El día pasó super rápido, no le mencione nada, ni ayer, ni hoy en la mañana, lo único que le dije es que si podía hacerme el favor de ir al super a ver qué hay de nuevo y comprar algunas cosas, así mientras ella no estuviese yo podría ver a mi hermano sin ningún problema.

En esos momentos me encontraba algo nervioso ya que hace tiempo que no lo veía, casi el mismo tiempo que pase sin ver a Diana.

Eran las cuatro de la tarde cuando ella salió a por el mandado y no pasaron ni cinco minutos cuando tocaron la puerta, creyendo que era ella, abrí preguntando qué se había olvidado.

Oh, pero sorpresa, sorpresa, era mi hermano quien tocaba.

Me quedé mirándolo y él también a mí, pero de manera extraña por lo que dije al abrir la puerta.