Pedido hecho por : red5sama

Blandió su espada cortando la cabeza del demonio de golpe, se seco la fina capa de sudor que recorría su rostro, observo con algo de nervios la hora, sus padres lo matarían guardó y el arma y salió corriendo hacía su hogar saltando de techo en techo, llegó de golpe a su hogar con la respiración agitada, fue recibido por su hermana menor, nezuko

-eh nii-san ¿que son estas horas de llegar?- reprochó la joven algo enojada para luego notar las heridas que traía el joven -nii-san....-

-perdón nezuko- la joven le tomo del brazo y lo llevo adentro, saco un botiquín de primeros auxilios y empezó a curar las heridas del joven-

-¿como te hiciste estos rasguños?- se notaba la preocupación en su voz, no podía decirle la verdad porque probablemente ella le trataría de mentiroso, según nezuko y su madre los demonios eran leyendas urbanas hechas para que la gente no camine de noche y los cazadores de demonios eso solo era un mito, pensó por un momento la excusa perfecta y no preocupar mucho a la joven -contesta-

-encontré a un gato callejero, tenía una pata lastimada y cuando quise ayudarle me rasguño- respondió algo apenado ocultando la verdad, la de ojos rosados asintió y termino de vendar el brazo del mayor -gracias-

La joven sólo asintió y luego se marcho dejándolo solo, debía pensar en otra excusa pues parece que su hermana ya no cree que se encuentre con un gato cada noche y este deje su cuerpo tan mal herido, subió las escaleras y entro a su cuarto guardando la katana en el armario, se quito la camisa dejando ver su cuerpo bien formado con todas esas cicatrices, se puso su pijama y se dejo caer en la cama...hasta que recordó que tenía tarea

-¡joder!-

-¿quieres?- pregunto extendiéndole una botella de agua a su hermana mayor quien la recibió con una pequeña sonrisa -ese demonio era duró de matar-

-demasiado....- guardo silencio para luego conectar su mirada púrpura con la violeta de su hermana -¿como crees que le estará yendo a nee-san?-

-yo que voy a saber-

Llegaron a su hogar siendo recibidas por una mujer de edad avanzada, esta solo extendió sus manos y las chicas le entregaron sus katanas, luego de eso se sentaron en el comedor

-dejen ver sus heridas- la de ojos violetas se quitó la camisa y le dio la espalda a su abuela dejando ver la gran cicatriz que tenía en su espalda -no se ve muy grave pero sera mejor atenderla antes de que te de una infección- luego de eso fijo su mirada en su otra nieta la cual le mostró la pierna, tenía muchos rasguños además que la joven le dijo que puede que tenga un hombro dislocado -shinobu-

-lo siento abuela....- el sonido de la puerta hizo que las mujeres fijaran su mirada en la entrada estaba una mujer de cabello negro y ojos morados, tenía golpes en todo su cuerpo y parecía que tenía una fractura en su pierna derecha -nee-san....-

-shinobu, kanae, vayan a darse un baño, como veo son las que están con heridas mas graves- dijo firme, las dos asintieron y se fueron del lugar dejando sola a la señora con la joven, esta le hizo señas y empezó a sanar su herida -iré al hospital con tus hermanas, la cena esta en la nevera, ¿esta bien kanao?-

-no te preocupes abuela...- término de sanar la herida de la joven que luego subió las escaleras y entró a su cuarto exhausta, se acomodó en su escritorio y sacó su libro de historia -no dormire nada esta noche-

Otro bello día en la academia kimetsu, se podía ver a un chico rubio caminando por los pasillos hasta que entro a su salón donde estaba el chico de la noche anterior junto otro que tenía el cabello negro y ojos verdes

-¡monitsu!- exclamo el ojiverde sonriente saludando al rubio agitando su mano en el aire, se acerco a el algo enojado por la razón de haber dicho bien su nombre -¿sabes que le pasa a kentaro?-

-tal vez se desveló haciendo la tarea de física- respondió tranquilamente provocando que el de ojos rojos se despertara asustado-

-¿¡también había tarea de física!?-

-yo ni sabía que teníamos tarea- contesto serio el de cabellos negros -nah, como si fuera la primera vez que no presento un deber-

-y así quieres entrar a una buena universidad- le consto zenitsu enojado-

La puerta del salón fue abierta dejando ver a la misma joven de anoche con otra con el mismo color de cabello y ojos azules, las dos caminaron hacía sus asientos, la de ojos azules se acerco al de ojos verdes y se dieron un corto beso en los labios

-¿me prestas la tarea?- pregunto con una sonrisa recibiendo un golpe en señal de no -¡oye!-

-¡deja de ser vago y has tus tareas!-

Por otro lado el de cabello burdeo solo le dio un suave beso en la mejilla a la pelinegra que tenía las mismas ojeras que él

-como estas?- preguntó frío dejando caer su cabeza en la mesa-

-ugh....bien...- respondió cansada dejando caer su cabeza en el hombro del chico-

Las horas pasaron y las clases terminaron dando paso al almuerzo, kanao y Tanjiro se hicieron debajo de un cerezo hablando sobre lo que hicieron la noche pasada, desde que entraron al último año de preparatoria sus momentos a solas se vieron disminuidos por la escuela, los demonios y sus propias familias, así que se podía decir que su relación estaba en la cuerda floja

-¿que es eso?- preguntó fastidiada señalando el brazo del chico donde se alcanzaba a ver las vendas que le puso su hermana en la noche -¿¡te lastimaste otra vez!?-

-tu no digas nada que apuesto a que también tu te lastimaste- respondió de la misma manera-

Y sin pedirlo, entre la joven pareja se formo una pelea, por razones estúpidas, desde lo lejos inosuke y aoi observaban a sus amigos algo tristes, los dos se levantaron y cada uno se fue por su lado, el de ojos verdes siguió a su amigo y aoi a la suya, se veía que los dos se amaban y no querían pelear y mucho menos romper, les dirían todo lo que saben con tal de que esa bella relación no terminara

-agh....ya no puedo con esto- agarró su rojo cabello enredando sus dedos en el tirando pero no al punto de arrancárselo -¡inosuke como es posible que tu y aoi tengan!...bueno, su relación no es tan perfecta pero si esta balanceada ¿¡como lo haces!?-

-¿eh?...pues...- el de ojos verdes se quedo pensando, era la primera vez que alguien le pedía ayuda para el amor, tenía miedo de meter la pata y empeorar el noviazgo de kanao y tanjiro -yo lo que hago es pasar tiempo con ella-

-¿y tu crees que no lo hago?-

-cierto...-

-pues, yo le tengo paciencia, sobre todo con sus heridas- le respondió a su amiga peinando los cabellos de la contraria que estaba preocupada -también, el suele llevarme a algunas misiones, pasamos tiempo juntos pero no mucho, solemos salir una vez al mes, no todo el tiempo- tomo el dije y ato el negro cabello de la Tsuyuri en una cola de lado por encima de su nuca -no estamos todo el tiempo junto, al estar separados sentimos la necesidad de estar juntos y así el amor entre los dos crece-

-¿enserio?-

-si, ten paciencia, se que las cosas se arreglaran-

-no creí que diría esto pero...- una sonrisa se dibujo en su rostro y choco puños con su mejor amigo -gracias inosuke-

-ja, no hay de que gompachiro-

Fijaron su mirada en la pareja que caminaba por las calles hablando entre sí, parecía que ellos habían estado cumpliendo con los consejos dados anteriormente por inosuke y aoi, las cosas mejoraron y su relación dejo de ser tensa a ser normal, como antes, cuando toda la academia vio que los consejos que dieron el dúo de pelinegros, empezaron a pedirles ayuda y ahora son conocidos como los maestros en el amor

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