Capítulo 4
Jungkook suspiró mientras sonreía y miraba el horizonte. Sentía que un gran peso se había bajado de sus hombros.
Lástima que la serenidad le durara tan poco, al sentir un fuerte puñetazo en su mejilla izquierda.
—IMBECILLE!¹ —gritó Yoongi lleno de furia —¡Jimin me matará por tu culpa! ¡Nos matará! —señaló, dando un fuerte empujón al pecho de su sobrino.
—CHE CAZZO FAI!² —cuestionó, acercándose de manera amenzante —¡Eran solo piedras, compra otras y ya!
—¡Te dije que no las tocaras! —bramó, tomando al menor por el cuello de su camisa.
—¡Si no puedes pagarlas, yo lo hago! —escupió, saliendo del agarre de manera brusca.
—Sei stupido!?³ —preguntó el mayor casi carcajeando —¡Son tus padres los millonarios! —le recordó empujándolo nuevamente.
Jungkook chocó con la barandilla del barco, pero aun así no cambió su postura firme, ni su rostro molesto —Pensi che solo perché sei mio zio non posso colpirti, stronzo!?⁴
—¡No sabes en lo que te has metido! —replicó, alterado.
—¡Parece que el que no sabe dónde se ha metido eres tú! —respondió con furia —¿¡Por qué te importan tanto!? ¿¡Qué te dice que él no las robó!? ¡Están escondidas en una gaveta! ¡Escondidas! ¡Por algo era! ¡Nada te garantiza que ese tal jimin sea un ladro di merd-
Sus palabras quedaron en su boca al sentir otro golpe en su rostro que lo hizo caer sin compasión al mar.
Taehyung agudizó todos sus sentidos cuando algo pesado cayó cerca de donde estaba.
No tardó ni un minuto en reconocer la negra cabellera que estaba sumergiéndose cada vez más, dejando un camino difuso de líquido rojo.
Murmuró un claro "Prostateftikí foúska"⁵ y el mar creó un huracán pequeño que poco a poco se transformaba en una burbuja rodeando las trece gemas.
Una vez aseguradas, el tritón nadó rápidamente hacia el humano.
Apenas estuvo lo suficiente cerca, tomó el cuello de la camisa que portaba para después sacudirlo de un lado a otro, buscando la mínima señal de vida, sin tomarle relevancia al hilo de sangre que salía de su nariz.
—¡Despierta! —gritó, sin detener su acción. Pero el ser no reaccionaba.
Estaba inconsciente.
—¿Qué tan dura fue la caída? —se preguntó viendo a la superficie.
Empezó a sacudir más fuerte al pelinegro y casi de inmediato el antes mencionado abrió sus ojos por el susto.
Lo primero que vio Jungkook fueron grandes ojos azules escondidos por hebras del mismo color que brillaban perfectamente. Por un momento pensó que eran de un ángel; hasta que sintió el fuerte agarre en su camisa y pudo apreciar las filosas "garras" que tenía la criatura.
Jeon gritó, o al menos, lo intentó, haciendo que de su boca solo salieran burbujas.
La impresión fue tanta que estuvo a punto de desmayarse, otra vez.
Pero unos pomposos labios sobre los suyos hicieron que se olvidara de todo lo que estaba pasando en ese entonces.
El sentimiento de improviso, no fue lo único que sintió. Su boca cosquilleo y deleito la textura de los impropios con un anhelo que jamás había impresionado.
Taehyung se exaltó al sentir un movimiento realizado por la boca ajena, un ritmo que se le hacia tan desconocido, pero preciso. Pero eso no debía pasar, ¡interrumpía su función!
La criatura marina lo "besaba" con parsimonia, pero necesitaba más; casi por inercia ingresó su lengua en la boca sobre la suya y empezó a explorar sin permiso alguno.
El príncipe tardó unos segundos en reaccionar ante la nueva acción y se apartó rápidamente.
Y justo cuando Jungkook pensaba reprochar, sintió ardor en su mejilla por una cachetada que le propinó en peliazul sin aviso alguno
—¡No hagas eso! —reclamó molesto —¡Te hago esto para darte oxígeno, no metas tu lengua en mí!
Jungkook casi se infarta cuando lo escuchó hablar a pesar de estar bajo el agua.
—¡CISLFLDNDKWNS! —gritó, siendo inentendible, ya que soltó más burbujas.
Kim lo vio con algo de pena al notar como se iba a desmayar de nuevo.
Tal vez debió pensar más antes de aceptar el cortejo de un humano.
Se acercó nuevamente y volvió a posar su boca sobre la contraria, con la finalidad de darle un poco de aire.
Lástima que el pelinegro se quisiera aprovechar de nuevo, empezando a mordisquear los labios del menor.
El príncipe se separó de golpe totalmente ofendido, dispuesto a dejarlo ahogarse a pesar de que lo hubiera cortejado, si no fuera porque otro humano cayó al agua.
Yoongi lo vio de inmediato y tapó su boca con ambas manos al notar que Jungkook estaba siendo sostenido por un tritón.
Por desgracia, el castaño no pudo ver mucho, dado a que la criatura se había ido nadando a una velocidad increíble llevando a su sobrino consigo.
El joven tritón nadaba con pánico; ¿por qué? Ni él sabía, pero lo hizo.
No sabía cuántos minutos llevaba, pero sabía que eran pocos.
Bajo su vista y sonrió al ver que las piedras preciosas que le obsequió el humano lo seguían estando en esa burbuja.
—¡El humano! —recordó viendo su otra mano, que sostenía al azabache inconsistente.
Taehyung paró abruptamente y acercó su mano al pecho contrario.
Seguramente llevaba rato así.
Apenas sintió la dureza, no pudo evitar apretarlo mientras sonreía; y después recordó que era lo que iba a hacer, sintiéndose un poco avergonzado por la anterior acción.
Rápidamente puso su mano, se suponía que estaba el corazón del ser, y todos sus músculos se destensaron cuando sintió un leve pálpito.
Mordió sus labios con nerviosismo; ¿Qué haría? ¿Cómo le diría a su papá? ¿lograría llevar al palacio con el humano vivo?
Después de debatirlo unos cuantos segundos; nado rápidamente al lugar donde el azabache había caído.
No tardó mucho en llegar, pero no había nadie.
Ni nada.
Empezó a preocuparse cuando su audición le permitió escuchar los latidos débiles del humano.
—Ok, esto es malo; Esto es muy malo. —indicó, arrepintiéndose de haberlo llevado en ese estado.
Velozmente se desplazó hasta la superficie y vio el barco a unos cuantos kilómetros.
Dio una mirada rápida al pelinegro inconsciente.
—Perdón. —espetó, antes de mover sus dedos haciendo que un remolido de agua se elevara, levantando al humano con facilidad.
El peliazul elevó su dedo índice imitando la acción del remolino y después señaló el barco, haciendo que las mismas aguas copiaran el movimiento, lanzando al humano hacia esa dirección.
—Bueno, no debí. —se dijo, al ver que no midió la fuerza del tiro y el azabache había pasado por encima del barco.
Chasqueó su lengua y se sumergió de inmediato, nadando hasta donde supuso que caería su futura pareja.
Desde abajo del agua elevó ambas manos, haciendo que el agua también subiera con esa forma y atrapara al humano como si fuese una piedrecita.
Sacó todo su torso a la superficie y suspiró al ver al barco totalmente quieto con un castaño con cara horrorizada viendo la escena.
Sin mucho esfuerzo se acercó e hizo que un remolido de agua también lo elevara y así poder sentarse tranquilamente en la barandilla de la cubierta.
Hizo una seña y ambas aguas que sostenían al azabache inconsciente se acercaron con rapidez.
Su idea era colocarlo ahí, esperar que despertara y decirle a qué hora sería la ceremonia de emparejamiento.
Pero un grito no tan masculino resonó por todo el lugar.
Del susto, el tritón cerró sus manos, y el agua volvió a su estado natural, soltando al humano, ocasionando que cayera de cara en la cubierta.
—¡TÚ! —gritó el castaño señalándole con la mano temblorosa —¿¡QUÉ CREES QUE HACES!? —interrogó, pasando por encima de su sobrino inconsciente.
—Mañana a las 15:30, lo espero aquí. —habló Tae, viendo sus preciosas uñas ante la luz del atardecer.
—ESTÁS LOCO SI CREES QU-
—Puedes venir si quieres; no me importa. —cortó el tritón, meneando su pterýgiou de arriba hacia abajo, haciendo que el barco se moviera un poco por la fuerza que ejercía.
Yoongi jadeó cuando vio la larga y preciosa cola de la criatura.
—Eres de la realeza. —más que una pregunta, sonó como afirmación.
Taehyung lo vio a los ojos y abultó sus labios —¿Y tú un duende? —dudó, alzando una de sus cejas.
Jungkook desde el suelo intentó aguantar una carcajada.
—Te dijo enano. —habló el pelinegro, levantándose levemente hasta quedar sentado en la cubierta.
—¿¡Sabes lo que acabas de ha-
—Despertaste. —interrumpió el peliazul sonriendo, viendo al azabache.
—Es sonámbulo. —soltó Yoongi, haciendo que ambos jóvenes pusieran sus ojos en blanco.
—¿Cuál es tu nombre? —interrogó el tritón, ignorándolo; dándose la vuelta, elevando su cola para que también girara y quedara estirada en todo el suelo de madera de la cubierta —Yo soy Kim Taehyung, príncipe de los siete mares. —se presentó, elegantemente con ciertos pestañeos.
Jungkook quedó boquiabierto viendo la larga cola de la criatura y no tardó en caer desmayado, otra vez.
El menor exhaló incrédulo —¿Siempre es así? —se dirigió al castaño, señalándolo con algo de pesar.
Yoongi tragó grueso y se acercó al peliazul —¿Tú encontraste las piedras? —interrogó con cautela.
El menor hizo un sonido afirmativo con su garganta —¿Tenía dudas de que no llegarán a mí? —preguntó, sin quitar su vista del humano inconsistente.
Y fue ahí cuando Yoongi cayó en cuenta de que el príncipe tritón pensaba que su estúpido sobrino lo había cortejado.
—Creo que deberías irte. —susurró suavemente para que el príncipe no se ofendiera.
—¿Me estás corriendo? —cuestionó con semblante serio, haciendo que el castaño inhalara y exhalara con nerviosismo.
¿La mejor idea de Yoongi cuando estaba en apuros?
Fingir demencia.
Lástima que si la llevaba a cabo en esta situación, el príncipe se enojaría y los cazaría a ambos.
¿Preocupado por Jungkook?
No tanto como debería.
¿Preocupado por su propia vida?
De ninguna manera; Jamás le tuvo miedo a la muerte.
Entonces, ¿por qué no podía maldecir al tritón, pegarle un cubetazo en la cara y después usar a su sobrino como carnada aun sabiendo que la criatura los terminaría de matar a ambos solamente por sentir su humor enfadado en el aire?
Woozi y Bambi, por supuesto.
Sabía que el infante era capaz de vivir solo y cuidar a su mascota; pero si Yoongi estaba muerto, Jimin se encargaría de revivirlo para volverlo a matar y hasta lo podía seguir a las puertas del infierno y traerlo de las greñas para hacerlo sufrir una cantidad de años incontables por dejar solo a su hijo y ser tan estúpido como para pelear contra el príncipe tritón.
"Jungkook truco" se dijo en su mente, cayendo "desmayado" como costal de papas encima del cuerpo de su sobrino para amortiguar su caída.
Taehyung bufó al ver que el otro humano se desmayó como su prometido.
—Debe ser una broma. —se quejó, cansado.
Se dio la vuelta y contempló la luna, pensando si era mejor esperar a que alguno de ellos despertara.
Nunca había visto la luna desde afuera del mar. El cielo era tan extenso y las estrellas que lo adornaban le recordaron a una piedra llamada aventurina azul.
Por su mente pasó la idea de cómo se las arreglaría para poder estar junto al humano. No sabía como funcionaban las cosas en la tierra, pero en el mar, con el cortejo marítimo se tenía que hacer la ceremonia de emparejamiento de inmediato, para evitar que ambos seres enfermaran con gravedad.
Si no se hacen las cosas como el mar lo exige, el que corteja empieza a sentir su cuerpo enfriarse por sentir el rechazo de quien lo aceptó, y el contrario tendrá temperaturas extremadamente altas por el ardor de la indiferencia que trató al primer mencionado.
Pero quien lo cortejó fue un humano y él es un príncipe con sangre real, quizá las cosas sean de manera distinta para ambos.
El azabache en el suelo de la cubierta abrió con dificultad y lentitud sus ojos. La primera imagen que vio, lo hizo sonreír.
Había alguien de espaldas viendo la luna. La escena se le resultaba familiar a pesar de estar borrosa. Sus ojos se sentían cansados al igual que todo su cuerpo por la descarga de sentimientos que tuvo recientemente.
La extraña y magnifica criatura saltó de la barandilla donde esta hacia el mar, dejando como ultima vista una espléndida aleta de pez azulada.
Los orbes del humano sintieron que ya no podían mantenerse abiertos, así que se cerraron despacio.
Los minutos pasaron y Yoongi abrió uno de sus ojos para ver si el príncipe se había ido de verdad, después de escuchar el chapoteo en las aguas.
Apenas estuvo seguro de eso, se sentó rápidamente empezando a sacudir a su sobrino.
—¡Más te vale despertar! —gritaba, sin parar de moverlo de un lado a otro.
Jungkook se quejó e hizo un sonido de garganta para mostrar que estaba despierto.
—¿Qué mierda hiciste, Jungkook?
El nombrado solo movió su cabeza negando.
—¡Despierta!
—Sono stanco.⁶ —murmuró.
—¿Stanco? ¿Cansado de qué? ¿¡De cortejar a un tritón!?
—No hables mierda.
—No lo hago, idiota. ¿¡Acaso no recuerdas lo que pasó!?
El menor volvió a negar y la paciencia del castaño se acabó, tomándolo del brazo para levantarlo y sentarlo correctamente.
—¡Despierta! —repitió, propinando un duro golpe en las piernas ajenas.
El azabache saltó del susto y abrió sus ojos rápidamente —¿¡Qué mierda te pasa!?
—¿¡No escuchas lo que te digo!?
—¡Te escuchan hasta América! ¡Ya te dije que no sé de que me estás hablando, no es mi culpa que hayas vuelto a las drogas que te hacen ver sirenas!
—¿Tú eres imbécil o te parió un teletubbie? —cortó pegándole una palmada en la nuca —¡Si hubo una sirena ahí! ¡Y por tu culpa!
—¿¡MI QUÉ!?
—¡Tu culpa, Jungkook! —reclamó —Ahora levántate, debemos irnos de aquí.
Yoongi se levantó, para empezar a navegar de regreso.
Jungkook, por otro lado, sobaba su mejilla sintiendo un ardor inexplicable.
¿Qué había pasado?
Suspiró cansado y sin importar los gritos que le lanzaba su tío, se dejó caer en la cubierta para caer profundamente dormido, sin percatarse que una criatura con ojos completamente dorados lo miraba desde la cima de una gran roca con una sonrisa retorcida.
—Que ironía. —habló la criatura con burla —Un Jeon por estos rumbos.
Pasó por lo menos una hora en donde Yoongi se había encargado de llevar a su sobrino casi moribundo a su casa.
El pelinegro estaba colgando del hombro del mayor, mientras babeaba la espalda contraria sumergido en un profundo sueño.
Yoongi tocó la puerta tres veces y Woozi abrió despreocupado.
El mayor ingresó, sonriendo orgullosamente al notar que el infante tenía una escopeta de juguete en su espalda.
—¿Y Bambi? —preguntó, soltando a Jungkook, haciendo que cayera de forma dura al sofá.
—Está en mi habitación, recién se fue la señora Im y Sungjae, —respondió, bajando su juguete para sentarse en el sofá que estaba cerca —¿Por qué estás preocupado?
Yoongi mordió su labio con nerviosismo y se agachó para quedar a la altura de su hijo —Necesito que despiertes a Jungkook. —le pidió, seriamente —Sé que es peligroso, pero necesito que lo hagas.
Woozi asintió sin dudar y se levantó del asiento, para después ponerse de rodillas y quedar cerca del pelinegro.
No pudo evitar ver lo roja que tenía la mejilla y pasó su mano con sumo cuidado.
Casi de inmediato, la zona herida se recuperó, haciendo que Jungkook suspirara aliviado aún en su sueño.
El niño aclaró la garganta y acercó su boca a la oreja contraria, para después emitir una frecuencia tan baja que era inaudible para alguna criatura ajena a su especie.
Jungkook, por otro lado, se levantó de golpe.
—¿Qué mierda me pasó? —preguntó con los ojos bien abiertos y vio al infante, frunciendo su ceño —¿Y tú por qué tienes mi gorro? —señaló.
—Me queda mejor a mí; no sé de qué te quejas. —contestó, alzando una de sus cejas.
El azabache hizo un gesto disgustado y se levantó, para sentarse en el sofá.
De un movimiento rápido, quitó el gorro que tenía Woozi y se lo puso.
Woozi frunció su ceño y Jungkook lo ignoró.
Aunque al sentir una mirada pesada, se vio obligado a ver a Yoongi, quien ya lo tenía tres metros bajo tierra con solo verlo de esa manera.
Con algo de miedo y una sonrisa nerviosa, colocó el gorro en la cabeza del niño —Quédatelo, a mí no me gustaba este. —dijo, haciendo que el niño sonriera con malicia.
—Estás jodido. —exclamó Yoongi.
—Solo es un gorro, no exageres.
—¿Quién mierda está hablando del gorro? —espetó, frunciendo sus cejas —Lanzaste las piedras, que ROTUNDAMENTE te dije que no tocaras, al mar, y ahora estás emparejado con el príncipe tritón.
Woozi abrió sus ojos sorprendido y Jungkook soltó una estruendosa carcajada que se cortó al notar que nadie reía.
—Estás bromeando, ¿no? —formuló, viendo a ambos castaños —Los tritones no existen.
—¿Qué viste cuando te lance al mar?
—Un chico con cabello azul. —respondió con simpleza.
—¿Viste las piernas del chico?
Jungkook negó, haciendo una mueca confusa.
—Después de eso, ¿qué pasó? —preguntó, con los brazos cruzados.
—Creo que me desmayé.
—Te despertaste en la cubierta, ¿no? —interrogó y su sobrino asintió lentamente —¿Y qué viste ahí?
—Al mismo chico de espaldas.
—Y después de eso, ¿qué estaba sobre la cubierta, mojándose por completo?
—Una gran cola de pez. —recordó, en casi un murmullo.
—¡DING! ¡DING! ¡DING! ¡Esatto!⁷ —festejó Yoongi con burla —Y ahora por tú culpa, nos matarán a ambos. —soltó de repente.
Woozi jadeó y Yoongi lo vio de inmediato negando, sabiendo lo que el niño pensaba y arrepintiéndose de haber dicho lo anterior.
—No, Woo, no me pasará nada. —quiso consolar, al notar los ojos cristalizados del menor —Es un decir; al único que mataran será a Jungkook.
Woozi lo vio, buscando sinceridad y Yoongi se disculpó, atrapándolo en un abrazo.
Jungkook vio confundido la escena.
—Cuando usa sus dones, se vuelve bastante sensible por cierto tiempo y todas las palabras que le digan en ese tiempo las tomará muy literal. —confesó el mayor.
—Esto es mucho para mí. —fue lo único que pudo decir el azabache, para dejarse caer en el sofá.
¿Cortejo? ¿Sirenas? ¿Compromiso? ¿Muerte? ¿Woozi? ¿Dones?
—Necesito dormir.
Yoongi se levantó y le pegó duramente con un cojín en la cara.
—Necesitas a Jimin. —dijo con disgusto.
Jungkook tragó grueso y se sentó nuevamente —Pásame el número, la llamaré. —pidió elevando una de sus manos.
Yoongi rió amargamente y fue hacia la cocina.
Colocó un cuchillo algo pequeño en la palma de su sobrino.
El pelinegro vio el utensilio y lo vio, asustado.
—Te pedí un número, no un método para mi suicidio.
—No seas estúpido, así lo llamas. —informó, señalando el objeto.
Jungkook frunció su ceño y alzó una de sus cejas y colocó el cuchillo en una de sus orejas, sin despegar la vista de su tío.
Yoongi tenía la boca abierta "¿En serio tenían la misma sangre?" Se preguntó.
—¿Aló? —cuestionó el azabache y Woozi se acercó para quitarle el objeto.
—Tienes que cortar. —obvió, haciendo la seña en una de sus palmas.
—¿¡QUÉ!? —gritó —¿¡Tengo que cortarme para que venga!? ¿¡Acaso tu mamá es una vampira!?
Yoongi suspiró y se acercó a Woozi para quitarle el cuchillo.
—Peor. —declaró, ofreciéndoselo nuevamente.
—¿¡Me tengo que matar!?
—Mmm, en teoría, Jimin te matará cuando llegue.
Jungkook vio confundido a ambos castaños y Woozi viró sus ojos, extendiendo su mano.
—Me tienes que cortar a mí, para que venga. —indicó con simpleza.
—¿Así la llaman? —preguntó y el infante asintió sonriendo.
—La mayoría de las veces sí; aunque también viene para fechas importantes, en sus vacaciones o para cuidar a papá cuando está herido por las noches. —confesó y Jungkook lo vio dudoso —Si, ya sabes; yo he escuchado cuando le dice que necesita su gloriosa boca para que lo cure, chup-
—Sí, ya entendió. —interrumpió el mayor, carraspeando su garganta.
—Eres un cerdo. —se burló Jungkook y el mayor puso sus ojos en blanco.
El pelinegro vio algo indeciso la pequeña palma del infante, pero aun así cerró sus ojos y pasó rápidamente el filo del objeto por la delgada piel.
En un parpadeo de ojos, sangre oscura, casi negra, goteaba sobre el blanco piso.
Woozi tenía cerrados sus ojos, aguantando el dolor.
Y Yoongi miraba preocupado la escena.
Pero no podía intervenir, curando la herida o deteniendo el sangrado si quería que Jimin llegara rápido.
No pasaron ni 10 min cuando la puerta principal hizo un sonido horrible al ser abierta de esa manera tan brusca.
—Mamma!⁸ —gritó Woozi, ignorando su herida, para salir corriendo y abrazar la cintura de su progenitor con sumo cariño, muestra de que lo había extrañado.
Jimin sonrió con cariño hacia su hijo, pero su mirada cambió al notar que había alguien más en el aposento.
Las escleróticas de sus ojos se volvieron grises en su totalidad, viendo de una manera asesina al pelinegro que tenía el cuchillo manchado de sangre de su pequeño.
Se separó de Woozi y caminó a paso firme hasta el desconocido.
—Ho-
Jungkook no pudo terminar ni una palabra, cuando una pequeña mano con largas uñas se encajó fuertemente en su cuello.
Jimin no titubeó, aunque la cara del contrario estuviera roja.
Elevó su otra mano y mostró su dedo índice, brillando mientras la larga uña se miraba escalofriante ante los presentes.
—Y-Yoongi. —formuló con dificultad el pelinegro.
—Apenas me estaba divirtiendo. —dijo el castaño con pesar —Cariño, el mocoso ese es m-
—Tu sobrino. —confirmó el peligris —Lo recuerdo. —admitió — Y a juzgar por la situación, decidieron llamarme cortando a mi bebé, ¿no? —preguntó, soltando al menor.
Jungkook cayó sentado en el sofá y empezó a toser —¿¡Tú qué mierda haces aquí!? —escupió con dificultad —No es a ti a quien invoqué.
—¿No necesitabas a mamá? —cuestionó el infante, frunciendo su ceño.
El pelinegro abrió sus ojos, impresionado y vio de pies a cabeza al recién llegado.
—¿¡Eres una chica!? —preguntó y el peligris viró sus ojos.
—No, soy un hámster. —respondió sarcástico y el menor tapó su boca con una de sus manos por la impresión —¡No soy un hámster, ni una chica! ¿¡Por qué diablos creerías eso!?
—¡P-Pero Woozi te dice mamá! —señaló —Es en serio que adoptaste un niño con este!? —espetó hacia su tío.
—No lo adoptamos, es nuestro hijo biológico. —informó —Y antes que preguntes, tampoco alquilamos un vientre.
—¿¡Cómo diablos te embarazaste si no eres mujer!? —interrogó.
—Yo solo lo puse, quien hizo eso fue Jimin. —aclaró y el azabache lo vio, buscando respuestas.
El peligris alzó sus hombros —Pues pasó.
—¿¡Cómo lo pariste!?
—Cesárea, amigo; no se necesita mucha ciencia para entenderlo. —afirmó, cruzándose de brazos.
Jungkook dejó salir el aire de sus pulmones, recapitulando todas sus clases de medicina para encontrarle lógica a lo sucedido. Sintió un ardor en su garganta y recordó la primera acción del recién llegado.
—¿¡Y por qué me ahorcaste!?
—Agradece que no te maté.
—¡Pero casi!
—Pero no pasó. —respondió simple, sentándose en el sillón, cruzando su pierna arriba de la otra —Ahora díganme, ¿qué hicieron?
—Es culpa de Jungkook, él tiró tus piedras. —señaló Woozi —Mi papá no hizo nada; así que por eso no tiene culpa. —declaró, viendo a su papá, quien cerró sus ojos y asintió; orgulloso de su pequeño.
—Amor. —lo llamó Park, haciendo que el niño lo viera —El hecho de que tu papá no haya hecho nada, lo hace casi tan culpable como tu primo.
—Momento. —habló Jungkook —¿También eres un sireno?
—Se dice tritón. —corrigió el peligris —Y no. Me ofende que pienses eso. —declaró con disgusto.
—Entonces, ¿qué eres? Porque humano, claro está que no.
—Soy un Haien.⁹ —confesó y Jungkook lo miraba esperando una explicación —En teoría, soy lo mismo que un tritón, con la diferencia que soy mitad tiburón, mitad humano; y puedo salir a la tierra y tener piernas, gracias a que mi "piel de tiburón" —hizo comillas con sus dedos —se convierte en lo que parece una manta, dejando mis extremidades inferiores libres y listas para caminar, y para desplazarme en el mar, sólo tengo que volver a fusionarme con ella. ¿Entiendes? —cuestionó y el menor asintió no muy seguro.
—Jamás había escuchado algo igual. —informó, viéndolo con desconfianza.
—Su especie proviene de una maldición, hecha en Noruega por una bruja cecalea al ver como un tiburón comía a sus crías; lo maldijo enviándolo a tierra firme con solo una manta, donde estaba su piel de tiburón, pasaron décadas sin que el "hombre" volviera al mar. —relató Yoongi.
—Cuando al fin lo hizo, fue con su propia cría en brazos, ya que en el pueblo cercano conoció una mujer donde consumaron matrimonio, pensó que viviría bien su vida como humano, pero cuando el bebé nació, era envuelto por piel de tiburón. —le siguió Jimin.
—Los acusaron de haber hecho pactos con el diablo y mataron a la mujer el mismo día de su parto. —dijo Woozi, sabiendo la historia.
—El hombre huyó y se lanzó al mar, sin esperar que su manta se fusionara con sus piernas.
—Misma acción que hizo la pequeña manta que cubría a la criatura recién nacida.
—Al ser el bebé mitad humano, mitad tiburón, necesitaba de ambos alimentos, así que vivieron entrando y saliendo a la tierra constantemente.
—Cuando el bebé, Minjoon, creció, se enamoró de un príncipe que vivía alejado de la zona, su padre no le vio lo malo, ya que creía que no se repetiría la historia por razones obvias.
—Así que te imaginas cómo fue la impresión de las dos criaturas y el humano, al ver cómo el vientre de Minjoon crecía como el de una embarazada.
—De él nació la primera hembra, que no poseía manta, pero sí branquias y ciertas partes del cuerpo grisáceas; el rey estaba tan molesto cuando se enteró que mató a su hijo, su nieta y al par de criaturas sin piedad.
—Buscó por cielo, mar y tierra el paradero de la bruja cecalea; sin esperarse que el día que la encontrara, ella estaba tan deprimida y molesta que solo bastó una ofensa para que maldijera a todo el reino.
—La bruja molesta gritó hacia los cuatro vientos "Desprecias a una especie como si tu no fueras una. Hasta el tiburón que comió a mis crías, tuvo corazón para cambiar y aceptar sus errores cuando tuvo uso de razón. ¿Por qué tú que la posees desde tu nacimiento te atreviste a matar a sangre de tu sangre? ¿Es eso lo que les falta a ustedes, humanos desalmados? ¿Ser tiburones para apreciar mejor a su propia familia? De ser así, eso serán, tiburones hasta su último respirar." —recitó el peligris, haciendo que a Jungkook se le pusiera la piel de gallina.
—Entonces, ¿Woozi también es un haien? —preguntó, viendo al niño sentado.
—Sí, pero igual a la cría de Minjoon; su parte humana está más presente que la de tiburón.
—¿La cría de Minjoon pudo ser completamente humana? —cuestionó sin querer quedarse con la duda, pero el peligris negó.
—Minjoon tenía por lo mucho un 20% de humano, a pesar de que se formó en el cuerpo de una mujer, porque la semilla de su padre cambiaforma era mucho más potente; pero cuando él estuvo en cinta, su cría tendría un 50% de humana, también por la semilla de su padre humano. Al igual que Woozi por Yoongi.
Jungkook frunció su ceño y volteó a ver a su tío, quien asintió.
—No me digas que no sabías, porque Woozi es mi copia exacta.
—¡Me refiero a que no nos contaste! —soltó el pelinegro —Cuando dijo que eras su papá, pensaba que era adoptado o algo así, no que literalmente lo fueras. ¡Pensé que se parecían por obra del destino!
—¡Pero es mi copia exacta! —espetó el castaño, poniéndose al par de su hijo para unir sus mejillas; y efectivamente era como ver a un mini Yoongi.
—Agh, ni me lo recuerdes. —habló Jimin, tapando sus ojos con una de sus manos —Lo tuve como un año dentro de mí, para que terminara pareciéndose al que solo sufrió un placentero orgasmo. —bufó.
—¿Qué es un orgasmo? —preguntó el menor de todos, haciendo que todos lo vieran al mismo tiempo.
—Mejor explícame cómo está eso de que corteje al príncipe sardina y por qué no te veo molesto porque bote tus dichosas piedras de fantasía. —detuvo Jungkook.
—Por lo visto, no sabes nada sobre el mar; así que esto va para largo, y sobre las "piedras de fantasía", no eran mías, en cierto modo eres un Jeon y te pertenecían más a ti que a mí. Las usaste estúpidamente, pero ni modo.
—Primero que nada, déjame prepararme unas palomitas para el rato. —pidió Jungkook, yéndose a la cocina.
—Así que, ¿qué me cuentas? —preguntó Yoongi, alzando sus cejas, mientras tenía una sonrisa ladina viendo al peligris.
Jimin hizo un gesto y le pegó una palmada en la nuca —Pues que mi tonta pareja decidió llamarme cortando a mí cría. —reclamó, bufando.
Yoongi chasqueó su lengua, arrepintiéndose cuando Jimin lo vio amenazante.
—Era una emergencia, cariño; sabes que jamás dejaría que cortaran a Woozi así como así.
—Pero una vez lo hiciste porque se arruinó el microondas y no sabias como hacer tu sopa instantánea. —delató Woozi, entrecerrando sus ojos.
—¡Pero solo fue un poco de tu dedo! —gritó, señalando al infante —Además, fue tu idea y tú también comiste esa sopa. —lo acusó.
Jimin viró sus ojos —En serio que ustedes son imposibles.
—Así nos amas. —dijo el menor, asintiendo al mismo tiempo que su padre.
—Llegué. —avisó Jungkook, sentándose en el sillón —Ahora cuéntame todo.
—Define todo, eso de hablar, me da como que pereza, ¿sabes? —se quejó el peligris.
—Si quieres yo le explico lo básico. —propuso Woozi.
—¿Tú también sabes cosas? —exclamó el azabache, haciendo que el niño confirmara con un sonido de garganta.
—Soy un haein, el cortejo marítimo es como una cultura básica para mí. —obvió; alzando sus hombros, para sentarse al par de su primo y tomar el tazón con palomitas.
—¡Hey! Son mías. —declaró Jungkook, arrebatando el utensilio, haciendo que Jimin lo viera frunciendo su ceño —Bueno; quédatelas, igual estoy a dieta. —bufó.
Woozi sonrió y se acomodó más en el sillón —En el mar, hay una regla inquebrantable para el cortejo; y es que el macho tiene que darle 12 piedras preciosas que representan lo que el susodicho le promete a la cortejada.
—En tu caso, cortejado. —agregó Jimin.
—Tienes que darle un diamante, lapislázuli, jade, zafiro, topacio azul, amatista, piedra luna, taaffeite, grandidierita, piedra sol, ágata y un rubí para que el cortejo esté completo.
—¿Y es que te las aprendiste todas? —preguntó Jungkook, tomando de las palomitas.
—Sí, mi mamá me hizo aprenderlas por sí encuentro una por casualidad.
—¿Para que las recolectes y estés listo para cuando quieras cortejar? —cuestionó, alzando sus cejas.
—No. Para que la tire lo más lejos que pueda y no vuelva a ese lugar mientras yo tenga vida. —contestó el peligris —Mi bebé siempre será muy pequeño para esas cosas. —confesó, lanzándole un beso volador al pequeño.
—Prosigo. —habló el menor —Cuando terminas el cort-
—Espera. —interrumpió Jungkook —Dijiste que eran 12 piezas, ¿no?
—Mmm, ¿sí? ¿Por qué?
—Yo lancé 13. —dijo y vio a Yoongi quien le estaba haciendo señales de que se callara.
Jimin sin percatarse de su pareja, hizo un sonido con su garganta —¿13? ¿Qué color era esa? —cuestionó, sentándose firme, ignorando cómo aceleraban sus latidos.
—Creo que fue la última, era-
—Jungkook es daltónico, no le hagas caso. —cortó el mayor —Además, ¿qué te dice que las lanzó en orden o que sabe qué color son las demás piedras?
—¡Jodete! Sí sé qué colores son. —reprochó —El diamante es traslúcido, el lapislázuli es azul, el jade es verde, el zafiro y topacio azul son azules, la amatista es morada, la piedra luna es un azul opaco pero se pueden ver arcoíris en ella, la taaffeite es rosa, la grandidierita es como azul verdoso, la piedra sol tiene partes naranjas, la ágata también con tonos azules y el rubí rojo.
—Si tanto sabes, ¿por qué dijiste que eran falsas? —preguntó Yoongi, con disgusto.
—Me gusta llevar la contraria, ¿okay? —se quejó —La última que tire, no la había visto en mi vida, pero era tricolor.
Jimin jadeó ante el dato y literalmente se le subió encima al pelinegro.
—¿¡Qué colores!? —cuestionó con su respiración agitada, tomando fuertemente el cuello de la prenda que tenía el menor.
—¡NO ME MATES! —chilló el azabache.
—¡HABLA! —gritó, rasgando por completo la ropa contraria con sus garras.
—¡Era azul cielo profundo, lavanda y aquamarino! —confesó cubriendo su cara con sus antebrazos.
Park sintió que todo el mundo le cayó encima.
—Kim. —susurró.
Sus ojos se volvían grises y volvían a la normalidad rápidamente sin control; las manos empezaron a temblarle y todo la cabeza le daba vueltas.
Sintió bombardeos en su cien y empezó a balbucear por ayuda.
Yoongi en pánico, colocó sus palmas en las mejillas de su oreja buscando cordura, pero Jimin no reaccionaba.
Los sollozos de miedo que tenía Woozi ya eran audibles para los presentes.
—¡Mamma! —gritó el infante acercándose.
Corrió y colocó su pequeña mano en el cuello de su progenitor y un escalofrío le recorrió por todo el cuerpo.
Jungkook estaba helado en su lugar.
¡El enano gruñón parecía morir!
Las escleróticas de Woozi eran grises y Yoongi lo vio con preocupación.
—Hogar. —susurró el niño, para después caer desmayado.
Yoongi se aterró y empezó a temblar; apenas pudo reaccionar ante el grito desgarrador que soltó Jimin.
Corrió de repente y volvió con un vaso lleno de agua para tirárselo en la cara a su primo y al peligris.
—Porca puttana!¹⁰ —chilló —Esto es mucho para mi, esto es mucho para mí. —se decía, tratando de no caer en más locura.
Jungkook inesperadamente se acercó y lo tomó del cuello —Llévalos. —murmuró —¡Llévalos al mar! —gritó, pegándole una cachetada.
El castaño se sobresaltó pero reaccionó y casi automáticamente tomó a Jimin en brazos para llevarlo a la camioneta.
El pelinegro quiso ayudar, pero apenas tocó a Woozi, Jimin aún en su estado donde sus facciones cambiaban y no podía centrar su vista, se lanzó ante él. Arañándole la cara.
Jungkook se quejó y se separó del menor.
Jimin pareció reaccionar y vio con pesar la sangre que resbalaba por el cuello del pelinegro.
Pero de repente volvió a cambiar y se puso a un lado de su cría, protegiéndolo del desconocido.
Yoongi no controlaba su respiración, y aún así se acercó para cargar a Jimin y a Woozi al mismo tiempo.
Con dificultad el castaño se tiro en la parte trasera junto con su pareja y su hijo.
Jungkook corrió tras ellos y se impresionó cuando las llaves de la camioneta estallaron contra su pecho.
—Llévanos. —murmuró Yoongi, mientras Jimin parecía susurrar algo en su odio.
La criatura emitió algo inaudible, haciendo que Yoongi cayera como peso muerto.
El peligris gruñó y cubrió con sus brazos a su pareja y a su cría, viéndolo con una mirada amenazante.
Jungkook tragó grueso y lo más veloz que pudo se adentró en el auto.
—¡Esto es una mierda, no sé manejar! —chilló, irritado —Debe ser como los juegos. —supuso, colocando la llave, a punto de poner "Agradecido con el de arriba" en la radio, cuando el auto encendió.
Persignándose unas siete veces, puso su pie en el acelerador y sin importarle las señales de tránsito o personas que se le cruzaban, manejó lo más rápido que pudo hacia el océano.
Afortunadamente la mansión estaba bastante cerca del mar. Cuando llegaron, Yoongi aún seguía en shock, dando ciertos saltos como descarga de la ansiedad.
Jungkook chasqueó su lengua.
Sabía que esto le traería problemas, pero sabía que Yoongi no podría cargar a ambos en ese estado.
Y además la camioneta era de su tío; obviamente le echaría la culpa sobre todos los cargos.
Tomó el volante con fuerza y presionó el acelerador, adentrándose a la playa desierta.
Poner a Woozi y a Jimin en el océano cerca del muelle sería peligroso.
Exactamente no sabe porqué, pero leyó un fanfic donde buscaban sirenas o algo así; así que supuso que para los mitad tiburón sería lo mismo.
Condujo aproximadamente por 15 minutos, donde el silencio parecía ser aterrador.
Cuando creyó que ya estaban lo suficientemente lejos, detuvo la camioneta muy cerca de la orilla de las tranquilas aguas.
Con rapidez se bajó del auto y abrió la puerta de la parte trasera de la camioneta; intentó despertar a Yoongi pero nada funcionaba.
Como su última opción, se persignó antes de cometer su peculiar idea.
Tan rápido como sus brazos le permitieron, tomó a Woozi, ignorando el gruñido que emitió la criatura al instante.
Corrió porque sabía que su vida dependía de ello, seguido del peligris que parecía estar en forma de cazador y él era su presa.
Sin piedad alguna debido al miedo que sentía, lanzó a Woozi como si fuera carnada al mar.
Jimin fue detrás de su cría, quedando el pelinegro en segundo plano para él.
Apenas el peligris se sumergió, Yoongi despertó de manera brusca, sintiendo que su cabeza daba vueltas.
Lo único que pudo divisar era a su sobrino con la cara herida, haciendo que las aguas debajo de él se tornaran rojas por la sangre que caía desde la maltratada dermis.
Un resplandor hizo que la atención de ambos Jeon quedará plasmada en el océano.
Jimin jadeando salió del agua, lejos del resplandor, señalando unas rocas.
Yoongi pareció entender y corrió hacia la dirección, tomando entre sus manos una capa de piel lisa completamente gris oscuro y brillante.
Así mismo con la piel entre sus manos se dirigió hacia su pareja y se la entregó.
El peligris cayó exhausto en la orilla y colocó la fina piel encima de sus desnudas piernas.
Jungkook jadeó cuando presenció el cambio.
La piel se le incrustaba como si fuera agua mojando alguna tela.
La brillante piel hacía que hubieran peculiares resplandores en medio de la fusión.
Jimin suspiró satisfecho cuando sintió que el cambio estaba hecho.
La larga cola había cubierto sus piernas.
Sus ojos volvieron a ser grises y se sentó viendo a ambos hombres que lo veían.
—¿Y Woozi? —se atrevió a preguntar el castaño.
Park señaló la zona que seguía iluminando el mar —Haciendo su primer cambio. Es algo temprano, pero espero esté bien.
Los parientes asintieron, esperando lo mismo.
La criatura reprimió sus labios y en menos de un pestañeo, lo único que se pudo ver fue la peculiar cola chocar contra el agua antes de sumergirse donde aquel resplandor seguía vigente.
Nota:
1. IMBECILLE! : Imbécil.
2. CHE CAZZO FAI! : ¿¡Qué carajos haces!?
3. Sei stupido!? : ¿¡Eres estúpido!?
4. Pensi che solo perché sei mio zio non posso colpirti, stronzo!? : ¿¡Piensas que porque eres mi tío no puedo pegarte, cabrón!?
5. Ladro di merda. : Maldito ladrón.
6. Prostateftikí foúska: Hechizo antiguo que los seres marinos hacían para proteger las piedras cuando eran cortejados.
7. Sono stanco. : Estoy cansado.
8. ¡Esatto! : ¡Exacto!
9. Haien: Ser mitad humano, mitad tiburón.
10. Porca puttana! : ¡Maldita sea!
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