Final
:・*Mejores amigos de madilinas*・:
Yoongi se sentía asustado y era algo que no podía manejar.
Desde el día en el que las cosas con Jimin habían vuelto a la normalidad, Yoongi se sentía el niño más feliz del mundo en todo momento, especialmente porque ahora podía disfrutar normalmente con sus amigos y su mejor amigo, por lo que para él era lo mejor.
Sin embargo, ese día estaba siendo muy complicado y esa emoción que se había mantenido semanas atrás, había bajado de golpe, cayendo en picada como si nada positivo hubiera sucedido anteriormente.
―Cariño ¿Puedo entrar ahora?
Escuchó al otro lado de la puerta, haciendo que sus ojos se colocaran sobre la blanca madera de la puerta, la cual estaba cerrada con seguro debido al miedo que había atacado su cuerpo.
―Ya no iremos ¿Bien? Si no quieres ir, yo no te voy a obligar a que la veas, cariño. Pero déjame verte las rodillas ¿Sí?
Yoongi había estado muy contento por la mañana, jugando con sus juguetes en la sala de la casa mientras su papá se encontraba trabajando en su oficina, hasta que finalmente pudo terminar para acompañarlo en medio de su juego.
Se había sentido muy contento por tener a su padre ahí, pero las cosas se fueron por la borda cuando su el mismo le pidió hablar con él un momento.
"Sé que hemos estado mejor estos días, pero tengo algunas noticias que contar y quiero saber tu opinión, cariño"
Yoongi sabía que iba a ser algo serio, porque siempre que su padre ponía esa cara y ese tono de voz al hablarle sobre algo, era porque tenía miedo de que se enojara por lo que dijera.
"Yo escucho"
"Bueno, la primera noticia es que ya podemos visitar a tu madre y ella realmente tiene ganas de verte, así que estaba pensando en que podríamos ir a verla después del almuerzo"
Yoongi negó rápidamente cuando escuchó aquello, dándose vuelta sobre su lugar en el suelo y encaminándose a su área de juegos nuevamente, intentando ignorar a su padre.
"¿Qué sucede? ¿No quieres verla?" Preguntó confundido, porque no pensó que Yoongi no querría verla para nada, aunque también era predecible debido a lo sucedido anteriormente.
"No, no quiero que regrese" Dijo sin pensarlo demasiado, haciendo que el adulto tragara duro, porque claramente eran palabras contundentes, especialmente si la mujer llegara a escucharlas.
"Pero Yoonie, ella ahora está mejor..."
Yoongi se negó totalmente a escuchar, por lo que tomó a su peluche y correteó hasta su habitación, para después poder encerrarse en el baño.
Se había tropezado en el camino, cayendo de rodillas al suelo, pero se levantó rápidamente.
No sabía cuánto tiempo llevaba dentro de él, pero definitivamente no quería salir si eso significaba tener que ir con su madre después del almuerzo.
Todo había estado muy bien desde que su madre se había ido de casa y para Yoongi, sus pensamientos no eran negativos o egoístas, era simplemente lo que sentía. Por lo que, sabía que cuando su madre regresara, las cosas volverían a estar tensas en todo momento.
Cuando su madre estaba en casa peleaban todos los días, incluso antes de que su hermano tuviera que irse al cielo, por lo que para Yoongi, la presencia de su madre significaba un ambiente de regaños y gritos, cosa que claramente no deseaba.
Quería a su madre, pero no la quería en casa.
―Voy a entrar ¿Sí? Te prometo que ya no iremos―habló nuevamente, comenzando a colocar la llave en la perilla, haciendo que Yoongi suspirara.
No dijo nada, pero levantó su vista, logrando ver a su angustiado padre.
―N-No quiero que venga―confesó en medio de hipidos.
―Te entiendo, cariño. Te prometo que entiendo todo―suspiró mientras se acercaba al menor, sentándose sobre el suelo y quedando frente a Yoongi―Bueno, quiero explicarte cómo serán las cosas ¿Sí? Por favor tratemos de hablar y recuerda que no haré nada que no quieras.
Yoongi asintió, dispuesto a escuchar.
― ¿Quieres un abrazo? ―preguntó dudoso el mayor, aliviándose cuando Yoongi asintió rápidamente, gateando hasta poder sentarse sobre sus piernas―Bien, antes que nada ¿Tus rodillas están bien?
Yoongi asintió, mostrando las mismas, las cuales estaban un poco rojas, pero debido a la tonalidad de piel del menor.
―Ok, lo primero que quiero que sepas es que mamá no va a regresar a casa―comenzó, intentando explicar las cosas lo mejor posible―Mamá y yo hemos estado pensando hace tiempo y creemos que lo mejor es que nuestra relación termine aquí y que ella pueda ir donde quiera y yo quedarme aquí, contigo.
Aquello hizo que los ojos de Yoongi se abrieran en grande, totalmente sorprendido.
― ¿Por qué?
―Porque peleamos mucho y no es bueno estar muy juntos si peleamos todo el tiempo ¿No crees? ―preguntó con una pequeña sonrisa, la cual era más por tristeza, ya que claramente sabía que Yoongi era el más afectado en toda la situación―Entonces, ella no vivirá aquí con nosotros cuando salga, solamente vendrá de vez en cuando a verte y siempre estaré contigo.
Yoongi no estaba del todo sorprendido de que unos padres se separaran, porque algunos de sus amigos, como Tae, tenían a sus padres separados y eran más felices desde entonces. Solamente había sido una sorpresa.
― ¿Mamá dónde va a dormir? ―preguntó preocupado.
―Ella quiere ir a casa de su hermana, ella va a ayudarla mucho y mamá vendrá a verte dos veces a la semana para comer o salir, si lo deseas pueden ser tres días―explicó, más que todo porque los días se estaban visualizando por las recomendaciones del psiquiatra encargado del caso de la mujer.
―Si mamá no regresa y papá tiene que trabajar ¿Quién me va a cuidar en la tarde? ―preguntó Yoongi lentamente, analizando las cosas lo mejor que sus capacidades le permitían.
―Eso es lo otro que quería comentarte, creo que lo mejor es que tengas una niñera, alguien que te cuide mientras tanto―comenzó, haciendo que Yoongi comenzara a sentirse asustado, porque no quería quedarse con una persona desconocida―Y tengo una buena noticia con eso ¿Quieres saber?
Yoongi negó por instinto, aún asustado.
― ¿Seguro? Te prometo que es una buena noticia―le sonrió, haciendo que Yoongi intentara calmarse, porque si su padre estaba sonriendo así, era porque eran buenas noticias.
― ¿Buena noticia?
―Sí, es una noticia que sé que te va a gustar―aseguró―Estaba hablando con los padres de Jiminie y me comentaron que ellos dejan a Jimin con su tía, quien lo cuida por las tardes cuando trabajan y que se la pasan de lo mejor, así que me ofrecieron el que tú también te quedes con ellos por las tardes y que yo vaya por ti después del trabajo.
Yoongi jadeó sorprendido cuando escuchó aquello, una sonrisa enorme colocándose en su rostro y sintiendo que el humor había regresado de golpe a su pequeño cuerpo, sintiéndose muy contento de nuevo.
― ¡¿En serio?! ―preguntó en medio de un chillido emocionado, haciendo que el hombre se sintiera muy contento por la reacción.
―Sí, ella irá por ustedes dos al jardín y estarás en la casa de Jiminie hasta que llegue por ti, igualmente te llamaré cuando llegues a la casa―le acarició el cabello con una sonrisa, sintiéndose contento por la reacción.
Seguía siendo un poco impactante para él que la noticia de su madre haya pasado a último plano para Yoongi, debido a la noticia de Jimin, pero entendía que emocionalmente ella no era una prioridad para Yoongi.
― ¡Es buena noticia! ―jadeó emocionado mientras se movía sobre su lugar, pensando en que las niñeras no eran algo tan malo si podía estar con Jimin―Pero papá no va a ir por mí de noche ¿Verdad?
La emoción no bajó demasiado, pero se mostró preocupado.
―No, iré por ti a las cuatro, aún la luna no aparece―lo abrazó, haciendo que Yoongi se sintiera más calmado, aceptando el abrazo―Lamento haberte dado mal las noticias, no pensé que correrías de mí.
―Papá me asustó―confesó, pero sintiéndose más tranquilo―Puedo ver a mamá, pero no sé el día.
―No te preocupes, el día que te sientas listo vamos a ir, no es necesario que te presiones―le acarició la espalda, para después colocar una mano sobre la rodilla de Yoongi―Ahora vamos a poner algo helado en las rodillas y después a comer.
― ¡Sí!
El primer día en el que Yoongi conoció a la tía de Jimin, había estado bastante nervioso y tímido, especialmente porque era una mujer bastante extrovertida, muy similar a Jimin en ese aspecto.
El rubio había presentado a su tía con una enorme sonrisa, comentándole que ella siempre era muy divertida y que cocinaba delicioso, especialmente cuando sus padres dejaban dinero extra y podían comprar cosas para hacer un postre.
Yoongi no dudaba que la mujer fuera buena, porque realmente ella se había presentado muy amable con él, pero no pudo evitar encontrarse tímido con ella.
Sin embargo, la timidez le duró poco, ya que al segundo día de encontrarse, Yoongi la saludó con mucha más confianza e incluso la abrazó después de que Jimin lo hiciera, cuando llegó por ellos al jardín.
Por lo que los demás días habían sido espectaculares para él, sintiéndose muy cómodo e incluso amando la hora de la siesta que la tía de Jimin les daba después de comer el refrigerio.
Sin embargo, ese día se encontraba nuevamente asustado.
―Entonces irán juntos―preguntó Namjoon mientras tomaba una de las fresas que Taehyung había llevado, ganándose un bufido del mismo, pero le permitió tomarla.
―Sí, creo que será mejor para Yoonie hyungie―asintió Jimin mientras tomaba un trozo de manzana, para después llevarlo a su boca―No me gustan los hospitales, pero podemos ir juntos.
Yoongi le había contado a Jimin sobre la situación de su madre y el hecho de que podían ir a visitarla, pero que él tenía miedo de ir, especialmente porque su madre siempre lo ignoraba o prefería pasar de él.
Jimin había escuchado todo y no había dado una idea o solución como tal, sino que esperó para poder hablar con sus padres y saber si era posible ayudar a Yoongi realmente, porque él al ser un niño, no podía ayudar demasiado como quería.
"¿Puedo ir con Yoonie hyungie al hospital?"
Fue la pregunta que hizo, la cual no fue respondida al primer minuto, pero que después recibió una respuesta.
"Podrías, sí. Pero a ti no te gustan los hospitales"
"No importa, yo quiero ayudarlo"
Y Jimin estaba seguro de que él había ayudado mucho a Yoongi desde que se habían vuelto amigos, pero también era capaz de asegurar que Yoongi lo había ayudado mucho a él en ese tiempo también, especialmente a ser más valiente.
―Yo iré al hospital en días, pero me van a poner una vacuna y yo no quiero―confesó Jin con pena, haciendo que todos lo vieran con preocupación.
― ¡Hyung tiene que ser valiente! ―exclamó con una sonrisa Hoseok, levantando ambas manos en muestra de apoyo.
―Pero si a ti te da miedo todo―le dijo Namjoon con una mueca.
―Pero es Jin hyung el que irá, no yo.
En ese momento Yoongi regresó a la mesa, ya que había ido a lanzar las servilletas sucias al bote para basura.
― ¿De qué hablan? ―preguntó mientras se sentaba, ya que las miradas se colocaron sobre él.
―De que Jiminie te va a acompañar al hospital―explicó Jungkook con la boca llena.
―Sucio―se quejó Hoseok, quien hacía exactamente lo mismo de lo que se estaba quejando.
―Sí, iremos cuando papá llegue por mí a la casa de Jiminie―asintió, no queriendo hablar mucho del tema, especialmente porque eso lo ponía nervioso― ¿Ya terminaron de comer?
―Yo sí―asintió Jimin, comenzando a guardar los herméticos en su lonchera.
―Vamos a jugar con la arcilla moldeable―invitó Yoongi mientras se bajaba de su silla, estirando su mano para que Jimin la tomara.
―Oigan, tienen que esperarnos―se quejó Taehyung, quien todavía tenía toda su comida en los recipientes, a excepción de algunas fresas.
―No, ustedes coman que son muy lentos―Jimin les mostró la lengua mientras se bajaba de la silla, para después tomar la mano de Yoongi y corretear hasta el área de juegos.
Ese día Jimin intentaba que Yoongi no se pusiera triste, incluso la tía del mismo había sido informada sobre lo que sucedería, por lo que intentaron entretenerse hasta que fuera la hora difícil. Tuvieron una hora de piano, con los pianos de juguete de los niños, para después comer un delicioso postre helado de mandarina y dormir una hora y media, preparando mentalmente al pálido para lo que podría suceder.
Jimin tampoco se sentía tan tranquilo, él también estaba algo asustado de lo que podía llegar a pasar. Yoongi le había hablado muchas veces de cómo era su madre y claramente no tenía una buena idea de ella, sintiendo algo de miedo incluso. Pero así como se había mentalizado para poder ayudar a Yoongi, se encontraba haciéndolo para poder resistir sin ponerse a llorar, porque claramente eso no sería de ayuda en absoluto.
"Eres muy dulce y valiente, Jiminie"
Le había dicho el padre de Yoongi cuando le contó por teléfono que acompañaría a Yoongi.
Él quería ser valiente, le gustaba sentirse como un niño así.
Al despertarse de la siesta, ambos niños fueron a tomar una pequeña ducha, claramente por separado y les colocaron ropa limpia y cómoda para poder salir.
No irían los padres de Jimin, ya que claramente no podían ir tantas personas al hospital, por lo que solamente esperaron a que el padre de Yoongi llegara.
―Toma mi mano―le dijo Jimin cuando su mochila fue colocada en su espalda, viendo a Yoongi con quietud―Iremos así siempre, así no vamos a tener miedo.
Yoongi sonrió y asintió, tomando la mano contraria rápidamente, para después ambos encaminarse hasta el auto.
El camino no fue silencioso en realidad, ya que Jimin y Yoongi le contaban al adulto cómo había sido el día, desde el jardín y las actividades que hicieron, hasta el postre que comieron antes de dormir.
Al estacionarse, el adulto le abrió la puerta a ambos menores.
―Bien, si alguno se siente muy incómodo y quiere irse, pueden decirlo con total confianza. No estaremos mucho tiempo tampoco, pero no es necesario que nos quedemos los quince minutos de la visita―explicó el mayor con una sonrisa, viendo a los niños con sus manos entrelazadas, quienes lo escuchaban tranquilamente―Si alguien quiere ir al baño o tomar agua, también dígalo, por favor.
―Somos niños grandes, ya no usamos pañales―aclaró Jimin.
―Lo sé, por eso les digo que pueden pedir ir al baño―soltó una risa el adulto, agachándose para poder colocarle los cubrebocas a los niños y después estirar su mano hacia Yoongi―Vamos.
Yoongi tomó la mano de su padre, mientras con la otra sostenía la de Jimin, por lo que se adentraron al hospital juntos.
A Jimin no le gustaba que, cuando iba a un hospital, las personas que se encontraban cerca siempre lo veían y querían tocarlo, acercando sus manos mientras le hablaban con voz aguda y claramente eso lo hacía sentir muy incómodo.
Yoongi se dio cuenta de aquello, por lo que apretó suavemente la mano del contrario.
―No mires a las señoras que llaman, mira al piso y así no van a molestar―le aconsejó, porque a él tampoco le gustaba cómo molestaban las otras personas.
―Bien, eso haré―lo vio con una sonrisa, la cual se escondía debajo del cubrebocas.
Subieron al ascensor y esperaron hasta llegar al quinto piso.
Se acercaron a la recepción y los menores escucharon cómo el padre de Yoongi hablaba con la mujer del lugar, aunque ni siquiera podían verla debido al alto del escritorio.
―Hay una máquina de dulces―dijo Jimin en un susurró, apuntando con su mano libre la máquina expendedora―Mamá dejó en mi mochila unas monedas...Podemos usar las monedas para tener dulces.
Yoongi sonrió emocionado.
―Sí, podemos decirle a papá que use monedas también―asintió, porque claro que le gustaban los dulces de la máquina.
―Bien, vamos niños―dijo el hombre mientras tomaba un papel que le entregó la mujer del mostrador.
Se encaminaron hasta la habitación correspondiente y esperaron a que alguien abriera la puerta, el adulto dejando que los niños entraran primero, quienes veían todo el lugar con atención.
Yoongi se inclinó para poder ver a la persona que estaba sobre la camilla, suspirando cuando vio a su madre sentada sobre la misma, colocando sus ojos sobre ambos niños.
La mujer se notó confundida.
― ¿Y el chico rubio? ―preguntó de golpe, colocando su vista sobre el adulto.
―Es el mejor amigo de Yoongi, se llama Jimin―apretó los labios por un momento―Pero ahora, es momento de saludar a Yoonie.
La mujer colocó su vista nuevamente sobre los niños, solamente que en ese momento enfocándose sobre su hijo.
Sabían que la situación de la madre era un poco compleja, de momentos se negaba a pensar que Yoongi era su hijo y eso era algo que había sido conflictivo para el padre, pero que sabía no podían evitar.
Él le había dicho que podían ser de dos a tres visitas de su madre, pero dentro de los pensamientos que mantenía ocultos, no pensaba que fuera buena idea el llevarlo a ninguna.
―Hola, hijo―lo saludó con una sonrisa ligeramente tensa, enfocándose en los ojos de Yoongi― ¿Me has extrañado?
Yoongi sentía el calor que la mano de Jimin ejercía sobre la suya, por lo que se sintió seguro de ser sincero.
Negó con la cabeza, no alejando su mirada de la contraria.
― ¿No? Vaya, qué directo―soltó una risa suave, sintiéndose claramente ofendida.
Jimin vio a Yoongi con los ojos bien abiertos, no sorprendido por la respuesta, sino sintiéndose nervioso.
― ¿Por qué dejas que se tomen de las manos? Son dos niños―habló la madre nuevamente, haciendo que el hombre la viera con duda, no entendiendo―Son varones ambos.
― ¿Y qué pasa? Son niños, se toman de las manos para sentirse seguros―se quejó con una mueca, sabiendo que no había sido buena idea el llevar a los niños en ese momento―Creo que es mejor que nos vayamos si esto será así, solamente quería que Yoonie se despidiera de ti.
Yoongi ignoró por completo la conversación y se acercó más a la camilla, intentando que la parte superior de su madre quedara a su disposición.
La mujer lo vio con duda, no sabiendo qué iba a ser.
―Mamá no tuvo la culpa de enfermar―dijo de repente, su mirada suavizada sobre los ojos contrarios―Yo tampoco tuve la culpa de que mamá enfermara.
Aquellas palabras hicieron que todos se quedaran callados y sorprendidos, especialmente la mujer, quien no se había esperado aquello para nada.
―Soy feliz con papá y mis amigos, entonces es hora de decir adiós―dijo con voz un poco más fuerte, no notándose para nada desanimado, sino todo lo contrario―Quiero que te cures y vayas con mi tía a hacer fiestas y ser feliz, papá y yo somos felices ahora.
Después de decir eso, colocó una mano sobre la parte superior de su cubrebocas y la bajó lo suficiente como para que sus labios quedaran al aire. Se acercó a su madre y le dejó un pequeño beso en la mejilla, para separarse rápidamente y colocarse su cubrebocas de vuelta.
―Hora de irnos―habló en dirección a su padre, quien mantenía una sonrisa en su rostro, tranquilo con la reacción de Yoongi ante todo.
―Hora de irnos.
Jimin no dijo nada en el camino de regreso, ni siquiera cuando sacaron dulces de la máquina expendedora, en donde no tuvo que utilizar sus monedas. Pero sí comenzó a sentirse más atento cuando entraron al auto de nuevo.
―Yoonie hyung―lo llamó, haciendo que el mayor lo viera, ahora ambos sin sus cubrebocas― ¿Estás feliz?
―Sí, yo estoy muy feliz ―asintió con seguridad, incluso mostrando una sonrisa― ¿Y tú estás feliz?
―Sí, y-yo estoy feliz de poder ser tu mejor amigo de madilinas, Yoonie hyungie―sonrió, sintiéndose aún tímido ante la situación―Y me siento feliz, porque tú te sientes feliz.
Yoongi no era muy bueno con las palabras, dejando de lado del tema de su edad y de la poca amplitud en su vocabulario, el ser muy hablador era algo que le costaba mucho el realizar, pero intentaba hacerlo cuando debía.
―Gracias por ser mi mejor amigo de madilinas, Jimin. Yo no tenía amigos y tú fuiste el primero y por eso te quiero mucho, porque eres el más especial de todos―dijo con voz dulce y una sonrisa, viendo las mejillas rosas contrarias―Y siempre serás el más especial.
Jimin jadeó cuando sintió pequeñas lágrimas comenzar a picar sus ojos, pero no siendo de tristeza en absoluto, sino porque se sentía demasiado contento.
―Jiminie siempre va a estar para Yoonie hyungie y siempre serás el más especial del mundo para mí―asintió rápidamente, haciendo que su cabello rubio saltara ante el movimiento―El mejor amigo de madilinas, para siempre.
Extendió una de sus manos, no sintiendo miedo, pero queriendo unirla con la contraria.
―Amigos de madilinas para siempre.
Asintió mientras tomaba la mano de Jimin, entrelazando sus pequeños dedos en medio de cosquilleos interminables en sus pequeños cuerpos.
Y es que Yoongi jamás pensó que llevar su camiseta favorita de Kumamon, edición mandarinas, haría que conociera a su mejor amigo de la vida y que le diera un apoyo completamente incondicional.
Pero si el tiempo retrocediera, volvería a elegir esa camiseta entre muchas, lo haría muchas veces si fuera necesario.
mxyoongx
Habrá un extra❤️
Recuerden que este siempre fue un mini-fanfic jsjs
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top