Recuerdos
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Concentrarse en sus deberes esa noche era demasiado difícil, sobre todo cuando las palabras de Erika resonaban en su cabeza. Soltando un pesado suspiro dejo de lado los papeles se levantó de su lugar para encaminarse hasta la cómoda de su habitación, abriendo uno de los cajones lo primero que observo fue le regalo que Karenn le había cuestionado esa mañana sobre no haberlo tirado ¿Por qué? Se preguntaba rápidamente, solo era un pequeño adorno de flores que hasta ahora no se habían marchitado; dejando eso de lado, busco entre todas sus cosas hasta dar con un pequeño cofre de madera, claramente se podía ver lo descuidado que estaba ya que este había durado algunos años arrumbado en el fondo del cajón casi olvidando su existencia.
Con sumo cuidado el vampiro abrió el pequeño cofre, por dentro este estaba forrado de terciopelo rojo y un pequeño cojín del mismo material que dejaba reposar sobre si el objeto más preciado que había conservado en todos esos años: un collar de oro.
No era un collar cualquiera. Tras el sacrificio blanco y un par de semanas en las que el orden intentaba regresar, junto a la partida de Ezarel, él había ido a la que fue la habitación de Erika e intentar sentir su presencia, no había segundo en que su cabeza no recordara todos los buenos momentos que vivió con ella, las citas improvisadas, los besos robados, las pequeñas discusiones y las noches compartidas; de solo imaginar que ahora solo eran buenos recuerdos le rompía el corazón. Por un momento le había parecido sentir la presencia de Erika a su lado, y después, la noticia, la habitación de Erika tenía que ser desocupada, si bien Nevra pudo objetar e incluso mudarse a ese lugar algo en su interior le impidió tener que hacerlo, de alguna u otra forma tenía que hacerse a la idea de que ella no regresaría y sus cosas no las podría usar nadie más.
Tomándose su tiempo para despedirse de los recuerdos que guardaban aquellas cuatro paredes, algo en especial llamo su atención. Sobre la mesita de noche se encontraba un collar de oro, la larga y fina cadena rodeaba el lirio el cual tenía en el centro una piedra amatista. Aquel collar fue su ultimo regalo junto a una promesa que jamás pudo cumplirse.
-Tendría que haberme deshecho de esto hace tiempo. - dijo para sí cerrando el pequeño cofre. – pero sería mentirme al decir que ya es pasado, tampoco tendría fuerzas para entregárselo a su dueña, es el último recuerdo que me queda.
Cerrando el cajón y con el pequeño cofre en la mano, se encamino hasta dejarlo en la pequeña mesita de noche aun lado de su cama. Por un instante se le ocurrió el salir de su habitación e ir donde Erika para quedarse a su lado hasta que despertara, sí, eso era lo que tenía que hacer, pero, y antes de que su mano tocara el picaporte, se retractó... solo cerro el puño con fuerza y dio un ligero golpe en su puerta al pegar su frente. No, no podía...
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El ligero calor que producían los rallos del sol al tocar su piel fue suficiente para hacerla despertar, girando un poco quedo sobre su espalda para mirar el techo por unos segundos y después cubrirla los ojos con el brazo, todo lo ocurrido el día anterior le estaba regresando por flashes, y, lejos de querer experimentar otro ataque de pánico solo se limitó a suspirar con pesadez.
Escuchar que alguien abría la puerta de su habitación hizo que se sentara sobre la cama, el primero en pasar había sido su familiar seguido de Ewelein y Leiftan, Erika apenas les sonrió de medio lado para desviar la mirada a otro lugar.
- ¿Cómo te sientes? - fue la pregunta de la elfo.
-Como una estúpida. - respondió, Ewelein miro a Leiftan y este le asintió ligeramente.
- ¿Por qué dices eso? Bueno tener un ataque de pánico no es algo común, algo debió de haberte detonado reaccionar así.
Erika suspiro nuevamente para colocarse de pie, el silencio duro un poco mientras ella se cuestionaba ¿Era mejor decirlo? Tal vez si, ya que si conocía bien a Ewelein no la dejaría tranquila con el tema, lo sacaría de alguna forma de manera discreta y Leiftan solo le daría su tiempo a querer hablar, aunque compartiendo emociones, sedaría cuenta de que ella no estaba bien. Pero al final...
-La salvadora de Eldarya teniendo un ataque de pánico, si lo puedo recordar, creo que todo el C.G. estaba parado fuera de mi habitación queriendo saber que me pasaba y hoy me siento mejor ¿Qué va a pasar cuando me atreva a salir de aquí? De solo recordar me lleno de vergüenza y no me dan ganas siquiera de volver a poner un pie fuera.
-Erika. – llamo Leiftan, podía sentir que no les estaba diciendo la verdad, que desviaba el tema, y sus razones tenia para hacerlo más no era él quien le obligaría a decirlo. - creo que todos pueden entender, no solo eres una salvadora, también eres una persona que puede romperse en cualquier momento, no tienes por qué sentir vergüenza.
-Y, sin embargo, es así como me siento. Que solo hice el ridículo.
-Vas a necesitar un tiempo para afrontarlo y aceptar que no has hecho nada malo, los demás no hablaran de ti a tus espaldas. - Ewelin trataba de darle ánimos, aunque no podría asegurar que no hablaran, sabía que todos en el C.G. evitarían tener que hacerlo frente a ella o por lo menos que se diera cuenta de ello, tomaría algún tiempo para que lo ocurrido el día anterior se olvidara. – si no quieres salir por unos días, seguro que Huang Hua lo va a entender.
-Talvez, solo necesite un día. – me gustaría aclarar todas mis ideas antes de enfrentarme al mundo otra vez. – la elfo asintió. No había que examinarla, físicamente ella no tenía nada, todo era psicológico.
Ewelin salió de la habitación dejando a los aengels solos, para ellos el silencio encerrado en esas cuatro paredes pronto fue roto por un suspiro, Erika se preguntaba ¿Cuántas veces ha suspirado de esa forma en menos de dos horas?
- ¿Cómo lo haces? - pregunto Erika, Leiftan enarco una ceja sin comprender la pregunta. - me refiero ¿Cómo puedes seguir como si nada?
-Creo que sé a qué te refieres, y no es que quiera actuar como si nada hubiera pasado, ambos tenemos distintas formas de enfrentar lo que paso. – respondió, esta vez fue turno de Erika para enarcar una ceja y su turno para no comprender del todo.
-No te entiendo.
-Aislarme de los demás fue y es de cierta forma mi modo de enfrentar la situación, para mí tampoco fue fácil despertar y obligarme a aceptar que lo que ocurrió hace un día en realidad fue hace años, a diferencia tuya que creaste muchos vínculos especiales, yo solo me ocupe de algo en concreto y fue en planear una venganza donde mis planes se vieron ofuscados por culpa de Lance en el pasado.
-Entonces ¿Lo enfrentas con la soledad? - el Aengel asintió.
-No es algo fácil, y no te recomiendo hacerlo, más que nada, mi soledad me ayuda a que yo asimile mis errores, errores que no quiero cometer en esta nueva oportunidad.
Erika bajo la mirada, de nada serviría preguntar si Valkyon no fue su amigo, tal vez él tenía razón, ella había creado un fuerte lazo de amistad con cada uno y uno más fuerte con otro en especial, lazo que se rompió, tenía que aceptarlo, el pasado ya era pasado y solo le quedaba continuar.
-Leiftan, tal vez esto suene muy inapropiado de mi parte, pero ¿Puedes quedarte conmigo? En algún momento tengo que salir de aquí, y no me siento preparada para afrontar las miradas de todos, además, tengo hambre. – él sonrió asintiendo.
Leiftan espero un poco fuera de la habitación hasta que Erika termino de arreglarse, para cuando salió de su habitación y miro a todos lados por el pasillo se alegró internamente de que Leiftan fuera el único en el pasillo además de ella, aunque al bajar por las escaleras e ingresar al comedor la verdadera prueba comenzaría. Ambos caminaron en silencio, al llegar al inicio de las escaleras Erika tomo el brazo de Leiftan para comenzar a bajar.
En la sala de las puertas Nevra salía de la biblioteca, su vista estaba centrada en los papeles en su mano, para él, posiblemente desviar su mirada por un segundo fue casualidad, pero ese segundo fue suficiente para por fin separar la mirada de los papeles y enfocarse en quienes recién bajaban por las escaleras que conducían al pasillo de las habitaciones. Erika sujetaba el brazo de Leiftan de una forma que el asido se formaba en su estómago nuevamente; más tarde que temprano, Nevra se sorprendió a si mismo al verse a dos escalones de bajar y la mirada de los Aengel fija en él, había bajado tan rápido casi corriendo que si no se hubiera detenido habría ido directo a por ella ¿Qué decía? ¿Qué hacía? No está seguro de recordar si en su rápida bajada se les había quedado mirando o si realizo algo imprudente.
-¡Lance!- exclamo siguiendo su rápido camino ¡Genial! Ahora si estaba actuando como un adolecente idiota, ni siquiera Chrome lo había hecho de tal forma.
Leiftan miro sobre su hombro, ni siquiera se había percatado que le dragón se encontraba yendo en dirección a las escaleras por donde ellos acababan de bajar, y al escuchar le llamado del vampiro, a Lance no le quedo más que detenerse de golpe y observar a Nevra acercársele. Bueno fuera lo que fuera el asunto que Nevra tuviese con Lance no era de importancia para ellos dos.
-Erika va...-antes de poder siquiera terminar la frase un grito llamo a la atención de todos.
¡Cuidado!
Para la Aengel reconocer la voz de Mathieu no fue tan difícil, lo que ahora le costaba entender era lo que decían las voces a su alrededor, mientras un fuerte dolor se instalaba en su estómago y cabeza, el aire lo sentía escaso y apenas lograba distinguir a las tres figuras que parecían mirarla hacia abajo ¿Por qué?
- ¡Erika! ¡Erika! – le llamaba Leiftan mientras tomaba su mano.
-Se dio un duro golpe en la cabeza. – dijo Lance, mientras que con cuidado colocaba una mano tras la nuca de la chica, ella parecía reaccionar ante el tacto frio, tenía los ojos abiertos, así que ella estaba totalmente consciente, aunque algo aturdida.
Por ultimo Nevra miro con el ceño fruncido a Mathieu quien estaba a unos metros inclinado con las manos sobre las rodillas tratando de recuperar el aliento, después desvió la mirada a lado contrario de ellos donde el responsable del estado de la Aengel se encontraba. Ni bien los cuatro escucharon su grito, una cría de Bakhrahell había entrado corriendo a la sala de las puertas y tacleado a Erika con suma fuerza en el estómago y hacerla caer soltando el brazo de Leiftan, todo había pasado tan rápido que ninguno tuvo siquiera tiempo de reaccionar hasta que todo paso.
- ¿Como? – se cuestionó al ver a la criatura. – Lance, es un Bakhrahell. – el dragón de hielo, desvió su mirada hacia donde el vampiro, la pequeña cría se había recluido en una esquina, realmente parecía aterrada la pobre criatura.
- ¿Cómo es posible? – cuestiono de igual manera. - aún es muy pronto para que la frontera con su mundo se habrá ¿Qué hace aquí?
- ¡Esa cosa corría como loca por el marcado! - exclamo Mathieu.- intente atraparla por que causaba alboroto entre todos y termino llegando hasta acá.
-Leiftan. - llamo Nevra, este ya tenía a Erika sentada en el suelo ayudándole a controlar la respiración. - tienes mayor experiencia en tranquilizar a ese tipo de criaturas.
-Puedo ayudar. - respondió. - pero Erika necesita ir primero a la enfermería. - Nevra se mordió los labios, era verdad, pero la situación con esa criatura tenía un poco que ver con los papeles que ahora se encontraban en algún lugar del suelo.
-Lance, lleva a Erika a la enfermería, explícale a Ewelein lo que paso, Leiftan ocúpate del Bakhrahell, Mathiue ven conmigo para explicarle a Huang Hua lo que viste con este familiar. – ordeno, a los otros tres les tomo unos segundos reaccionar antes de comenzar a moverse.
Con cuidado Lance tomo a Erika entre sus brazos, ella se quejó un poco por lo que le parecieron rápidos movimientos.
-No...-dijo ella...-no tan...rápido...
-Lo siento. – respondió él disminuyendo su ritmo al subir las escaleras, dejando que Nevra y Mathieu los adelantaran en dirección a la sala de concejo.
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Uno de los pocos lujos que Ewelein podía darse erra arreglarse las uñas; aunque hasta hace unos años solo se preocupaba de que sus manos siempre estuvieran en buenas condiciones para sus operaciones, desde que Purral había conseguido esas extrañas tinturas para las uñas, tenía ese sentimiento culposo de comprar algo de manera ilegal, mientras la elfo admiraba ese bonito color rosa con diminutos brillos, la puerta fue abierta. Ella respingo asustada metiendo aprisa el pequeño frasco sin cerrarlo en un cajón, al ver a Lance entrando con Erika en brazos se olvidó siquiera de colocarse los guantes para ocultar su pequeño secreto.
-¡¿Qué paso?!- exclamo siguiendo los pasos del dragón hasta la cama más cercana. Una vez Erika fue colocada en ese lugar ella comenzo a examinarla.
-Un Bakhrahell le golpeo de lleno en el estómago. - explico.
- ¡¿Cómo es posible eso?!
-Es lo que Nevra y Mathieu han ido a explicarle a Huang Hua y Leiftan se ocupa de capturarlo.
-Está bien, déjala conmigo, y pensar que hasta hace algunas horas te veías mejor.
-Creo que ya me encuentro un poco mejor. - dijo Erika en un quejido mientras colocaba una mano sobre su estómago e intentaba incorporarse, Lance quiso ayudarle más se detuvo, la relación entre ambos no era tan buena y no quería que empeorara en esos momentos.
-Deberías dejar que Ewelein te examine, recibiste un fuerte golpe en el estómago y la cabeza. - la Aengel apenas miro a Lance, era consciente, pero al mismo tiempo sentía que su dolor en el estómago no iba a disminuir sin nada dentro.
-¿Podre comer algo?- pregunto una vez la regresaron a la cama.- no comí nada ayer y muero de hambre a pesar del dolor.
-Lance, ¿Te importaría? - asintiendo levemente el dragón salió de la enfermería para conseguirle algo a Erika. - sin duda alguna tienes algo que atrae todo tipo de situaciones.
-Juro que esta vez solo iba con Leiftan a comer algo y de un momento a otro ya me encontraba en el suelo y con todos a mi alrededor. – Ewelein se colocó los guantes para comenzar a examinarla. Al levantar la blusa de la chica no pudo evitar hacer una mueca al ver el gran morado en su estómago.
-La buena noticia es que parece que tu vida no corre peligro, pero me gustaría te quedaras un poco más aquí para descartar alguna secuela por el golpe en la cabeza. – Erika asintió ligeramente mientras se colocaba la blusa correctamente.
No paso mucho tiempo antes de que la puerta se abriera otra vez dejando ver al dragón con un pequeño paquete el cual tendió a Ewelein, mirando por unos segundos a la chica sobre la cama se retiró.
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En la sala del concejo, Huang Hua se había quedado sola con Nevra y el familiar que Leiftan había logrado tranquilizar, y quien ahora parecía estar más calmado mientras se paseaba felizmente recorriendo cada rincón de la sala curioso de su nuevo entorno.
Huang Hua no terminaba de comprender por qué motivo la brecha entre dos mundos se abriría antes de tiempo dejando no solo escapar a uno de sus habitantes, sino también el hecho de que sucediera casi al mismo tiempo que la aparición de dos estructuras humanas o eso querían suponer, pues desde que las anomalías comenzaron muchas cosas raras han aparecido y en su mayoría todo era de los humanos. Mientras que la líder del C.G. parecía meditar la situación, Nevra no paraba de pensar en lo ocurrido con Erika y ese pequeño ataque de celos, en concreto también tenía que pensar que excusa darle a Lance en caso de encontrarlo algo muy probable.
-Nevra.- la voz de Huang Hua le hizo tomar una profunda bocanada de aire antes de fijar su vista en ella.- ¿Estas bien?
-Por supuesto ¿Por qué lo preguntas?
-Porque hasta hace unos momentos me dio la impresión de estar hablando completamente sola. - dijo, Nevra no pudo evitar sentirse algo avergonzado por su distracción.
-Perdón, me quede pensando en, el familiar y como este ataco a Erika ¿Puedes repetirme lo que decías?
-Pues justamente estaba hablando de ella. – él asintió. – realmente me gustaría saber qué fue lo que le paso.
-Creo...creo que yo sé que fue lo que ocurrió. - Huang Hua centro toda su atención en él para que siguiera hablando, el vampiro por su parte se tomó unos segundos para recordar las palabras de Erika antes de desmayarse. – ella tiene un poco de razón.
-¿Puedes explicarme?
-Anoche vi a Erika en el cerezo, y, ella siente que la forzamos a avanzar en lugar de darle su tiempo, quiero decir, si lo pensamos bien para ella estar en el cristal fue algo de un día cuando en realidad pasaron años. Ella recordó lo ocurrido en la batalla previa el sacrificio blanco y la muerte de Valkyon, dijo que él se había interpuesto pues Lance iba a contra de ella, Huang Hua ¿En algún momento le dimos tiempo de llorar? - pregunto, Huang Hua bajo el rostro algo avergonzada, si lo pensaba mejor, cuando despertó le dieron casi toda la información de golpe pidiéndole no estancarse en el pasado. - es por eso que creo que tiene un poco de razón, tarde o temprano ella iba a explotar por guardarlo todo.
-Ya veo, por el oráculo, como no pude preverlo antes, por supuesto que para Erika esto debe ser muy duro, su mundo cambio demasiado rápido.
-Aunque no podemos echarnos la culpa por completo, Desde hace cuánto que despertó ¿Tres meses? ¿Cuatro?
-Aun así se lo ha tragado mucho, me gustaría hablar con ella, pero también tenemos el asunto de qué pasa con nuestro mundo.
-Con todo respeto Huang Hua, lo mejor sería esperar, ya te conté lo que ella siente y a la vez concuerdo que tenemos que investigar lo que ocurre en nuestro mundo. - dijo el vampiro, la fénix negó ante aquello.
-De algún modo tenemos que enmendar nuestro error con ella, Hablare con Erika más tarde, por ahora, respecto al Bakhrahell y las estructuras ¿Qué piensas?
Nevra soltó un largo suspiro mientras miraba los documentos.
-Purral puede ocuparse del familiar, realmente sabe tratar con todo tipo. Y, en cuanto a las estructuras, son dos y tenemos a dos que pueden ayudarnos, démosle un par de días a Erika para reponerse ¿Puedes seleccionar a quienes irán a cada lado? – ella asintió.
-Entonces me ocupare de redactar lo mejor posible los informes para la misión.
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Tres días pasaron desde lo ocurrido con el Bakhrahell, Erika no había durado más que unas cuantas horas en la enfermería, antes de regresar a su habitación; Nevra no se había animado siquiera a verla, las veces que deseaba ir a verla se detenía frente a su puerta y se arrepentía al momento regresando a su habitación para andar de un lado a otro reprochándose por no tener el valor para verla.
Huang Hua no podía retrasar más la misión, los grupos de exploración ya estaban organizados y solo quedaba informar a Erika sobre con quienes iría y a donde, más, antes de informarle Erika necesitaba sacar ciertos rencores de su corazón.
-Erika.- le llamo, la Aengel se detuvo a mitad de las escaleras para ver a Huang Hua tras de ella.- antes de darte toda la información de tu misión, me gustaría hablar de algo, un poco delicado.
-Cuando me dicen cosas por el estilo es que ya hice algo malo ¿Qué pasa?
-No, no has hecho nada malo, solo... sabes que para cumplir con las misiones es necesaria la confianza y trabajo en equipo ¿Verdad? - ella asintió. - No quiero que te enfades, pero Nevra me conto el porqué de tu estado hace algunos días.
Era de suponer que tarde o temprano le sacarían el tema, aunque esperaba este se tomara un poco más a delante no ahora.
-Huang Hua, yo...
-Espera. - le interrumpió. - creo que nosotras tendremos tiempo de hablarlo largo y tendido en su momento, si gustas podríamos hacerlo cuando regreses de la misión, pero me gustaría que tu corazón se librara de los pesares y los rencores.
-No entiendo.
-Lo entenderás. - tomando su brazo, ambas retomaron el camino hasta la sala del concejo.
Al abrir la puerta, lo primero o mejor dicho a la única persona que vio dentro, era a Lance. Erika desvió la mirada a Huang Hua, como si de ese modo pidiera una explicación.
-Me pediste tiempo para tolerar a Lance como miembro del C.G. pero creo que ya es hora de que los dos hablen sobre todo para el bien de la misión.
-Espera Huang Hua ¿De qué tengo que hablar con él?
-Sobre lo ocurrido hace ocho años. - dijo con firmeza. - de otro modo psicológicamente no vas a mejorar. - sentencio.
Huang Hua cerró la puerta frente a ella dejando a esos dos solos, sabían que no había modo de salir al escuchar como la puerta era cerrada con llave. El silencio se hizo frio e incómodo, Erika se giró para ver a Lance quien parecía igual de incomodo al respecto, mientras el pasaba una mano tras su nuca, ella pasaba repetidas veces la mano tras su oreja, como si se acomodara algunos mechones de cabello.
-Mmmm Lance. - le llamo, este le miro esperando que ella continuara. - Gracias por lo del otro día, por llevarme a la enfermería y llevarme algo que comer.
-No es nada. - dijo él, y nuevamente se hizo el silencio incómodo.
-Mmmm el emparedado estaba algo salado.
-Seguramente Karuto pensó que era para mí, por lo general siempre hace eso con mi comida, la sala de más o la tira accidentalmente. - era verdad, el jefe de cocineros se lo había confesado hace algún tiempo.
-Lo siento...
-No tienes por qué. Erika sé que no quieres hablar de esto, podemos fingir que ya lo hablamos y solo cumplir con la misión.
-Sabes que Huang Hua no es una persona fácil de engañar. – tomando una profunda bocanada de aire Erika se dirigió hasta la enorme mesa para toar asiento, clavando su mirada violeta en la madera de la mesa por unos segundos la desvió directamente al dragón haciéndole un gesto para que se sentara a su lado. - ¿Qué sentiste cuando me viste en ese estado? – pregunto de manera directa.
-Si soy honesto. Sentí dolor, tu mirada era la misma que hace ocho años. - el dragón saco la silla de su lugar para poder sentarse y quedar frente a ella. Me pareció que lo que hice hace años tuviera segundos de haber ocurrido.
-Si Valkyon no se hubiese interpuesto ¿Habría sido lo mismo?
-Sé que Valkyon me guardaría un rencor por matarte, tú eras como una especie de hermana menor para él, tal vez si él hubiera seguido con vida yo, habría logrado mi objetivo. Sé que su sacrificio tuvo un impacto relativo, la profecía tenia eso como objetivo que yo...
-La verdad aun no creo en las profecías, aunque debería, siento que cada quien es responsable de sus acciones. - interrumpió, nuevamente tomo una profunda bocanada de aire; Erika simplemente se puso de pie por unos momentos para después ponerse de rodillas frente a él y colocar sus manos sobre las suyas, aquel gesto tomo por sorpresa a Lance. - el otro día recordé lo que había pasado, su cuerpo, su sangre, sentirla en mis manos mientras intentaba ayudarlo, y al verte, recordé que solo te dije "esta muerto" ante tu rostro incrédulo por lo que habías hecho.
-Erika...
-Espera, aún queda algo más, yo no sé si solo fue un sueño, pero creo que una vez vi a Valkyon que pude salir del cristal.
- ¿Lo viste? - presa de la sorpresa, el dragón tomo a la Aengel por los hombros para hacer que lo viera. - ¿Realmente lo viste?
-Lo recordé hace poco también, pero la verdad, quería tomarme algo de tiempo para poder perdonarte. Valkyon me pedía que no te guardara rencor, en otras palabras, que te diera una oportunidad, él estaba seguro de que ibas a cambiar, y ahora veo que tenía razón, no voy a negar que al verte después de tanto tiempo la rabia se apodero de mi por recordar todo lo que hiciste.
-Pero solo lo haces porque él te lo ha pedido ¿No?
-No del todo, cuando vivía en la tierra, me hicieron daño más de una vez, nada parecido a lo que tu hiciste, pero si pude perdonar a todos aquellos que me rompieron el corazón, porque no perdonarte y creer en la redención, no me gustaría vivir con rencores en el corazón.
-Erika, agradezco mucho tus palabras, de verdad, agradezco que me des esta oportunidad y que dejes de verme como un genocida. - ella asintió ligeramente mientras sonreía.
-Tomara aun un poco de tiempo no te he perdonado del todo, así que me gustaría que me lo demostraras con todas tus acciones. Pero por esto no creas que seremos los amigos más íntimos te lo advierto, incluso Ezarel paso penas conmigo y mi rebeldía.
Aquellas palabras no hicieron más que arrebatar una pequeña carcajada del dragón, por ahora la presencia de ambos ya no era incomoda, y tras lo que pareció ser una larga hora los dos encerrados, Huang Hua regreso para abrirles.
Notas finales:
Los accidentes para Erika no van parar ¿Qué serán aquellas estructuras que aparecieron en Eldarya? Por otro lado, Nevra se niega a aceptar que aun siente algo por Erika y dejarlo como paso, aún quedan cosas que le harán recordar los momentos agradables que vivieron y será imposible olvidarlo, además Lance y Erika se podría decir que han hecho las paces (creo que desde ya se puede ver que la misión uno de los integrantes será el dragón)
El siguiente capítulo se verá algo interesante respecto a una de las estructuras que aparecieron en Eldarya. Celos y malos entendidos estarán a la orden.
Espero que les gustara el capitulo.
Dudas, preguntas, aclaraciones lo que sea todo es bienvenido.
Hasta la próxima actualización.
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