No te hagas ilusiones

Prólogo: Tangerine y tu se odian, pero algo cambia durante un trabajo.

Word count: 1545

strwbrryfeels_
Advertencia: modalidad enemies to lovers, menciones de heridas y sangre.

–Okey, escuchen atentos.–Dijo Lemon estando de pie frente a ustedes donde estaban en el sillón sentados de la habitación de un hotel.

Tangerine sentado en una esquina del diminuto sillón y tú en la otra, pero al ser tan pequeño estaban a muy poca distancia del otro, ambos de brazos cruzados.

–Para que éste trabajo funcione, tenemos que todos llevarnos bien. Sé que a ti Tangerine, no te agrada T/A pero es necesario trabajar con ella porque sus habilidades nos sirven. Y tú T/A, yo sé que Tangerine tampoco te agrada, ni si quiera sé si yo te caigo bien—
(Tu Alias)

–Tú si, el del bigote de actor porno no.–Le dijiste con expresión seria.

–Ésta puta niña...–Murmuró Tangerine pasando una mano por sus ojos, y luego la dejó en su barbilla.

–Ah que bueno, pero ese no es el punto. El punto es que todos tenemos que llevarnos bien y así poder trabajar juntos.–Dijo Lemon tratando de sonar lo más amigable posible.

–Por mi todo está bien, es ésta pinche loca que se lleva mal con medio mundo la que va a ser un problema.–Dijo Tangerine gesturando hacia ti.

–¡¿Oye a quien le dices pinche loca?! Loca tu puta abuela hijo de la chingada.

–¡Ves que si estás loca! Mírate, siempre empiezas a gritar y a gritar, no me sorprende cómo es que nunca te han matado.–Respondió igual de molesto, volteándose en tu dirección.

–Porque yo si hago bien mi trabajo y no me dejo engañar por niñas que parecen Dora la Exploradora.

–¡¿Ah si?! ¡Pues yo no me voy tirando de aviones sin paracaídas por ahí!

–Al menos a mi Dora no me disparó en el cuello por pendeja.–Le dijiste mientras ambos comenzaban a discutir, y Lemon rodó los ojos pasando una mano por ellos.

–Esto va a ser muy difícil...–Murmuró mientras Tangerine y tu comenzaban a pelear en el sillón haciendo fuerza, ambos cayendo al suelo donde él quedó encima de ti, y tú tratabas de levantarlo poniendo tu rodilla en su abdomen.

En un momento tomaste su brazo y mordiste su mano con fuerza, haciéndole soltar un fuerte quejido mientras Lemon abría la puerta de la habitación para salir.

–¡¿Qué putas te pasa pinche loca?! ¡Me mordiste!–Exclamó ofendindo mientras te levantabas y seguías a Lemon.

–Ay no seas chillón, tampoco fue tan fuerte.–Rodaste los ojos a la vez que Tangerine los seguía.

–¡¿Qué no sea chillón?! ¡Me sacaste sangre puta loca! Me va a entrar una infección por tu culpa.–Te reclamó sosteniendo su mano y sacando un pañuelo para ponerlo donde estaba la mordida.

–Ah si es cierto, que pena, se te va a caer la mano. Pero no te preocupes, seguro encuentras alguna prótesis con tatuajes.–Le dijiste con una sonrisa burlona dándole una palmada en el hombro, la cual Tangerine apartó y siguió a Lemon por el pasillo molesto mientras tu reías.

—————

Lemon ya estaba cansado de oír las peleas entre Tangerine y tu. No entendía cómo es que no se agotaban ni tampoco cómo es que se les ocurrían insultos cada tres segundos.

Lo cierto es que ninguno sabía el porqué de su odio mutuo tan intenso, solo estaba ahí y ya.

–¿Haz visto a Tangerine?–Te preguntó Lemon dónde ambos se reunieron fuera del edificio abandonado en el coche después de que descubrieran que estaban ahí, los dos respirando agitados.

–Creí que estaba contigo. Me dejó en el quinto piso y dijo que iría a buscarte.–Le respondiste con el ceño fruncido.–Mierda.–Dijeron ambos al mismo tiempo, sacando sus armas y corriendo de vuelta dentro del edificio.

Lemon corrió hacia un subterráneo y tu subiste hacia las escaleras para subir a otro piso, donde ibas apuntando con tu arma en caso de encontrar a Tangerine.

En un momento te asomaste por una pared y le viste sentado en el suelo apoyado contra una pared, sujetando su costado izquierdo donde salía sangre y frente a él habían tres hombres apuntándole con armas.

No supiste cómo fue que te acercaste rápidamente y comenzaste a pelear contra los tres, quitándoles las armas y disparándoles con la tuya, provocando que cayeran los tres muertos al suelo.

Una vez terminaste, corriste hacia Tangerine que estaba comenzando a perder la conciencia.

–¡Hey! Tangerine escúchame no puedes dormir, ¿si? Necesito que te quedes aquí conmigo.–Le dijiste quitando tu chaleco antibalas y poder sacarte la playera, quedando en solo camiseta manga corta y la pusiste en su herida para hacer presión, provocando que soltara un quejido.

–Mierda puta madre...–Dijo con los dientes apretados, sosteniendo la playera sobre tus manos, dejándolas embarradas con sangre.–T/A—

–No sueltes esto, ¿okey? Necesito que me hables de algo. Cualquier cosa.–Le dijiste estando acelerada mientras enviabas tu ubicación a Lemon para que subiera a buscarlos.

–Volviste por mi.–Te dijo tosiendo ligeramente.

–Claro que volví por ti, Lemon me habría decapitado de no hacerlo.–Le dijiste soltando una pequeña risita tratando de aliviar tus nervios, mientras apoyabas la frente de Tangerine en tu hombro para inclinarlo hacia adelante y ver si la bala había atravesado su abdomen.–Okey, bien, lo bueno es que la bala no atravesó. Lo malo es que sigue dentro.

–Hueles muy bien... siempre me he preguntado a qué sabes. Siempre me he preguntado qué se siente besarte...–Dijo algo adormilado.

–Ni creas que lo vas a averiguar.–Le dijiste con una pequeña sonrisa revisando que no hubiera alguna otra herida en su espalda.–No entiendo cómo es que estando así puedes pensar en algo como eso.

Tangerine no respondió ni tampoco se movía, y comenzaste a preocuparte así que lo dejaste nuevamente apoyado en la pared llevado una mano para mover su rostro.

–Tangerine... Tan... ¡Tangerine! ¡Tangerine despierta! No, no, no... ¡mierda!–Exclamaste buscando su pulso desesperada hasta encontrarlo.

Tangerine despertó por unos segundos, y antes de volver a caer inconsciente lo último que vio de forma borrosa fue a ti tratando de despertarlo y haciendo presión en su herida aún despesrada, y a Lemon corriendo hacia ustedes. Nada más.

(.....)

Tangerine frunció el ceño y comenzó a abrir los ojos, tratando de descifrar dónde estaba.

Volteó la cabeza hacia un lado en la almohada de la cama que estaba, y te vio durmiendo en una incómoda silla junto a la cama sosteniendo su mano en la tuya. Justamente la mano que habías mordido.

Tangerine notó que habías puesto una venda para cubrir la mordida, y una sonrisa se le formó en el rostro dándole un gentil apretón y volviendo a ver al techo.

Diste un pequeño salto despertándote de inmediato, y Tangerine se volteó hacia ti para verte.

–Despertaste...–Dijiste pasando tu mano libre por tus ojos.

–¿Qué fue lo que pasó?–Te preguntó viendo cómo te sentabas a su lado en la cama.

–Te dispararon. Lemon y yo ya habíamos salido del edificio y entramos a buscarte, ahí te encontré y caíste inconsciente.

–¿Y te preocupaste por mi? Que linda, enserio.–Dijo con una risita burlona.

–No es gracioso, Tangerine. Pudiste haber muerto.–Le dijiste molesta y cruzándote de brazos.–Y por si no lo recuerdas, TÚ fuiste el que dijo que le gustaría saber cómo se siente besarme.

–¿Disculpa? ¿Acaso te pegaste en la puta cabeza? Yo jamás habría dicho una cosa así, por favor. ¿Por qué querría hacer algo así contigo?–Rodó los ojos y cruzándose de brazos.

–Lo que tu digas...–Rodaste los ojos, poniéndote de pie.

–¿A dónde vas?

–A buscar a Lemon, así se queda contigo y dejas de ser un idiota.–Dijiste mientras te acercabas a la puerta.

–Espera... no te vayas.–Dijo soltando un suspiro una vez abriste, provocando que te voltearas hacia él.–¿Por favor? No... no quiero estar solo...

Una diminuta sonrisa se formó en tu rostro y volviste a cerrar la puerta acercándote a la cama y quitarte los zapatos, para así recostarte a su lado.

Tangerine se volteó con dificultad hacia ti, y tomó tu mano en la suya para acariciarla.

–Gracias por quedarte.–Te dijo con voz suave y una muy pequeña sonrisa.

–No te hagas tantas ilusiones, es solo porque estás herido y puede pasarte algo. Nada más.–Le dijiste con una pequeña sonrisa.

Tangerine rió ligeramente apartando la vista de ti, y luego volvió a verte para pasar un mechón de tu cabello tras tu oreja.

Deslizó sus dedos hasta tu barbilla para levantarte ligeramente viendo hacia tus labios.

–¿Te vas a quedar ahí o vas a probar lo que tanto te mueres por hacer?–Le preguntaste con una sonrisa arrogante.

–No te hagas ilusiones, no eres la gran cosa.–Rodó los ojos, tratando de ocultar su sonrisa mientras se acercaba a ti.

Reíste ligeramente hasta que sus labios se tocaron, y se besaron suavemente mientras llevabas tu mano a su mejillas para acariciarla.

Una vez se separaron, Tangerine se acercó y te abrazó escondiendo su rostro en tú pecho, y tú le abrazaste de vuelta acariciando su cabeza mientras él soltaba un suspiro de satisfacción y cerraba los ojos, abrazándote por la cintura cayendo profundamente dormido.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top