Después de que nos comimos la mitad del pavo que preparo Diana, sacamos las botellas de alcohol, tanto de cerveza como de tragos cortos. Por ahí escuche que Brenda se había ido después del incidente, supuestamente dijeron que solo paso a saludar. Como sea, solo me dio motivos para celebrar con más ganas,

Juntamos los sofás y las sillas e hicimos una especie de circulo donde nos sentamos, pero yo no tenia tantos muebles como para todos Algunos chicos estuvieron parados, las chicas, se sentaban encima de ellas sin problema, en mi caso, Diana se sentó en mis piernas solo por un rato, ya que nos pusimos a bailar entre todos, desde la salsa más dulce y lenta, hasta el perreo más sucio y desgraciado que había.

Luego de unas horas de estar tomando entre risas, anécdotas, juegos y bromas, se nos ocurrió revivir nuestra esencia de colegio y jugar "verdad o reto" con todos estando ya medios ebrios.

La primera ronda comenzó y parecían no andarse con chiquitas, los retos iban desde ponerte la ropa del que estaba a tu costado o irte desvistiendo poco a poco. Las verdades estaban picantes, desde cosas obvias que ya teníamos en mente nada mas faltaban confirmar ha cosas muy reveladoras.

Cuando me toco elegir ya estaba prendido haría cualquier cosa, el reto que me pusieron era ir y tocar la puerta de cualquier vecino y cuando abriera, bajarme los pantalones y gritarle que ahí estaba su regalo e irme corriendo, como estaba medio ebrio lo hice, todos se cagaron de risa, incluso Diana quien se opuso en un principio.

El tiempo paso, los retos y verdades se acabaron junto con el alcohol y poco a poco nuestros amigos comenzaban a irse agradeciendo por la cena y por el gustazo de volvernos a reunir. Solo quedamos cuatro, Diana, yo y los dos amigos que llegaron temprano, pero no tardaron mucho en irse.

Diana estaba súper ebria, ha duras penas se mantenía en pie, y yo, yo también estaba con las justas.