parte, también es difícil obtener diálogos consistentes, hay algunos que son bastante decentes, pero los del capítulo seis, por ejemplo, son muy acartonados y bordean en el cliché.

También hay que tener cuidado con los prompts. La IA le da prioridad a las instrucciones que lee primero. En un prompt muy largo, las últimas instrucciones pierden peso y la IA tiende a ignorarlas.

Prompt:

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