MILF
Prólogo: Tangerine y Lemon te conocen en el Tren Bala en Tokio donde deciden salvarte antes de que todo termine siendo un desastre.
Word count: 1576
Advertencia: Aquí tienes una hija de 5 meses. Algunas cosas cambian a cómo eran en la película.
Tangerine y Lemon iban en el tren con el hijo de la Muerte Blanca junto a ellos.
Mientras Lemon había comenzado a hablarle sobre Thomas y sus amigos, Tangerine rodó los ojos soltando un suspiro molesto y te notó a ti acercándote a los asientos frente a ellos a su derecha un cubículo más lejos por lo que no quedaron exactamente a tu lado, con una bebé de más o menos cinco meses en tus brazos y un bolso en el hombro, sin contar la manta, biberón vacío y juguete en tu mano restante luego de que te subieras cuando el tren se detuvo.
Trataste de poder sentarte dejando el juguete, biberón y manta en la mesa, sin embargo se estaba dificultando al tener a tu bebé y el bolso en tu mismo brazo sin contar una mochila en tu espalda.
–Espera, déjame ayudarte.–Te dijo Tangerine al verte algo complicada, levantándose de su asiento y sujetando el bolso en tu hombro.
–Oh, gracias.–Le dijiste con una pequeña sonrisa tomando a tu bebé con el otro brazo para que así Tangerine tomara el bolso y lo dejara bajo la mesa y pudieras sentarte.
–No hay problema. Tienes una linda niña aquí, ¿cómo se llama?–Te preguntó ayudándote a quitarte la mochila para dejarla en el asiento y tu poder sentarte junto a la ventana acomodando a tu hija que puso sus manos en tu rostro.
–N/T/H.–Le dijiste con una sonrisa mientras él estaba de pie junto a los asientos. (Nombre de Tu Hija)
–¿Y a éste qué putas le picó?–Murmuró Lemon viendo a su hermano confundido.
–Tal parece que a alguien le gusto esa MILF.–Le dijo el chico sentado a su lado viéndolos sin mucho ánimo.
–Es un lindo nombre... ¿y cómo se llama la mamá?–Te preguntó con una sonrisa coqueta.
–T/N... ¿tú?–Le preguntaste quitando las pequeñas manos de tu rostro para sentarla con su espalda en tu abdomen y así entregarle su juguete para que se entretuviera.
–Tangerine.–Te dijo sin poder dejar de verte con una sonrisa sentado en la mesa entre los asientos.
–Mmm... sofisticado.–Le dijiste con una pequeña sonrisa.
Tangerine se te quedó viendo con una sonrisa al igual que tú a él, hasta que Lemon aclarando su garganta le hizo levantar la vista hacia él molesto y le vio dado vuelta en su asiento hacia él.
–Lo lamento princesa, pero ya debo irme. Ten un lindo viaje, y si necesitas ayuda ya sabes donde estoy.–Te dijo poniéndose de pie y estirando su traje.
–Gracias, Tangerine. Lo tendré en mente.–Le dijiste con una sonrisa antes de que se alejara.
Tangerine se sentó de vuelta en su lugar, y te volteaste a verle donde él te ofreció una sonrisa antes de que volvieras a prestarle atención a tu bebé.
–¿Qué putas fue todo eso?–Le preguntó Lemon.
–¿Qué? Solo la estaba ayudando.–Le respondió viéndole con el ceño fruncido.
–Si, claro. ¿Y ese coqueteo qué? ¿Acaso te tengo que recordar que estamos trabajando aquí?
–La verdad es que si se notó que le estabas coqueteando.–Le dijo el hijo de la Muerte Blanca.
–Tú cierra el pinche hocico.–Le dijo Tangerine apuntándole con el dedo.
–¿Al menos te aseguraste que no fuera casada?–Le preguntó su hermano.
–No le vi anillo.–Le respondió encogiéndose de hombros.
–O tal vez no está casada y solo son novios, o novias.–Le dijo el chico junto a Lemon.
–Ya cierren el puto hocico los dos.–Se quejó Tangerine poniéndose de pie y tomando su teléfono para alejarse de ahí.
(.....)
–Yo digo que hay que bajarse del tren en la siguiente estación .–Le dijo Lemon viendo el cuerpo del hijo de la Muerte Blanca sujetando el maletín en su mano.
Tangerine soltó un suspiro pasando una mano por su cabello y rostro con la otra en su cadera antes de sentir algo en su pierna.
–¿Pero qué putas...?–Murmuró molesto y cuando bajó la vista, vio a tu hija sentada en su zapatos jugando con su pantalón.–Oh no... no, no, no...
Tangerine tomó a la niña en sus brazos y rápidamente se acercó a tu asiento mientras Lemon acomodaba al chico para que pareciera que estaba durmiendo.
Se acercó a ti con tu hija en sus brazos jugando con su bigote y buscó tu pulso en tu cuello y soltó un suspiro de alivio cuando lo encontró.
–¿Qué hacemos?–Le preguntó Lemon acercándose a ustedes con el maletín en mano.
–No puedo dejarlas aquí, si no hacemos que se bajen entonces también las van a matar.–Le dijo viendo a su hermano afligido mientras tu hija jugaba con sus manos en su rostro.
Lemon soltó un suspiro viendo a su hermano y luego dirigió la vista hacia tu hija donde llevó su mano para tomar la de ella con suavidad.
–Mierda. Bien, hay que sacarlas de aquí.–Le dijo tomando las cosas sobre la mesa para guardarlas en tu bolso el cual Tangerine pasó por su hombro.
–Princesa... hey, despierta.–Te susurró moviéndote con suavidad.
–¿Mm? ¿Qué... qué pasó?–Preguntaste confundida sentándote derecha y pasando ambas manos por tu rostro.
–No tengo mucho tiempo para explicar, pero N/T/H y tú tienen que salir de éste tren AHORA.–Te dijo tomándote de tu brazo para levantarte y entregándote tu mochila antes de dejar su mano en tu espalda y guiarte a la salida donde Lemon estaba esperando.
–¿Q-qué? ¿Por qué?–Preguntaste confundida acomodando tu mochila en tu espalda mientras Tangerine tenía una expresión afligida y el bolso en su hombro y a tu hija quedándose dormida con su mejilla en su hombro y ligeramente abrazándolo.
–Todo está a punto de irse a la mierda. Soy Lemon, por cierto.–Te saludó ofreciéndote su mano para estrechar la tuya.
–T/N...–Le dijiste algo confundida.
Una vez el tren se detuvo, Tangerine te tomó de la mano para bajarse y una vez fuera, ambos hermanos soltaron un suspiro aliviados.
–¿Ahora planean decirme por qué tuvimos que bajar del tren?–Les preguntaste tomando a tu bebé en tus brazos y Tangerine acomodó la manta en tu hombro.
–¿Debería preocuparme de que apenas habiendo pasado una hora de que se conocieron ya parecen una familia? Porque enserio me parece preocupante y ninguno de ustedes parece notarlo.–Les dijo Lemon señalando a cómo Tangerine te ayudaba a acomodar a tu hija y seguía sosteniendo el bolso en su hombro.
–Lemon, ya cierra la puta boca.–Le dijo Tangerine viéndole mal antes de dirigirse hacia ti.–Mira linda, no podemos darte mucha información más que decirte que si te quedabas ahí, las matarían a ambas. Ahora, tenemos salir de éste puto país lo antes posible.
–Si... pero yo digo que vayamos a un hotel, la pequeña princesa está cansada, y yo igual. Así que, vámonos, conozco un buen hotel cerca.–Dijo Lemon pasando una mano por su rostro y comenzando a caminar fuera de la estación.
Tú te le quedaste viendo confundida mientras que Tangerine solo rodó los ojos antes de voltearse hacia ti.
–Princesa, mira, sé que no nos conocemos pero enserio te digo que vas a estar a salvo con nosotros, al menos un par de días hasta salir del país. E-es algo complicado, pero te prometo que voy a hacer todo lo que esté en mis manos por protegerlas.–Te dijo viéndote ligeramente afligido.
–Bien, tampoco es como que tenga otro lugar donde ir.–Soltaste un suspiro y Tangerine sonrió comenzando a caminar contigo a su lado donde se fue Lemon.
DOS AÑOS DESPUÉS...
Finalmente terminaste quedándote con Lemon y Tangerine más tiempo de lo que tenían planeado ya que la Muerte Blanca seguía detrás de ustedes, e incluso después de que un tipo le asesinara como venganza ellos insistieron en que te quedaras con ellos.
Y pues como era de esperarse Tangerine y tú iniciaron una relación una vez supo que no tenías pareja. Comenzaron a ir a citas y finalmente adoptó a tu hija como suya también.
Estabas sentada en una banca en el parque viendo a tu hija jugar en el césped frente a ti, cuando Tangerine y Lemon llegaron.
–¡Papá!–Exclamó ella comenzando a correr torpemente hacia él.
–¡Mini princesa!–Dijo él con una gran sonrisa y tomándola en sus brazos dejando besos en su mejilla.–Te extrañé tanto.
–Si, si, ya lo sabemos. Ahora déjame a mi.–Le dijo Lemon quitándole la niña de sus brazos mientras Tangerine se acercaba a ti donde te habías puesto de pie.
–Hola para ti también, princesa mayor.–Te dijo con una sonrisa abrazándote por la cintura y besando tus labios con suavidad.
–¿Cómo supieron que estábamos aquí?–Le preguntaste con una pequeña risita limpiando el brillo labial de su boca con tus dedos.
–Eso es información confidencial.–Te dijo sin dejar de sonreír mientras Lemon se sentaba a jugar en el césped con tu hija y le enseñaba los juguetes que le había traído de su trabajo en Alemania.
–Mmm... veremos si más tarde va a seguir siendo confidencial.–Le dijiste con una pequeña sonrisa haciéndole reír antes de besarte y luego sentarse juntos en la banca donde estabas.
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