UNO~🔴🔵

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10/09/2023
NARRA MARTINA:

Me encontraba en el partido del Barça contra el Girona en el Camp Nou, acompañaba a mi mejor amiga Candela, la loca que no deja de stalkear a un jugador de la selección, que creo que se llamaba Pedri.

No sé cómo lo hizo, pero logró conseguir asientos privados para ver a las selecciones catalanas jugar a menos de 50 metros.

Desde muy joven me gustó el futbol, jugaba en el parque con los chicos cada tarde hasta que hace un par de años mis padres me prohibieron jugar, la verdad es que echo mucho de menos sentir un balón en mis pies.

—Míralo, qué guapo se ve sudado—me sacó de mis pensamientos—Nuestros hijos seguro salen con su abdomen.

—Candela, ¿Sabes que toda la comunidad femenina Hispanohablante está tras él?

—Martina, no me arruines el momento, estamos a 20 metros de mi amor platónico, déjame soñar.

—Pero Can...—no pude terminar de hablar, una pelota impactó fuertemente en el lado derecho de mi cara, tirándome del banco en el cual estaba sentada.

—Ostia puta Martina—Escuche a mi mejor amiga decir.

Tapé con mis dos manos la zona afectada, y me quejé de dolor.

—¿Hola? ¿Estás bien?—Habló una voz masculina.

Sentí una opresión en el estómago.

Puso sus manos sobre las mías para intentar apartármelas.

—Dios mío Gavi, soy tu fan, ¿me firmas la camiseta?

Aparté mis manos y pude visualizar al futbolista que Candela mencionó sentado a horcajadas sobre mí, su cara estaba enrojecida, respiraba con dificultad y su pelo castaño estaba húmedo por el sudor.

—Eh, si estoy bien, ¿Te puedes quitar?

—Oh, sí, claro—Se apartó—Perdón por el pelotazo no tenía intención de golpearte...—Parecía nervioso—Martina—respondí—Eso, lo siento mucho Martina—Se quitó la cinta de la muñeca izquierda—Quédatela como muestra de arrepentimiento.

Me le quedé mirando de más, acepté la cinta y emití un casi inaudible, gracias. El futbolista me sonrió y corrió hacia el equipo.

—Hablaste con él—Chilló Candela.

—Sí...

—Te dio su cinta—Chilló aún más.

—Sí, y ya cállate, esas chicas nos están mirando mal.

—Significa según el horóscopo del amor deportivo—Fingió hacer cálculos—Significa que te lo volverás a encontrar, os enamoraréis, os haréis novios, os casaréis y tendréis 4 preciosos niños que jugaran en el Barça como su padre y serán reconocidos mundialmente por los mejores—Armó toda la historia en voz baja y aguda.

—Nonononono—Negué—Eso no pasará porque primero, es casi imposible que vaya a volver a verlo, ya conoces a mis padres, por poco te dejan entrar en mi casa.

Hizo un mohín.

—Aburrida—Se centró en el partido e hice lo mismo.

Lewandoski tenía la pelota, esquivó a un par de rivales y se la pasó a Gavi que marcó sin mucha dificultad.

—¡GOOOOOOOOOL!——Gritaron los espectadores dejándome sorda, algunos chillidos, mayormente femeninos, hicieron que los oídos me sangraran.

Mi fiel acompañante, tras su emblemática celebración por el gol, juró fidelidad a Pedri disculpándose por dejarse llevar.

Qué niña más rara.

Finalmente, ganamos el partido 3-1, por Gavi y otros jugadores que no recuerdo la verdad, Candela no dejó de hablar del partido o más bien de los cuerpos sudorosos de los jugadores, en que yo era una afortunada por tener la cinta del jugador número 6 del Barcelona y en que se me estaba hinchando la cara.

—Ay, quedaré como hámster—Palpé mi mejilla afectada, la cual estaba más caliente que el resto del rostro.

—Bueno, debes acompañarme al club a celebrar la victoria magistral del Barcelona.

—No puedo, es que tengo deberes y...—Empecé, pero rápidamente me interrumpió—No era pregunta.

***

Al final me encontraba en mi cama, tumbada mirando al techo de mi habitación, porque no me dieron permiso para salir de fiesta y a pesar de que Candela se me quedó viendo como gato herido, tuve que volver a casa y prometerle que algún día volveríamos.

Abrí la laptop para distraerme, y no sé cómo, terminé encontrándome artículos sobre mí en el periódico Barcelonés.

¿Perdona? ¿En qué momento hicieron tantas fotos?

En la foto se podía apreciar yo en el suelo, con las dos manos en la cara, cubriendo mi identidad, y el jugador sentado a horcadas sobre mí, con sus manos sobre las mías, quitándomelas, con un gesto dócil y una mirada dulce.

"Pablo Páez Gavira, mejor conocido como Gavi el jugador del FC Barcelona, tras haber golpeado sin querer a una anfitriona de las gradas de la zona VIP con la pelota, muestra mucha más intimidad y cercanía que con cualquier otra chica con la cual se haya visto antes. ¿Será este un comienzo de algo entre Gavi y la chica misteriosa?"

Tras releer el artículo más veces de las que me gustaría admitir un golpe en la puerta de mi habitación, interrumpió mi lectura.

Mi padre entró a la habitación sin previo aviso hecho una furia.

—¿Cuántas veces te dije que no vayas a ver partidos de fútbol? ¡Eso no es femenino en lo absoluto!—Fue a mi armario, revolvió algo y sacó la camiseta del Barça que llevaba puesta hoy.

—Pero papá... solo acompañaba a Candela.

—Esa chica no me da buena espina, deberías alejarte de ella y juntarte con grupos de chicas bien vestidas y no ir en sudadera y chándal todo el día.—Me reclamó—Volviendo al tema, como vuelvas a ir y me entere o mucho peor salgas en el diario principal de la ciudad se acabará internet, salir de casa a menos que sea para ir a la universidad, leer y escribir, ya va siendo hora que dejes esas bobadas que no te van a beneficiarte en absolutamente nada y centrarte en Contabilidad y Fianzas.

Sentí frustración, decepción y rabia, pero solo asentí.

—Me llevo esto—Agarró con más fuerza la camiseta y salió dando un portazo.

Y allí me derrumbé, me sentí fatal, papá no tenía ningún derecho de prohibirme cosas tan absurdas como juntarme con Can y parecer femenina, la edad media pasó hace mucho tiempo y creo que ya no voy a poder soportar esos malos tratos a mi persona mucho más.

***
11/09/2023

—Martina, pareces un muerto viviente, estás bien?—Me preguntó Candela mientras dejaba a un lado el libro de Cálculo.

Estábamos estudiando en la cafetería, se acercaban los exámenes y me interesaba una mediana de 9 como mínimo.

Enderecé mi espalda y le sonreí.

—No pude dormir bien, no te preocupes.

—¿No tienes calor? Es que con tu jersey de lana blanco... Aunque supongo que tu falda rosita ventila, ¿no?

—Estoy bien, no te preocupes.

Seguimos estudiando media hora más hasta que Cande pegó uno de sus chillidos agudos y nada disimulados que solo soltaría si ve a Pedri o a Charles Leclerc, aunque la primera opción se ve más fiable, volteé la cabeza en dirección a donde estaba viendo Candela y efectivamente en una mesa de las de la cafetería estaba Pedri junto a algunos de sus compañeros del club.

Analicé la mesa hasta que me encontré con un par de ojos marrones correspondientes al número 6 del Barcelona, sintiendo una chispa eléctrica que me incitó a apartar la mirada al segundo.

—Están Pedri y Gavi—habló por lo bajo—El horóscopo del amor deportivo no falla, os volvisteis a encontrar y hasta yo sentí la chispa que liberó vuestro contacto visual.

—Shhhhhhst—clavé mi mirada en los cientos de números y ecuaciones del libro—No me vengas con gilipolleces Candela.

—¡Que viene Gavi Martina!, ¡que viene!

—No voy a caer Cande, te voy a meter el libro por donde te quepa como no calles de una buena vez.

Candela miró atrás mío con fascinación y con los ojos brillosos, aun así no iba a caer, Candela hizo teatro durante 7 años y aún actúa, por tanto, no iba a girarme.

Sentí una mano en mi hombro y no era precisamente la camarera que venía a por mi taza de café ya vacía.

—Hola Martina—Habló el futbolista—Veo que no se te ha inflamado el rostro, eso es bueno.

—Eh... Sí, sí... Emm solo fue un pelotazo... tampoco es para tanto—Afirmé empezando a sentir mis manos sudar.

—Eso es bueno, Martina, ¿podrías darme tu número? Así seguimos hablando en línea—Sonrió—Si no es molestia, claro.

—Uh, ¿estás seguro?, digo, yo podría vender tu número y hacerme millonaria, y claro, al tu ser una figura pública... eh, bueno, yo no tengo problema, pero claro... yo...

Rió.

—Es probable que vendas mi número de teléfono, pero estoy casi seguro de que no lo harás.

—Oh, en ese caso...—Apunté mi número en un post-it que tenía a mano y se lo tendí.

—Gracias, portera, luego te escribo—Se despidió dándome un beso en la mejilla antes de que se dirija a su mesa.

Candela chilló como loca captando la atención de todos los clientes.

—Gavi tiene tu número y te va a escribir—Ahogó un chillido agudo—y te besó en la mejilla, ¡voy a recordarte durante toda tu vida de que no te vuelvas a lavar la cara!

Sentí mi cara hervir al notar casi todas las chicas del local mirándome y le di una patada por debajo la mesa.

—Oh—puso una mano sobre su boca—¿Te acuerdas de que vimos por Instagram que el Barça femenino buscaba nuevas jugadoras?

Me alarmé.

—No y simplemente no, Candela, no voy a volver a jugar futbol nunca más y mucho menos en una selección profesional.

—Pero, solo iba a decirte a que me acompañaras, últimamente estuve practicando mucho con mi hermano, que es entrenador, crees que puedas acompañarme en cuanto coja la cita al Spotify Camp Nou? Entiendo que no quieras volver y eso, pero por favor hazlo por mí.

Suspiré.

—Entonces está bien, voy a acompañarte.

Sus ojos brillaron y me agradeció unas seiscientas veces, para luego ponerse a hablar sobre el outfit de Pedri.

Mientras escuchaba a Candela de fondo continué haciendo apuntes del libro, hasta que sentí mi teléfono vibrar en mi mochila, al principio pensé que sería mi madre preguntándome en donde estaba, pero me llevé la sorpresa de que un número desconocido me había escrito, y no me hacía falta hacer el mínimo común múltiplo para saber de quién se trataba.

Número Desconocido

Hola

¿Qué haces?

Miré la mesa en donde estaban los futbolistas charlando sobre alguna cosa, y lo visualicé con el móvil en las manos, levantó su mirada para encontrarse con la mía, a lo que aparté la mirada rápidamente.

-Uuuuu, Gavi ya te escribió---Se metió Candela---¿Que dice?

-No, nada.

Número Desconocido

Hola

¿Qué haces?

NUEVO MENSAJE NO LEÍDO

¿Te gustaria quedar un dia de estos?

Candela chilló por millonesima vez esta tarde.

-Dile que sí, dile que sí Martina---Rodeó la mesa para situarse a mi lado.

~GAVI⚽️✨

Hola

¿Qué haces?

¿Te gustaria quedar un dia de estos?

Claro, me encantaría

:)

¿Donde te recojo sábado por la noche?

***

Estabamos cenando yo, mis padres y mi hermana menor.

Mis padres escuchaban con atencion a mi hermana de 15, resulta que conció a un chico hace unos meses y le gustaría traerlo a casa a comer.

Si hubiera sido yo la que pide permiso probablemente me hubieran tirado el plato de pasta.

-Oh, claro que si mi amor, que ilusión, lo puedes traer mañana mismo.

-Que alegria, ojalá Martina fuera como tu—mi padre me miró de reojo—casi no sales de tu habitación, no vistes y bien, no se como hiciste para aprobar el examen de admision de la universidad.

La rabia burbujeó dentro de mi y no me resistí a responder.

-Pues la verdad es que ya no puedo más—me levanté de la mesa—ya no puedo mas con estas prohibiciones tan absurdas, ya no puedo mas con tan malos tratos a mi persona, ya no puedo mas con tantas comparaciones absurdas, ya no puedo seguir con este favoritismo...

-Pues si no te gusta te puedes marchar, allí esta la puerta.

-Pues si que me marcharé---Corrí hacia las escaleras en dirección a mi cuarto.

Entré a mi habitación hecha una furia con lagrimas a punto de desbordarse.

Agarré la maleta que usé el año pasado para ir con mis padres a una fiesta de cumpleaños de mi hermana en Santorini, Grecia.

En la maleta metí algunas prendas importantes y de las que más uso, algun par de zapatos, productos bàasicos de higiene personal y mi libro favorito.

Agarré la mochila de la universidad en donde tengo todo lo necessario para cada classe, metí mi laptop, el movil y el cableado correspondiente.

Enfadada cerré la mochila y cuando me dispuse a salir de la habitación mis ojos quedaron bloqueados en la cinta que me dió Gavi, situada encima de mi escritorio iluminada por la lampara.

Agarré la cinta y me la puse en la muñeca para, ahora si, salir de aquel infierno de una vez por todas.

Al bajar las escaleras, vi como mis padres y mi hermana estaban parados en medio del salon discutiendo algo en voz baja, pero al verme se incorporaron y se mostraron serios nuevamente.

Les dí una ultima mirada y me dirigí a la puerta.

Tras abrir la puerta el corriente de aire helado me puso la piel de gallina pero no tenia planeado echarme atrás, estando tan cerca.

A la que di un paso fuera sentí el portazo detrás mia, confirmándome que nadie de nosotros queria que yo estuviera allí.

[...]

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3-1 🔥💪🏻 vamos Barça!!!
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