1. Alberu


Alberu Crossman, un joven de 25 años de piel casi morena, ojos azules, cabello rubio (teñido) y con un excelente físico, era el futuro heredero de Crossman Company, la empresa con mayor fama en Europa, reconocida por ser la mejor empresa caza talentos del continente.

A este joven se le dio la suerte de conocer una noche en un evento de danza, organizado por The Empire Company, a la mayor crítica de baile, Jefa y creadora de la empresa de jóvenes prodigio de la Danza "Binch".

Recordando un poco el susodicho evento, sintio cuan grata fue su sorpresa cuando la misma Mili Binch se acercó a él primero. En ese momento tuvo un pequeño flash Back de lo que pasó esa noche.

**************

La noche estaba en su mejor punto, la luna se asomaba dejando ver su hermosa luz. El hotel en donde se realizaba la muestra de ballet estaba en todo su esplendor, decorado con tulipanes de colores amarillos y rojos. El lugar estaba lleno de gente de la más alta clase social y entre ellos se podía ver a un futuro heredero quien recién terminaba de charlar con algunos de sus socios comerciales.

Un joven rubio de tes morena resaltaba con su radiante sonrisa, hermoso ojos azules, su elegante porte y vestido con un traje que lo hacía ver como uno de los hombres más guapos del lugar, opacando a cualquiera que se le acercara.

El rubio ahora había quedado solo admirando el lugar y la gente que hablaba del espectáculo que acababan de presenciar. En un momento capto algo interesante para sus ojos.

Alberu podía ver como a lo lejos, Mili Binch la mujer de cabello negro y bien vestida, junto a su famoso ayudante Itzé, hablaba con una persona de cabello rojo sangre.

Si bien sus ojos habían capturado a la presa que llevaba tiempo buscando, un destello rojo basto para cambiar de opinión.

Por un momento Alberu desvío su atención de la famosa empresaria a esa persona que parecía un ángel de ojos marrón rojizo, el moreno se sintió sumamente atraído por esa belleza.

Al estar tan lejos no pudo distinguir si era un hombre o una mujer, solo podía ver su hermoso cabello rojo sangre, vestido con una camisa blanca con volados y un pantalón medio suelto, calzando unos zapatos con ¿tacos?, el no estaba seguro.

En un momento la belleza roja volteo su rostro provocando que momentáneamente cruzara su mirada con Alberu, haciendo contacto visual.

El rubio no pudo apartar su mirada, se sintió atraído a tal punto de querer ir hasta allí y hablarle, pero para su suerte o desgracia, sus pies no se movían. Estaba como entumecido, petrificado en su lugar y él realmente quería acercarse...

Solo fueron unos segundos, que a Alberu le resultaron los más largos y placenteros de su vida, hasta que el ángel volvió a mirar a quien estaba hablándole.

Alberu solo seguía mirando, concentrado en ver cada movimiento que hiciera.

Tan inmerso estaba en obserbarle, tan hipnotizado por ese angel, que no noto que a lo lejos se acercaba un chico de cabello negro que tenía pinta de guardaespaldas, quien por estar tan apurado terminó chocando con él.

El joven se disculpo con una reverencia de 90% y luego lo vio irse en la dirección de su primer objetivo, viendo como se acercaba a la belleza pelirroja para hablar con ella y luego dar una reverencia a Mili.

Mientras observaba eso, Alberu sintio como tocaban su hombro. Al darse vuelta descubrió que era su mano derecha, Rosalyn Breck que extrañamente tenía una maraca rojiza en su cuello. Él decidió no comentar nada al respecto.

— ¿Terminaste con tu asunto?. — preguntó tomando una copa que le ofreció un camarero.

Ella se sonrojó un poco e intento disimular su vergüenza.

— Si, gracias por invitarme a este evento, jefe.

Alberu sabía que Rosalyn se estaba viendo con un joven de una empresa socia de ellos y según ella el joven con quien estaba teniendo esos encuentros, iba a asistir a este evento. Así que como buen amigo que era, decidió llevarla con él en esta ocasión.

Además eso le ahorraba el hecho de tener que contratar a una acompañante, eso era frustrante. Normalmente en las fiestas de etiqueta siempre le pedían llevar a una acompañante, ya sea hombre o mujer, y a él simplemente le parecía algo sumamente ridículo.

Dejando eso de lado...

Por respeto a la privacidad de Rosalyn, decidió no indagar más al respecto y dejarla tranquila.

— No fue nada. — dijo dándole una sonrisa tranquilizadora.

Viendo como su compañera se relajaba, volvió a pensar en la persona de antes y quiso encontrarla con la mirada.

Sin embargo cuando él quiso volver a mirar y encontrase con la belleza roja de hace unos minutos, para su sorpresa, la crítica y su ayudante estaban parados a unos pocos metros de él.

Ella pareció mirarlo de arriba a abajo para luego sonreír y comenzar a hablar.

— Que bendición para mis ojos encontrarme con el futuro dueño de la empresa Crossman. — ella se acercó a él con una copa de vino tinto en su mano derecha.— Los rumores de que era un hombre sumamente atractivo y elegante no eran una exageración.

Rosalyn le dio una reverencia y les dejo un poco de espacio para que hablasen. Itzé hizo lo mismo.

Como buen caballero que es, con delicadeza tomo la mano izquierda de la joven para depositar un beso en el dorso de la misma.

— Es un honor poder conocer a la mejor crítica y maestra de danza de todas. — vio como ella le sonrió con un leve sonrojo. — Veo que los rumores acerca de su belleza tampoco eran exagerados.

Ella soltó una leve risa ante los halagos del rubio.

— Ay cariño, si sigue así, voy a terminar siendo cautivada y cayendo por ti.

— Eso seria realmente un sueño. Aun que me sentiría sumamente honrado si en su lugar usted decidiera trabajar conmigo.

Compartiendo miradas y sonrisas de complicidad, se estrecharon las manos.

— Es interesante conocer a personas que piensen lo mismo que uno. ¿No cree Alberu-nim?

— Hay un famoso dicho que dice... "las grandes mentes piensan igual"

— Exactamente...

Compartiendo la misma sonrisa de complicidad  ambos se estrecharon la mano.

Eso fue señal para que Itzé y Rosalyn intercambiasen contactos y quedar para un próximo encuentro.

**************

Alberu quería reír de lo absurdamente fácil que fue poder quitarle al bastardo de Adin a una futura inversionista y experta en talentos como ella. Sentía que se había sacando el premio gordo.

Aun que agotado estaba feliz, puesto que en la mañana siguiente del evento, se había reunido con Mili para poder concretar el contenido del trato con acuerdos justos para ambas partes. Por suerte para él, todo había salido de maravilla, ella estaba satisfecha de igual manera.

Y gracias a esto pudo tener una buena noche de sueño. Sin duda está colaboración contribuiría a afianzar mucho más su puesto como futuro dueño de la empresa.

Al día siguiente fue con el corazón tranquilo a su trabajo en su oficina.
Por ello es que ahora se encontraba sentado en su escritorio revisando el correo que le había traído uno de sus asistentes.

Por lo general recibía curriculums de personas que querían mostrar su talento ante su empresa así poder triunfar en el mundo del espectáculo.

— Ah~ que agotador. — suspiro para revisar uno por uno cada correo que le había llegado.

En ese momento, su asistente de confianza, Tasha pidió permiso para entrar. Cuando recibió el permiso para entrar, Alberu pudo notar la emoción en su rostro haciendo levantar una ceja.

— Jefe, le ha llegado una interesante invitación. — dijo con ojos brillantes.

— ¿Una invitación? ¿De quien exactamente?.

Alberu tomó lo que le extendía la única persona de su familia que lo habia apoyado desde que era un niño, su tía materna, y observó con detalle el fino sobre negro con detalles en dorado.

En él decía "para Alberu Crossman de Mili Binch"  con una excelente caligrafía. Y en el centro de la misma decía "Tango" escrito muy elegantemente.

— Por fin mi querido sobrino ha sido invitado a algo por una mujer. — ella parecía eufórica.

Alberu suspiro ante la insinuación de su tía, antes de continuar.

— No te hagas ideas raras tía, la joven dama Mili esta interesada en alguien más. Y si los rumores son ciertos, ese alguien también esta interesado en ella.

— Siempre puedo tener esperanzas. — comentó recibiendo una negación por su sobrino. — Al menos podrías conocer a alguien  interesante allí.

Alberu soltó un suspiro en resignación a los intentos de su tía por emparejarlo con alguien. Ella lo había intentado con Rosalyn, pero él y la de rizos solo quedaron como buenos amigos, no eran compatibles para una relación entre ellos y eso los dejaba tranquilos de algún modo.

Pero con el último comentario que le dijo su tía, a Alberu se le vino cierta persona pelirroja a la mente, persona a la cual no había podido borrar se su mente desde el día del evento. Esto lo hizo preguntarse si es que el o ella estaría en la fiesta.

La verdad es que iba a investigar sobre su identidad, pero no quería que su tía o Rosalyn lo estuvieran molestado con eso. Por esa razón prefirió fingir demencia y seguir con su vida.

Si el destino quería que se volviera a cruzar con esa persona, pues la oportunidad se daría en algún momento.

Y Alberu quería que así fuera.

Haciendo que su tía/asistente lo dejase solo en su oficina, Alberu abrió con delicadeza para leer el interior de la carta.

En ella decía...

<< A modo de celebrar la unión de la empresa Crossman y la empresa Binch, se realizará un baile el día ××/××/×× en la mansión de la señorita Mili Binch ubicada en ××××××××××

El mismo es organizado por la misma Mili Binch con el fin de mostrar su felicidad al unirse y poder trabajar con alguien tan talentoso como Alberu Crossman.

El baile va a ser temático, con uno de los bailes de la tierra natal de la señorita Mili, el Tango... >>

Hasta ahí todo parecía normal para Alberu, no le disgusto la idea de asistir a este tipo de evento. Además anteriormente había presenciado dicha danza y realmente quedo maravillado.

Tanto así que había tomado algunas clases de baile con los mejores profesores en el ámbito.

Sin embargo cuando continuo leyendo, solo pudo quedar un poco perplejo ante lo escrito, dejando una mueca en su cara.

<< ... Se solicita que el invitadx vaya acompañado.
Cuando confirme su asistencia debe de mandar la talla de su ropa y calzados, así como los de su acompañante, puesto que se le proporcionará un atuendo a gusto de la anfitriona.

Sin más que mencionar, se espera su asistencia a la misma.

Saludos cordiales: Mili Binch >>

Alberu sabía por rumores lo quisquillosa que podría llegar a ser la famosa crítica, pero nunca la creyó capas de llevarlo a tal extremo de proporcionar atuendos a sus invitados.

— Ah~ ahora solo me queda pensar a quien voy a llevar conmigo.

En ese momento alguien llamó a su puerta. Él dio permiso para su entrada.

— Jefe... he traído el informe de nuestros más recientes talentos. Parece que ascenderán al éxito rápidamente.

Rosalyn había entrado con unas cuantas carpetas en brazos.

Fue entonces que a Alberu se le prendió el foco y sintió como Rosalyn se transformaba en un ángel que vino a salvarlo.

— Rosalyn... ¿sabes bailar Tango?

Aunque sorprendida por la pregunta inesperada, ella asintió de todas formas.

— Aun que mi especialidad es el flamenco, he tenido una excelente educación en danzas, mi familia fue exigente en ello por eso algo se del mismo.

— Excelente, entonces vas a ser mi acompañante en el próximo evento.

Alberu extendió la invitación y ella leyó el contenido.

— Entonces debo darle mis medidas.

— Al parecer sí.

Alberu pudo verla sonreír, muy contenta para alguien que iba a ser su acompañante. Él pensó un poco antes de hablar.

— No me digas... tu pareja va a asistir al mismo evento. ¿No es así?

Pudo ver como ella le devolvía la sonrisa y asentía.

— Estoy realmente agradecida por tener un jefe tan amable y benevolente como usted Alberu-nim.

Por un momento él también se puso feliz, pues si iba el amante de su amiga, ¿no significaba eso que también iría la belleza pelirroja?...

Soltando un suspiro, negó con la cabeza para quitarse esas ideas.

— Ja~ lo que sea, vuelve a tus trabajos.

Sin decir más ella salió de su oficina.

Más tarde ella le mando sus datos y él pudo confirmar su asistencia a dicha fiesta.

Unos días más tarde, su tía llegó a su oficina con unos trajes a medida para él y Rosalyn.

Saliendo un momento de su oficina fue hasta donde estaba el personal y llamó directamente a Rosalyn.

Ella estaba conversando con uno de sus mejores talentos y empleado, el joven Kim Rock Soo de Corea, quien era solo un año mayor que Alberu.

El joven era carismático así como serio. Su talento era algo sumamente raro, él podía beber alcohol sin parar y resolver acertijos difíciles, al igual que apuntar con botellas, cuchillos, Shuriken y demás armas peligrosas y dar en el blanco. Además de tener una memoria excelente.

Más aún, en el corto tiempo que había estado trabajando bajo el ala de Alberu, este había roto el récord guinnes de beber alcohol, pudiendo beber un litro de vino en tan solo 1.1 segundo.

Alberu lo consideraba su estrella, ya que además Rock Soo lo había ayudado a mejorar la empresa y subirlo a un estado casi intocable con sus hermanos. El rubio decidió conservarlo con él, para que trabajase para él. Por suerte todo había salido bien.

— Buenos días, Rock Soo, Rosalyn.

— Buenos días jefe. — dijeron ambos al unísono.

— ¿Que lo trae por aquí?

A Rock Soo le resultaba raro verlo salir de su oficina, ya que para lo único que salía el rubio era para conocer a los nuevos reclutas y para irse a su hogar.

— pues, Rock Soo me temo que te robare a Rosalyn por un momento. — dijo mirándola. — Verás ya están listos los atuendos.

— ¿Atuendos? — el más alto miró al rubio.

—  Es por el evento que te he comentado. — respondió la pelirroja.

— Oh- el evento de la señorita Mili, ya veo. — pensó por un momento antes de hablar. — En ese caso, el mío también debe de haber llegado a mi casa.

El último comentario sorprendió a los otros dos.

— ¿Estás invitado también? — interrogó Alberu.

— Si, bueno. Un amigo me invito como su pareja. — se rasco tímidamente la nuca. —Aunque no tengo idea sobre el tango.

Alberu y Rosalyn se miraron de reojo antes de asentir.

— Bueno eres rápido para aprender...

— Así que creo que podemos enseñarte un poco.

Dijeron ambos. Rock Soo se puso un poco nervioso. Es decir, no siempre tu jefe y tu superior te ofrecen a enseñarte y más si son los mejores bailarines que ha conocido hasta ahora.

— Yo... bueno. — hizo una reverencia. — Estaré a su cuidado.

Con una risa proviniente de los otros dos, el más alto se sonrojó y decidio volver a sus tareas. Aún tenia que administrar los ingresos de los nuevos.

Alberu al ver que el otro se alejaba, le hizo una seña a Rosalyn para que lo siguiera. Era momento de descubrir sus atuendos.

Al estar en la oficina del rubio, este le tendió a la pelirroja un portatraje de con su nombre mientras que él agarraba el suyo.

Rosalyn abrió rápidamente su portatraje como si fuera una niña abriendo el regalo más esperado de su vida.

Ella quedó maravillada con lo que encontró; el vestido era muy elegante, de color negro, decorado con unas rosas, de corte recto en los hombros y mangas hasta su antebrazo, largo hasta la pantorrilla y con un tajo en la pierna derecha. Era realmente hermoso.

Revisando más en el bolso encontró unos zapatos de tango color piel junto con una gargantilla negra. Era una muy buena combinación.

Alberu podía ver como le brillaban los ojos a su amiga. Él soltó un suspiro que pareció más una risa.

Concentrándose en su portatraje lo abrió para descubrir un pantalón de color azul genciana junto con unos tiradores negros. Además de obviamente incluir un saco y una camisa en donde los puños era cerrados y los botones decorado en diamantes.

No pasaron desapercibidos los zapatos negros, que al igual que la camisa, estaban decorados con una fila de diamantes. Una pequeña caja se hizo visible y al abrirla encontró en ella unos anillos y aretes también de diamantes.

Era una combinación interesante y algo simple, sin embargo él estaba seguro de que le quedaría perfecto. Sonrió con suficiencia, al parecer Mili tenia buenos gustos al fin al cabo.

Rosalyn, quien por fin dejó de admirar su vestido, miró hacia Alberu.

— Umm, es realmente elegante, le quedará perfecto jefe.

— Gracias, y por lo que veo, ella capto un poco de ti en ese vestido.

— Es realmente hermoso. — sus ojos brillaron, Alberu suspiró.— ¿Qué día es el evento?

— Este fin de semana. — dejó su nuevo traje en el escritorio. — Supongo que pasaré a buscarte a las 6, 30 pm,  ya que nos tomará una hora y media de viaje hasta la mansión de Mili.

— Me parece bien.

Luego de ello, cada quien volvió a concentrarse en lo suyo.

Después quedaron con Rock Soo para enseñarle en el poco tiempo que tenían...

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Así los días pasaron volando y pronto llegó el día sábado.

Alberu ahora estaba con Rosalyn en su auto. Faltaba unos pocos minutos para por fin poder llegar a su destino.

Alberu miró por el espejo a Rosalyn; ella llevaba un hermoso maquillaje, labios rojos que combinaban con las rosas del vestido y ojos con sombra bordo y un excelente foxy eyes. Y su cabello recogido en un pulido rodete con algunos rulos decorando al rededor del mismo.

Pero a ella se la podía ver un poco nerviosa, cosa que dejó a él falso rubio un poco descolocado.

— ¿Estás bien?

Ella se estremeció, al parecer Alberu la había sacado de su tren de pensamiento.

— Eh... ah, si si, estoy bien. Solo que un poco nerviosa. — ella jugo con sus manos.

— ¿Debido a...?

Ella dudo un poco antes de continuar.

— No se si me veré lo suficientemente guapa para mi pareja.

Alberu entendió de inmediato. Y volvió sutilmente su vista al frente. Pensó un poco antes de continuar.

— En mi opinión te ves excelente, no creo que nadie sea capas de rechazarte esta noche. — a la distancia pudo divisar la mansión.— Y si ese tipo es un imbécil que no lo puede reconocer, él no te merece.

Alberu pudo escuchar un suspiro de la persona a su lado.

— Gracias, realmente lo aprecio.

— No es nada. Somos amigos desde hace tiempo después de todo. Es normal decir la verdad.

Rosalyn sonrió y volvió a sentarse derecha. Ella lo miró a él.

— Sabes... ojalá encuentres a esa persona esta noche.

— ¿Disculpa?

— Ya sabes, al chico que estuviste mirando en el primer encuentro con la señorita Mili. El pelirrojo.

-(Así que era un él, interesante. )-

— No se de lo que estas hablando. — decidió ignorarla.

Rosalyn se río bajito, ella sabía que lo había atrapado.

Recordando su último encuentro con su amante...

Cuando Rosalyn volvió del encuentro con su pareja, vio como Alberu miraba hacia un punto fijo, sin embargo su mirada no era de alguien con quien quería negociar. Era más como si hubiera sido hechizado.

Vio hacia donde él miraba y pensó que estaba mirando a Mili pero fue descartado en el momento que vio una mueca en el rostro del rubio al ver como su pareja se acercaba al pelirrojo. Le fue fácil conectar los puntos.

Ella iba a intentar ayudarlo, después de todo ese chico era el jefe de su pareja y si lo pensaba un poco, desde su punto de vista él y su jefe harían una excelente combinación. Ahora solo necesitaba juntarlos.

Ella sonrió maliciosamente ante la idea de que su solteron jefe pudiera conseguir pareja, Tasha se lo agradecería.

— Te estaré apoyando, jefe. — sonrió sin mirarlo a los ojos.

Con un escalofrío en su espalda y evitando mirar a la mujer que claramente tenia una sonrisa maliciosa a su lado, Alberu al fin pudo ingresar a la misión. Ya dentro fue recibido por un portero que le pidió la invitación para comprobar su identidad y le preguntó cómo debía presentarlos.

Cuando Alberu obtuvo la aprobación le susurro al odio como debía ser presentado. El que anunciaba estaba a punto de hablar y presentarlos, pero fue interrumpido por una hermosa voz a la distancia.

— Damas y Caballeros, nuestro invitado de honor ha llegado.

Alberu reconoció al instante la voz de quien lo anunciaba. Mirando hacia arriba, hacia un balcón el la sala, vio como Mili Binch con un micrófono en mano lo miraba y anunciaba.

— Alberu Crossman, bienvenido. — vio como ella miraba a su acompañante. — Y nos honra con la compañía de la famosa maestra y bailarina de flamenco, Rosalyn Breck.

Una serie de aplausos se escuchó por todo el lugar.

Él y Rosalyn, quien tomaba su brazo, sonrieron a todos e hicieron una leve reverencia antes de adentrarse con la gente.

Cuando el rubio miro hacia arriba, no encontró a Mili en el balcón. 

Mirando a Rosalyn, quien le devolvió la mirada con un asentimiento, ambos ingresaron al salón de baile a encontrarse con los demás invitados.

Era impresionante la cantidad de rostros que vio alli dentro. Pudo ver a varios de sus colegas y competencias en el lugar.

Estaba Karin Orsena, de la famosa casa de Ballet Orsena, conversando con Antonio Gyerre heredero de la empresa de guardaespaldas. Dos de las familias afiliadas a su empresa.

Pudo ver a su rival Adin conversando con su amigo Valentino, dueño de Caro una empresa dedicada a la cosmetologia.

También, para su sorpresa, vio al famoso actor Eruhaben Miru cerca de los aperitivos consumiendo una copa de vino blanco y a su lado, al parecer su acompañante, la dueña de unos cuantos campos de siembra, Mila.

Verlos a ellos juntos era como ver dos estrellas resplandecientes. Sin duda Mili Binch era acertada con todos los trajes del evento.

Y como olvidar a una de las cerezas del postre, en el lugar también se encontraba un empresario oriental, Fredo Von Ejellán conocido por ser los maestros del engaño en los teatros más famosos.

Y demás personas presentes en el lugar.

Sin embargo Alberu aún no había podido divisar a esa cabeza roja que tanto le había llamado la atención.  Rosalyn era igual que él, buscando a su pareja sin ver indicios de su paradero.

— Ambos van a tener dolor de cuello si siguen así.

Una suave voz los saco de su búsqueda y voltearon a ver. En unos segundos recuperaron sus posturas y sonrieron.

— Es bueno verla joven señorita Mili.

— Buenas noches señorita Mili.

Tanto Alberu como Rosalyn saludaron respetuosamente a la mujer delante suyo.

— Es un placer verlos, Aberu y Rosalyn. — dijo ella con una sonrisa.

— Es un honor haber sido invitado a su mansión. Es realmente un encanto.

Viendo cada detalle del lugar, estaba bastante bien decorado, con unos cuadros y esculturas realmente divinos.

Rosalyn bien podría estar de acuerdo con su jefe, pero prefirió no decir nada.

— y verla a usted es realmente una bendición para mis ojos. — termino por decir el moreno.

— No no, joven Alberu, la bendición es para mi, ya que pude ver al sol más radiante de Roan.

A Alberu le dio un pequeño tic en su ojo al escuchar lo último. Sin duda sabía como endulzar sus palabras.

El miró a Mili quien le sonreía pero pronto alguien se había colocado detrás de ella, tomandola de la cintura de forma posesiva, haciendola suspirar sin dejar de tener su sonrisa en labios.

Este individuo era un hombre alto de cabello blanco y tes morena, ojos negros, facciones bien definidas.

El falso rubio y la pelirroja miraron desconcertados al hombre moreno con cara sería detrás de ella.

La de pelo negro miró la curiosidad de los que estaban en frente suyo y habló.

— Mis queridos socios, les presento a mi acompañante. — señaló a la persona a su lado. — Él es Clay Abismo.

— Es un placer conocerlos. — el susodicho estiro su mano hacia Alberu.

— El placer es nuestro.

Con su mejor sonrisa el falso rubio acepto el apretón de manos.

Alberu refrescó un poco su memoria al escuchar el nombre del acompañante.

Clay Abismo era ni más ni menos que el multimillonario diseñador, modisto y dueño de la casa más grande de moda de toda Europa conocida como "God of Death".

Un nombre bastante peculiar si le preguntaran. Y aunque el hombre tenía sus propios diseños, también aceptaba y daba lugar a diseñadores y modistas (que cumplían con sus criterios) para mostrar sus atuendos.

En resumen, este hombre estaba bañado en oro, era como una bandeja de oro viva y no le resultaría extraño si el fuera quien diseño la ropa de todos aquí presentes.

— Disculpe el atrevimiento, señor Abismo. — habló Rosalyn. — Pero tenía la curiosidad de saber... ¿fue usted quien hizo la ropa de todos aquí presentes?

Abismo levantó una ceja y miró de arriba hacia abajo a la pelirroja delante suyo  asintiendo en el proceso.

— Tiene un buen ojo señorita Rosalyn. — soltó un suspiro que parecía más una risa. Luego señaló a ellos. — Aquí entre los cuatro, sí, estos son mis diseños.

— Vaya, eso quiere decir...

— Si, hay diseños suyos y de sus aprendices en todo el salón. — fue Mili quien respondió.

— Ya veo... entonces me he de sentir sumamente  honrado de poder vestir ropa de la más alta calidad. — respondió sinceramente Alberu.

— Gracias, pero no fui yo quien designó la ropa para cada uno. — se encogió de hombros y atrajo a Mili más cerca suyo. — Deberían agradecer a Mili por su buen ojo para las personas.

— Jmmm... como se decía de los buenos gustos de la dama.

— jajaja no sean así, solo siento que la ropa representa la personalidad de las personas y por ello deben de ser las mejores. Y obviamente quien mejor que el mejor diseñador de Europa.

— Nada mejor que para la mejor, por supuesto.

Alberu y Rosalyn observaron el ligero coqueteo entre los otros dos. Ellos intercambiaron miradas para decir que claramente esos rumores que rondaban sobre la pelinegra eran ciertos.

Casi quisieron reirse si no fuera porque alguien se paró detrás suyo abrazándolos a ambos.

— Buenas noches, jefe y superior.

Al voltear, solo vieron la enorme sonrisa en el rostro de Kim Rok Soo.

— Buenas noches. — respondieron al unísono.

El pelinegro levantó su mirada de ellos y vio a los otros dos en frente.

— Señorita Mili. — hizo una mueca antes de seguir. — Viejo molesto... es un gusto verlos.

— Igualmente joven Rok soo. — Solo ella saludo mientras que él otro chasqueo la lengua.

Alberu levantó una ceja al ver como Rock Soo trataba al albino. Lo investigará más tarde.

— Mili-nim, siento haber llegado tarde.

El asistente y mano derecha de Mili, Itzé, había llegado con Rock Soo agarrándole el brazo.

— No hay problema cariño — dijo ella. — Por cierto ambos se ven deslumbrantes.

— Gracias.

Alberu observó como estaba vestido su subordinado y el más bajo.

Rock Soo llevaba una camisa con un corset chaleco y unos pantalones un tanto anchos de color negro, el corset tenia lineas plateadas y además llevaba una corbata de plata.

Alberu pensó que el corset resaltaba demasiado la buena figura de Rock Soo, era como si su cintura fuera pequeña pero con un pecho extremadamente grande y por supuesto, ni hablar de sus bíceps.

Alberu desvío la mirada hacia el más bajo.

Itzé por otro lado llevaba un pantalón negro que se ajustaba perfectamente a su pequeña cintura con abertura a los costados de sus piernas  y una camisa violeta abierta en el pecho, atada con un moño a la cintura, también lucia unos hermosos tacones de tango negros.

Se veían bastante bien juntos.

Y al parecer Rosalyn estaba pensando lo mismo que él porque al cruzar miradas, se sonrieron con complicidad.

— Bueno mis queridos. Me temo que los voy a tener que  dejar, debo ir a saludar a los demás invitados y prepararme para el primer tango de la noche. — ella sonrió a los cuatro. — esta es su casa y espero disfruten la fiesta.

Itzé se estaba moviendo para seguirla pero ella puso una mano en frente de ambos y habló.

—  Itzé, siente libre hacer lo que quieras, hoy es tu día libre de mi. — se acercó para susurrarle al odio. — ve y conquista al guapo musculoso, Abys y yo te estaremos apoyando.

El de ojos lila se sonrojó al escuchar tal declaración y recibió unas palmaditas en la cabeza por parte del albino. Luego ambos se fueron dejando a las parejas solos.

— Bueno, bueno. Veo que mi jefe y mi superior aun pueden lucir más guapos de lo que ya son.

— ¿Dudabas? — dijo Rosalyn en un tono burlón.

Alberu se río disimuladamente de su interacción y vio al tímido de rulos acercarse a ellos. Itzé se paró a una distancia segura de Rock Soo.

El falso rubio que había estado observando al asistente de Mili, noto que le gustaba su subordinado.

-(jumm bastante interesante. No harían una mal pareja.)- sonrió para sus adentros.

— El joven Itzé también se ve bastante guapo. ¿No crees Rock Soo?

Rosalyn que vio la típica sonrisa estafadora de su amigo, solo le tomó unos segundos para entender la situación y seguirle el juego.

— Es cierto, las únicas veces que lo vi siempre llevaba unos anteojos que no dejaban ver sus lindos ojos lilas. — puso un dedo en su mejilla. — Y ahora que lo veo así, es realmente guapo. ¿No opinas igual hoobae?

Rock Soo que vio la sonrisa de estafa en sus superiores no entendió a quien estaban tratando de estafar, pero miró a su acompañante y sonrió.

— Por supuesto. — pazo su brazo al rededor del hombre del más bajo y lo atrajo hacia sí mismo. — Claro que mi amigo es guapo, pero él cae más en la categoría de lindo.

*tic nervioso*

A Alberu se le contrajo por un segundo la sonrisa y a Rosalyn le dio algo en el ojo.

-(¿cómo puede ser tan denso?)- se preguntaron ambos.

Ambos pudieron ver como como la mirada de Itzé de volvió un poco triste al escuchar la palabra "amigo".

Ambos querían darle un golpe en la nuca a Rock Soo.

Los dos dejaron salir un suspiro de frustración confundiendo a los dos delante suyo.

Rock Soo que no entendía lo que les pasaba a ellos, miró hacia la puerta solo para sonreír en el acto.

Sin soltar a Itzé de su "abrazo", señaló con su mano libre hacia la puerta.

— Rosalyn-nim... ha llegado su amorcito. — dijo en un tono burlón.

La pelirroja giro rápidamente hacia la puerta y pudo ver como ingresaban su novio y su acompañante. Ella lo miraba con mucho amor en sus ojos.

Alberu cerró los ojos con fuerza, no estando listo para lo que se venía.

Lentamente giro para ver lo mismo que su amiga estaba viendo, quedando maravillado con la vista.

-(Es él)-

Entrando agarrado del brazo de un hombre alto y pelinegro de facciones asiáticas, él pelirrojo que había estado dando vueltas en su mente los últimos días por fin aparecía delante suyo...

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Algunos de los trajes

Alberu (no es exactamente así como lo tengo en mente, pero esta inspirado en esto)


Rosalyn


Kim Rock Soo


Itzé (es mi oc de otra historia, que definitivamente quería agregar como posible pareja de Rock Soo)


La verdad solo iba a ser un oneshot, pero pasaron cosas.

En fin, solo espero les guste.

Actualizaré cuando pueda jeeee 😃

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