— Mira —dijo con picardía.

Hizo un movimiento diagonal con las dos piernas, acompañándolo con los brazos y personalidad. Sero siempre se divertía maniobrando los pies.

— Tú mira —demandó.

Trotó al centro, apoyando una mano e impulsándose fácilmente mientras sus pies se congelan arriba, en el aire, creando una pose. De los favoritos de Denki.

— Oh vamos. Eso no es nada.

Y de un impulso dio un giro con voltereta. A Mina le encanta presumir de sus saltos.

Los tres amigos escuchan la puerta abrirse alegrándose al ver chicos nuevos.

— ¡He, hola! —llamó Sero al ver a dos chicas algo perdidas.

— Hola —saludó alegremente Uraraka, moviendo sin ser consiente, el pie ante el ritmo de la música—. Aquí, emm, ¿quién es encargado?

— ¡Yo! —gritó Mina enseguida, reuniéndose con aquellas peculiares chicas. Bueno, no más que ella, tenía dos cuernos de adorno en la cabeza, el pelo pintado de un rosa muy, muy intenso y, una ropa extravagante que dejaba a la vista mucha piel.

¿Por qué peculiares? Pues, no todo el mundo pasaba por allí, menos chicas. Tristemente el local no tenía la mejor fama, habían tenido algunos problemas pasados que ahora hacían difícil la socialización y personas con ganas de bailar.

— Disculpe las molestias —dijo rápidamente—. Somo nuevas por aquí y.. —se detuvo rápidamente. Había practicado ya por un mes, pero seguía contándole su vida a la gente, ¡concentración Uraraka!—. Bueno, nos preguntábamos, ¿se puede venir a entrenar, osea bailar? ¿Esta abierto al público?

Ella ya sabía la respuesta, había buscado locales y entre ellos no quería uno muy famoso para tener algo de "privacidad" por así decirlo. Este le agradó aún si no tenía la mejor calificación, en cuanto vio la fachada quiso ir a visitarlo. Pero nunca estaba de más asegúrese, Google a veces estaba desactualizado.

— Sí, por supuesto —respondió y la palabra "emocionada" no podía expresar toda la felicidad que sentía, hacia demasiado tiempo que la gente no entraba—. ¡Es gratis! —anunció anticipando su pregunta—. No es un lugar famoso así que para no presionar, empezamos así.

— Wow, genial. Entonces, nosotras ¿podríamos practicar, desde ya? —un asentimiento muy enérgico le respondió, haciendo que saque una hermosa sonrisa—. Tenemos tres amigos más, ¿ellos también se podrían unir?

— ¡SÍ! —se escuchó el grito por parte de los tres amigos asustando un poco a las dos inquilinas.

Una chica de pelo verde, al lado de la que estaba hablando con Mina, cogió su celular en seguida, mandando un mensaje a sus tres amigos, junto a la dirección.

— Mi nombre es Mina —se presentó—. El de pelo pintado de color rubio es Kaminari Denki —lo señaló—. Y el de negro Sero —dijo señalándolo también—. Tanto si queréis practicar libre como con nosotros, estamos a tu servicio.

— Gracias —respondió sincera—. Yo soy Occhako Uraraka, y mi amiga..

El sonido de unos golpes a la puerta llamó la atención.

«Qué raro» pensó Mina, sus otros dos amigos no tocaban para nada y la puerta estaba abierta al público.

— ¡Pase! —gritó Mina, siendo obedecida rápidamente.

— Eh, hola —dijo un albino, con el cabello de dos colores, obviamente pintado aunque del blanco no era seguro, y así mismo ojos de diferente color, lentillas. El chico giró su cabeza, buscando algo—. Hey, Uraraka.

Detrás de él dos chicos más entraron.
Uno de cabello verde, también pintado con pecas en sus mejillas y nariz, añadiendo hermosos ojos verdes. Y otro con el cabello negro azabache, siendo su color natural pero con un encantador toque azul propio al reflejo de la luz y, ojos azules.

— ¡Qué rapidos! —exclamó la castaña.

— Ibamos con Tenya en coche y la dirección estaba a una cuadra —respondió el de cabello verde.

De pronto, Uraraka se dio cuenta.

— ¡Oh! —exclamó haciendo esfuerzo para recordar el nombre de la chica de cabello rosa—. Perdón Mina, os presentó. El es Todoroki Shōto, el brócoli es Midoriya Izuku, y el robot azul Iida Tenya.

Uraraka tenía la manía de apodar a sus amigos. Adoptó esa característica de otro amigo, un rubio que hacía mucho no veía.

— Bienvenidos —se acercó Denki—. Como dijo anteriormente Mina, si quieren o no practicar solos o con nosotros, estamos para ayudaros en lo que sea.

El grupo de cinco les agradeció de corazón.

Y frente al repentino silencio se le presentó una duda a Mina.

— ¿Qué tipo de baile os gusta? Tenemos como cinco salas y si os molesta mucho nuestro estilo de música o queréis privacidad, podéis iros a la de al lado.

— Oh no —aclamó Izuku que, se preocupaba siempre por lo mínimo—. No creo que para nada nos moleste a ninguno, ¿verdad? —miró a todos.

— Le apoyo —convenció Uraraka—. Desde que vine me está flipando el rito, sin letra, pero flipa, ¿cómo se llama la canción?

— Uh, no creo que la encuentres en ningún lugar —todos voltearon a ver a Denki que, de repente, tenía una cara de "soy genial"—. Aún no sale esa canción, es de un grupo, unos amigos nuestros que a veces vienen a bailar aquí también. Scorch Marks, cuando esté lista la letra, seguro os encantará.

La chica de cabello verde sacó su celular otra vez. Esta vez para apuntar el nombre, a ella también le había encantado el ritmo.

Pero ahora que revisaba también la hora era muy, muy tarde. Al menos para su amiga Uraraka pensó, a la que se le hacía casi imposible despertar sin sus once horas de sueño exactas.

— Van a ser las ocho —dijo calmadamente pero en cuanto pronunció esas palabras una cara de espanto surco toda la cara de Uraraka, como predijo.

— ¿Qué? ¡Hay no! ¿¡Eh!?

Vale, era muy exagerada.

— Nos tenemos que ir, lo sentimos mucho. ¿Mañana a qué hora abren? —preguntó rápidamente la de cabello verde mientras la castaña, Uraraka, jalaba a sus amigos para llevarla a casa.

— De lunes a viernes, siete a doce de la mañana y en la tarde de tres a doce, los sábados y domingos abierto todo el día —respondió Mina, extrañada de la urgencia pero rezando que regresen.

Eso descolocó a la de cabello verde que ya era la única de sus amigos que quedaba en dentro de ese lugar. ¿No es un horario demasiado, pero en serio, demasiado apretado?

Sin hacer preguntas para no incomodar, como era habitual en ella pues le dicen mucho que es demasiado directa y sincera con sus pensamientos. Se despidió y salió corriendo al coche cuando escuchó el grito de su amiga y el pitido del carro sonar.

Ahora que lo piensa la de cabello verde.

«¿Me presentaron a mí?

Pronto siguiente cap 😋