El "problema" con esa droga (Tangerine)*
Prólogo: Versión alternativa si Tangerine inhalaba aquel "polen".
Word count: 2136
Advertencia: masturbación, sexo oral (hombre y mujer recibiendo), múltiples orgasmos, "sex pollen", Tangerine tiene varias erecciones, sexo sin protección, sexo vaginal, cum eating, sub!Tangerine, droga sexual (?), sexo rudo, muchas groserías.
Tangerine logró hacerse a un lado al igual que tú mientras cubrías tu boca y nariz con tu chaqueta, mientras que Tangerine no alcanzó a hacer lo mismo y comenzó a toser al inhalar el polvo que salió, apoyando una mano en unas cajas para afirmarse.
Otros disparos se escucharon y cuando ambos se voltearon, Tangerine aún tosiendo y tu cubriendo tu rostro, vieron al tipo caer muerto al suelo y a Lemon acercándose con una máscara para cubrir su boca y nariz.
–¿Ambos están bien?–Les preguntó guardando su arma detrás en sí pantalón.
–Yo si... aunque no creo que Tangerine lo esté.–Le dijiste mientras te acercabas a Lemon.
El polvo ya se había disipado en el aire, mientras que Tangerine se veía mareada y tambaleándose ligeramente, aún sosteniéndose en las cajas.
–Inhaló la droga, ¿no es así?
–Sí...–Dijiste acercándote a Tangerine para pasar su brazo alrededor de tus hombros.–Voy a llevarlo a su departamento y depende de cómo se encuentre veré si vuelvo.
–No, tu vete con él y cuidalo, yo me haré cargo de la situación.–Te dijo Lemon viendo a su hermano observar a su alrededor confundido.
–¿Estás seguro? Porque ese "yo me haré cargo de la situación" siempre termina con grandes incendios y un gran desastre.–Le dijiste con una pequeña sonrisa.
–Ya vete de aquí, tengo todo bajo control.–Rió ligeramente mientras tú comenzabas a caminar con Tangerine en dirección hacia el coche en que habían llegado.
–¿A dónde me llevas...?–Te preguntó confundido y visiblemente mareado, ya acercándose al coche.
–A tu departamento. Lemon se hará cargo de las cosas aquí. Ahora sube al coche.–Le ordenaste con voz suave, y en lugar de pelear de vuelta como siempre lo hacía, Tangerine se subió en el coche y abrochaste su cinturón antes de cerrar la puerta.
Te diste la vuelta y te subiste en el asiento del conductor para conducir hasta su departamento.
De camino a su hogar le podías oír a tu lado de repente soltar pequeño gruñidos y moverse en su asiento incómodo, pero simplemente lo ignoraste al pensar que se trataba de los mareos por la droga y la agitación que sentía producto de ella.
–Bien, ya llegam—. Le ibas diciendo una vez aparcaste el coche fuera de su edificio, volteando la cabeza para verle pero Tangerine llevó su mano rápidamente a tus ojos y los cubrió.
–¡No me veas!–Te dijo molesto.
–¡¿Ahora qué haces baboso?!–Exclamaste apartando su mano viéndole con el ceño fruncido.
Tangerine estaba temblando de pies a cabeza y gotas de sudor corrían de su frente a sus mejillas y cuello, a la vez que estaban sonrojadas y su cabello caía en su rostro.
–¿Tangerine estás bien?–Le preguntaste llevando tu mano a su frente y mejillas para comprobar si tenía fiebre, pero la apartó con brusquedad.
–¡No me toques puta madre! ¡Pinche loca!–Te gritó enojado, jalando de las piernas de sus pantalones para acomodarse.
Volviste a fruncir el ceño y mientras Tangerine abría la puerta desesperado y se bajaba, alcanzaste a ver un poco de su GRAN erección y muy dura en sus pantalones que llegaba a verse incluso dolorosa.
Tangerine cerró la puerta con fuerza y caminó rápidamente hacia el edificio, así que te bajaste rápidamente y corriste antes de que la puerta del lugar se cerrara.
Seguiste a Tangerine hasta el elevador donde se fue murmurando cosas para sí mismo en el otro extremo muy alejado de ti, sujetando su chaqueta frente suyo para cubrir la gran y majestuosa erección que adornaba su entrepierna.
Una vez llegó a su piso, se apresuró en caminar hasta su puerta y con la desesperación que sentía abrió con rapidez mientras tú te le acercabas lentamente por detrás.
A medida que avanzaba a su habitación dejó caer su chaqueta, llaves y se quitó los zapatos, para luego encerrarse ahí.
–¿Y a éste qué le pasa ahora?–Dijiste para ti misma, cerrando la puerta para después recoger sus cosas.
Las dejaste a un lado y luego caminaste por el pasillo hasta llegar a su puerta y quedarte fuera de ésta escuchando.
–M-mierda...–Le escuchaste gemir desesperado.
–¿Tan? ¿Tangerine estás bien?–Le preguntaste confundida y realmente preocupada por los efectos de la droga en él.
–¡Vete de aquí T/A! Puta madre...–La última parte la dijo en voz más baja, pero de todas formas sonó como un gruñido desesperado.
Por un segundo dudaste en sí entrar era una buena idea, pero de todas formas abriste la puerta y te encontraste a Tangerine sentado en su cama, su cabello en su frente y sudor recorriendo su cuerpo, con los pantalones a la mitad de sus piernas y su camisa desabrochada mientras que tenía su gran y gloriosa erección en su manos.
–¡Puta madre! ¡T/A vete de aquí!–Te dijo sonando desesperado y cubriéndose con una almohada, lo cual solo empeoró las cosas ya que al sentirla en su ereccion, involuntariamente embistió con sus caderas en ella para buscar fricción.–T-T/A por favor vete...
Sin decir una sola palabra, te quitaste la chaqueta y tus zapatos para acercarte a él y sentarte frente suyo en la cama.
–Yo podría ayudarte...–Le dijiste con convicción en tu voz y viéndole fijamente a la cara.
Tangerine levantó la vista, viéndote a través de los mechones de cabello en su rostro con sus pupilas dilatadas, mejillas coloradas y sudor reccoriéndole desde la frente hasta su pecho.
–¿T-tu qué?–Preguntó apretando la almohada con ambas manos y hacuendo presión con ella hacia abajo.
–Déjame ayudarte.–Repetiste tomando la almohada de sus manos y haciendo que se sentara con los pies en el suelo para arroillarte frente a él y así quitar su camisa y luego sus pantalones por completo.
–N-no quiero aprovecharm—. Dijo visiblemente en conflicto apretando con fuerza las sábanas a sus lados, y soltando un desesperado gemido al momento en que tu mano hizo contacto con su erección.
–No te estás aprovechando, yo te estoy ofreciendo mi ayuda. La quieres, si o no.–Le dijiste sujetando su ereccion sin mover tu mano.
–¡Puta madre si! ¡Sí solo mueve tu puta mano por favor!–Exclamó desesperado.
Una vez las palabras dejaron sus labios, no desperdiciaste más tiempo y llevaste su erecto miembro a tu boca y comenzaste a moverla a lo largo de él, succionando con tus mejillas.
Tangerine llevó una mano a tu cabello para jalar de él con fuerza haciéndote gemir y comenzó a embestir ti boca con rapidez.
Enterraste tus uñas en sus piernas y simplemente le dejaste coger tu boca a su antojo, provocando que pequeñas lágrimas corrieran por tus mejillas.
No pasó nada de tiempo hasta que se corrió en tu boca con un gran gemido, soltando una gran descarga en tu garganta que ni si quiera fuiste capaz de tragar toda, provocando que chorreara por tu barbilla hacia tu cuello y ensuciara un poco tu playera.
Una vez ya depositó todo lo que tenía, alejaste tu boca de él lamiendo tu barbilla y frunciste el ceño confundida al verle todavía completamente erecto.
–Mierda esa droga sí que es potente.–Le dijiste poniéndote de pie.
Tangerine te tomó de las caderas y te sentó en su regazo, posando su mano en tú nuca para atraerte hacia él y lamer desde tu cuello hasta tu boca donde introdujo su lengua y comenzó a besarte desesperado, a la vez que movías tus caderas sobre su erección para crear fricción.
–Mierda T/A...–Gimió en tu boca mientras llevabas tu mano a su aún dura erección para masajearlo con rapidez.
Comenzaste a besar su cuello mientras él gemía y dejaba caer la cabeza hacia atrás y así darte más accesibilidad.
Con tu mano le empujaste para que quedara recostado en su espalda sin dejar de mover tu mano en su erección.
Tangerine comenzó a embestir tu mano hasta que volvió a correrse con una gran descarga ensuciando tu mano, tu ropa y su abdomen.
Una vez se vació por completo, nuevamente quedó erecto por una tercera vez.
–¡¿Cuando mierda se va a acabar esto puta madre?!–Se quejó respirando agitado.
–No lo sé, pero tal vez sea hora de probar otros métodos.–Le dijiste agitada alejándote de él.
–¿A dónde vas?–Te preguntó desesperado sentándose en la cama para verte como si estuviera suplicando que te quedaras.
–A ningún lado cariño.–Le dijiste mientras te quitabas la playera y tu brasier, para luego quitar tus pantalones y bragas.
Tangerine recorrió tu cuerpo con su mirada mientras se masturbaba viéndote desvestirte, y pronto sus manos volvieron a tomar tú cintura para acercarte a él.
Le hiciste recostarse nuevamente y tomaste su erección para pasarla por tu entrada.
–Eres bellísima...–Murmuró viendo tu cuerpo.–Y estás muy mojada...
–Lo sé...–Gemiste deslizándote en su miembro poco a poco. Aunque nunca se lo fueras admitir, él era el hombre más grande con el que jamás habías estado.
Una vez entró por completo, apoyaste ambas manos en su pecho y sin desperdiciar tiempo comenzaste a embestirte a ti misma en él saltando encima suyo y gimiendo.
Tangerine comenzó a gemir y apoyó ambos pies en la cama doblando sus piernas y tomando tus caderas para embestir hacia arriba con fuerza.
–¡Mierda!–Gemiste ante las salvajes embestidas y todo lo que estabas sintiendo.
–¡Puta madre T/A! ¡T-te amo!–Soltó de repente haciendo que perdieras el equilibrio y tu mano se doblará haciendo que cayeras encima de él mientras que no dejaba de embestirte y dejabas tu mano apoyada junto a su cabeza y sus rostros a centímetros del otro.–¡Mierda! ¡Perdóname! Perdóname no fue mi intención...–Gimió agitado sin poder dejar de moverse.–¡¿QUÉ MIERDA TIENE ESA DROGA?!
–¡¿De qué habl—. Un gemido te interrumpió mientras la cama rechinaba fuertemente y sus pieles sonaban igual de alto sin que sus embestidas se detuvieran.
–Mierda te amo, te amo, perdóname T/A pero te amo desde el trabajo en Venecia...–Dijo desesperado persiguiendo si orgasmo.
–¡E-eso fue hace tres años y— y medio!–Dijiste con gemidos interrumpiéndote.
–¡PUTA MADRE LO SÉ PERO TE AMO! ¡Perdóname! ¡Perdóname por favor!–Volvió a decir sin dejar de gemir.
–¡DEJA DE DISCULPARTE QUE YO TAMBIÉN TE AMO IDOTA!–Le gritaste sintiendo tu orgasmo aproximarse y soltando un gran gemido.
Tangerine se sentó en la cama contigo encima, volviendo a besarte y sin dejar de embestirte mientras enredabas tus manos en su cabello y él apretaba tu cintura.
El beso era distinto al que compartieron antes. Era uno más íntimo y con otro significado aparte de solo lujuria.
Comenzaste a gemir aún más fuerte en su boca y Tangerine se corrió dentro de ti con un fuerte gruñido de por medio mientras que su semen chorreaba por tus muslos a su regazo.
Aún agitado te dio la vuelta y te recostó en la cama, saliendo de ti con cuidado para luego acercar su rostro a tu intimidad y pasar su lengua y recolectar sus fluidos mezclados.
–¡M-mierda! ¡¿Tangerine qué estás— s-se supone que esto era para ti!–Exclamaste mientras comenzaba a devorarte como si estuviera hambriento.
–No me puedo resistir... eres deliciosa... tr amo...–Gruñó desde tu parte baja, a la vez que refregaba su nueva erección en la cama.
Llevaste ambas manos para jalar de su cabello tratando de cerrar las piernas, pero Tangerine las mantuvo abiertas con sus manos, dándole especial a tu clítoris.
Al estar tan sensible y por la forma en la que estaba trabajando en ti te corriste en cuestión de segundos en su boca que ni si quiera te dio tiempo de asimilar lo que estaba pasando.
Tangerine también se corrió en la cama, y se alejó de tu parte baja para recostarse a tu lado agitado viendo hacia el techo.
Lanzaste una rápida mirada hacia su miembro y soltaste un suspiro de alivio al ver que ya no estaba erecto.
–Esa mierda de droga no es normal...–Dijiste pasando una mano por tu rostro.
–Jamás me había sentido así...–Te dijo aún procesando lo que pasó y volviendo ya a todos sus sentidos.–Aunque debo admitir que lo que dije era verdad.
–Yo también lo decía enserio...–Le dijiste volteándote a verlo para encontrarte con que él ya te estaba observando.
–Que bien...–Dijo con una sonrisa tomando tú mano para besarla.
–Espero que Lemon se haya deshecho de esa droga.–Dijiste posando tu otra mano en tú frente mientras Tangerine soltaba una pequeña risa cansada, volteándose para abrazarte y cerrando los ojos.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top