Al entrar a la casa, lo primero que note es que todo seguía igual, recordaba su pequeña sala al estilo antiguo, el largo sofá que una vez rompimos por andar saltando en él, la mesa en la cual ella se escondía y decía que nadie podía verla. Que tiempos.

No quería demorar mucho con esto, así que ni bien tuve la oportunidad de decircelo le dije, le dije que Diana se encontraba en mi casa, que hace unos días llego pidiéndome quedarse a vivir conmigo por un par de días, pero que a demás había notado cosas raras en ella, y entre esas cosas raras estaba el hecho de que por su culpa sus padres se separaron.

La señora con su café en mano y suspirando me pregunto si eso fue todo lo que ella me contó, al parecer estaba en lo cierto, ocultaba algo más. Maria me contó todo acerca del problema.

No es que ella haya sido la causa del divorcio, ella cree eso, pero no es así.

Al cabo de una hora me despedí de la señora, ella muy amable me regalo unas cosas para la casa, muy agradecido subí al auto y conduje de regreso a casa pensando en que hacer.