Perdido
Prólogo: Tangerine y Lemon se encuentran contigo en el tren y te ayudan a bajarte en la siguiente estación donde ambos arriesgan sus vidas a que la Muerte Blanca los persiga.
Word count: 1395
Advertencia: Aquí la rayis es ciega y tiene un perro guía.
Lemon y Tangerine estaban observando el cuerpo sin vida del hijo de la Muerte Blanca después de haberle puesto las gafas con diseño.
Mientras tanto, tu ibas caminando con tu perro guía y tu bastón por los bagones.
–Tenemos que hacer algo. No podemos llegar a la puta estación con éste puto pendejo muerto. Su papi nos va a matar incluso antes de que podamos decir una sola palabra.–Dijo Tangerine pasando una mano por su cabello.
–Tenemos el maletín con dinero, yo digo que hay que bajarnos en la siguiente estación y largarnos de aquí lo antes posible.–Le dijo Lemon viendo hacia el cuerpo del chico y luego a su hermano.
–Okey. Entonces—. Iba diciendo Tangerine, cuando por accidente chocaste con su espalda y tu perro ladró, provocando que se volteara en tu dirección.–¿Pero qué putas?
–Oh lo siento tanto, lo lamento señor no fue mi intención.–Le dijiste realmente apenada sin realmente saber dónde debías ver con tus gafas oscuras puestas.
–No te preocupes, está bien. Mil disculpas por mi lenguaje.–Te dijo con una pequeña sonrisa mientras Lemon observaba tu perro moverle la cola.
–No, no, está bien. Yo lo siento, suele sucederme muy a menudo porque soy ciega y N/T/P trata de ayudarme pero no siempre puede hacerlo, y ya estoy hablando mucho. Lo siento.–Dijiste soltando una risita nerviosa, provocando que Tangerine te quedara observando con una sonrisa y brillo en sus ojos.
(Nombre de Tu Perro)
–¿Puedo acariciarlo? ¿Te molesta si acaricio a tu perro?–Te preguntó Lemon señalando a tu mascota a pesar de que ya tenía claro que no podías verle.
–Ah... si... si, claro que puedes.–Le dijiste con una sonrisa.
–Ven aquí pequeño amigo peludo... definitivamente eres un Edward, siempre estás dispuesto a ayudar...–Le dijo con voz tierna arrodillado ante tu perro, acariciando debajo de sus oreja mientras tu mascota movía la cola feliz.
–¿Y-y vienes sola? Quiero decir... puede ser un poco peligroso, ¿no crees?–Te preguntó Tangerine aclarando su garganta aliviado de que no pudieras ver el cadáver junto a ustedes, ni mucho menos su nerviosismo mientras acomodaba su corbata al sentir que le faltaba el aire.
Nunca le había pasado algo así, siempre era muy confiado de sí mismo, pero definitivamente estabas teniendo un efecto en él.
–Oh si, pero N/T/P es de gran ayuda. Aunque de todas formas me estaba preguntando si tal vez... ¿tal vez ustedes podrían decirme cuando lleguemos a la siguiente estación?–Le preguntaste algo nerviosa jugando con el bastón en tus manos mientras la correa de tu mascota colgaba de tu brazo.
–¡Claro! Por supuesto, no hay ningún problema linda.–Te dijo Tangerine con una sonrisa.–¿Por qué no te sientas y te avisamos cuando lleguemos? Nosotros también debemos bajarnos ahí.
–Claro, gracias...–Le dijiste algo avergonzada aunque no sabías porqué.
–Lemon, ven.–Le dijo a su hermano algo más serio caminando hacia donde estaban anteriormente con las maletas.
Lemon se levantó del suelo para seguir a Tangerine y tu perro se sentó junto a ti en la otra silla.
–¿Qué sucede?
–Te prometo que si algo le llega a pasar a esa chica y a ese perro voy a matar a todos y cada uno de los putos pasajeros de éste puto tren, después te voy a matar a ti, y después me voy a matar a mi mismo. Nada le puedo pasar. ¿Oíste? NADA.–Le dijo seriamente viéndole a los ojos.
–¿Solo un par de minutos y ya estás dispuesto a arriesgar tu vida por ella?–Le preguntó algo divertido por la forma de reaccionar de su hermano.
–Sí, ¿tienes algún puto problema con eso? ¿Quieres pelear conmigo ahora por querer hacer algo bien en mi puta y miserable vida?–Dijo sin dejar de verle, lanzándote una rápida mirada donde te dejaron sentada y tu perro con su cabeza en tus piernas recostado entre los dos asientos, para después volver a su hermano.
–Hey, tranquilo... estoy contigo en esto. El perro y la chica parecen agradables.
–Perfecto. Ahora toma el puto maletín que ya vamos a llegar.–Dijo antes de abrir la puerta.
Tangerine y Lemon caminaron hacia ti arreglando sus trajes, y una vez llegaron a tu lado, Tangerine te ofreció una sonrisa a pesar de que no podías verle.
–Muy bien linda, ya estamos por llegar a la estación. ¿Me permites llevarte hasta la puerta?–Te preguntó tomando tú mano para dejar tu brazo tomado del suyo.
–Claro...–Reíste nerviosa, llevando en tu mano libre tu bastón y la correa de tu perro que iba caminando frente a ustedes.
–Parecen una pareja de casados.–Le susurró Lemon al oído de Tangerine, provocando que éste le dirigiera una mala mirada.
Los tres junto con tu mascota esperaron en la puerta y una vez el tren se detuvo, los tres se bajaron.
–Ya estamos en su destino, Señorita.–Te dijo con una sonrisa, tomando tú mano en la suya posicionándose frente a ti y tu perro sentado a tu lado.
–Muchas gracias, de verdad se los agradezco.
–Oh no hay de qué. Nos gusta ayudar.–Te dijo Tangerine sin dejar de sonreír.
–¿Te gustaría que te pidamos un taxi?–Te preguntó Lemon dónde estaba junto a su hermano con el maletín en su mano.
–Yo—
–¡Amiga aquí estás al fin!–Escuchaste a alguien gritar detrás de ti.
Tangerine frunció el ceño mientras que una sonrisa se formó en tu rostro al momento en que tu amiga se acercó y te abrazó con fuerza, mientras tú perro ladraba y movía la cola, y Tangerine tuvo que soltar tu mano para dejarlas en sus bolsillos.
–Es bueno verte también.–Le dijiste con una sonrisa mientras se alejaba.
–¿Quienes son ellos?–Te preguntó tu amiga confundida.
–Hola.–Le saludó Lemon con una pequeña sonrisa y Tangerine hizo un gesto con la cabeza y mirada seria.
–Ellos me ayudaron a bajar del tren.–Dijiste con una sonrisa.
–Que amables, muchas gracias, fe verdad que sí. No saben lo nerviosa que ésta chica me pone cada vez que viaja sola a cualquier parte del mundo.–Dijo tu amiga algo aliviada.–¿Te parece si nos vamos?
–Claro. Fue un gusto conocerlos.–Les dijiste tomando el brazo de tu amiga para seguirla.
–¿De verdad la vas a dejar ir así sin más después de arriesgarte a que la Muerte Blanca nos persiga por dejar el tren?–Le preguntó Lemon qué aún seguía junto a su hermano.
Tangerine mordió el interior de su boca indeciso, antes de acercarse a ti nuevamente.
–¡Espera!–Te dijo provocando que te voltearas, y tu amiga se alejó un poco mientras que quedaste de frente con Tangerine.–¿Hay alguna posibilidad de que pueda tener tu número?
–Claro que hay posibilidad... aunque nunca supe sus nombres.–Reíste ligeramente jugando con la correa de tu perro.
–Cierto... mi hermano el cabeza hueca es Lemon y yo soy Tangerine.–Te dijo con voz suave ya esperando a que hicieras algún comentario con respecto a que eran nombres de frutas en inglés.
–¿Nombres en clave?–Le preguntaste con una sonrisa.
–Algo parecido...
–Me gusta, suena sofisticado.–Reíste ligeramente extendiendo tu mano para estrechar la suya.–Soy T/N, lamentablemente no tengo ningún nombre en clave que ofrecerte.
–¿Qué tal si lo inventamos en el futuro? Juntos...
–Eso me encantaría. Mi número es XXXXXXXX.–Le dijiste con una sonrisa mientras Tangerine lo guardaba en su teléfono.–Fue un gusto conocerte, Tangerine.
–El gusto definitivamente fue mio, T/N.–Te dijo con una sonrisa, antes de que te dieras la vuelta y tu amiga tomara tu brazo para guiarte.
Tangerine se quedó ahí parado viendo como te ibas con una sonrisa en el rostro, para después ver hacia su teléfono y voltearse a ver a su hermano que le veía con una sonrisa arrogante, provocando que se pusiera serio inmediatamente.
–¿Qué putas me ves?
–Estás perdido, hermano.–Rió Lemon ligeramente volteándose para ir en la otra dirección.
–Cierra la puta boca.–Dijo Tangerine volviendo a su estado serio normal al de todos los días, caminando para irse junto con su hermano.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top