SEIS~🔵🔴

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07/10/2023
NARRA GAVI

La chica con el dorsal número 54 sacó, dando inicio a la primera prueba de la tarde, la 41 dió un par de toques y se la pasó a Martina, que controló muy bien el balón y se la pasó al dorsal número 28 que estuvo a punto de caer pero se la pasó con éxito a la del número 37 que por los pelos toca el césped del Joan Gamper.

-Apuesto que la rubia que sacó será la que más votos tendrá—Afirmó el hermano menor de João.

-Esta prueba no van por votos, la que deje caer el balón pa' su casa y a tomar por culo—Se cruzó de brazos Pedri—Parece que no, pero la competencia que habrá durante esta tarde es muy alta.

-Ya...—Aurora hizo una mueca—¿Esa no es la amiga de Mar?—Señaló a las gradas haciendo que mirara de reojo a esa zona.

Efectivamente, acababa de comprobar científicamente que Candela es una chica que le encanta hacerse notar.

Estaba en las gradas, con un cartel enorme en sus manos, guirnaldas de color rojo y azul estaban enrolladas por su cuerpo, y una bandera del barça colgando del cartel.

"LA NUMERO 21 ES LA MEJOR HIJAS DE PUTA"

-Buah, a esta tía la ven des de Tarragona—Bromeó João haciendo que se me escapase una risa.

-Oye no habléis mal de Candy, me cae súper bien.

-Vaya, que novedad—Ironicé

-Pablo, te voy a meter una patada, que no vas a poder jugar la champions cuando empiece—Me amenazó muy amistosamente mi querida hermana mayor.

Pero no quise darles más importancia y me enfoqué en Martina y su expresión de concentración, mientras estaba atenta al balón como si su vida dependiera de ello.

Estuvieron aproximadamente unos 15 minutos y yo no podía estar más estresado.

-Joder, que estrés—Me quejé.

-Me voy a tirar por un quinto piso si nadie deja caer la puta pelota de los cojones—Aurora hizo un gesto como de arrancarse los pelos, provocando que tuviera que morderme la lengua para no soltar un comentario inapropiado.

Pero si había algo que me estresara más que todo eso, eran los hermanos Félix hablando portugués sin permitirnos entender.

-Hablar taca taca a Portugal eh bonitos—Los regañó Aurora haciendo que los hermanos se miraran entre ellos y se rieran.

-Y por la puta cara se ríen—Bufó sin remedio Pedri algo divertido.

Entonces por fin una chica fué eliminada, se trata de la chica con el dorsal número 54.

Suspiré aliviado.

-Joder tío, lo estamos pasando peor nosotros que ella—Se quejó Pedri.

-Quina ansietat, mare de Déu—Habló la reportera—Donç ara procediré a explicar-vos la segona prova que farem ara, recordeu entrar a la web del club per votar, ja que ara les nostres noies hauran de jugar com una mena de partit totes contra totes, per exemple, si la jugadora número 1 té la pilota, totes les altres han de mirar de treure-li, cuan totes haguin intentat treure-li la pilota a la jugadora amb el dorsal número 1 haurá de mirar de marcar a la porteria, però, si la jugadora número 2 aconsegueix treure-li la pilota a la del número 1, llavors, totes les altres haurán de intentar el mateix amb la número 1, d'acord, començem!

-No he entendido nada—Se quejó por enésima vez mi hermana—Los catalanes hablan muy rápido.

No le presté atención y saqué el móvil para buscar la web del Barça y votar antes que nada.

Las chicas lo hicieron de puta madre pero obviamente destacó Martina.

-La Martina me da vibes de profesionalidad y conocimiento—Habló alguien del banquillo.

-Si, si, da satisfacción esa tía—Le respondió alguien más.

Al terminar la prueba, eliminaron a la 37.

La siguiente prueba consistía en penaltis, en la cual eliminaron a la del número 28 y la última prueba fué de resistencia, muy parecida a lo que nosotros hacemos en los entrenos, donde se eliminó a la 64.

Estaba muy feliz, Martina había ganado junto a una rubia con el número 41.

-¡Vamos, Mar eres la mejor!—Gritó Aurora haciendo que me quedara sordo.

-¡Eso!—Añadió Pedri

João tenía una pequeña sonrisa en la cara y su hermano se entretenía con el móvil.

-No me digas que hoy no nos podemos acercar—João preguntó.

-Se están haciendo fotos y luego probablemente las entrevistarán pesado—Le respondió el canario—Si queréis luego quedamos en mi casa y así pasamos un buen rato—Propuso.

-Claro—Aceptó el Portugués y le dijo algo a su hermano en portugués.

Ambos me miraron y solo asentí energéticamente, me hacía mucha ilusión estar con mis amigos y con ella.

Aurora declinó la oferta, mañana a las 5 de la madrugada tiene el vuelo hacia Sevilla y aún tiene que hacer algunos recados antes de irse de Barcelona.

Observé a la dueña de mis pensamientos y sonreí al encontrarme con su mirada, parecía muy agobiada por todas las preguntas que seguramente le hacían a la vez.

Tras media hora en el lugar solo quedábamos nosotros, ella, algunas personas del Staff y la prensa.

Entonces ella empezó a dirigirse hacia nosotros trotando y con una sonrisa en la cara.

-Martina, guapa felicidades—La felicitó la andaluza abrazándola.

-Te has lucido—Añadió João.

-Ay tía que bien lo has hecho—Bromeó Pedri con la voz chillona ganándose una patada de Mar.

-Gilipollas—Le dijo.

-Lo has hecho muy bien—La felicité—¿Te vienes con nosotros a casa de Pedri?

-Eh, ah... es que debo avisar a Candela, la muy hija de su madre ha venido y me ha hecho pasar una vergüenza que flipas, y también debo...—Enumeró algo nerviosa.

-Que si tranquila, te esperamos, vete a duchar, porque me gustaría abrazarte pero es que con lo sudada que vas...—Bromeó João.

-Idiota.

***

Y allí estábamos todos acurrucados en el inmenso sofá de la sala de estar de Pedri.

Yo, Martina, João, Pedri, Candela, una tal Sara, aparentemente amiga cercana de Mar y Ansu, que hace poco se había recuperado de su lesión por lo cual decidimos invitarlo también.

Habíamos decidido sentarnos a conversar un rato antes de cenar para luego mirar una peli.

-Martina tienes mala cara, ¿Te pasa algo?—Le preguntó Candela.

-Hombre si no está feliz que me de el puesto a mi eh—Bromeó Sara.

-Estoy bien, pasa que aún no me lo creo—Respondió quitándole importancia al asunto aunque algo me decía que no estaba siendo del todo sincera.

-Bueno, te lo mereces niña—Comentó João.

-Gracias, en dos meses la champions ¿Verdad?

-Buah, que ganas—Expresé—Me hace ilusión.

-Vamos a ganar—Afirmó Pedri.

-Yo solo quiero ganar para meter a Martina dentro del trofeo—Bromeó Ansu.

-Tu puta madre, que tampoco soy tan pequeña—Se quejó la susodicha.

-Claro, Gavi te saca 2 centímetros—Recalcó Pedri.

-Oye, ¿Ahora me estáis insultando a mi también?—Me quejé.

-Deberías sentirte afortunado Gavi, mides más que alguien—Bromeó Candela.

-Sois unos mierdas.

-Uuuuuy que el niño se hace adolescente.

-Claro que también le saca un año a la niña.

***

NARRA MARTINA

Pedimos comida a domicilio y cenamos tranquilamente con alguna broma de por medio, me lo paso en grande con los chicos y tengo bastante más confianza por el hecho de que mis mejores amigas también estén allí.

Hasta que mi móvil sonó saliendo en la pantalla el nombre de mi hermana menor, Gisella, no la bloqueé por si acaso, no me cae mal ni nada pero le sigo guardando algo de rencor.

-¿No vas a contestar?—Me preguntó João haciendo que salga del pequeño trance en el que estuve.

-Oh, si, si claro, un momento—Me excusé levantándome de la mesa, saliendo del comedor dirigiéndome a la sala de estar.

Tragué duro y acepté la llamada.

-¿Diga?

-¿Mar?—Escuché a mi hermana menor hablar con la voz entrecortada.

-Gisella, ¿Donde estás? ¿Qué pasa?

-¿Puedes venir a buscarme?—Empezó a romper en llanto.

-¿Cómo? ¿Dónde? Explícate—Le pido algo nerviosa.

-Estoy en una discoteca del centro de Barcelona...Vine con un chico y... le fui infiel a mi novio y él me vio... se ha enfadado mucho conmigo y no me quiere hablar, quiero volver a casa, no quiero estar más tiempo aquí—Explicó muy lentamente, llorando y con reggaeton de fondo dificultándome entender a mi hermana.

-Mándame la ubicación, sal a la calle y no te muevas—Le ordené rápidamente.

-Gracias...

Colgué y me dirigí al comedor encontrándome con los chicos cenando como si nada, tranquilos, bromeando.

-Lo siento, me ha surgido un percance debo irme—Me excusé rápidamente recogiendo mis cosas.

-¿A estas horas? Son las 1 y pico de la noche—Pregunta João extrañado.

-Si ya, lo siento de verdad.

Empecé a caminar hacia la salida de aquella enorme casa, cuando estuve a punto de abrir la puerta alguien agarró mi muñeca.

-¿Se puede saber a donde coño vas?—Me preguntó con una expresión medio molesta en la cara.

-Suéltame Gavi.

-No hasta que me lo digas.

-Tengo prisa—Sacudí mi brazo.

-Entonces voy contigo.

-No, tu te vas a quedar aquí con tus amigos.

-Te recuerdo que hay amigas tuyas también.

Bufé sin remedio.

-Pues ven—Le dije antes de que me pusiera a gritarle cuatro cosas al chaval.

***

Agarré con fuerza el volante mientras me dirigía al sitio.

-¿Me lo puedes explicar?—Preguntó suavemente.

-¡No lo sé! ¡De pronto recibo una llamada de mi hermana menor de 15 años y me empieza a soltar un drama juvenil típico de adolescentes con las hormonas a tope y me pide que vaya a buscarla después de no haberme hablado des de que me fui de casa!—Suelto alterada, sintiendo lágrimas calientes deslizarse por mis mejillas.

-Tranquila, todo va estar bien—Me consuela.

-Y como no deje de llorar nos vamos a chocar—Me echo bronca a mi misma.

-Todo va a estar bien—Repitió tranquilo—No me importaría morir a tu lado, al contrario, deseo morir a tu lado—Bromeó, o bueno, espero que esté bromeando.

-No hace gracia Gavira.

-Lo digo en serio Vila.

-No me digas esas cosas cuando estoy conduciendo que nos vamos al otro lado Pablo.

Cuando él iba a responder pude visualizar a mi hermana parada en medio de la acera entonces frené y pité el claxon durante medio segundo para que viera mi coche y viniera hacia aquí.

Y eso mismo hizo, levantó la vista hacia el vehículo y empezó a llorar de nuevo mientras corría algo borracha hacia mi.

-Joder—Me quito el cinturón y salgo hacia ella.

-Mar...

Abrí la puerta trasera y esperé a que subiera para cerrar la puerta y volver a montar y salir de allí en cuanto antes en dirección a casa de mis padres.

-Gracias...

La ignoré mientras esperaba a que el semáforo se pusiera en verde.

-Siento molestaros—Habló nuevamente dirigiéndose a Gavi, el cual solo asintió y se removió incómodo.

-De verdad lo siento...

-Que ya me ha quedado claro, cállate un mes—Expresé estresada.

-Encima de que te pido perdón...

-A que te dejo aquí.

-Pero...

-Joder, tienes 15 años, ¡15!, no puedes tomar, no puedes salir ni mucho menos armar dramas de estos, ¡Yo a tu edad me quería suicidar!

-Martina, ya vale—Interfirió Gavi serio.

-Esto es entre nosotras Pablo—Aparté la visita de la carretera para mirarlo algo mal.

-Lo siento—Se disculpó por enésima vez mi hermana.

-Joder Giselle, tú eres mejor que esto, imagínate que fuera él el que se liara con otra, ¿Que harías? ¿Como te sentirías?—La miro por el espejo del retrovisor.

-Ya se que está mal, pero tu no eres nadie para reclamarme nada—Me miró con una mirada llena de odio y yo se la devolví pero mucho peor.

15 minutos después llegué a su destino y frené el coche para que bajara, tras irse, presioné el acelerador y Pablo me miró con pena.

-¿Estás bien?

-No, si no fuera porque estás conmigo, ya hubiera lanzado el coche por un acantilado conmigo dentro.

Ví como se mordía el labio y bufé.

-No digas eso.

***

Al final pasé por casa de Pablo para directamente dejarlo allí ya que eran pasadas las 2 de la madrugada, aunque me ofreció quedarme, decliné porque al día siguiente tenía Universidad.

-Si necesitas hablar, puedes hacerlo conmigo Mar—Aseguró dándome un abrazo.

Hundí mi rostro en su cuello aspirando su aroma.

-Gracias Pablo, no se que haría sin tí—Agradecí sincera—Siento haberte traído dolor de cabeza y gracias por acompañarme aunque yo sea una cabezota sin remedio.

-Sabes que te quiero ¿Verdad?—Preguntó haciendo que mi corazón dé un vuelco—Has jugado muy bien hoy Mar—acarició mi nuca con sumo cuidado—¿Puedo besarte?

Mi corazón latía muy rápido y tan fuerte que sentía que se me iba a salir del pecho, no me lo pensé dos veces y uní mis labios con los suyos sintiendo una explosión de emociones tan solo en el primer roce.

Sus labios se unían a los míos en un beso que estaba quemándome por dentro, cada vez la temperatura de este subió cada vez más, su lengua bailaba con la mía una coreografía mágica que parecía unirnos en todos los sentidos.

Nos separamos en busca de oxígeno, él me sonrió y no pude evitar hacer lo mismo.

-Te quiero—Me volvió a abrazar—Si no te vuelvo a besar es porque probablemente te acabaría follando contra tu coche—Susurró muy cerca de mi oreja haciendo que me sonrojara a más no poder.

-¡Pablo!

-Me gusta que me llames por mi nombre...

-¡Qué vergüenza!—Me rio—Anda suéltame que me tengo que ir.

-Quédate conmigo—Hizo un puchero, derritiéndome de la ternura.

-No puedo, mañana tengo clase muy temprano.

-Por favor.

-Suéltame anda.

-O si no que.

-Pues te voy a pegar.

Lloró falsamente y se apartó sonriendo.

-Te quiero.

-Lo sé.

-¿Y tú?

-Tal vez.

Me miró mal.

-Es broma bonito—Me río.

-No hace gracia—Se cruza de brazos como un niño pequeño al que le han quitado una chuche.

-Yo también te quiero muchísimo—Le doy un beso en la mejilla—Buenas noches Pablete.

-Buenas noches Tina.

Subí a mi coche para dirigirme a casa de Candela, el actual techo en donde vivo, no puedo evitar pensar en todo lo que ha pasado, des de que me fuí de casa hasta el beso con Gavi.

No puedo evitar soltar una risita tonta por ello, empiezo a sentir mariposillas al estómago y sonrío inevitablemente.

Me preocupa el estado de Giselle, realmente lo hace, me siento un poco mal por haberle hablado así pero ella no colaboró y perdí los estribos.

Una notificación me sacó de mis pensamientos, con mucho cuidado cogí mi teléfono y entré a WhatsApp

~GAVI⚽️✨

Quién fué tu primer beso???😏🥴

Sonreí sin poder evitarlo y le respondí.

Pablo Gavi  🙌 😮‍💨

***

08/10/2023

Avanzaba por los pasillos de la universidad con un par de libros en el brazo izquierdo, la mochila colgando de un solo hombro y el móvil en mi mano derecha, como siempre.

Estaba chateando con Gavi, acababa de salir del entrenamiento y dice que se aburre.

Me aburroooooo y estoy hacho polvo.

De acuerdo, quieres un premio?

Si el de la Champions League

Pues te lo compras que el dinero te sobra

Ojalá poderla comprar...

Entonces siento un golpe en mi hombro izquierdo, que me distrae de mi conversación.

-Mira por donde vas—Le digo a la persona que me acaba de amargar el día con su existencia.

-Mira tú por donde vas, Mar—Habla una voz que por desgracia conozco a la perfección.

-Sandra—La nombro con un sabor amargo en la boca.

-Hombre, que tal—Sonríe—Felicidades por lo de ayer, no creí que volvieras al fútbol desde que tus padres... bueno ya sabes, eso—Acomodó si flequillo y me miró—No sabes cuanto me alegro por ti.

Apreté mis dedos en un puño y tensé mi mandíbula.

-Si no tienes nada más que decir, me voy.

-Saluda a Gavi de mi parte, nos lo pasamos muy bien anoche en la playa.

-Si, ya, mentirosa—Susurré por lo bajo sabiendo que me escuchaba igual.

-Si no quieres, no te lo creas, no sabes que romántico fué ese lío en la playa...

Esta mujer me estaba sacando de mis casillas, se perfectamente que lo que está diciendo es completamente falso, ya que estuvo conmigo hasta las tantas cuando lo dejé en su casa y un par de horas después fué con su hermana al aeropuerto por su vuelo a Sevilla.

La miré con superioridad y seguí avanzando hasta la salida de la facultad, en donde ya era costumbre encontrarme a bastantes periodistas esperando por mí.

La mayoría de las veces respondo alguna que otra pregunta pero hoy simplemente no estaba de humor así que avancé hasta el coche.

Al llegar a casa de Candela, ella no estaba así que fuí y me tumbé en su cama boca abajo, cansada y con ganas de morir.

Te puedo llamar?

Fue el mensaje que recibí de Pablo mientras conducía y que no había visto, al responder no pasaron ni dos segundos para que me llamara.

-Holaaaaa—Saludó alegre.

-Buenas tardes—Respondí con una media sonrisa.

-Pareces deprimida, ¿pasa algo?

-No te preocupes, estoy bien.

Hubo un silencio.

-Sabes que me lo puedes contar todo ¿Verdad?

-Lo sé, solo son tonterías mías, tranquilo.

-Escúchame bien Martina—Se puso serio—Cualquier cosa que tenga a ver contigo es importante ¿De acuerdo?

Mi corazón dió un vuelco.

-Ya...

-Ahora, dime, ¿Qué es lo que te preocupa?

Suspiré.

-No es nada Pablete, preocúpate por otras cosas.

-Martina, todo lo que tenga a ver contigo es importante y me preocupa, que entre a esa cabecita tuya.

-Nada, solo recordé algo de hace unos años...

-¿El qué?

-Nada, en serio.

-No hagas que me enfade contigo por favor, ¿Es que no confías en mí? ¿Es eso?—Pareció dolido

-No, no, solo recordé a mis padres biológicos...

Hubo un silencio, uno muy pesado e incómodo, que me puso nerviosa.

-Oye... Siento mucho haberte presionado en un tema tan delicado, de verdad qu-...

-Oye, oye, que no pasa nada, ya lo superé.

-Chico me vais a hacer llorar—Escuché una voz des de el otro lado de la línea.

-¿Pedri?

-Fuera de aquí chismoso—Lo regañó Gavi sacándome una risita.

-Oye, hablamos luego ¿Vale?

-Adiós Mar.

***

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