Mientras ella, yo y varias bolsas entrabamos a la casa, pregunte a mis tías si aun recordaban a Diana, mi amiga de la infancia. Ellas respondieron sorprendidas que sí, la recordaban, pero no así, la saludaron y como era de esperarse de toda tía, hablaron de su cambio de look, ya que antes ella era un poco más alta que yo y algo plana a comparación de ahora, alta, aunque no tanto, ya que ahora yo era grande que ella, cabello lacio y cuerpo voluptuoso, esos pequeños cambios.

Como siempre mi hermano el inoportuno, recordó el brasier que encontró la vez pasada y pregunto si era el de ella.

Mis tías se quedaron viéndome a mi y a Diana sospechosamente por lo que dijo Jeff, entonces salio mi sonrisa nerviosa, no pude evitarla e invente una excusa barata, mientras que Diana recordaba avergonzada de que siempre dejaba sus brasieres en el baño de visita.

Ni bien les cambie de tema les pregunte que era eso que querían decirme y como es que entraron a mi casa.